Los Memphis Grizzlies, equipo de la NBA en el que juega Marc Gasol, culminó una gran temporada 2014-2015, llegando a semifinales de conferencia después de quedar quintos en la difícil conferencia Oeste, y luchando por ganar esas semifinales a unos Warriors que por aquel momento parecían casi invencibles. La derrota, con honor ante los de San Francisco, puso el broche a una temporada brillante para el equipo de Tennessee.

A principios de año, con 41 partidos disputados, el equipo de Gasol registraba tres partidos más ganados que perdidos --el balance de una temporada que suele acabar en Playoffs, pero no mucho más allá de primera ronda-- y, con toda la segunda mitad de temporada regular por delante, estaban a sólo ocho derrotas de igualar las cosechadas año anterior (27 partidos perdidos en la temporada 2014-15).

El mismo equipo que ganó dos partidos y metió el miedo en el cuerpo a los poderosos Golden State Warriors de Stephen Curry en las eliminatorias del año pasado recibió al equipo de Oakland el cuarto partido de esta nueva temporada y se llevó una paliza histórica, perdiendo por 50 puntos. ¿Por qué un equipo que acaba con un 67% de victorias un año y hace un más que digno Playoff llega 5 meses más tarde y pierde la mitad de los partidos que juega?

Porque la defensa sí que importa cuando hablamos de estos Grizzlies, a los que el año pasado fue considerado, por la mayoría de equipos, la mejor defensa de la liga, encajando solamente 95.1 puntos por partido (segundo equipo con menos puntos en contra), y que este año no han conseguido llevar su defensa al punto de intensidad de la temporada pasada, lo que les ha llevado a recibir en 48 partidos un total de 99 puntos por partido (décimo equipo en la NBA).

El otro factor discordante este año en el esquema de los Grizzlies nació en Sant Boi y venía de hacer una temporada perfecta: titular en el All-Star contra su hermano Pau e integrado en el mejor quinteto de la NBA. Marc Gasol alcanzó un promedio el año pasado de 18,5 puntos, 9 rebotes y un 45% de acierto de cara al aro por partido, mientras que este no terminaba de encontrar el camino de sobresalir de la misma manera, de ser ese pívot dominante que lidera a un equipo top de la NBA, que juega y hace jugar, ser un base en el cuerpo de un pívot.

Sus compañeros tampoco acompañaban y tenía que tirar solo del carro, un carro que conlleva mucha presión debido a los logros del año pasado. El Marc de este año promedia 16.8 puntos, 7,1 rebotes y un 45% de acierto. No parece ser tan malo para la mala racha que su equipo llevaba. ¿Por qué?.

La razón básicamente está en que todos estos factores que no acababan de aparecer este año se han encontrado estas últimas semanas, y los Grizzlies empiezan a volver a ser el equipo que eran durante la temporada pasada. Marc Gasol lidera (y se sale) otra vez. El punto culminante de este cambio de tendencia se produjo el sábado 16 de enero ante los New York Knicks. El español anotó 37 puntos y capturó 8 rebotes para darle la victoria a su equipo 105-93.

Pero no solo es Gasol. El equipo ha recuperado esa intensidad defensiva que escasea en otros equipos de la liga, pero que destaca en la franquicia de Tennessee, y lo han acompañado con un inusitado derroche ofensivo: en ocho de los últimos nueve partidos la franquicia de Memphis ha superado la barrera de los cien puntos, algo inédito en la historia del equipo. La última ocasión, la noche del pasado lunes 1 de febrero, venciendo en Nueva Orleans a los Pelicans por 95-110

La resurrección de las últimas semanas ha maquillado en cierta manera el balance en comparación con los que lucían hasta hace solo unas semanas (ocupan el quinto puesto de la Conferencia Oeste con 29 victorias y 20 derrotas). Alcanzar las 55 victorias del pasado año se antoja prácticamente imposible. Sin embargo, la remontada les ha servido para sostenerse en quinta posición del Oeste, el mismo lugar en el que acabaron el pasado año.

El estado de forma en el que se llegue a los Playoff será un factor clave, y a falta de consolidar su vuelta a las buenas maneras, pocos equipos pueden presumir de una racha más exitosa que la de los de Tennessee. Concretamente, solo dos equipos llevan más tiempo sin conocer la derrota, y son líderes en ambas conferencias: los Cleveland Cavaliers de LeBron James en el Este (cinco victorias) y los espectaculares Golden State Warriors de Stephen Curry en el Oeste (siete victorias).