La nueva Alemania
Merkel trata de integrar a los sirios y eritreos. Pero falta dinero y no hay profesores suficientes
Berlín destinará en 2016 más de 500 millones de euros a cursos de alemán, historia, derecho y cultura. Son necesarios, sin embargo, al menos 14.000 millones para poder ofrecerlos a todos los recién llegados en edad de trabajar
Laura Alzola Kirschgens Hamburgo , 6/01/2016
En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
Cerca de 196.000 niños que han huido de la guerra y de la pobreza se incorporarán al sistema escolar alemán en 2016. Para ellos, se han creado 8.264 aulas de apoyo y contratado a 8.500 profesores. Este es sólo un dato más del cambio que se está produciendo en Alemania en todos los sectores de la sociedad para asumir e integrar a los refugiados. Un millón de personas de lenguas y culturas diferentes, sobre todo sirios, ha llegado al país en 2015. La entrada es cinco veces mayor que el año anterior y requiere una atención especial. Por eso, la opinión pública debate en los medios de comunicación desde hace semanas cuál es la mejor manera de adaptar las políticas de integración a la nueva realidad.
La Unión Social Cristiana (CSU) bávara apuesta por la imposición. El partido conservador, habitual aliado de la CDU de Angela Merkel, excepto en lo que se refiere a las recientes políticas de inmigración, ha propuesto “obligar” a integrarse a quienes reciben asilo en Alemania. La agrupación regional ha anunciado que “todos los niños, mujeres y hombres que pidan asilo” deberían ser presionados, “si hace falta bajo la amenaza de sanciones”, a firmar un documento en el que confirmen su voluntad de participar en cursos de alemán, y a dejar constancia de su respeto a “los valores, al Estado de Derecho y a las reglas alemanas para una convivencia pacífica”.
Tachada de populista y simplista desde el grupo parlamentario socialdemócrata, la propuesta de la CSU contrasta además con la reticencia de los propios conservadores a ampliar la oferta de cursos para los recién llegados. “Los refugiados están motivados y quieren aprender pero no tenemos suficiente personal docente para atender a todos”, aseguró en rueda de prensa Gundula Frieling, la vicepresidenta de la Asociación Alemana de Escuelas para Adultos, actualmente el mayor ofertante de 'cursos de integración'.
La Unión Social Cristiana, habitual aliado de Angela Merkel, ha propuesto “obligar” a integrarse mediante la firma de un documento a quienes reciben asilo en Alemania
Fue en 2005, con la coalición de socialdemócratas y verdes encabezada por Gerhard Schröder, cuando se aprobó la ley de inmigración actual y se pusieron en marcha los llamados 'cursos de integración'. Unificados a nivel estatal en su contenido, constan de 600 horas de clase de alemán y 60 lecciones de historia, derecho y cultura. Al término del curso, además de superar un examen del idioma, los participantes deben aprobar las otras tres asignaturas. Más de 1.400 organizaciones, entre las que están Cáritas y Diakonie, asociación perteneciente a la Iglesia Protestante, ofrecen este curso.
Hasta 2013, los participantes procedían sobre todo de Polonia, Turquía, Rumania o Bulgaria. Desde el año pasado, la mayoría son sirios. El gobierno de la Gran Coalición ha abierto la posibilidad de que participen en los cursos de integración los solicitantes de asilo cuyo estatus de refugiado se encuentre en evaluación con posibilidades de ser aprobado. Esto significa que los refugiados sirios o eritreos tienen derecho a ellos mientras que los procedentes de Afganistán, por ejemplo, no.
El proceso de evaluación del estatus de asilo, que puede alargarse más de seis meses, lentifica la inclusión de los refugiados. En 2015 el Ministerio de Interior invirtió 269 millones de euros en cursos de integración. Para 2016, el presupuesto se ha duplicado. Pero, según los cálculos del propio Gobierno, la Oficina para Migración y Refugiados (BAMF) necesitará al menos 14.000 millones de euros si quiere ofrecer cursos a todos los recién llegados en edad de integrarse en el mercado laboral. Las consecuencias de esta deficiencia se están haciendo notar en las escuelas de idiomas que ofertan cursos encargados por la BAMF: aulas abarrotadas y listas de espera.
Fue en 2005, con la coalición de los socialdemócratas y los verdes, cuando se aprobó la ley de inmigración actual y se pusieron en marcha los llamados 'cursos de integración'
El número de docentes contratados para 2016, alrededor de 8.500, es insuficiente, según Heinz-Peter Meidinger, presidente de la Asociación Alemana de Filólogos. Meidinger cree que Alemania necesitará unos 20.000 nuevos profesores a medio plazo para dar cobertura a los nuevos escolares. Una valoración que confirmó también la presidenta de la Conferencia de los Ministerios Federales de Educación y Ciencia, Brunhild Kurth.
No resulta fácil encontrar profesores especializados en “alemán para extranjeros”. No hay suficientes porque la remuneración de este tipo de profesores en Alemania es tan baja que, tras el pago de impuestos, queda en los niveles más bajos de la escala salarial.
La nueva situación requiere también un replanteamiento de algunas profesiones imprescindibles para lograr una integración real. Como ha ocurrido en el mercado laboral de los profesores, la demanda de trabajadores sociales, psicólogos y pedagogos -- profesiones consideradas antes 'sin salida'-- ha aumentado de manera exponencial.
El 50% de los dos millones de puestos de trabajo creados en Alemania en los últimos 15 años fueron ocupados por inmigrantes, según el Instituto Alemán de Investigación de Mercado
Un impulso que les devuelve su estatus social pero que les obliga a adaptarse a la nueva realidad. A partir de ahora los que aspiren a trabajar en el sector educativo tendrán que dotarse de herramientas técnicas para afrontar una situación distinta a la anterior: la mayoría de los hijos de refugiados no habla alemán y una parte de ellos no sabe escribir.
Las universidades también están proponiendo medidas para facilitar el acceso de los refugiados a las aulas. Según los cálculos de la Fundación Friedrich-Ebert, podrían incorporarse hasta 50.000 nuevos alumnos. De momento, el DAAD, Servicio Alemán de Intercambio Académico, ha puesto en marcha un programa financiado por el Ministerio de Educación e Investigación. Con un presupuesto de 100 millones de euros para los próximos cuatro años --27 millones en 2016-- la iniciativa buscar apoyar el asesoramiento de los refugiados en su acceso a la universidad y facilitar su integración en las mismas.
En el mercado laboral, las perspectivas para los refugiados son optimistas, según Marcel Fratzscher, presidente del Instituto Alemán de Investigación de Mercado (DIW):“Los refugiados tienen potencial para llenar huecos en el mercado laboral alemán a medio plazo si se logra su integración”. En los últimos 15 años, el 50% de los dos millones de puestos de trabajo creados en Alemania han sido ocupados por inmigrantes.
Cerca de 196.000 niños que han huido de la guerra y de la pobreza se incorporarán al sistema escolar alemán en 2016. Para ellos, se han creado 8.264 aulas de apoyo y contratado a 8.500 profesores. Este es sólo un dato más del cambio que se está produciendo en Alemania en todos los sectores de la...
Autor >
Laura Alzola Kirschgens
Reportera e investigadora. Migración, educación, discurso y cambio social. Múnich, Hamburgo y ahora, Barcelona. Periodista. Máster en Inmigración por la Pompeu Fabra. Extranjera, como lo son todos en algún lugar
Suscríbete a CTXT
Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias
Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí