PROCESANDO EL YUYU
1-O y 3-O 6.0
La conmemoración del 1 de octubre se convierte en un acto puigdemonista, en el que el expresidente de la Generalitat farfolla consignas, léxico y figuras retóricas procesistas. Y en ninguna de ellas aparece el palabro referéndum
Guillem Martínez 4/10/2023
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1- El pasado domingo 1-O fue, en efecto, 1-O. Esto es, el sexto aniversario de la manifestación del 1-O. Y de su piolinización y aporreamiento. Lo que puede permitir observar a) lo que queda del 1-O y b) lo que eso nos explica. La cosa a) y la cosa b) permiten evaluar, a su vez, las posibilidades, las intensidades y las dimensiones de un pacto entre Puigdemont y el PSOE. Es decir, un pacto, con todas las letras, con el Estado, si bien con su parte más superficial, que en ocasiones es la menos importante y determinante y, glups, estable y segura, por aquí abajo.
2- Mani en BCN. Bueno, dos. Una es una mani de unas 200 personas, convocada por los CDRs, y otra en plaça Catalunya, más aparatosa, convocada por las entidades, si bien tampoco muy nutrida, que atrae a algo más de 4.000 personas, según la Guardia Urbana, lo que confiere a la plaça Catalunya ese aspecto de llena, pero no tanto, por los pelos y sin olor a napalm, algo antaño tan propio de las manis frikis de C’s para el 12-O.
3- En términos generales, hay tan poca gente que eso permite ver quién se ha pirado. En primer lugar, y respecto a hace seis años, se ha ido la poli. Concretamente, hay 16.000 polis menos, lo que permite cierta tranquilidad y el abandono del manifestante en sí mismo y en su propio rostro. Se ha pirado también la juventud. Algo importante para la victoria de lo que sea, al punto que el poema va y dice: “Il venait d’avoir dix-huit ans, / c’était le plus bel argument de sa victoire”. Han desaparecido los niños. Incluso los que, hace seis años, eran niños. Lo que es extraño, pues todo el mundo, a cualquier edad, quiere volver a su infancia, salvo que su infancia sea un mal recuerdo. Han desaparecido los señores mayores con pelo de rico y las señoras mayores con joyas de jóvenes. Han desaparecido los usuarios de la segunda residencia, que hoy están de finde en la Cerdanya. Ha desaparecido el target de treinta y tantos, personas que nunca habían militado en nada, y que el 1-O de hace seis años fueron a que le partieran la cara. Han desaparecido las familias, que dotaban a todos los actos procesistas de su peculiar estética de rock cristiano. Ha desaparecido la gente que –y esto fue muy importante hace seis años– salió a la calle cuando vio que pegaban a sus vecinos. Tampoco está la gente que votó pensando que participaba en una manifestación y no en un referéndum bananero, inmediatamente apropiado y dotado, zas, de un mandato innegociable. Han desaparecido, en fin, las sonrisas. En lugar de todo ello hay personas muy mayores, muy enojadas, con muchas banderas. Y con esa cara de cabreo cósmico que se te pone en las inmediaciones del Capitolio.
4- Al ver este paisaje humano, desprovisto ya de ser masa, lo que permite ver expresiones y cuerpos –ver la fragilidad, vamos–, la pregunta que a uno le viene a la cabeza es la siguiente: en un momento de negociaciones, de exhibición de fuerzas, ¿cómo y por qué han decidido montar este espectáculo tan poco edificante? Posibles respuestas: a) la correlación de fuerzas es hoy otra. Consiste en siete diputados de Junts. Y, b) sí que se está ejerciendo la correlación de fuerzas y la visualización del problema catalán en su dimensión más brutal, si pensamos que esto que vemos es un nuevo, feroz y cruel combate entre Junts y ERC, en el que vuelve a ganar Junts. No se pierdan el punto 5.
Seis años después, esta sigue siendo una sociedad barroca, en la que todo el mundo miente y, a la vez, todo el mundo se siente víctima de la mentira
5- La mani de plaça Catalunya está convocada por las asociaciones procesistas, siendo las asociaciones, para ese día en concreto, las de siempre. A saber: Òmnium –cercana a ERC; su portavoz fue silbado por la parroquia–, y ANC –derechista y contraria a la amnistía, si bien próxima a Junts y, más aún, a Puigdemont–. Pero aquí viene lo divertido/el nuevo pack de asociaciones complementarias presentes en este acto, y que le dan un nuevo sentido: también está la AMI –Associació de Municipis per la Independència–, la Intersindical –un sindicato peronista del ramo; agrupa a funcionarios, principalmente–. Lo que no es nada del otro jueves. Lo importante, determinante, es la presencia, como asociación, del Consell de la República, asociación privada sin ánimo, explícito, de lucro, radicada en Waterloo y presidida por Puigdemont. Lo que posibilita, a su vez, que Puigdemont en persona, en tanto que presi de una de las asociaciones que organizan el acto, tome la palabra, a través de una pantalla, y lo dote de significado. El acto es, por tanto, un acto puigdemontista. Es un acto con una voz autorizada para hablar de la polémica incorporación de un referéndum a las negociaciones para un gobierno de coalición.
6- Puigdemont farfolla consignas, léxico y figuras retóricas procesistas. Y, muy importante, en ninguna de ellas aparece el palabro referéndum. Fin del discurso de Puigdemont. Como Nixon en su día, solo Puigdemont puede ir a China. Y está yendo a China, a tope. Como hace seis años, su discurso es un discurso abierto, interpretable. Lo escucha un no-iniciado y puede creer, incluso, que su significado es el aparente. Su público, no obstante, lo escucha, discierne y entiende lo que tiene que entender a la primera. Si bien, al mismo tiempo, lo interpreta. Y guarda en su disco duro su significado real y el interpretativo. Seis años después, esta sigue siendo una sociedad barroca, en la que todo el mundo miente y, a la vez, todo el mundo se siente víctima de la mentira. Posible explicación: la mentira es algo que viene de lejos, una gramática. Y es útil, en tanto permite al votante de la mentira ser víctima, lo que es una fuente de placer en el catalanismo conservador, sumamente victimista, en las antípodas del cruyffismo, esa juerga vital.
ERC vierte declaraciones vinculando cualquier pacto de investidura a una amnistía, y también al referéndum que bla-bla-bla. Pero solo es lenguaje
7- Sinopsis del acto, una vez traducida su gramática: Junts gana a ERC. Margina a ERC en el acto, que domina y dota de sentido y significado. Hoy por hoy, habrá pacto con el PSOE, siempre que ese pacto satisfaga el problema catalán. Que es uno: el combate entre Junts y ERC. No hay otro, me temo. Ese combate ha supuesto y supone el desperdicio, el derroche de recursos tales como la inteligencia, la integridad, la ética de una sociedad. Y el aplazamiento, la ausencia de formulación, del problema catalán. Esta mañana a primera hora es lo que diga una persona. Y no es un referéndum. De hecho, nunca lo fue. En 2014 la Gene tiró por la ventana la posibilidad de hacer un referéndum, si bien no una consulta, u otro acto de rock cristiano. Hoy, o en 2017, un referéndum, tras el desperdicio de 2014, ya es imposible.
8- En las siguientes 24 horas, el staff de ERC vierte declaraciones vinculando cualquier pacto de investidura no solo a una amnistía, sino también al referéndum que bla-bla-bla. Sí, eso puede malograr la investidura. Pero solo es lenguaje. Es la batalla –posterior a la derrota, algo cada vez más frecuente en ERC– de ERC. “L’amnistia” –esto es, la propuesta de Junts– “per sí sola, no resol el conflicte”, declara Aragonès. Lo que permite visualizar el conflicto nuevamente. Consiste en el aludido enfrentamiento de ERC y Junts, dos organizaciones dotadas del mismo lenguaje y la misma cosmovisión, en lucha mortal por el mismo espacio y los mismos sueldos. “Resolver el conflicto” es darle algo –protagonismo– a ERC, para proseguir la partida de chicken game, ese juego para menores jugado por adultos. Nada más.
9- 24 horas después a esas 24 horas ya es 3-O. Sexto aniversario del discurso del rey.
Cualquier distensión catalana posterior al discurso del rey, como lo de los indultos, es, literalmente, eso, desautorizar al rey, petrificado en su 3-O
10- Recordemos, hermanos, que hace seis años el rey protagonizó ese día el momento más determinante de su reinado. Es posible que, si no aparece un día con la bragueta abierta en una cumbre, carezca de otro momento tan llamativo, por lo que su figura será evaluada a partir de aquel 3-O. Que no fue un gran acierto, por otra parte. A saber: el rey presentó al Gobierno, que en ese momento quería calmar la situación tras la violencia desmesurada del 1-O –aceptada en las cancillerías europeas, pero no en la opinión pública/los medios europeos–, un discurso en el que no calmaba la situación, sino que, como diría el Nobel de la Paz Santiago Abascal, aumentaba la tensión. El discurso fue refrendado, sin cambio alguno, por Rajoy. La posibilidad de reconducir la situación quedaba hecha trizas. No se podía reconducir la situación sin desautorizar al rey –como así ha sido; cualquier distensión catalana posterior, como lo de los indultos, es, literalmente, eso, desautorizar al rey, petrificado en su 3-O–. El rey perdía su neutralidad. Era parte. Más, con más intensidad y por más tiempo del deseado inicialmente, cuando tuvo la gran idea de hacer ese discurso innecesario, salvo para una determinada cultura política.
11- La hipoteca de ese discurso, la hipoteca de la pérdida de su neutralidad, la hipoteca de ser parte, ha vuelto a quedar clara seis años después, en otro 3-O, cuando el rey, hace escasas horas, propuso a Sánchez para el intento de formar gobierno. Una parte de la sociedad –la que entendió perfectamente el discurso del 3-O– no entendió esa decisión, constitucional, por otra parte. Por lo que la Casa Real emitió un comunicado explicativo. Perder la neutralidad es tener que explicarte. Todo el día. Todo el rato. Siempre
12- Pedro Sánchez es candidato. Evaluemos minuto y resultado.
13- La Comisión Europea es sensible a Sánchez. De la misma manera que otra Comisión, fruto de la asociación de populares y extremas-derechas, sería muy sensible, como ya ha escenificado Weber, a Feijóo. Es posible que nos adentremos en una época en la que la Comisión también pueda perder su neutralidad. En la que las preferencias de la Comisión/el emperador sean importantes para la elección del representante/el pretoriano. En todo caso, esta Comisión, que reclamó otro pack reformas para seguir soltando la pasta de los fondos del Plan de Recuperación y Resiliencia –su última entrega: 94.000M€– ha aceptado la revisión de 52 reformas pedida por el Gobierno Sánchez. Una de ellas, ya aceptada por la Comisión, es aplazar el cobro de peajes. La Comisión, en modo mexicano, nos enseña a su tapado.
14- PNV y Sumar han anunciado que no hay pacto con PSOE, y que, esta mañana a primera hora, el PSOE no podía contar con sus votos. Pero no se pongan nerviosos. Se trata de política. Es decir, de una vuelta a la política, sin las ataduras del 15M, que ya no existen. La política sin capacidad de avergonzarse supone, también, esas teatralizaciones.
Lola García (La Vanguardia) explica que se contempla que la amnistía se aplique a 200 personas, que es un poco más que el número de políticos afectados
15- Se van sabiendo cosas de la amnistía. No se llamaría amnistía. Podría llevar, o no, el palabro ‘concordia’–tan evocado por el rey desde el 3-O; tendría guasa– en su nombre artístico. Puede ser que su preámbulo –importante: fija la literatura del asunto, su poética, pero también los sujetos sensibles de ser amnistiados– ya esté finalizado. En relación con ello, o no, Lola García, de La Vanguardia, explica que se contempla que la amnistía sea aplicable a 200 personas, que es un poco más que el número de políticos afectados. Glups. Lo que a) tiene guasa y b) es muy poco, si atendemos a las fuentes procesitas: hace un mes Òmnium contabilizada casi 5.000 afectados, una cifra que se ha ido depurando, primero a dos grupos que superarían las 1.000 personas y otro compuesto por un millar. Una fuente próxima al redactado de la amnistía fija los casos sensibles de ser amnistiados en unos 500. Muchos. Si bien muchos menos que los citados por el procesismo, esa máquina poco fiable. Veremos.
16- Es importante saber la cantidad exacta de ciudadanos enjuiciados para evaluar la efectividad de la amnistía y su vocación de ser efectiva. Desde CTXT haremos lo que podamos al respecto.
17- Se está liando en el Deep State. Pero yasiesootrodía.
1- El pasado domingo 1-O fue, en efecto, 1-O. Esto es, el sexto aniversario de la manifestación del 1-O. Y de su piolinización y aporreamiento. Lo que puede permitir observar a) lo que queda del 1-O y b) lo que eso nos explica. La cosa a) y la cosa b) permiten evaluar, a su vez, las...
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Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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