El Gobierno de Giorgia Meloni ha puesto en marcha en Italia la primera medida orientada al castigo de la parte más pobre de la población, que además vive en las zonas del país que menos votaron al partido de extrema derecha. El pasado 28 de julio, más de 160.000 familias recibieron un SMS en el que se les comunicaba la retirada del “reddito di cittadinanza” (renta de ciudadanía), una ayuda económica para aquellos hogares en situaciones especialmente vulnerables que se implantó en 2019, impulsada por el Movimiento 5 Estrellas (M5E).

La decisión, valorada desde la oposición como una “guerra ideológica” contra los pobres, y como “un desastre social”, tendrá una profundísima incidencia en las regiones del sur del país. En el diario La Reppublica advierten de que en Nápoles afectará a una de cada seis familias, muchas de las cuales habrán recibido su último pago el pasado mes de julio, mientras que en Bolzano, en el norte de Italia, solo lo sufrirá una de cada 300 familias. 

El mapa de voto en las elecciones generales de 2022 explica por qué Giuseppe Conte se refiere a esta medida como “una venganza contra nuestro partido” (el M5E), puesto que, como si de un castigo se tratase, las regiones más afectadas por la eliminación del subsidio coinciden con aquellas que más votaron al principal rival político de la ultraderecha de Meloni.

Concretamente, la renta será retirada a aquellos hogares en los que no haya personas con diversidad funcional, menores de edad o mayores de 65 años, y su eliminación se argumenta por la supuesta empleabilidad de esos ciudadanos y ciudadanas no merecedoras del subsidio. El evidente impacto que tendrá en las familias en situación de pobreza afectará, también, a unos servicios públicos locales que se verán sobrepasados. Sobre ellos recaerá la responsabilidad de atender la ola de peticiones de revisión de los casos, así como la capacidad de conceder el “Apoyo para la Capacitación y el Trabajo”, una herramienta presentada como sustitutivo de la renta de ciudadanía pero que, en realidad, es mucho más restrictiva.

Desde la llegada de los SMS, la población italiana se ha movilizado para protestar contra una medida que recrudecerá los problemas económicos de decenas de miles de familias ya vulnerabilizadas e incrementará la brecha entre ricos y pobres. Las manifestaciones han tenido lugar principalmente en el sur del país, aunque también se han dado en lugares como Roma.