1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 2.927 Conseguido 82% Faltan 32.890€

Madrí, zona de obras

Cuatreros de Salamanca

Esta plaza, que da para una zarzuela, marca la confluencia de las calles Ortega y Gasset (Lista) y Príncipe de Vergara. La frontera entre la zona bien-bien del barrio y la menos bien

Ricardo Aguilera 11/11/2024

<p>La Plaza de Salamanca de Madrid. / <strong>R. A.</strong></p>

La Plaza de Salamanca de Madrid. / R. A.

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

El séptimo reza así: no robarás. Ni caso. El mundo está lleno de cacos, manilargos, rateros y mangantes. Los hay de todo tipo y condición. Entre la tropa de a pie encontramos roba gallinas, carteristas y aluniceros. Un poco más arriba en la cadena trófica habitan atracadores, butroneros y artistas de la lanza térmica. Sin mono de trabajo y con guantes blancos, encontramos timadores y estafadores de postín. Por encima de ellos entramos en territorio de política y banca, donde abundan usureros en serie, traficantes de influencias y expoliadores de lo público. En la cúspide de este fraude piramidal que llamamos sociedad de mercado, nadan los peces gordos de tanto comer peces chicos: CEO’s de fondos de inversión y líderes de masas. En este país tenemos un punto todavía más alto: los Grandes de España. El Marqués de Salamanca fue uno de ellos, y bien que se notaba. 

José María de Salamanca y Mayol (Málaga, 1811) ostenta en los diccionarios un batiburrillo de títulos: aristócrata, estadista, hombre de negocios, diputado… Todos estos parabienes le venían por ser hombre de confianza de María Cristina de Borbón y de su hija, Isabel II. Con estos enchufes, pudo hacer varias fortunas estafando con bancos sufragados por sus patrocinadoras, haciendo operaciones ventajosas con la Deuda Pública, y comerciando con bienes esenciales como la sal. Como hombre moderno que era, vio que el nuevo juguete de los trenes iba a dar mucho de sí, y allí cimentó otro de sus pelotazos. Algo manirroto y siempre al borde de la legalidad, don José María tuvo que exiliarse en repetidas ocasiones perseguido por la justicia. No pasa nada. Su última estafa fue inmobiliaria: conseguir los derechos para la ampliación de Madrid que hoy conocemos como barrio de Salamanca. Ahí se arruinó. Para compensarle, los vecinos de Madrid le dedicaron una plaza.

La Plaza de Salamanca está en la confluencia de las calles Ortega y Gasset (Lista) y Príncipe de Vergara. Marca una linde entre la zona bien-bien del barrio y la menos bien. Siguiendo Lista hacia Francisco Silvela, la parte más menesterosa. De la plaza hacia Serrano, la “milla de oro”. Cuando era un niño chico iba allí a jugar a esa plaza. Sí, ya sé que parece mentira, pero es que entonces no tenía humos de autopista. Era accesible desde la acera, tenía suelo de tierra, docenas de pinos y plátanos, columpios, bancos y un kiosco de helados y horchatas. En medio de esa plaza pensada para el disfrute de la gente, ya estaba la estatua del Marqués de Salamanca, obra de Jerónimo Suñol, el mismo que inmortalizó en mármol a Colón en su respectiva glorieta. A Salamanca le tocó otro material, el bronce, y allí está, con una pierna adelantada, vistiendo levita, unos papeles en una mano y la otra en el bolsillo. El de la cartera, supongo. Nada de eso se puede apreciar hoy. A mediados los 60,  Arias “Carnicerito” Navarro emprendió su cruzada contra todo lo que estorbase al tráfico rodado. Así cayeron los bulevares de Serrano, Velázquez y Príncipe de Vergara, que entonces se llamaba General Mola, en honor a ese criminal de guerra que le molaba tan poco a su compinche gallego, que éste dio la orden pertinente: que parezca un accidente. Una ordalía de excavadoras y volquetes, y desapareció la plaza. Hicieron un parking subterráneo y solo se salvó una docena de pinos. Recientemente, la Filomena remató el trabajo. Sin raíces apenas, cayeron casi todos. Hoy quedan cuatro. El retaco arboricida debe estar feliz.

La plaza comenzó a urbanizarse a principios del siglo XX con excelentes palacetes para disfrute de personajes de alcurnia. Allí está la bellísima Casa Palacio Villota, obra de Joaquín Saldaña, un especialista en construir soluciones habitacionales para millonetis. Sus jardines interiores, llenos de recovecos, son un primor. Hoy es una casa de muebles venida a más. Mobiliario internacional, de época y de mucho parné, mostrado al cliente por señoritas de buen ver y personal del colectivo LGTBI. Al lado se encuentra otro palacete de mucho tronío: la casa de Cuqui Fierro, meca de los saraos más relevantes durante la larga noche. Lola Flores, Sara Montiel y Pilar de Borbón eran habituales. El padre de Cuqui, Ildefonso Fierro hizo fortuna con las grandes guerras del siglo pasado. Vendía materiales estratégicos: hierro, wolframio, tungsteno. Luego, con los bárbaros en el poder, consiguió el monopolio de los fósforos. Toda España encendía los celtas con sus cerillas. Al calor de esas lumbres elevó su montaña de dinero hasta las cumbres borrascosas del negocio financiero, y montó su propio banco (Banco Ibérico). No es de extrañar que le sobrase para regalarle a su hija el palacio de marras. Hoy Cuqui lo tiene puesto en venta. Está mayor y se acabaron los saraos. Voy a preguntar qué pide.

Más allá de los palacetes, el edificio que domina la plaza es el mastodonte del Ministerio de Asuntos Exteriores. Se construyó en 1942 siguiendo los planos de Francisco Bellosillo García y Juan Bautista Esquer de la Torre. Durante décadas fue la sede del INI (Instituto Nacional de Industria), y creció más y más hasta engullir toda la manzana que ocupa. En ese tránsito pasó a mejor vida el cine Padilla, que estaba en la esquina de esa calle con General Pardiñas. Aquel INI era la piedra clave que sostenía la ensoñación franquista de la autarquía. Englobaba todas las grandes empresas del régimen: Campsa, Iberia, Hunosa… Nunca cuadraron bien las cuentas. Aunque hoy no se quiera recordar, cuando se robaba a lo grande era durante el franquismo. De aquellos latrocinios vienen las fortunas de hoy. Cuando España fue recibida en Europa, lo primero fue exigir que entrásemos de rodillas, así que hubo que desmantelar el trasto. Fue la ocasión de llevar el bulto a la estación de los amiguetes: en el reparto del botín se privatizaron los pilares económicos de España. Han cantado bingo. El INI desapareció oficialmente en 1995, así que hubo que buscarle uso al mamotreto: Exteriores. Duró poco, porque en 2004 descubrieron que el bloque rezumaba naftaleno y allí no se podía vivir. A lo mejor esa fue la causa de los desmanes del INI y de nuestra política exterior, quién sabe. El caso es que se tiraron de obras “desnaftaledoras” hasta 2021, año en que ese niño empollón que juega a ser ministro de exteriores volvió a inaugurarlo. El edificio supura en granito y ladrillo los complejos imperiales del franquismo rancio. Ahora le han lavado la cara y han plantado unos jardincillos japoneses en la cubierta. Dicen que es un edificio “sostenible”. En el barrio todo el mundo reza para que se sostenga. Más obras no, por favor.

Alrededor de la Plaza de Salamanca encontramos otros edificios notables, muchos de ellos con la firma del citado Saldaña. En la esquina de Castelló con Lista está el palacete de la marquesa de Hinojosa, que luego se convertiría en el Tribunal Tutelar de Menores del franquismo. Allí se disponía de los hijos de los rojos fusilados, que iban penados al Auxilio Social para ser debidamente domesticados. Si eran bebés, directamente entraban en subasta. Un edificio, pues, de grato recuerdo. Hoy es un restaurante de hiper-lujo, de esos con chefs vestidos por la cólera de Dior. Al lado de esa pocholada de palacete hay un par de bloques algo más modernos, pero de muy buena factura. En uno de ellos vivió su historia de amor la elefanta que se casó con un marichalado. Tuvieron unos niños encantadores que son la alegría de las fiestas. Esos no necesitan de auxilio social, más bien de una terapia de grupo. O de electroshock. Justo enfrente, cruzando Lista, encontramos el emporio March. Otro que tal baila. Este emprendedor consiguió sus buenos beneficios con monopolios en el Marruecos ocupado, tratando con cerdos y tabaco, dicho sea con y sin segundas lecturas. Luego se metió en política y tuvo el rasgo de genio de financiar el golpe de estado del 36. O sea, que le debemos unos 600.000 muertos a ojo de buen fusilero. A ver cuándo se los pagamos. Durante el franquismo se movió como piraña en el agua, y muestra de ello es el magnífico palacio que tiene en Lista, entre Castelló y Núñez de Balboa. Una obra maestra del clasicismo francés con la firma de Saldaña (quién si no), y posteriormente reformado por Luis Gutiérrez Soto. Los jardines apabullan por su frondosa generosidad, y la casita… Dentro de la misma manzana, sacaron terreno para construir la Fundación March (1971), obra de José Luis Picardo. Un edificio con vuelo futurista, fachada impoluta de mármol níveo y un huerto en la entrada donde crecen obras monumentales de Sempere, Berrocal, Chillida o Vaquero Turcios. Blanquear el pasado sí que es una obra de arte.

Uno podría preguntarse por qué habita tanto descuidero alrededor de la plaza dedicada al saqueador de los trenes. Puede que la respuesta esté en otro edificio aledaño: el Colegio de Nuestra Señora del Pilar. Ocupa toda una manzana entre Príncipe de Vergara, Don Ramón de la Cruz, Castelló y Ayala. Es obra de Manuel Aníbal (1910), por encargo de la Condesa de la Vega del Pozo. Esta buena señora, de orígenes belgas, quería hacer de aquel monumento neogótico un colegio de institutrices para niñas pobres. La idea era convertir a las desdichadas en cargos medios del staff doméstico, y si no, maestras o jefas de talleres. Pero aquella suculenta edificación estaba pidiendo a gritos destinos más altos: convertirse en la fábrica de cuadros dirigentes de España por los tiempos de los tiempos. Y así viene siendo hasta el día de hoy. Los apellidos cantan como gayumbos sobados: Aznar, Villalonga, Rubalcaba, Lissavetzky, Fernández Ordoñez, Solana, García Escudero… Todos ellos pilaristas. Y los que no caben en este artículo. Lo que viene siendo una factoría de poder, por no decir las cosas por su nombre. Un detalle curioso: muy cerca del Pilar se encuentran los domicilios familiares de Rato y Bárcenas. Como se ve, la Plaza de Salamanca da, por lo menos, para una zarzuela. Propongo un título: el marqués y sus cuatreros. Música, maestro.

El séptimo reza así: no robarás. Ni caso. El mundo está lleno de cacos, manilargos, rateros y mangantes. Los hay de todo tipo y condición. Entre la tropa de a pie encontramos roba gallinas, carteristas y aluniceros. Un poco más arriba en la cadena trófica habitan atracadores, butroneros y artistas de la lanza...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autor >

Ricardo Aguilera

Iba para biólogo pero las cosas se torcieron y devine en periodista. Por favor, no se lo digan a mi madre.

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

2 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. jmfoncueva

    P.S. - Muy bueno lo de la "cólera de Dior". ¿Es una pista para saber dónde come Esperanza Aguirre?

    Hace 18 horas 46 minutos

  2. jmfoncueva

    Muy agradecido por la información: así, si voy a Madrid, ya estoy advertido de qué barrio no debo visitar si quiero conservar la cartera. Salud y paz para todos. No olvidéis a las víctimas de la DANA, sobre todo si en algún sitio adelantan elecciones.

    Hace 18 horas 50 minutos

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí