1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

Reportaje

“Las inmobiliarias rechazan a las personas migrantes, pero a los franceses o a los americanos sí les alquilan”

Las dificultades para acceder al alquiler de una vivienda en ciudades como Madrid se agravan si el demandante no es español. J, un peruano que trabaja para el Estado, cuenta sus doce rechazos en seis meses

Luis Francisco Palomino 19/07/2023

<p>La Gran Vía de Madrid en 2020. / <strong>Nicolas Vigier</strong></p>

La Gran Vía de Madrid en 2020. / Nicolas Vigier

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Vivir en Madrid cuesta cada día más. Muchos andan pendientes de las notificaciones del móvil, de un nuevo anuncio en los sitios web de oferta inmobiliaria, porque conseguir un piso con una ventana al exterior, sin moho en sus paredes, es un deseo que pueden cumplir pocos. Ya no basta ser una persona con derecho a la vivienda, las agencias filtran las solicitudes para quedarse solo con “los mejores perfiles”.

El cliente, mejor dicho “candidato al piso”, será evaluado y tendrá que evidenciar cualidades en esto que parecieran unos juegos del hambre de la vivienda. Debe contar con trabajo estable y, con frecuencia, ser capaz de abonar en un día entre 2.000 y 3.500 euros que incluyen el mes en curso, uno o dos de fianza y eventualmente el ya irregular pago de la agencia.

 

Han puesto muy arriba la vara de la capacidad financiera. Por un estudio de 650 euros, con una estancia mínima de seis meses, la agencia puede pedir como requisitos un contrato indefinido y una nómina superior a los 2.500 euros. 

Y parece que podría haber otros criterios de selección. 

J. es un peruano que llegó a España en el 2018. Ha alquilado habitaciones en Fuenlabrada y un ático de Lavapiés. Trabaja para el Estado español y cobra un sueldo de 1.500 euros. Cuando quiso alquilar un piso junto con su sobrino –empleado de un súper, 1.000 euros al mes–, comenzó una búsqueda por internet. Su viacrucis duró medio año. Las nóminas y contratos de ambos avalaban su solvencia, de hecho aprobaron todas las evaluaciones de las aseguradoras; sin embargo, por alguna razón los propietarios de los inmuebles los rechazaban. J. bromea con un supuesto racismo, que podría no ser broma ni un caso aislado si entre las reseñas a una inmobiliaria se leen comentarios de personas que fueron marginadas por cuestiones así.

Solo algunas agencias le comunicaban el veredicto a J. En otras ocasiones, no respondían, directamente lo bloqueaban en WhatsApp o el número de contacto era anulado. Víctor Palomo es abogado del Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid, una organización en defensa de sus derechos. Observa que en las inmobiliarias “se da por hecho que un español va a tener más solvencia que una persona migrante, que esta va a tener más posibilidades de impago, por tanto, se le rechaza. Pero a los franceses, a los americanos, o a las personas de países con dinero sí que les alquilan. A los que no se alquila es a los migrantes que pueden ser de un país de origen más humilde”.

Habitar Madrid cuesta hoy un 60 % más que hace diez años y los sueldos han aumentado en 3,4 % en ese tiempo

A principios de julio, una empresa dedicada supuestamente a recuperar viviendas ocupadas colgó una lona en un edificio de la calle Atocha de Madrid. En ella, la frase “Tú a Marruecos, Desokupa ¡a la Moncloa!” y la imagen del presidente Pedro Sánchez. No hay pruebas que relacionen el movimiento okupa con una mayoría de origen marroquí. Según las últimas noticias, hay okupas noruegos en Málaga, belgas en Sotogrande y hasta un exapoderado del Partido Popular (PP) en Alicante. Lo que se sabe con certeza, indica Palomo, es que el delito de usurpación es uno de los pocos que ha sido cometido más por las mujeres –52 %– que por los hombres, cuando la regla es 80 % hombres y el resto, mujeres. Que casi un 20% de las trabajadoras de España cobre el salario mínimo (1.050 euros) quizá lo explique.

Volviendo a la historia de J., su hermana intervino. Lo puso en contacto con una persona de su confianza y por fin le alquilaron un piso en Aluche. De lo contrario seguiría en lo mismo, dice él. 

Parecería una casualidad a la que restarle importancia, pero doce rechazos en seis meses suponen un par de cosas por lo menos: que el dinero no lo es todo para los caseros –pero ¿qué es lo determinante entonces?– y que siempre hay otro que supera tu poder adquisitivo. Eso propicia la especulación. Habitar Madrid cuesta hoy un 60 % más que hace diez años y los sueldos han aumentado en 3,4 % en ese tiempo. Víctor Palomo cuenta que algunos propietarios han querido desalojar bloques enteros porque sus inquilinos no aceptaban un aumento de la renta.

“Eso es una barrera de clase, es ‘pobres fuera del Centro’. Dentro de la M-30 podrán vivir solo quienes puedan pagar alquileres superiores a los 1.200 o 1.300 euros. Es un peligro porque Madrid pierde su gente, la que hacía los barrios. Se la sustituye por gente con una alta capacidad económica”, dice Palomo.

Coincidentemente, hace unos días un diario titulaba “La vivienda de lujo se dispara”. 

Mientras la clase media y los que están debajo de ella pujan por una vivienda, por la Gran Vía caminan balanceando bolsas de ropa hecha en Bangladesh los turistas que gastan en promedio 325 euros al día, batiendo récords históricos de su presencia en esta parte del mundo. La conversión de viviendas de uso habitual a las de alquiler turístico aumenta y reduce todavía más las opciones de unos 750.000 mil residentes en Madrid ,cuyo derecho a la vivienda ejercen por la vía del alquiler.

“Esto ya lo hemos visto. El caso más llamativo con el turismo es Barcelona. Barrios enteros que tenían una historia, una cultura popular, prácticamente han desaparecido. El mercado de La Boquería, que era un mercado de abastos donde iba a comprar la gente mayor, a día de hoy es un sitio donde los puestos te venden fruta cortada a cinco euros o helados o recuerdos: es esa forma de destrozar los barrios. Hay que topar los precios de los alquileres”, dice el representante del sindicato.

Esta ciudad es una mierda

C. es una finlandesa que vive en Madrid desde hace dos años. “Odio esta ciudad. Es una mierda. Es lo peor que me ha pasado en mucho tiempo. Hemos sufrido tanto... La calidad de la vivienda es una mierda, y siendo extranjeros nadie nos hace caso, por eso ha sido difícil conseguir un piso. Por todos lados nos decían que no. Mostrábamos nuestros buenos ingresos: mi pareja tiene un contrato y yo soy comunitaria, tengo una nómina, un sueldo. Pero hay que tener ingresos de una empresa con sede en España por doce meses. Y no pasamos el seguro de impago”, relata.

Finalmente, consiguió firmar un contrato de arrendamiento por un año del ático de una “particular” en Pozuelo de Alarcón. La casa era bonita pero vieja y, para C., acabó siendo una estafa. “Como llegamos en verano, no nos dimos cuenta. En invierno empezó a aparecer moho en el techo. Las lentes de las cámaras con las que trabajamos también tenían hongos. Pero la dueña decía no, no”, cuenta. 

Se llamó al seguro, pero nadie apareció. El techo ya se desprendía a pedacitos, chorreaba el agua de las lluvias. “Una vecina nos dijo que nuestra terraza se había caído sobre la del vecino, ahí abajo. Alguien hubiera podido morir por eso. La dueña negó todo, dijo que el problema era nuestro”, dice C.

C. pasó de Pozuelo a El Retiro. Creyó que los 200 euros adicionales que pagaría por el alquiler harían la diferencia. Lo diferente esta vez fue una plaga de chinches. “Es muy triste. Esto me ha costado mucho dinero”, se lamenta, refiriéndose a todo lo que tuvo que tirar. Cada día que pasa, C. se convence más de que los bares de tapas de Madrid están llenos porque nadie aguanta estar en su casa. 

Y apunta contra los caseros: “Me parece absurdo que los dueños de las casas tengan tanto desprecio por sus inquilinos cuando ellos están haciendo plata con nosotros. Yo estoy apoyando su estilo de vida. Yo estoy pagando su préstamo bancario, su hipoteca. Deberían tratarme como a cualquier cliente, pero me tratan mal, como si fuera una delincuente que no quiere pagar y destruir todo. Yo quiero vivir cómoda, pero es casi imposible. Madrid es una ciudad muy difícil para quienes no somos españoles. Ya ni siquiera importa si tienes ingresos, solo que cumplas sus requisitos”. 

C. es consciente de sus privilegios y no quiere ni imaginarse lo que sería vivir indocumentada en España.

S., un joven colombiano con solo treinta días en Madrid, lo sabe. Mecánico en su país, se dedica a los portes y su día laboral comienza a las ocho y culmina cuando ya es de noche. S. trabaja de lunes a domingo. Quien así lo quiera creer, pensaría que se está forrando, aprovechando esta época de mudanzas continuas, pero la realidad es que los 700 euros que cobra al mes le alcanzan a duras penas para una habitación en Villaverde.

En Villaverde hay alquileres de una habitación para familias y pisos sobresaturados: en un piso para cuatro viven catorce

Víctor Palomo comenta que es “el barrio con la renta más baja de Madrid, donde hay más alquileres precarios. Hay alquileres de una habitación para familias y hay pisos sobresaturados: en un piso para cuatro personas viven catorce”.

Son realidades muy distintas a las postales del centro. En el libro La España Invisible, el escritor Sergio C. Fanjul describe los alrededores de la Asamblea de Madrid, dos edificios levantados en Vallecas que deberían representar la inclusión, pero que son otra muestra de la desigualdad o un monumento a ella.

“Delante de la Asamblea hay un carrusel triste, algunos venden mimosas, en la plaza se dispersa bastante basura de la noche anterior, la típica dejadez periférica que no es tan fácil de ver en las zonas más cuidadas del centro, donde parecen concentrarse los esfuerzos públicos de embellecimiento”, escribe Fanjul.

Madrid: referencia mundial del lujo y la calidad de vida

Hace dos semanas, en la III Gran Jornada Inmobiliaria, organizada por un medio de comunicación, se reunieron algunos de los mandamases del sector para opinar –la mayoría para quejarse– de la ley del derecho a la vivienda. Arguyeron inseguridad jurídica, que los propietarios ahora quedaban indefensos legalmente ante los okupas. 

Para Víctor Palomo, los okupas no son realmente un problema. “Los últimos datos del Consejo General del Poder Judicial indican que en el 2021 hubo 3.000 sentencias por usurpación en todo el Estado. Es decir, 3.000 sentencias para una población de 47 millones no es algo llamativo”, dice. Las estadísticas de las oficinas antiokupas instaladas por el PP y Vox en Castilla y León son reveladoras: han recibido 37 consultas por Internet y 7 presenciales en un mes; específicamente la de Soria no ha recibido ninguna. Esas 3.000 sentencias de usurpación serían el 0,13 % del total de delitos denunciados en el 2022.

Como abogado y portavoz del sindicato de inquilinas, Palomo se opone a que los fondos y los bancos amplíen su territorio. “Ya bastante tienen. Solo buscan mayores beneficios, el lucro, no les interesan la vida de los inquilinos ni las condiciones en que viven. Ven la vivienda como un bien de mercado muy rentable sin [considerar] cómo se afecta un derecho tan importante como el derecho a la vivienda”.

Mientras tanto, Alberto Núñez Feijóo, candidato del PP a la presidencia y líder en las encuestas, ha declarado que derogará la ley de vivienda si llega al Gobierno. En el único debate con el actual presidente, Pedro Sánchez, ambos políticos se enfrascaron en un intercambio de pullas cuando los moderadores les plantearon el tema de la vivienda. Sánchez defendió la norma vigente. ¿Qué propone el PP? Desokupar. Lo demás no está claro. 

Vivir en Madrid cuesta cada día más. Muchos andan pendientes de las notificaciones del móvil, de un nuevo anuncio en los sitios web de oferta inmobiliaria, porque conseguir un piso con una ventana al exterior, sin moho en sus paredes, es un deseo que pueden cumplir pocos. Ya no basta ser una persona con derecho a...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Luis Francisco Palomino

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí