En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
Las consecuencias del cambio climático ya no son únicamente trágicos vídeos de fenómenos meteorológicos extremos en países lejanos. Ya nos han alcanzado, dejando a su paso grandes pérdidas materiales y, lo más importante, también decenas de víctimas mortales. La entidad de banca ética Triodos Bank publicó el pasado mes de julio un informe titulado Conductas sostenibles de la población española, que pone el foco en el nivel de concienciación que existe en el país con respecto a la emergencia ecológica.
Los resultados son alarmantes: solo el 37,1% de la población española se considera implicada en la lucha contra la crisis climática. Viéndolo por el otro lado, la cifra es más desesperanzadora: más de seis de cada diez personas encuestadas no piensan formar parte activa de las diversas acciones que reivindican la necesidad de frenar esta catástrofe que cada vez se siente más cercana.
Atendiendo a otros datos ofrecidos por el estudio, aparece una aparente contradicción entre las respuestas recogidas. Si bien el compromiso en la lucha contra la crisis climática es minoritario, cuestionadas acerca de la conciencia ambiental, un 87,8% de las personas afirmaron ser conscientes de que debemos proteger los recursos naturales y los ecosistemas. Es cierto que el porcentaje desciende hasta el 45,4% cuando se pregunta si esa conciencia ambiental influye en el bienestar personal, pero el hecho de que solo un 12,2% muestre despreocupación total ante esta crisis contrasta con el alto porcentaje de población que rechaza la reivindicación activa. Podría tratarse del impacto generado por la guerra abierta de la derecha y la extrema derecha españolas contra el activismo climático, que han estigmatizado dicho movimiento social hasta el punto de que personas concienciadas de la importancia de proteger el planeta sienten aversión hacia las acciones destinadas precisamente a eso.
Existen diferencias notables a nivel generacional entre las respuestas recopiladas. La más sorprendente tiene que ver con los dos extremos etarios, que presentan resultados contrarios a toda lógica: las personas mayores de 65 años están mucho más implicadas en la lucha contra el cambio climático que las más jóvenes (entre 18 y 25 años). En el primer caso, las respuestas afirmativas fueron un 44,7%; en el segundo, descendieron hasta el 34,8%. Es decir, quienes menos van a sufrir las consecuencias, por una cuestión puramente biológica, presentan un compromiso superior, en diez puntos porcentuales, a las principales víctimas de esta urgencia climática.
Aún peores son los resultados de la Generación X, que abarca a las personas de entre 41 y 55 años, con solo un 34,3% de respuestas que afirman estar implicadas en la lucha contra la crisis ecológica.
Con respecto a la localización geográfica, el informe refleja aquellas comunidades mejor y peor situadas en las encuestas. Galicia encabeza la lista de poblaciones con mayor implicación “en la preservación de los ecosistemas, quizás impulsadas por las cicatrices de las catástrofes medioambientales sufridas en la comunidad autónoma, como el hundimiento del Prestige”. Un 47,7% de los gallegos y gallegas consideran estar activamente comprometidas. Extremadura (42,3%), Murcia (41%) y Canarias (40,6%) la siguen como únicas cuatro comunidades por encima del 40%.
Al otro extremo de la lista, Cantabria presenta un preocupante 29,2% de personas con implicación activa contra el cambio climático. Menos de tres de cada diez, un dato bajísimo. Inmediatamente por encima están La Rioja (30,1%) y Asturias (30,2%).
Autor >
ctxt
Suscríbete a CTXT
Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias
Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí