Tribuna
Fútbol popular, reinventando el fútbol de la gente
Emilio Abejón 19/04/2016
Afición del Club de Accionariado Popular Ciudad de Murcia
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Este próximo mes de julio se celebra en Gijón el III Encuentro de Fútbol Popular y en él se darán cita clubes de fútbol que funcionan de un modo muy diferente a como nos han hecho creer que deberían funcionar todos los clubes en un entorno tan profunda como recientemente mercantilizado. Son clubes creados y gestionados democráticamente por aficionados que han decidido, muchos de ellos tras traumáticas experiencias de desaparición o deslocalización de sus clubes, fundar equipos en los que los factores sociales y comunitarios primen sobre la razón mercantil, clubes que sean vibrantes instituciones culturales en sus ciudades y no meros instrumentos empresariales para extraer valor económico de sus aficionados.
Escribía recientemente en este mismo medio sobre el profundo descontento que existe entre los aficionados con la deriva mercantil que el fútbol ha venido tomando desde hace varios años. Cuestiones como los horarios de los partidos, los precios de las entradas, la represión de la cultura de grada con el fin de gentrificar los estadios, etc. crean una sensación de desamparo y alienación entre las aficiones que fundaron y financian económica y sentimentalmente a nuestros clubes. La transformación de la inmensa mayoría de los equipos en sociedades anónimas hace apenas un cuarto de siglo eliminó además los cauces tradicionales de participación de los socios, convirtiéndoles únicamente en clientes.
Este proceso de invasión de todo lo humano por el capitalismo y la lógica de mercado no ha conseguido hacer desaparecer la forma eminentemente comunitaria e identitaria que los aficionados tienen de sentir su relación con sus equipos. Buena parte de los aficionados entienden sus clubes como parte esencial de su comunidad, como realidad vertebradora de la misma y conformadora de su identidad. El intento de convertir esa realidad social tan íntima en lo personal y tan social en su dimensión y trascendencia en una mera relación mercantil, en uno o varios actos de consumo entre un proveedor de entretenimiento, el club, y un consumidor del mismo, el aficionado, no es más que un intento más de convertir lo complejo de las relaciones sociales humanas en simples relaciones de intercambio en el mercado. La supeditación de los aspectos culturales y por lo tanto sociales de tan complejo fenómeno a la mera actividad mercantil ha sido sumamente empobrecedora y como tal difícilmente sostenible.
En este caldo de cultivo ha ido creciendo en los últimos años el movimiento del fútbol popular, que busca no sólo volver al tipo asociativo de club previo al año 92 sino a un tipo de organización más democrática y horizontal y, sobre todo, que los aficionados vivan su relación con sus clubes de una forma social natural, no como objetos de explotación económica por parte de estos. Forman parte de este movimiento clubes de todas partes de la geografía española. Algunos son pequeños grupos de aficionados románticos a la sombra de mastodontes mediáticos de nuestro fútbol, otros son instituciones con varios miles de socios, por lo general muchos más que la media de los clubes de la categoría en que juegan, que van ascendiendo poco a poco hacia una división más acorde a su masa social. Pese a la disparidad geográfica y demográfica, comparten todos una visión del fútbol como espacio social y cultural común y trabajan en su preservación y promoción en un entorno hostil.
En 2007, un grupo de aficionados del Atlético de Madrid, cansados de una sociedad anónima deportiva cuyos dueños además lo eran merced a un delito de apropiación indebida, fundó el Atlético Club de Socios. El primer club de lo que aún no se denominaba “fútbol popular”. Desde entonces ha nacido o adoptado esta filosofía una decena de clubes que militan desde el último escalón del fútbol regional hasta la Tercera División.
Unos años más tarde, en 2012 en Murcia, tras la venta y deslocalización de CF Ciudad de Murcia SAD a Granada, un grupo de aficionados del Ciudad decidió unir el modelo británico del FC United of Manchester, de estilo cooperativo, a la denominación de “accionariado popular”, de origen italiano, para fundar el Club de Accionariado Popular Ciudad de Murcia, que, tras tres ascensos en cuatro años, compite en el grupo murciano de la Tercera División.
Poco antes, en 2011 en Palencia, tras la decisión de la asamblea del CF Palencia de transformar el club en sociedad anónima, un grupo de socios decidió desvincularse para fundar el Club Deportivo Palencia. A día de hoy, el CF Palencia ha desaparecido por su mala gestión mientras que el CD Palencia compite en Tercera División, siendo uno de los principales impulsores del movimiento y anfitrión del primer encuentro de clubes populares celebrado en 2014.
En Logroño, Salamanca, Jerez de la Frontera, Orense y Logroño vivieron experiencias traumáticas de las que hacen que los aficionados revisen su relación con el fútbol. Los aficionados del CD Logroñés, la Unión Deportiva Salamanca, del CD Xerez y del CD Ourense padecieron gestiones nefastas de dirigentes de sus sociedades anónimas que las llevaron a su desaparición, o casi, como en Jerez. En algunos lugares, tras un acontecimiento traumático como este, los aficionados son aleccionados para esperar a que llegue un mesías salvador que recree el modelo personalista; sin embargo, en todos estos lugares prefirieron crear clubes democráticos en los que pudieran tomar sus decisiones y no pasar de ser clientes de una SAD a ser clientes de otra. Así nacieron la SD Logroñés, Unionistas de Salamanca, el Xerez Deportivo FC y la UD Ourense.
El anfitrión de este encuentro del mes de julio es el Unión Club Ceares, club del barrio popular gijonés del mismo nombre que milita en la tercera división asturiana. El Ceares, tras años de languidecer socialmente, hace un lustro, tras la elección de una joven directiva que reorientó la filosofía del club, se ha convertido en un actor dinamizador de la vida social y cultural local, consiguiendo, además, los mejores resultados deportivos de su historia con la disputa de la fase de ascenso a Segunda División B en 2014. Todo ello pese a tener uno de los presupuestos más pequeños de la categoría.
Cada uno de estos clubes, junto al FC Tarraco, el Avilés Stadium o los proyectos incipientes de fútbol popular de Orihuela, Lucena o Bahía de Cádiz, tiene una historia de ilusión frente al conformismo y de creación de alternativas frente al pensamiento único. Están reinventando el fútbol de la gente.
Es curioso cómo muchos de estos proyectos, sobre todo los más tempranos, aparecieron espontáneamente y sin relación entre sus grupos promotores, pese a que les movían ideas similares. Sólo unos años después empezaron los contactos y el sentimiento de formar parte de un movimiento, creándose una red de apoyo a nuevos proyectos de fútbol popular en la que todos comparten experiencias y buenas prácticas en la gestión de sus respectivos clubes. Esta nueva red está aportando a nuestro fútbol una perspectiva diferente y muy necesaria en un momento en que las dinámicas económicas nos han llevado a creer que no hay otro fútbol posible más allá del de las grandes estrellas mediáticas multimillonarias totalmente alejadas del mundo real, de los fondos de inversión y de las operaciones inmobiliarias especulativas con los terrenos de los estadios donde un día nuestros sueños infantiles se hicieron realidad.
El fenómeno del fútbol popular no es únicamente español, en varios países europeos, incluso en algunos en que la forma jurídica mercantil para los clubes existe desde hace muchas décadas, en los últimos años han aparecido clubes democráticos propiedad de sus aficionados. Son muy conocidos los casos del FC United of Manchester, que ya he citado, y el AFC Wimbledon en Inglaterra, este último compitiendo en categoría profesional. También en Italia la US Ancona, Unione Venezia o Cava United, en Bélgica el KSK Beveren o en Alemania el HFC Falke son clubes de filosofía similar a los clubes populares españoles. Existe una organización, Supporters Direct Europe (SDE), de la que FASFE es miembro, que presta servicios a muchos de estos clubes y a todos los aficionados que desean convertirse en actores responsables en sus entidades. Recientemente la Unión Europea otorgó financiación a través de su programa Erasmus+ para un proyecto liderado por SDE para formación e intercambios entre clubes democráticos y organizaciones nacionales de aficionados. FASFE y el CAP Ciudad de Murcia son los socios españoles del proyecto, que también dará oportunidad a todos los clubes populares españoles de participar.
Aún es pronto para saber si este modelo de fútbol democrático y participativo se consolidará sin perder su esencia en su viaje hacia el fútbol profesional, donde seguro llegarán varios de los clubes del movimiento en un futuro no muy lejano. El entorno legal es sin lugar a dudas todo menos facilitador para este tipo de entidades. Es necesaria la aprobación de la tan esperada nueva Ley de Deporte Profesional que elimine de una vez la obligación para los clubes de estar constituidos como sociedades anónimas deportivas para poder competir en categoría profesional y la instauración de un verdadero sistema de juego limpio financiero que elimine los incentivos perversos hacia la insostenibilidad y todas las facilidades para el blanqueo transnacional de capitales que otorga el actual sistema. Estas medidas, acompañadas de incentivos y capacitación para las aficiones, podrían convertir nuestro fútbol en un entorno equilibrado en el que entidades asociativas y cooperativas como las del fútbol popular podrían proliferar, contribuyendo así a crear un fútbol más sostenible y cercano a sus seguidores. En cualquier caso, lo que el movimiento del fútbol popular sí ha conseguido ya es poner de manifiesto que otro fútbol es posible y en él los aficionados no son sólo consumidores sino protagonistas.
Emilio Abejón es miembro de la asociación de aficionados del Atlético de Madrid Señales de Humo, y actualmente es secretario y tesorero de la Federación de Accionistas y Socios del Fútbol Español (FASFE)
Este próximo mes de julio se celebra en Gijón el III Encuentro de Fútbol Popular y en él se darán cita clubes de fútbol que funcionan de un modo muy diferente a como nos han hecho creer que deberían funcionar todos los clubes en un entorno tan profunda como recientemente mercantilizado. Son clubes creados y...
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