Baloncesto
Ioannis Bourousis: ser protagonista, sentirse protagonista
Mariano Galindo 4/06/2016
Iannis Bourousis
ACB mediaEn CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
“¿Si llegaras a la Final de la ACB te gustaría medirte al Madrid?”
“Para mí lo importante es el Baskonia y estar lo más arriba posible”.
“¿Pero si pudieras elegir rival en una hipotética final?”
“El Madrid, sí”.
Ioannis Bourousis contesta en inglés a las preguntas de este periodista. En las distancias cortas, el flamante y recién elegido MVP (jugador mejor valorado) de la ACB es un tipo tremendamente amable, correcto, divertido incluso. Lo es ahora, en el momento en que vive su mejor temporada como profesional, no solo lo decimos nosotros; él tampoco duda en afirmarlo. Y lo fue en el pasado, cuando distaba mucho de ser protagonista en un equipo ganador como era el Real Madrid de Pablo Laso. Bou ha pasado de ser el último de la rotación del campeón de Europa, de Liga y de Copa, a convertirse en el referente de un Baskonia que ha recuperado su sitio en el Viejo Continente y que busca hacer lo propio en una Liga Endesa demasiado polarizada entre blancos y culés.
Se dice en los corrillos que Bourousis habla castellano, pero que no le apetece mucho expresarse en esa lengua. El griego siempre dio la sensación de ser de esos tipos que hacen un poco lo que le viene en gana, porque es de esa clase de gente que puede hacerlo. Hace un año, ni posaba en las fotos de grupo en el Palau, cuando el Madrid conquistaba la ACB tras barrer al Barcelona. Un poco más feliz se le vio un mes antes, cuando los merengues alzaban la Euroliga en el Palacio de los Deportes. Bou posaba, trofeo en mano, en un vestuario bañado en champán. Su participación en la exitosa Final Four 2015 se redujo a nueve minutos entre semifinal y final. El heleno estaba completamente fuera del plantel, al que había llegado en la temporada 2012-13 y de cuya rotación había ido desapareciendo de forma paulatina, hasta terminar sus días de madridista sentado en el vestuario tras los encuentros, uniforme impoluto de quien no lo usa, de quien no lo suda con el esfuerzo de su cuerpo.
Posiblemente, la historia de Bourousis en el Madrid fue una mezcla de todo: Laso no le pone tantos minutos como el griego cree merecer, el ventilador empieza a girar y se retroalimenta. Bourousis comienza a dejarse ir en su segunda temporada en el Madrid, a la vez que el técnico vitoriano ve que tampoco le necesita demasiado, que la maquinaria funciona a la perfección y que incluso, en momentos determinados, otro desahuciado como Mejri puede dar algo de minutos de aire. No digamos ya Slaughter, quien le había adelantado por la derecha tiempo atrás.
Para una carrera contrastada como la del pívot griego, sentirse protagonista es fundamental. En la capital de España Bou no se ve así, complicada empresa donde otros llevan el timón y donde los pívots no son la piedra angular del concepto de baloncesto que tiene Laso.
Un día de verano de 2015, de forma escueta, el Madrid anuncia lo que todos sabíamos desde hacía demasiado: Bourousis dejaba de ser jugador del club. Faltaba por conocer su destino, pero ya nadie dudaba que a sus casi 32 años, el de Karditsa elegiría un plantilla donde el juego girase a su alrededor durante el tiempo que estuviera en pista. Ser protagonista, sentirse protagonista. No se trataba de más o menos minutos, de ser o no titular, sino de que en el tiempo en que estuviera en cancha, sus 210 centímetros fueran el foco en el que se fijaran sus compañeros. La referencia.
Baskonia le convenció y le ofreció ese puesto de mando en el equipo. Bourousis empezó al máximo la 2015/16, acumulando menciones individuales tanto en España como en Europa. No fueron pocos los que entonces miraron al Madrid, sumido en problemas tras una temporada plena, y pensaron si el griego no sería necesario en su exequipo. Otros, más maliciosos, buscaron la oportunidad de atizar a Laso y toda la planificación merengue, olvidando que con un Bourousis testimonial, el Madrid hizo la mejor campaña de su historia.
Sin embargo, era todo más sencillo. Bou y el Madrid no se necesitaban ni se completaban y la vida siguió, y sigue, para cada uno por su lado. A todos les fue más o menos bien con el cambio, aunque los blancos han acusado en varios momentos de la temporada cierta falta de contundencia cerca del aro. La contundencia que el pívot griego ofrecía 280 kilómetros al norte de la capital.
Perasovic, técnico del Baskonia, sí supo aprovechar para su juego lo que ofrecía el heleno, de unas características que nunca necesitó especialmente Laso, pero que cuajaron en Vitoria de la mejor forma posible. Porque Bourousis arrastra rivales, abre opciones de tiro, postea, anota, intimida, tiene buena mano a media y larga distancia y por momentos es ciertamente imparable. Todo ello sin acumular toneladas de minutos (25 por partido en competición europea) y sin la obligación de salir de inicio. En los 29 encuentros de Euroliga jamás fue titular; en los 32 de Liga Endesa, únicamente en dos ocasiones. Da igual: ser y sentirse protagonista va más a allá de eso. El center lo ha conseguido en el Baskonia y es la mejor manera de que un talento y una fuerza como la suya, salgan a la luz, afloren. A Bourousis hay que mimarlo, hacerle ver que es importante. Él responde siéndolo y erigiéndose líder de un plantel vasco que acaba de competir en la Final Four de la Euroliga después de muchas ausencias --accediendo a Berlín desde el Grupo de la Muerte-- y que aspira a dinamitar la bipolaridad asentada en la Liga Endesa.
“Sí, el Madrid”. Ése es el rival que quiere Bou en la última etapa de la temporada, en la Final. Siempre muy correcto con la que fue su casa durante dos años, el MVP de la ACB esconde bajo esa gran sonrisa helena unas ganas tremendas de venganza. Deportiva, claro, pero venganza. Las miradas al banquillo en los duelos previos entre Baskonia y Madrid lo dejan claro. Ante los micrófonos --en inglés, porque él es así--, Bou es cordial con su antiguo club. En la pista es otra historia. Allí no existe más que el idioma del baloncesto, el que juega a las mil maravillas cuando le hacen sentir rey. Hasta el punto de que se convierte en el mejor. El MVP con el que la liga ACB reconoció su gran temporada es la muestra.
“¿Si llegaras a la Final de la ACB te gustaría medirte al Madrid?”
“Para mí lo importante es el Baskonia y estar lo más arriba posible”.
“¿Pero si pudieras elegir rival en una hipotética final?”
“El Madrid, sí”.
Ioannis Bourousis...
Autor >
Mariano Galindo
Suscríbete a CTXT
Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias
Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí