NBA
El bautizo NBA para dos ‘made in’ ACB
Jorge Campo Teruel 4/05/2016
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Mario Hezonja y Kristaps Porzingis no son españoles, pero como si lo fueran. Llegaron a la península siendo dos chavales para mejorar su calidad en el deporte de la canasta, y vaya si lo hicieron. El baloncesto les dio un billete de ida a España, y en vez de coger el de vuelta, prefirieron cruzar el charco y jugar en la NBA. Esto ya se les quedaba pequeño, y eso que ninguno de los dos superaba la veintena cuando cruzaron el Atlántico.
Llegaron a la NBA siendo dos de los jóvenes más prometedores para la temporada que está cerca de acabar, ambos elegidos en el top 5 del Draft del verano pasado, la manera más tradicional de entrar a la NBA para una joven promesa. Porzingis, que militaba en el CB Sevilla hasta el verano pasado, fue elegido en cuarta posición por los New York Knicks. Al mismo tiempo, Hezonja, viniendo desde la ciudad condal, fue elegido por los Orlando Magic en quinta posición.
El letón llegó a Sevilla con 15 años, y en sus 4 años en la capital andaluza dio un salto de calidad enorme de la mano de uno de los mejores entrenadores españoles de todos los tiempos, Aíto García Reneses. Mientras que en Sevilla era el ídolo de la afición, su aventura NBA no empezó muy bien: nada más hacerse oficial que los New York Knicks le habían elegido para intentar reconstruir un equipo de capa caída, los aficionados le abuchearon y menospreciaron, debido a que en el continente americano los deportistas internacionales no son, normalmente, tan reconocidos. Meses después el gigante letón se ha ganado a los aficionados de la Gran Manzana y ha demostrado de lo que es capaz.
En su primera experiencia fuera de Europa, Porzingis ha conseguido 14,3 puntos, 7,3 rebotes y 1,9 tapones por partido, unos números que han hecho que se convierta en la referencia del equipo neoyorquino y que los aficionados le apoyen como a ningún otro. Él mismo dijo la noche del Draft que iba a convertir los abucheos en aplausos. Efectivamente, lo consiguió. Noche tras noche, la Meca del baloncesto se rinde a los pies de un veinteañero nacido en Letonia y ‘desarrollado’ a las orillas del Guadalquivir.
La abundancia de reseñas sobre sus actuaciones contrastan con las del otro joven acb que desembarcó este año en la mejor liga del mundo, Mario Hezonja, y que tampoco se ha quedado corto en su primer año de rookie. El croata aterrizó en Orlando el pasado verano venido desde el FC Barcelona, donde Xavi Pascual no lo aprovechó al máximo de su potencial, y tuvo un inicio de temporada bastante bueno.
Hezonja venía a comerse el mundo a un equipo en desarrollo como son los Orlando Magic, que cuentan con varias promesas en su plantilla. La ciudad condal le había visto crecer desde los 16 años, pero la salida no fue la mejor para el jugador de Dubrovnik, que necesitaba un cambio de aires para demostrar lo que valía y podía aportar como jugador de baloncesto.
El croata ha tenido el año rookie por definición: comienzo a un nivel variante dependiendo del jugador en cuestión en lo que a habilidad baloncestística se refiere, bajón de nivel a mediados de temporada por la frecuencia y el número de partidos, y recuperación en el tramo final, cuando cuerpo y mente se adecúan a la dureza de la temporada NBA.
En sus primeros partidos en la franquicia de Florida promedió unos números que no eran estratosféricos: 5,3 puntos y 0,7 asistencias en 14 minutos por partido, pero, aunque no brillase, dejó buenas actuaciones ayudando desde el banquillo y la gente ya se ilusionaba con el exbarcelonista. Desde ahí hasta mitad de temporada su nivel bajó, y sin ningún partido destacado sus números bajaron hasta los 4,2 puntos puntos por partido.
Sin embargo, a Hezonja, que ya se tuvo que acomodar a vivir en Barcelona siendo solo un chico de 16 años, no le costó aclimatarse mucho al clima NBA y desde mitad de temporada sus puntos incrementaron hasta los 7,9 por partido, y los rebotes y asistencias a 3 y 2 por partido, respectivamente. Con actuaciones como sus 17 puntos para cerrar el mes de enero contra Boston, los 21 puntos y 5 rebotes contra Chicago, o los 19 puntos y 7 asistencias en el penúltimo partido de la temporada contra Milwaukee, Hezonja pasó de jugar poco más que los minutos de la basura y ocasiones aisladas a disputar 23 minutos por encuentro, prácticamente la mitad de los 48 reglamentarios en la liga norteamericana.
Sin hacer tanto ruido como Porzingis, el croata se ha asentado en la rotación de Orlando, un equipo con grandes promesas de las que se hablará en un futuro cercano, y Hezonja será uno de los que estará ahí para explotar definitivamente como jugador y demostrar de lo que está hecho.
Estos son las dos promesas que pasaron el charco desde España el último verano para jugar en la mejor liga del mundo. Esperemos que este número vaya en aumento durante los próximos años, y que lleguemos a ver decenas de jóvenes saliendo de la península para desarrollarse y mejorar su baloncesto en la mejor liga del mundo, la NBA.
Mario Hezonja y Kristaps Porzingis no son españoles, pero como si lo fueran. Llegaron a la península siendo dos chavales para mejorar su calidad en el deporte de la canasta, y vaya...
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Jorge Campo Teruel
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