Los tebeos reconquistan Granada
A principios de abril, la ciudad de la Alhambra acogió su Salón del Cómic. Tras años en las afueras, el evento volvió a la céntrica Fuente de las Batallas
Manuel Gare 19/04/2016
Denton J. Tipton, de IDW Publishing, revisando trabajos durante las entrevistas con editores.
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Granada empezaba abril con ganas de cultura, que ya es decir. Oír hablar de apuestas culturales en la ciudad andaluza se ha convertido en algo tan utópico como ver a las instituciones colaborar mutuamente para sacar adelante proyectos que pongan de relieve la enorme capacidad de Granada para brillar con luz propia. Pero abril empezaba bien. El Ayuntamiento dejaba de bloquear la celebración del Salón del Cómic de Granada en el centro. Junto a la Diputación, el Instituto Andaluz de la Juventud y otros tantos, la asociación responsable de uno de los eventos dedicados al cómic más longevos de nuestro país, E-Veleta, llevaba su propuesta al corazón de la ciudad.
Tres días, viernes, sábado y domingo, coincidiendo con el comienzo de abril, en los que Granada celebraba en todo el centro una feria del libro al uso rebautizada a base de tebeos. Editoriales y librerías acogían firmas de autores venidos desde todas partes de España para dedicar y promocionar sus obras, en una fiesta del cómic que desde hacía años había quedado relegada al extrarradio. El Torres, reconocido guionista malagueño invitado al evento, lo expresaba así en su muro de Facebook. “Granada de nuevo respiraba viñeta. Gente, familias, paseantes y aficionados se paseaban por los stands, hojeaban, compraban, leían. He tenido colas de lectores esperando para una firma como no he tenido en tiempos, gente que no lee habitualmente cómics preguntando qué es esto o que es aquello”.
Al mismo tiempo, cuatro exposiciones de carácter gratuito en distintas localizaciones de la ciudad, y un extenso programa a base de charlas de los invitados al salón. Es el caso de Álvaro Ortiz, autor de Cenizas y Murderabilia que llegaba al salón para presentar su última obra —todas ellas publicadas por Astiberri—, Rituales. Poco después, dedicaba sus obras en el stand de la editorial. “Esto de los tebeos es un curro bastante solitario, y después de tirarte un año encerrado en casa trabajando es bastante agradable salir al mundo exterior y poder charlar con la gente que lee tus libros”, comenta Álvaro, para quien eso ya supone de por sí una promoción de su trabajo. “Defenderlo, hablar de él y difundirlo”, dice, en un entorno que califica de perfecto cuando va acompañado de “encuentros con otros autores, gente simpática y cervezas”.
Un lugar donde empezar
Hablando de cerveza. Una ruta de tapas temáticas relacionadas con personajes de cómic completaba el mapa de puntos de encuentro del evento. Granada reunía los sentidos para festejar que todo tipo de profesionales del cómic acudían a la ciudad para promover el medio. El público, de forma premeditada o fortuita, se encontraba en la calle con un pequeño festival fuera de lo corriente. Los niños, alucinados, clavaban la mirada en aquellos artistas que dedicaban tebeos e ilustraciones a los presentes. Cada “¡dibújame algo!” iba siempre seguido de un “¡y a mí!”. Cels Piñol, creador de la mítica serie Fanhunter —anunció durante el sábado que la serie volverá a publicarse con edición de Gigamesh— fue uno de los autores que no dejó de recibir peticiones durante su sesión de firmas, entre el reguero de fans, de los más pequeños.
El último Salón del Cómic de Granada fue, ante todo, un punto de reunión para la industria. Veteranos de la talla de Jesús Redondo, destacado por su trabajo en El capitán Trueno, se codeaban con promesas ya publicadas en España como Quan Zhou Wu (Gazpacho agridulce, Astiberri) o Ramiro Fernández (SON, Dibbuks), mientras a pocos metros se sucedían entrevistas con hasta cuatro editores diferentes, dos de ellos venidos desde el extranjero en exclusiva para reunirse con jóvenes aspirantes durante los días del evento. David Leach, de la editorial inglesa Titan Comics, y Denton J. Tipton, del gigante norteamericano IDW Publishing.
Según Denton, al menos uno de cada cinco artistas con los que se reunió están “muy cerca de debutar profesionalmente”, si bien asegura que se trata de un mercado complicado, en el que hay que “ser paciente y persistente, ya que el número de personas que buscan trabajo ahora mismo es muy grande”. El editor, que cerró un contrato para la serie Judge Dredd con Jesús Redondo y tomó contacto con otros autores españoles como Rafael Sandoval o Sergio Bleda, quedó prendado del talento tanto de novatos como de profesionales: “he conocido a artistas estupendos en Granada”.
A la calle
¿Cómo sintetizar la evolución y lo novedoso del salón del pasado fin de semana? Para Javier Aranda, dibujante asentado en Granada que ha pasado por editoriales como Marvel o DC Comics, “no es ningún secreto en España que el circuito de eventos de cómic repite una fórmula que lleva años desgastándose lentamente”. El negocio que algunos han hecho alrededor del cómic —en la disociación entre lo occidental y lo japonés, acompañado de elementos como el cosplay o la proliferación masiva del merchandising— ha creado una burbuja alimentada de un público que se disfraza de sus personajes favoritos y acude a estos eventos para encontrarse con sus amigos, pero que no gasta un solo euro en tebeos.
El componente cultural queda reducido a la nada, y son pocos eventos los que verdaderamente ofrecen propuestas aperturistas al público de a pie. “Por fortuna el evento era consciente de la situación y ha apostado con valentía por devolver los tebeos a la calle en Granada”, dice Aranda, que define el nuevo rumbo del salón como “ilusionante”, ya que, añade, “ha recuperado su misión fundamental no solo como punto de reunión de profesionales y aficionados, sino también como motor divulgador de toda la cultura e historia de este maravilloso medio”.
Granada empezaba abril con ganas de cultura, que ya es decir. Oír hablar de apuestas culturales en la ciudad andaluza se ha convertido en algo tan utópico como ver a las instituciones colaborar mutuamente para sacar adelante proyectos que pongan de relieve la enorme capacidad de Granada para...
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Manuel Gare
Escribano veinteañero.
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