1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 3.340 Conseguido 91% Faltan 16.270€

guerra civil española

El bombardeo de Granollers: un laboratorio para masacrar a civiles

El periodista Albert Forns recopila en su libro ‘I el cel ens va caure al damunt’ los testimonios de los supervivientes tras el ataque ocurrido el 31 de mayo de 1938 por parte de la aviación italiana

Ritama Muñoz-Rojas 5/02/2024

<p>Edificio destruido por el bombardeo de la aviación legionaria italiana durante la guerra civil española. Un grupo de hombres trabajan sacando escombros. /<strong>Ajuntament de Granollers</strong></p>

Edificio destruido por el bombardeo de la aviación legionaria italiana durante la guerra civil española. Un grupo de hombres trabajan sacando escombros. /Ajuntament de Granollers

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Masacrar, machacar, infligir la crueldad más extrema en un conflicto bélico sobre la población civil. Lo estamos viendo todos los días. En Gaza, Ucrania, Siria, Sudán; pasó en la ex Yugoslavia; son décadas de bombas cayendo en escuelas y hospitales, en plazas y mercados. Así se gana una guerra, pensaron los estrategas modernos, mentes sádicas e inhumanas de verdad, en el primer tercio del siglo pasado. No hay bomba más rentable que la que mata niños, mujeres, almas inocentes. Se llama operación destrozar el tejido social y generar pánico para derrotar al enemigo. Ese descubrimiento lo ensayaron los fascistas italianos y los nazis alemanes, y lo hicieron en España, como parte de su operación de apoyo al ejército sublevado. Casi un siglo después, esos métodos siguen vigentes y a pleno rendimiento.

Un desastre como seres humanos que Albert Forns (Granollers, 1982) denuncia e ilustra. Toma como ejemplo el bombardeo a Granollers en su libro I el cel ens va caure al damunt. El 31 de mayo de 1938, y en tan solo un minuto, aviones italianos cargados de bombas cambiaron la vida de la mayoría de los habitantes de este municipio catalán cercano a Barcelona. Sesenta segundos en torno a los que el autor ha trabajado, investigado y estudiado a fondo, centrándose en varios aspectos, desde las matemáticas bélicas, la sociología sindical del momento, la tecnología armamentística o la arquitectura y el urbanismo de un municipio de principios del siglo. Y, sobre todo, apoyándose en los testimonios de los que vivieron aquella barbarie. 

No se conoce mucho el bombardeo de Granollers, a pesar de haber sido uno de los más tremendos y bárbaros de la guerra de España. Fue una antesala importante de la barbarie de tantas guerras actuales. Forns lo explica en su libro, caminando desde lo local, a lo universal.

Estamos ante uno de los bombardeos más brutales de la Guerra de España.

Bombardeos bestias hubo muchos, porque estaba esa misión de castigar la retaguardia y, de alguna manera, restar el ánimo a la población civil que no estaba en el frente. Eran diarios los bombardeos a las ciudades de la costa con aviones que salían de la base de Mallorca [la base para los aviones enviados por Italia para apoyar al ejército sublevado]. Bombardeos sanguinarios hubo muchos. En Barcelona, por ejemplo, en marzo del 38 se estuvo bombardeando durante 72 horas seguidas a la población; la gente no podía salir de los refugios, murieron casi dos mil personas. Es decir, en Cataluña hubo bombardeos muy continuos, con muchos muertos; pero el de Granollers supuso una carnicería especialmente grande porque fue un ataque con muchas bombas en una ciudad muy pequeña y, además, por la casuística del momento y del sitio en el que se tiraron las bombas. Fue a las nueve de la mañana, en el centro de la ciudad, donde estaba el mercado en el que se formaban las colas del racionamiento y al que cada día llegaban las mujeres en busca de comida. Las nueve de la mañana, la hora del bombardeo, era un momento de muchísimo bullicio, la hora en que los niños van al colegio, la de ir a la fábrica, era el momento en que las calles de esta ciudad estaban llenas. Caen entonces sesenta bombas que van a causar una mortandad muy grande. En un solo minuto, van a morir 226 personas. Todos los habitantes de Granollers conocen a alguien que muere, un familiar, un pariente, un amigo; además de heridos, mutilados; y las bombas que tocaron tu casa, tu fábrica o la tienda a la que ibas a comprar. A las nueve y cinco minutos del 31 de mayo de 1938 cambió el rostro de la ciudad, el físico, pero también el espiritual de su población. Esos años se produjeron grandes bombardeos, pero a mí me parece que éste es representativo de la salvajada que significaron otros contra la población civil en lugares en los que no había refugios.

