PROCESANDO EL YUYU
Adiós a todo aquello. Y hola a todo esto
Puigdemont ha empezado a construir la propaganda del futuro. Será muy dura y más a la derecha. El Procés pasa a llamarse El Conflicto, como en Irlanda. Lo que, por decir algo, tiene guasa. Y no lo tiene: en Irlanda eso aludía a comunidades, socorro
Guillem Martínez 9/11/2023
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1- Bueno, ya hay pacto de investidura. El miércoles noche –cuando finalizaba el límite estético de las 24H que les comentaba en el anterior articulete, y que hubiera convertido en inexplicable la espera, la negociación, la investidura, incluso–, Junts y PSOE empezaron a filtrar que ya había acuerdo. Esta mañana Puigdemont se desayunó con un tuit, o como se llame hoy, en el que citaba a Espriu, un poeta pichí-pichí, muy utilizado, por lo mismo, por los políticos cat. Lo que equivalía a una fumata blanca. Espriu es, de hecho, un sitio, no un poeta. Y eso, que es importante, requiere, a su vez, una explicación.
2- Espriu es un truño de poeta. Sería lo peor, si no fuera por la aportación de Martí i Pol. En los setenta, cuando Cat carecía de estructuras culturales y, por lo mismo, de su verticalidad, y funcionaba a través de buen gusto, mal gusto y beligerancia, Salvador EspriuZzzz perdió contra el grande Gabriel Ferrater el combate por ser el poeta guay y el modelo lingüístico. Ferrater y su victoria desaparecieron, a su vez, desde la victoria autonómica de Pujol, y el inicio de las estructuras culturales y la verticalidad. La desaparición de Ferrater, y la entronización de los Esprius supusieron el primer logro convergente, la primera consagración de la mediocridad aceptada por la sociedad. Espriu, la poesía posible y oficial, se ha quedado en algo gris para adornar lo oficial, siempre tendente al negro. Les paso unos versos suyos, que no se citan mucho, porque resumen el procés y las negociaciones de estas semanas: A vegades és necessari i forçós / que un home mori per un poble / però mai no ha de morir tot un poble / per un home sol –En ocasiones es necesario y forzoso que un hombre muera por un pueblo, pero nunca ha de morir todo un pueblo por un hombre solo–.
3- Disculpen el punto 2, pero uno también se lo tiene que pasar bien en su trabajo. Bueno. Investidura. Hoy, en lo que es un culebrón por entregas, se ha facilitado el pacto PSOE-Junts. Lo verdaderamente importante, la amnistía, vendrá cuando se registre la propuesta de ley en el Congreso. ¿Qué nos explica el pacto, la entrega del folletín de hoy?
4- Explica, en primer lugar, que llega tarde. El pacto, similar al que el general Lee firmó en un plis-plas, se ha retrasado más de lo decoroso. En su retraso PP-Vox ha tenido tiempo de formular propuestas callejeras –nota: han sido un fracaso; el PP tenía otra oportunidad de crear el procesismo esp, y ha recreado un fascismo viejuno, aquel con el que perdió las elecciones– y, más importante, el inicio del motín judicial: tonterías como lo de los fiscales conservadores y lo del CGPJ –importante: el jefe de CGPJ se ha rajado, 24 horas después de la jugada–, y cosas tal vez definitivas y estructurales, como la maniobra en la AN, o una carta de 300 juristas, llevada a Europa hace semanas y que, debidamente gestionada –me dicen que por C’s; como el Cid, C’s ha ganado una batallita después de muerto–, ha supuesto la bronca del comisario de Justicia –no se pierdan el punto 15–, que puede ser trascendental, o no, en todo esto de la amnistía. El retraso, en fin, de este pacto, explica y dibuja, nuevamente, lo que es Junts, esa nueva extrema-derecha catalana. No es un ejercicio de inteligencia, no está bien asesorada, carece de programa, y le cuesta pactar –eso que requiere programa, inteligencia y asesoramiento–, de manera que lo hace tarde o, como en 2017, no lo llega a hacer.
5- El pacto nos explica también –y como les comentaba cuando se publicó el pacto PSOE-ERC–, que lo más importante está en su preámbulo. En su introducción, así, se reformula la propaganda de Junts. Las introducciones a estos pactos son una gentileza –o un profundo error; no se pierdan el punto 12– por parte del PSOE: regalan a ERC y hoy a Junts, el punto de apoyo de la palanca propagandística futura de estos partidos, usuarios habituales de la guerra cultural, esa herramienta extremo-derechista.
6- Sobre el texto. Se lo desgloso por sus diversos capítulos/epígrafes/puntos, que es la única vía que permite entender la jerarquía del texto. El texto no es fácil, pues está repleto de triquiñuelas procesistas, de voluntad, para contrarrestarlas, de ordenamiento jerárquico PSOE y, además, está lleno de fósiles, trozos de redactados suprimidos, cambiados de orden, que explican la santa paciencia, supongo, de Santos Cerdán que, visto el resultado, ha tratado a Junts como un joyero a un menor millonetis. Veamos todo ello.
7- El epígrafe Acuerdo PSOE-JUNTS, carece de función. Es un resto de algo, o algo que pudo haber sido. Le sigue el, a la vez, sumamente importante, y sumamente anecdótico –no se lo pierdan–, epígrafe Antecedentes, el más largo y el más relevante para Junts, y el que explica la lógica del texto en su totalidad: el PSOE cede a Junts el discurso, los palabros, mientras que Junts ha cedido al PSOE el contenido, los hechos. Lo que equivale a un game-over, si no fuera porque Junts no precisa nada más para vivir que palabras. Bueno, veamos este epígrafe densito, intensito y desordenado.
8- El texto fija el inicio del desencuentro Esp-Cat en 2010, con la sentencia del TC a un recurso de PP. Es importante fijar este inicio en este momento y en este punto del texto porque, más adelante, se fija otro inicio –toma moreno–, lo que confiere menos importancia al otro, que llega segundo a esta carrera por el sentido. También es importante que se establezca que el Estatut de 2006, desintegrado por el TC, solucionaba que Cat fuera una nación, las limitaciones de autogobierno, y los déficits acumulados. Vamos, que la solución final de esta crisis, iniciada en el 2010, es la vuelta al Estatut de 2006. Quédense con eso, que puede acabar yendo a misa. Luego se pasa a enumerar el aludido segundo momento cero del desencuentro. Se trata del Decreto de Nueva Planta –una ley de Felipe V con la que se suprimían instituciones, usos y lengua en Cat–. Este parece ser el gran tema para Puigdemont –no se pierdan el punto 12–. El fin del Régimen de 1714, y la cuestión lingüística, han provocado que “una parte de la sociedad no se haya sentido identificada con el sistema político en Esp”. Se alude a mayorías absolutas indepes en el Parlament desde 2015, a movilizaciones y a medidas emitidas por ese Parlament, y al hecho de que “lamentablemente los Gobiernos Esp no facilitaran la negociación política”. Se viene a decir que “todo ello llevó a la aprobación del 155”, y al inicio de causas judiciales, criticadas y puntualizadas por diversos organismos internacionales. Fin del epígrafe. Es un texto entre dos partidos, no un pacto con el Estado. No obstante, es importante señalar que en el texto no se señala que, como sabemos ya hoy, el procés fue mentira, en el mejor de los casos un objeto con el que negociar con el Estado el reconocimiento como nación, una financiación nueva, y el blindaje de la cosa lengua –ninguna de esas demandas aparece, nítidamente, en el texto de hoy, por cierto–. También sorprende que se regale a una extrema-derecha su edad de oro, el hecho de reconocer que, desde el siglo XVIII, en Cat solo ha pasado una cosa. No fue la revolución industrial, no fue el movimiento obrero, no fue la única revolución anarquista mundial, no fue una guerra contra el fascismo, no fue la resistencia al franquismo por parte de partidos obreros duramente reprimidos. Fue, ay, uy, el nacionalismo.
9- Epígrafe Oportunidad Histórica. Se señala que desde el 23J existe esa aludida oportunidad. Lo que no es cierto. Existe desde 2018. Se acuerda “apostar por la negociación y los acuerdos como resolución de conflictos”. Algo ya pactado en la cumbre de Pedralbes –2018–. Y aquí se señala, por fin, algo importante: “Los acuerdos deben responder a las demandas mayoritarias del Parlament de Catalunya”, de mayoría, hoy, procesista. Esto es un gol para Junts. Si no fuera porque esto está en este epígrafe, y no en el siguiente: Acuerdos. Esto es, no forma parte de ningún acuerdo –emoticono con carita llorando de risa, emoticono con carita llorando de risa, emoticono con carita llorando de risa–. Junts son los mejores en lo suyo, sin lugar a dudas.
10- Acuerdos. Ambas partes reconocen sus discrepancias. Que pueden ser ad eternum. Esto es, se petrifica el procesismo, que no precisa, ni demanda, solución alguna. El autodenominado independentismo es, vamos, el nuevo autonomismo, esa forma de llorar pujolista. Se establece una verificación internacional para las futuras negociaciones. Lo que no es muy importante, si pensamos que negocian dos partidos, y no dos gobiernos. Por eso mismo, esto ya coló con ERC. Se acuerda todo aquello que se deberá acordar en el futuro. Se trata de a) la metodología de la negociación –creo que descartarán el tantra–, y b) los contenidos a negociar. De dos tipos: b.1) déficits y limitaciones del autogobierno –un título muy raro; su contenido, por lo mismo, será lo que se quiera–, b.2) reconocimiento de que Cat es una nación –algo difícil sin redactado constitucional; es decir, será, si la hay, una solución procesista, un papelito, un diploma, o algo así–, b.3) propuesta de referéndum de autodeterminación por parte de Junts, y de recauchutado del Estatut de 2006 por parte de PSOE –que, ojo, puede ser lo mismo: votar el Estatut de 2006 en referéndum–, b.4) propuesta de pacto fiscal de Junts, y propuesta de PSOE para una nueva financiación Cofidís. El punto c) es una amnistía, lo único tangible que se lleva Junts y, cabe suponer, lo único negociado con voluntad y ahínco. Se creará una comisión para los flecos de la amnistía –Boye/Miñanco, por ejemplo– que, todo apunta a ello, no serán solucionados. El punto d) es la ampliación de la participación directa en las instituciones internacionales. La cosa concluye con los puntos e) y f). La madre del cordero. A saber: investidura de Sánchez y estabilidad activa de la legislatura.
11- Sinopsis: propaganda asegurada para la extrema derecha catalana por otro periodo político, fundamentada en la reivindicación del Régimen de 1714 –el punto 12, el punto 12–. Amnistía, investidura, estabilidad. Y vuelta al Estatut de 2006, tras referéndum –esto último es hipótesis mía; veremos–.
12- En la rueda de prensa de Puigdemont se ha empezado a construir la propaganda del futuro. Será muy dura y más a la derecha. El Procés pasa a llamarse El Conflicto, como en Irlanda. Lo que, por decir algo, tiene guasa. Y no lo tiene: en Irlanda eso aludía a comunidades, socorro. El Parlament pasa a ser muy importante –traducción: Puigdemont se pela, zas, el Consell de la República–. Defiende que el 1-O no fue una mani, sino un referéndum –es decir, algo con todos los controles necesarios; socorro–, y que emitir una DUI fake no es delito –no lo es; es solo fake, mentira–, y que por todo ello se ha hecho la amnistía. Se detiene mucho, más de la cuenta, en señalar que El Conflicto (TM) Cat nace en el siglo XVIII, en el Ancien Régime, lo que es puro carlismo, una experiencia nunca transitada desde que el Obispo Torres i Bages, en el XIX, jubiló el carlismo y lo reconvirtió en catalanismo conservador católico, el que hoy disfrutamos. Concluye con una última estocada a ERC: “Nosotros no hemos pedido perdón, no hemos cambiado”. Me temo que el Régimen de 1714 será el llenapistas de lo que viene. Veremos. Puigdemont ha vinculado el futuro de la legislatura a avances en la mesa con PSOE –lo único que, me temo, es cierto–, y esbozado un programa de aspiraciones, usual en cualquier partido soberanista europeo –uno de los puntos es el control de la inmigración–. Ha profetizado un final “històric i inèdit” en todo este proceso 2.0. Lo bueno de cualquier procés está, en fin, siempre en su final, que nunca llega.
13- Espero, y este es el tema, que PSOE y Sumar+Comuns, no se hayan equivocado con este Banca Catalana 2.0. Que el haber entregado Cat, por un periodo nuevamente indeterminado, a una derecha –que, en esta emisión, ya es ultra– tenga una compensación en la forma de políticas sociales gubernamentales que sean inequívocamente rayos, me viene la risa.
14- No se ha acotado la mentira en Junts. Se le ha dado alas. Al otro lado del río Ebro, parece ser que la extrema derecha, la Brunete mediática, y el pack PSOEsaurio –Felipe, Guerra–, van a vivir sus glory days por un tiempo. Ayuso, la lista del pack, habla ya, no te digo más, de dictadura, lo contrario a su libertad con ira. Esto va a ser un festival. Más reconducible, supongo, por su propio ridículo y exceso, y por la existencia de personas y medios que se rían. En Cat no tenemos de eso. Tenemos a Espriu.
15- Ojo con el comisario Didier Reynders; su solicitud de información sobre la amnistía al Gobierno esp no es usual. No es normal, tampoco, la carta de respuesta de Bolaños, acertada en su contenido, pero no en su forma. En estos casos, como decimos los politólogos de Princeton, es preferible chupar la XXXX que morderla. Lo de Reynders habla de una influencia de la derecha esp en Europa que debería haber conocido y contrarrestado el PSOE. Habla de una situación nueva. Habla de una Comisión más entrometida en políticas partidistas estatales. Habla de que, si su jefa no media de alguna manera, pueden haber más declaraciones y, posteriormente, un procedimiento de infracción. El cese de los fondos, la entrada de la Esp del PSOE –y no la de PP-Vox, la que no renueva el CGPJ, la que tuvo que forzar los códigos para juzgar en el TS al procés, la que está dando alas a un motín en la Justicia– en el grupito Polonia-Hungría. Lo que haría reír, si no hiciera llorar.
1- Bueno, ya hay pacto de investidura. El miércoles noche –cuando finalizaba el límite estético de las 24H que les comentaba en el
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Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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