Esta pieza forma parte del libro CTXT, una utopía en marcha, en el que sesenta y siete firmas hablan sobre los primeros diez años de funcionamiento de la revista y su contexto político. Se puede comprar aquí.

-------------------

Hay quien dice que diez años no es nada. Pero muy pocos pronosticaban en enero de 2015 tan larga vida a CTXT. En una era de máxima aceleración causada por la dictadura de las redes sociales, no parecía el mejor augurio presentarse en sociedad con el orgullo de llegar tarde a las últimas noticias. Tampoco su proclamada ubicación en la izquierda le facilitaba el futuro en una Europa arrasada por vientos ultraconservadores que había abrazado el neoliberalismo para hacer frente a su mayor crisis económica desde 1929. Solo la iluminación de un empecinado como Miguel Mora, bien arropado por Vanesa Jiménez y Mónica Andrade, ha podido vencer tantas galernas mediante la creación de un sólido equipo de colaboradores entre los que un brillante Guillem Martínez acaba de proclamar que el último informe Draghi ha decretado el acta de defunción del neoliberalismo. Ojalá que no sea solo un deseo. 

No es posible entender CTXT sin remontarse a la gravísima crisis de deuda que a punto estuvo de quebrar la UE y que el presidente Zapatero afrontó con un severo plan de recortes sociales que ahondaría luego Rajoy. El malestar social se materializó en primera instancia en el movimiento 15M, que desde mayo de 2011 y a lo largo de los tres años siguientes se expandió por todo el país en forma de acampadas, manifestaciones y proclamas que recibieron un inequívoco apoyo en las encuestas y ningún reflejo en el BOE. El paro superó el 26%, casi la mitad de los jóvenes carecía de empleo, el rescate de la banca tuvo un coste superior a los 60.000 millones de euros y se universalizó el grito “Democracia real ¡ya!”. De aquella marmita nacería Podemos, que a punto estuvo de dar el sorpasso al PSOE en su primera comparecencia en unas elecciones generales; las diversas mareas que trataron y tratan de frenar con éxito discutible la progresiva privatización de servicios públicos esenciales como la sanidad y la educación, y también CTXT.

Gran parte de las demandas del 15M siguen pendientes: el cambio de la ley electoral ni siquiera forma parte de la conversación pública, el derecho a una vivienda digna establecido en la Constitución parece un objetivo inabordable, la sanidad pública empeora sus registros de año en año, la reforma fiscal favorable a las rentas más bajas no pasa de los programas electorales al debate legislativo, por no hablar de la nacionalización de los bancos rescatados, de la separación real entre Iglesia y Estado, y qué decir de la celebración de un referéndum sobre la Monarquía.

En estos diez años ha resurgido con inesperada fuerza expansiva en Europa y América una ultraderecha que ha superado no pocos cordones sanitarios y que lucha directamente por ocupar el poder. Trump, Milei, Orbán, Bolsonaro muestran a otros muchos desencantados de la democracia que las urnas son una ruta viable para que distintas fuerzas de corte fascista puedan conseguir mayorías de gobierno. 

A esta inquietante realidad política hay que sumar en España un panorama mediático prácticamente copado por grupos conservadores, cuando no directamente ultras. La ausencia de regulaciones sobre transparencia financiera ha contribuido a una verdadera metástasis de medios que se nutren de fondos a menudo públicos que no tienen por qué explicar y que alojan bajo sus cabeceras un caudal inagotable de noticias falsas, la materia prima de la que se alimenta el crecimiento de la ultraderecha en el mundo. 

La continuidad de CTXT garantiza que en medio de este barullo descomunal se siga escuchando una voz comprometida con la verdad, exigente en su calidad profesional y atenta a narrar la historia del dolor humano, allí donde se produzca. Ningún medio en nuestro país ha relatado con tanta profundidad la tragedia de Gaza, que es también nuestra tragedia.

––––––––––––

Jesús Ceberio fue consejero editorial de CTXT entre 2015 y 2019.