Saúl, todocampista con gol
El canterano está solventando con su despliegue físico y sus goles la difícil papeleta que tenía al suplir la vacante dejada por el lesionado Tiago
Ricardo Uribarri 16/12/2015
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Hace dos semanas los aficionados atléticos se echaban las manos a la cabeza tras la lesión de Tiago, temiéndose lo peor para el equipo. Hoy le siguen echando de menos, desean que vuelva lo antes posible, pero el conjunto rojiblanco, que hace quince días estaba a cuatro puntos del Barcelona y necesitaba ganar en Lisboa para acabar primero de grupo en Europa, se encuentra colíder de la Liga y en octavos de la Champions como cabeza de serie. Y eso se ha conseguido con Saúl Ñíguez Esclápez (Elche, 1994) dentro del once titular y con una aportación suya fundamental en forma de goles. Ya lo dijo Miguel de Cervantes, en El Quijote: “Donde una puerta se cierra, otra se abre”.
No era nada fácil la papeleta que se le presentaba a Saúl. Nada menos que suplir a uno de los mejores futbolistas del Atleti, si no el mejor, en la presente temporada. Al canterano rojiblanco se le abría una interesante oportunidad de tener cierta continuidad dentro de la formación titular, pero las comparaciones iban a llegar rápido y al nivel que está el equipo y con la importancia que tiene cada partido, el juicio no suele entender de edades ni de paciencia. El caramelo podía acabar sabiendo amargo. Sin embargo, con su derroche físico, intensidad y, por encima de todo, su aportación goleadora, está consiguiendo que sea dulce. Tres tantos ha conseguido en los últimos cuatro partidos, a cada cual más importante. El primero sirvió para que el Atleti ganara al Reus en un choque copero que se había complicado más de lo previsible; otro encarriló el encuentro en Lisboa en una cita europea trascendental; y el tercero, frente al Athletic, llegó en el momento que más lo necesitaba el equipo.
Iba aún Tiago en la ambulancia para hacerse las pruebas que posteriormente desvelarían la gravedad de su lesión y ya se oían por las ondas nombres de posibles sustitutos que el Atleti tenía que fichar si no quería ver cómo se derrumbaba el castillo: Toulalan, Mosquera, Augusto Fernández, Keita… Todos estos y algunos más han ido sonando para ocupar el puesto sin valorar que estaba Saúl para suplir al portugués. Con sus virtudes y sus limitaciones, pero dispuesto a demostrar que puede aportar cosas importantes con apenas 21 años recién cumplidos, la edad en la que Tiago acababa de llegar al Benfica y en la que ni siquiera había debutado en competición europea.
“Saúl es un todocampista, como diría Bilardo. Eso le pone en un lugar especial. No es casualidad que haya marcado. Tiene gol. Su crecimiento estará en su esfuerzo, en lo que escuche y mejore para sumar minutos”. Quien así hablaba del centrocampista colchonero tras el partido ante el Athletic el pasado 13 de diciembre era su entrenador, Diego Pablo Simeone. Él mejor que nadie sabe las virtudes que atesora el alicantino, muchas, y las cosas que tiene que mejorar, seguramente unas cuantas también. Entre las primeras, quizá la que más destaque, es la facilidad que tiene para ver portería en sus llegadas al área. Habiendo jugado mucho menos que otros, es ahora mismo el segundo máximo goleador del Atleti. Y en un equipo al que le cuesta tanto hacer goles, Saúl resulta una bendita solución.
Domina muchos registros dentro del área. Uno de sus fuertes es el remate de cabeza. Con la marcha de Raúl García y Miranda, el Atleti acusaba una menor efectividad en las jugadas a balón parado, pero la presencia de Saúl asegura más peligro en el área rival y más fortaleza en la propia a la hora de despejar. Igual se saca un remate de chilena, como en el inolvidable tanto que le hizo al Real Madrid la pasada campaña, o de tacón, como ante el Astana en el Calderón, o rematando de primera, al estilo del que anotó hace unos días frente al Benfica. Su despliegue físico le hace acompañar las jugadas de ataque sorprendiendo a las defensas. La pasada temporada consiguió cuatro tantos a pesar de estar fuera de juego durante un mes por el problema renal que sufrió tras recibir un golpe ante el Leverkusen. Es la misma cifra que lleva ya sin haber llegado siquiera a la mitad del curso.
Sus características le permiten abarcar mucho campo, prácticamente desde la defensa hasta el ataque, de ahí que Simeone le defina como un todocampista. Lo que en Inglaterra conocen como un jugador box to box, es decir, que llega de área a área. Está capacitado para jugar desde la posición de central, donde le utilizó Paco Jémez en el año que estuvo cedido en el Rayo, a mediocentro, quizá su posición favorita, o de interior, donde le coloca a veces Simeone.
Es cierto que en ocasiones le falta algo de serenidad para encontrar el mejor pase y pierde algunos balones que en esa zona pueden llegar a ser peligrosos. Debería tender a simplificar la jugada, a hacerlo fácil para evitar la presión de los contrarios. Pero es lógico que a sus 21 años le falte aún la experiencia, la solvencia y la tranquilidad que ofrece Tiago al equipo. Hay que valorar que a un chico tan joven le hayan dado la responsabilidad de ser uno de los timoneles de uno de los equipos más importantes de Europa y, a día de hoy, haya sumado bastante más que restado. Le va a ayudar ser exigente consigo mismo, como cuando tras el partido de Granada reconoció que no había terminado el partido satisfecho de su actuación porque sabía que podía dar más de sí. Debe creer más en sí mismo, soltarse y dejar la timidez a un lado. “A Saúl hay que exigirle, es la única manera de que crezca”, decía el Cholo hace unos días.
Saúl, que ha mamado el fútbol en casa desde pequeño ya que su padre, José Antonio, llegó a jugar muchos años en el Elche con el nombre de Boria, y tiene a dos hermanos, Aaron y Jonathan, jugando actualmente en Portugal, llegó al Atleti en edad cadete después de que el Real Madrid, con el que había jugado en infantiles, le abriera la puerta en 2008. El club colchonero tenía la residencia donde aloja a los jugadores de fuera de Madrid llena en ese momento, pero la insistencia del técnico Pepe Fernández, que le había dirigido en el conjunto blanco, ayudó a que al final se vistiera de rojiblanco cuando había otros equipos, como el Valencia y el Villarreal, muy interesados en contar con él.
Lo cierto es que siguiendo el lema que se tatuó en su muñeca tras el grave percance de salud que sufrió en Alemania --“la fuerza no proviene de la capacidad corporal sino de la voluntad del alma”--, el jugador tiene entre ceja y ceja llegar a ser un jugador importante en el Atleti para devolver la confianza que le dio en su día la entidad y actualmente Simeone. El propio Cholo le pidió que tuviera paciencia y le convenció para que se quedara cuando el año pasado se hablaba de una posible cesión para que tuviera más minutos. Por eso, su padre reconoció un día en la COPE que “Saúl está muy agradecido al club y al entrenador. Él siempre ha dicho que quiere triunfar en el Atlético de Madrid, ser importante en este equipo porque lo ha mamado desde pequeño y le ha dado todo en el mundo del fútbol. Siempre vamos a estar agradecidos al Atlético pase lo que pase. Saúl no quería irse del Atlético porque quería triunfar aquí. Su ilusión es hacerse grande en este equipo”.
Hace dos semanas los aficionados atléticos se echaban las manos a la cabeza tras la lesión de Tiago, temiéndose lo peor para el equipo. Hoy le siguen echando de menos, desean que vuelva lo antes posible, pero el conjunto rojiblanco, que hace quince días estaba a cuatro puntos del Barcelona y necesitaba ganar en...
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Ricardo Uribarri
Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital, Marca y Bez. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.
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