Sin embargo, hay algo que ha pasado inadvertido, si lo comparamos con Gernika, Belchite o la Desbandá. 

Gernika lo tenemos muy claro y presente, porque fue una verdadera salvajada y además está el cuadro de Picasso. A veces, se ha llegado a decir que Granollers fue el Gernika catalán, pero lo que pasó en Gernika es mucho más bestia que lo que pasó en Granollers. En Gernika, los alemanes hicieron unas pruebas de armamento con bombas incendiarias, también quisieron probar unas bombas que destruían los refugios; aquello fue especialmente grave, y tuvo gran repercusión internacional. La cuestión es que hubo muchos bombardeos muy heavys, pero luego pasó lo de siempre, que los vencedores son los que deciden lo que hay que contar o lo que no hay que contar; la prueba es que a día de hoy, sabemos más cosas del bombardeo de Dubrovnik, de Dresde o de los bombardeos en Londres que muchos de nuestros propios bombardeos que sufrimos durante la Guerra Civil.

¿Por qué?

Estos cuarenta años de desmemoria y de silencio forzado han conseguido hacernos más ignorantes

Yo creo que esto ocurre porque estos cuarenta años de desmemoria y de silencio forzado han conseguido hacernos más ignorantes. Y cuando cuarenta años después se pueden llamar a las cosas por su nombre, se puede empezar a investigar, a visitar los archivos, nos damos cuenta de que nuestra Transición tampoco fue modélica en lo que tiene que ver con nuestra memoria histórica. La memoria histórica es una cuestión que nos llega con casi cincuenta años de retraso; hemos empezado con esta labor histórica muy tarde, cuando ya es inofensiva, en el sentido de que ya no están las personas para las que pudiera ser algo importante en sus vidas; mucha gente ha muerto sin ver esa justicia; a partir de ahí, todo son simbolismos.

Hablemos del bombardeo de Granollers.

Por lo que han descubierto los historiadores que han investigado el tema ya en democracia, se sabe que salieron cinco aviones de la base de San Joan, en Mallorca; se dirigen a Barcelona con el destino fijado en Granollers; el objetivo era la central eléctrica, porque se creía que alimentaba determinadas líneas de ferrocarriles. Esos aviones hacen su hora de vuelo y cuando llegan a Granollers, tiran las bombas. La cuestión es que estamos hablando de los primeros bombardeos que se hacen sobre población civil. Había habido algunas tentativas, pero, en la Primera Guerra Mundial no se llegó a bombardear ciudades. La guerra civil española es, en esta cuestión, el laboratorio de cómo se tiran bombas desde los aviones y cómo se aterroriza a la población civil. Por eso Gernika, la matanza de los nazis que están probando el armamento; y los aviadores italianos, que vienen aquí a ganar horas de vuelo en combate real, que es algo que no tienen ocasión de hacer en Italia; vienen para probar sus mejores unidades aéreas en ese momento; desde luego, esto fue un campo de prueba.

Ese día en Granollers, ellos soltaron sus bombas; abren las compuertas a dos mil o tres mil metros y tardan como treinta segundos en llegar al suelo. Todo se puede hacer con cálculos matemáticos, pero el caso es que en Granollers las bombas ni se acercan a la central eléctrica que ellos tenían previsto tocar. En cambio, caen mucho antes en el centro de la ciudad; caen sesenta bombas y destruyen ochenta edificios; caen en el mercado, que es la plaza más céntrica y lo hunden; tocan calles en las que la gente está haciendo cola, como la de un sindicato de payeses; caen las bombas en donde hay colas para recoger la leche y también caen las bombas en el colegio más céntrico de la ciudad, en el que a esa hora los niños están entrando y matan a muchos niños. Se estaba experimentando con la población civil.

¿Tuvo repercusión esa masacre fuera de España?

En la prensa republicana, tiene repercusión; pero sobre todo tiene repercusión porque los corresponsales extranjeros se fijan en esto. Hay que pensar que entonces la guerra se peleaba con los medios de comunicación, igual que pasa ahora. Y una de las cosas que hacía entonces la Generalitat era encargar a los fotógrafos contratados que fueran a los lugares donde había un bombardeo para tomar el máximo de fotos posibles; después, desde el Comisariado de Propaganda, se hacían copias y se mandaban a la prensa extranjera, a los corresponsales, para que aquello quedara ilustrado; una imagen vale más que mil palabras. Sobre lo que pasó en Granollers, las pocas fotos que hay son de Agustí Centelles y de Pablo Luis Torres, dos fotógrafos que trabajaban para el Comisariado de Propaganda y que llegan inmediatamente cada vez que se produce un bombardeo para tratar de sacar imágenes para uso propagandístico. Esto ayudó a que se hablara del bombardeo de Granollers en la prensa extranjera, pero también en la prensa republicana.

¿Cuál es el planteamiento de su libro?

Es mi cuarto libro y hasta ahora había tocado otros temas. Yo soy de Granollers y siempre había querido hacer algo sobre mi ciudad, un municipio a treinta kilómetros de Barcelona. Siempre me venía a la cabeza el bombardeo de Granollers, por el antes y el después que significó. Mi bisabuelo, por ejemplo, murió en este bombardeo; él estaba en el mercado tratando de organizar y pacificar las colas, porque no llegaban los productos; caen las bombas y queda sepultado y muerto como tanta gente. Esa es mi historia familiar, pero yo sabía que había muchas más, de hecho, cada familia tiene la suya. 

Restos de una de las casas afectada por el bombardeo del 31 de mayo de 1938. /Ajuntament de Granollers

Restos de una de las casas afectada por el bombardeo del 31 de mayo de 1938. /Ajuntament de Granollers

Estudiando cómo podía hacer algo sobre esto, que desde luego no podía ser ficción porque yo no me puedo inventar qué siente alguien en el bombardeo y desde luego sería muy falso, decidí hacer un trabajo de memoria histórica con las personas que lo vivieron. Y aquí es cuando me encuentro que ya existe un trabajo hecho que había empezado el Ayuntamiento de Granollers y el Memorial Democrático, que es una institución importante para impulsar la memoria histórica. Ese trabajo consistió en una serie de entrevistas a supervivientes, a personas que habían vivido el bombardeo de Granollers y lo cuentan desde su punto de vista. Hablan de dónde estaban, qué pasó ese día, dónde tuvieron que ir. Esas entrevistas se fueron haciendo durante las últimas dos décadas; al final había unas sesenta personas contando sus vivencias. Evidentemente, la mayoría eran niños cuando ocurrió el bombardeo, pero su memoria está intacta porque esto supuso para ellos una de las cosas más traumáticas que vivieron en su vida. Te lo cuentan y lloran, y tú lloras mientras te lo estás contando. Van contando cómo lo vivió un niño, cómo se vivió todo esto desde una farmacia, desde el hospital; o cómo lo vivió una niña que iba al colegio, pero le cayó la casa encima y un hierro que le atraviesa la cabeza y a ver cómo sale aquello, y aunque sus padres han perdido la casa y todo, la prioridad es la niña. Y la historia de tanta gente que anda buscando a su familia, y dónde está mi madre, has visto a mi hija, has visto a mi hijo. Muchas de esas historias tuvieron un final trágico. Sí, la gente iba al cementerio buscando, y una de las escenas más bestias de ese día es en el cementerio, donde ponían los cadáveres en fila y boca arriba para que la gente pudiera identificarlos. Y el que no encontraba a alguien iba al cementerio a recorrer esas filas con el terror de encontrarse con la persona buscada muerta. 

Existe un material fantástico de entrevistas largas y en profundidad hechas con un cuestionario de memoria oral muy bien hecho. Sus historias son tan interesantes que yo me he limitado a ponerlas por escrito y construir así mi libro en el que se recoge una treintena de testimonios del bombardeo, treinta historias que se encuentran en ese minuto fatídico. Todo lo que yo cuento es lo que ellos han contado; yo no invento nada, me he limitado a ordenarlas y ponerlas por escrito. Testimonios tremendos que nos cuentan cómo se reaccionaba ante un bombardeo. Finalmente, a través del caso de Granollers estamos viendo cosas que pasan hoy en Ucrania, en Siria o en Gaza. Porque hay hechos distintivos que ocurren después de un bombardeo que se repiten siempre; lo primero es pensar “los míos, ¿dónde están los míos?”. Y en cuanto se sabe que los tuyos están bien, se sale a ayudar a los vecinos en todo. Y en esas situaciones también sale lo mejor de las personas. Lo importante de este libro no es cómo se llamaba alguien que murió o el nombre de una calle bombardeada, sino el carácter universal de lo que pasó ese día.

Hay hechos distintivos que ocurren después de un bombardeo que se repiten siempre; lo primero es pensar “los míos, ¿dónde están los míos?”

Además de las entrevistas ha manejado mucha documentación.

Claro, para hablar de estas cosas hay que estudiar. Hay una parte del libro que son testimonios y otra parte importante que es documentación sobre la Guerra Civil. Cuando yo empiezo este proyecto ya ha habido décadas de historiadores trabajando este tema. A mí también me interesaba mucho que el libro no fuera solo la historia del bombardeo, sino también contar cómo fue la Guerra Civil en Granollers, cómo funcionaban las fábricas, el ambiente revolucionario del que casi no nos acordamos porque cuarenta años de franquismo lo ha tenido escondido; pero en esos años Granollers era una ciudad colectivizada, con los hombres en el frente, con los trabajadores sindicados en la CNT. Yo quería que saliera todo eso y eso requiere mucha investigación. He utilizado la memoria oral apoyándome en el trabajo que ya han hecho los historiadores con la idea de que el caso de Granollers sirva para contar cómo es un bombardeo en un pueblo y lo que significa, en cualquier lugar; en situaciones así, en cualquier parte del mundo, las historias son las mismas y con la misma carga humana.

En 1938 alguien pensó que estaba permitido bombardear una población, que era algo que se podía hacer. 85 años después, seguimos igual

Me importaba mucho para este libro constatar que en 1938 alguien pensó que estaba permitido bombardear una población, que era algo que se podía hacer. Pero 85 años después, seguimos haciendo lo mismo, no nos hemos hecho cargo de la salvajada que significa. Yo estaba escribiendo sobre el bombardeo de una escuela en 1938, y al mismo tiempo viendo cómo se bombardeaba ahora una escuela en Ucrania en 2023; esto es el desastre como seres humanos. Es un libro muy duro de leer. Prefiero escribir sobre otras cosas, pero era algo que tenía que hacer; mi misión era retratar todo lo bestia que fue aquello y mostrar que seguimos haciendo lo mismo, sabiendo las consecuencias. Porque en el año 38, el que tira la bomba regresa a la base de Mallorca y no ve los muertos ni los mutilados. Pero nosotros llevamos ochenta años viendo esos muertos y mutilados, sabiendo qué está pasando, viendo lo que supone y, sin embargo, no hemos logrado llegar a un acuerdo para que esto no siga ocurriendo.

Masacrar, machacar, infligir la crueldad más extrema en un conflicto bélico sobre la población civil. Lo estamos viendo todos los días. En Gaza, Ucrania, Siria, Sudán; pasó en la ex Yugoslavia; son décadas de bombas cayendo en escuelas y hospitales, en plazas y mercados. Así se gana una guerra, pensaron los...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autora >

Ritama Muñoz-Rojas

Periodista y licenciada en Derecho. Autora de 'Poco a poco os hablaré de todo. Historia del exilio en Nueva York de la familia De los Ríos Giner, Urruti'.

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

1 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. ecac

    88 años han transcurridos y en plena segunda década del siglo XXI es imperdonable en Democracia irreal, que siga aún sin visos de caducidad el Traspaso de PODERES desde EL PARDO hasta su trueque-cambalache en LA ZARZUELA, del "Todo Atado y Bien Atado", por el "Todo AMAMANTADO-ANEXIONADO y Bien ATADAS-AMAORALIDADES-APROVECHADAS".-Sociedades Irregulares en COMANDITA. Culpables: JUAN CARLOS I y FELIPE VI.-Maestros toreros con sus cuadrillas de reyezuelos políticos: ARLEQUINES.-Centro Derecha PP, su segunda marca, ultraderecha, VOX.-Ambos juguetitos del César Nerón, quemando LA PIEL DE TORO ESPGANISTÁN, "Fantasías AZNAR Estigmas Sátrapas", cancerígenos en "LA PEPA DE LOS PEPES VIOLENTOS-VARIACIONES OPACAS XENOFÓBICAS". BUFONES.-Centro ZURDO-Absurdo PSOE (a) "Pinochos Sátrapas Opacos Estigmas", denigrando a IZQUIERDA SOCIALISTA y traicionando ESPÍRITU MAYO 1879.-LA ROSA ROJA.-PABLO IGLESIAS POSSE. Dan la nota peculiar y particular en Europa Democrática, tras los acosos y derribos de HITLER-ALEMANIA; MUSSOLINI-ITALIA. ESPAÑA.-Ni están ni se les esperan a LA ZARZUELA.-FERRAZ 17O.-GÉNOVA 13.-Apáticos y pasotas, sin ton ni son, miserablemente dejando transcurrir 14 años y días vistas, vierne: XVIII-VII-MMXXXVI; CENTENARIO GOLPE DE ESTADO FRANCISCO FRANCO BAHAMONDE.

    Hace 9 meses 14 días

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí