1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

Derechos laborales

“Llegué a tener cuatro empleos para mantenerme, no podía vivir de mi sueldo como educadora”

Tras los desplantes de la patronal, las trabajadoras de las escuelas infantiles llevan desde octubre convocando huelgas, paros parciales y concentraciones para reclamar una mejora sustancial en sus condiciones laborales y retributivas

Adriana T. 4/01/2024

<p>Protesta en Madrid el 28 de octubre de 2023 contra la precariedad laboral de las trabajadoras de escuelas infantiles. /<strong> Escuelas Infantiles en Lucha</strong></p>

Protesta en Madrid el 28 de octubre de 2023 contra la precariedad laboral de las trabajadoras de escuelas infantiles. / Escuelas Infantiles en Lucha

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

“La vocación es una trampa, lo dejamos todo por nuestros niños. Estuve un año entero posponiendo mis citas con el especialista porque mi jefa me decía que si iba al médico dejaba a mis compañeras en la estacada. No había nadie para cubrirme durante mi ausencia. Cada educadora trabaja sola en su aula, con ratios que pueden llegar a los veinte niños por adulto. No he faltado nunca al trabajo, ni por enfermedad, ni por el fallecimiento de algún familiar, y mis compañeras tampoco”, desgrana durante su único día libre Sofía, que prefiere no usar su nombre real. Esta treintañera vive en una ciudad pequeña y lleva muchos años desempeñándose como educadora en una escuela infantil privada. Insiste en la necesidad de permanecer en el anonimato porque ya ha sufrido represalias por parte de la empresa en el pasado.

Muchas madres y padres pueden atestiguar que la búsqueda de una escuela infantil para sus hijos no es sencilla. Las familias, cada vez más concienciadas, demandan centros con un proyecto educativo ambicioso para sus hijos que no se limite a la mera labor asistencial. Se valora la enseñanza de un segundo idioma a niños que todavía no hablan en su lengua materna, la oportunidad de experimentar con pedagogías alternativas o estilos de crianza más respetuosos con las necesidades y ritmos de los menores, y se tienen cada vez más en cuenta la calidad de las instalaciones del centro, los materiales, los proyectos educativos y el servicio de comedor.

Las educadoras, sin embargo, la parte fundamental de este engranaje, no parecen generar el mismo interés. En España, para poder ser tutora de un aula en el ciclo de cero a tres, es imprescindible contar con el título de técnico superior en Educación Infantil o con el de maestra. La mayoría de las profesionales, además, suelen reciclarse de manera permanente durante toda su carrera mediante cursos y formaciones a las que acuden en su tiempo libre, y que a menudo sufragan de su bolsillo. Pero las condiciones laborales y la remuneración de sus tareas no están en consonancia con la complejidad de las mismas. Lo explica Pedro Ocaña, responsable de la Secretaría de Privada y Servicios Socioeducativos de la Federación de Enseñanza de CC.OO. “Desde hace un par de años estamos intentando negociar una mejora sustancial del convenio colectivo del sector a nivel estatal. Pero nos hemos encontrado con un muro. Las patronales, de las que la mayoritaria es ACADE (Asociación de Centros Autónomos de Enseñanza Privada), junto con las escuelas católicas, entre otras, se niegan a dignificar la profesión. De ahí que consideráramos que había llegado el momento de meter presión desde la calle. Hemos estado organizando concentraciones, y se convocaron dos jornadas de huelga en octubre y otras dos en noviembre. Además, durante el mes de diciembre se produjeron algunos paros parciales, entre las 7 y las 11:30 de la mañana”.

“Cada vez que pedimos cualquier mínima mejora, la respuesta de jefas o incluso de las compañeras es la misma: ‘Es que esto siempre se ha hecho así’”, explica Sofía

“Se nos exigen muchas cosas que van más allá de las funciones que recoge nuestro convenio”, explica Sofía. “Somos un sector feminizado, precarizado y atomizado. Hay mucho inmovilismo y tengo pocas esperanzas de que esto vaya a cambiar a corto plazo. Cada vez que pedimos cualquier mínima mejora en nuestras condiciones, la respuesta por parte de jefas o incluso de las propias compañeras es la misma: ‘Es que esto siempre se ha hecho así’. Hay mucho miedo a manifestarse o plantear conflictos, porque se han producido represalias en el pasado reciente”.

“A menudo voy cada mañana antes de mi horario para preparar las actividades que voy a realizar con los niños. También me quedo en reuniones y tutorías por las tardes que la empresa no me paga, porque están fuera de las seis horas y media de jornada que tengo en mi contrato”. Considera, sin embargo, que su situación ha mejorado. “Cuando entré a trabajar aquí, pasé muchos años con un contrato de tres horas y media, cobraba 400 euros. Tenía cuatro empleos al mismo tiempo para poder mantenerme, y si podía llegar a fin de mes fue porque un familiar me permitía vivir gratis en su casa, sin pagar alquiler”. En la actualidad, las educadoras en la privada perciben un salario de unos 1.028 euros al mes, que se queda por debajo del SMI. “Nuestro sueldo ha ido subiendo un poco porque ha subido el salario mínimo. En 2019 cobrábamos menos de 900 euros mensuales. Mi madre me dice que de haber sabido que me esperaba este futuro, no me habría dejado estudiar la F.P. La realidad es que, con la edad que tengo, no puedo permitirme una vida independiente”. A esto se suma la precariedad de los contratos, que en su mayoría son fijos discontinuos, y además por lo general a jornada parcial, con la excusa de que no hay suficientes niños matriculados en los centros educativos.

Pese a tratarse de una actividad asalariada, muchas de estas profesionales cubren los gastos habituales del centro con su propio dinero. “Cuando llegué aquí, en mi aula no había más que una cocinita y algunos juguetes viejos. Por navidad o por mi cumpleaños siempre pido que me regalen cosas para mis niños, la mayor parte de los materiales que uso en el aula son míos, los he comprado yo”.

Ocaña ofrece un diagnóstico rápido de la situación: “Tenemos un problema de fondo, y es que este sector está muy feminizado. En CC.OO. estamos convencidos de que, de no ser así, este asunto ya estaría resuelto. Pero todavía mucha gente habla de ‘guarderías’, creen que simplemente son centros a los que llevan a sus hijos para que se los cuiden, omitiendo la vertiente educativa, fundamental en el desarrollo de los menores, que llevan a cabo estas trabajadoras”.

“Si les dijera a las familias que voy a la huelga no creo que les sentara bien, porque entonces tampoco ellos podrían conciliar”

Sofía se siente valorada por el centro y por las familias a las que atiende, pero solo mientras siga desempeñando fielmente su trabajo. “Los padres y madres se dan cuenta de la cantidad de horas, ilusión y esfuerzo que metemos aquí, pero si les dijera que voy a la huelga no creo que les sentara bien, porque entonces tampoco ellos podrían conciliar”. Lo mismo sucede con la dirección del centro, que la considera una trabajadora “imprescindible” y una y otra vez le pide que cubra días festivos, o le impide disfrutar de sus vacaciones en momentos de sobrecarga de trabajo, pero no los remunera debidamente.

En este intento de luchar para mejorar sus condiciones laborales, Sofía gestiona la cuenta de Instagram Escuelas Infantiles en Lucha (@escuelasinfantilesenlucha), en la que las propias educadoras se animan unas a otras en sus reclamaciones, generan redes de apoyo y solucionan dudas de toda índole, pues el sector está tan desmovilizado que muchas veces las trabajadoras desconocen los mínimos exigibles que marca el convenio. “Muchas compañeras de la privada tienen que ocuparse incluso de hacer la limpieza en profundidad del centro, aunque el convenio deja claro que esas no son nuestras funciones. ¿Cómo se supone que vas a atender correctamente a los niños de tu clase en esas condiciones?”.

Simón de la Riva es madrileño, lleva quince años trabajando como educador en escuelas públicas de gestión indirecta y forma parte de la Plataforma Laboral de Escuelas Infantiles (PLEI), que está movilizándose en la Comunidad de Madrid exigiendo condiciones laborales dignas para las trabajadoras. De la Riva ha pasado por media docena de escuelas diferentes y, si bien está contento con su centro actual, reconoce que no en todos los lugares se trabaja igual. Como técnico, gana unos 1.134 euros al mes –las educadoras con título de maestra cobran un poco más– por trabajar 38 horas semanales, de las cuales 35 son de carga lectiva. “Eso significa que nos quedan dos horas para reuniones y una para trabajo personal (como preparar propuestas de juego), pero no en todos los casos es cierto. En muchos centros educativos terminan redactando los informes de sus alumnos en su tiempo libre”. La temporalidad de los contratos también es una constante en las escuelas de gestión indirecta. “Antes era habitual que te contrataran en septiembre y te echaran en julio, al finalizar el curso. Como ahora eso no es legal, van trampeando la situación con contratos en los que te tienen once meses en periodo de prueba”.

 “Trabajamos con ratios que duplican las recomendaciones europeas”, dice Simón de la Riva, de la Plataforma Laboral de Escuelas Infantiles

De la Riva explica que la precariedad en la que trabaja incide en el desarrollo de su labor profesional y va en detrimento de los menores a los que tiene que cuidar y educar. “Trabajamos con ratios que duplican las recomendaciones europeas. Por ejemplo, no es aconsejable tener más de cuatro lactantes por adulto, pero en España pueden dejarte a cargo de hasta ocho bebés menores de un año. Esto genera situaciones muy frustrantes, no podemos garantizar la calidad asistencial ni educativa. Y, desde luego, cuando tienes alumnos con necesidades educativas especiales, es imposible atenderlos correctamente. Falta mucha cultura sobre la educación de cero a tres en nuestra sociedad, las familias te piden que hables en inglés con los niños o que trabajes el color rojo y pongas a los bebés a rellenar fichas, mostrando un total desconocimiento sobre cómo aprende un niño tan pequeño”.

Ocaña realiza una valoración “muy positiva” en relación al seguimiento de los paros por parte de las trabajadoras. “Es cierto que nos hemos encontrado con un hándicap importante, que son los servicios mínimos abusivos impuestos por las administraciones, pero las concentraciones y paros han sido un éxito. Hemos ido in crescendo, y las dos últimas convocatorias de huelga tuvieron un seguimiento de cerca del 90% en las comunidades de Madrid, Galicia y Cataluña, y del 60% en el resto del Estado”, si bien asume que el mayor seguimiento se produjo en los centros públicos de gestión indirecta. También de la Riva denuncia los abusivos servicios mínimos –cercanos al 100%– que se ven obligados a prestar durante las jornadas de huelga. “Para esto sí nos consideran personal imprescindible”, se lamenta, “pero luego eso no se refleja en nuestras condiciones de trabajo”.

Tanto Sofía como Simón de la Riva coinciden en la necesidad de hacer ruido, crear conciencia y seguir llamando a la movilización. “Muchas veces, las familias son las primeras sorprendidas cuando les hablamos de nuestras condiciones laborales. Especialmente en las escuelas públicas de gestión indirecta, los padres creen que somos funcionarios y jamás habrían imaginado lo que está pasando. Es importante no bajar los brazos, hay que evitar que el movimiento se desinfle”.

En las últimas semanas, algunas de las educadoras han podido reunirse con diferentes representantes públicos de PSOE, Podemos y Más Madrid, a los que han trasladado sus reivindicaciones, si bien por el momento no han arrancado ningún compromiso firme. Ocaña concluye: “Queremos lograr mejoras en el convenio del sector, pero también hacer visible este conflicto que todavía es muy desconocido para buena parte de la sociedad. Si la situación no cambia de manera radical, seguiremos convocando movilizaciones”.

“La vocación es una trampa, lo dejamos todo por nuestros niños. Estuve un año entero posponiendo mis citas con el especialista porque mi jefa me decía que si iba al médico dejaba a mis compañeras en la estacada. No había nadie para cubrirme durante mi ausencia. Cada educadora trabaja sola en su aula, con ratios...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autora >

Adriana T.

Treintañera exmigrante. Vengo aquí a hablar de lo mío. Autora de ‘Niñering’ (Escritos Contextatarios, 2022).

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí