LA COLCHONERÍA
El día en que Maradona jugó en el Calderón
Costaba creerlo pero el argentino había fallado el penalti
Ricardo Uribarri 19/02/2015
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A Maradona se le ha visto muchas veces en la grada del Calderón, especialmente cuando en el Atleti jugaba su entonces yerno, el Kun Agüero. Sin embargo, el "genio del fútbol mundial", como le definió el famoso locutor Víctor Hugo Morales en la narración de su inolvidable gol a Inglaterra en el Mundial 86, tan sólo pisó una vez el césped del recinto colchonero durante toda su etapa como futbolista. Y seguro que no guarda muy buen recuerdo de aquel día.
El Pelusa llegó al FC Barcelona en el verano de 1982 tras pagar el club catalán 1.200 millones de pesetas, que se los repartieron entre sus anteriores clubes, Argentinos Juniors y Boca Juniors. Contaba entonces con 22 años y ya estaba considerado una estrella aunque su explosión definitiva y su consagración como uno de los mejores de la historia vendrían años más tarde. Las expectativas que despertó su llegada al fútbol español fueron enormes pero diversas circunstancias enturbiaron su estancia en nuestro país.
En su primera temporada se le detectó una hepatitis que le hizo perderse tres meses de competición. Y en la segunda campaña sufrió una grave lesión (fractura del maléolo externo y del ligamento de su tobillo izquierdo) tras una entrada en el Camp Nou del bilbaíno Goikoetxea, que le alejó de los terrenos de juego tres meses y medio. Ese año, el Barcelona y el Athletic de Bilbao disputaron la final de la Copa del Rey y a la finalización del choque varios jugadores, entre ellos Maradona, protagonizaron una batalla campal que le costó al Pelusa una sanción de tres meses. El entonces presidente azulgrana, José Luis Núñez, se vio obligado a traspasarlo al Nápoles.
Lo curioso es que ni la hepatitis ni la lesión de tobillo fueron las causas que impidieron jugar a Maradona en el Calderón en aquellas dos temporadas. En el primer año su ausencia se debió a unos problemas musculares que le dejaron en la grada y en la temporada 83-84 el duelo en el Calderón se jugó seis días antes de la final de Copa citada anteriormente, por lo que el entonces técnico culé, Cesar Luis Menotti, decidió reservar a sus dos principales figuras, Bernd Schuster y Diego Armando Maradona.
Su paso por el Barcelona no fue su única experiencia en España. Nueve años después fichó por el Sevilla para disputar la temporada 92-93, pero tampoco entonces pudo jugar en el recinto del Manzanares a causa de una sanción cautelar que pesaba sobre él, el presidente Luis Cuervas, el técnico Carlos Bilardo y, curiosamente, también sobre Diego Pablo Simeone, que entonces militaba en el cuadro hispalense, por no comparecer ante el Comité de Competición para aclarar unas declaraciones efectuadas tras ser sancionados a raíz de unos incidentes sucedidos en un Cádiz-Sevilla. Entonces, ¿cuándo jugó Maradona en el Calderón?
Fue el 19 de junio de 1983, domingo para más señas, en un partido correspondiente a la ida de las semifinales de la Copa de la Liga, que ese año celebraba su primera edición. Esta competición, en la que participaban los 18 equipos de 1ª y que otorgaba a su ganador el premio de jugar la Copa de la UEFA, fue impulsada por el presidente del FC Barcelona, José Luis Núñez, con el fin de conseguir nuevos ingresos para los clubes, pero lo cierto es que no llegó a cuajar y tan sólo se celebraron cuatro ediciones. En 1986 se decidió su cancelación argumentando como excusa lo cargado de partidos que estaba el calendario. El Atleti llegó a disputar dos finales, y perdió ambas, una frente al Valladolid en 1984 y al año siguiente ante el Real Madrid. Como dato anecdótico, hay que reseñar que de forma paralela también se disputaba una Copa de la Liga para 2ª, los dos grupos de 2ª B y para 3ª. Pues en 1983 el campeón de la Copa de la Liga en 2ª fue el Atlético Madrileño tras derrotar al Deportivo de la Coruña. El filial llegó a jugar otra final dos años después pero la perdió con el Oviedo.
Es cierto que la competición no tuvo mucho éxito pero entre la novedad de la primera edición, el hecho de jugar ante el Barcelona una de las semifinales y, especialmente, que Maradona fuera a jugar por primera vez en el Calderón, hizo que el estadio se llenara hasta la bandera y que el ambiente fuera el de las grandes ocasiones. El Atleti cuajó una gran primera parte y se adelantó en el marcador con un gol de Marina. El defensa rojiblanco Miguel Ángel Ruiz estuvo muy pendiente de Maradona, al que apenas se le vio hasta el descanso. Pero en el minuto 2 de la reanudación entró en el área del fondo sur con el balón controlado y cayó ante la entrada de Ruiz. El árbitro del encuentro, García de Loza, señaló la pena máxima que fue muy protestada por los aficionados. Al final del choque, Ruiz dijo que el argentino le había reconocido en el campo que se había tirado, cuestión que negó Diego. Lo cierto es Maradona cogió el balón para efectuar el lanzamiento, como no podía ser de otra manera. Los que asistimos aquel día al partido dimos por hecho que esa jugada iba a suponer el empate blaugrana. ¡Cómo iba a fallar el Pelusa, un consumado especialista en las penas máximas, una figura de su nivel, una ocasión así!
Enfrente, padeciendo la soledad que sienten los porteros en esas situaciones, estaba Ángel Jesús Mejías, un guardameta surgido de la cantera rojiblanca que llegó a estar trece temporadas en el club. El toledano recuerda así aquel momento: “Yo sabía que Maradona siempre aguantaba hasta que veía moverse al portero y solía tirar a colocar. Así que decidí esperar hasta el último instante e intentar adivinar su intención. Pienso que eso le descolocó un poco y en el último momento cambió su primera idea…".
En medio de una pitada ensordecedora, Maradona inició la carrera para golpear con su pierna izquierda. Y en vez de golpear suave, con colocación, decidió tirar fuerte, muy fuerte, el balón cogió altura y… ¡se marchó por encima del larguero! Costaba creerlo pero Maradona había fallado el penalti. Mejías confiesa: "Al final decidí tirarme hacia mi lado derecho y perdí de vista la pelota. No sabía si había entrado o no. Cuando caí al suelo escuché un alarido en las gradas que me hizo darme cuenta de que el balón no estaba dentro de la portería. La verdad, en aquel momento, me llevé una alegría tremenda".
"Nunca tuve la oportunidad de hablar con él sobre aquella acción", explica Mejías, "aunque sí con compañeros suyos en aquel Barça, como Julio Alberto y Marcos, que antes habían estado en el Atleti y me decía: ‘Anda que a éste que nunca fallaba un penalti se le ocurrió tirarlo fuera aquel día’, y yo bromeaba diciendo que se asustó. La verdad es que era un espectáculo de jugador; cuando le veías calentar antes de los partidos con las botas desabrochadas te quedabas mirándole y casi se te olvidaba hasta calentar tú mismo".
A punto estuvo de resarcirse el 10 en una jugada posterior de aquel encuentro, cuando en un lanzamiento de falta estrelló un balón en el travesaño. Lo haría tres días después, en el Camp Nou, marcando un tanto y dando dos pases de gol en el partido de vuelta, que acabó con un contundente 5-2 que metió al equipo de Menotti en una final que ganarían al Madrid con un gol del Pelusa en el Bernabéu, allí sí, para el recuerdo. Pero aquel 19 de junio de 1983 pasó a la historia por ser el día en que Maradona jugó sus únicos 90 minutos en el campo atlético para darse cuenta de que el destino había decidido que nunca conseguiría marcar un gol en las porterías del Calderón.
A Maradona se le ha visto muchas veces en la grada del Calderón, especialmente cuando en el Atleti jugaba su entonces yerno, el Kun Agüero. Sin embargo, el "genio del fútbol mundial", como le definió el famoso locutor Víctor Hugo Morales en la...
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Ricardo Uribarri
Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital, Marca y Bez. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.
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