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Lo que decía, ha dicho y dice Cameron sobre Europa
Recopilación de algunos de los principales discursos y declaraciones del primer ministro británico sobre las instituciones comunitarias, el euro y la permanencia de Reino Unido en la UE
ctxt 15/06/2016
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El próximo 23 de junio los británicos están llamados a votar su futuro dentro de la Unión Europea en un referéndum convocado por David Cameron, que ha pasado de mostrar una postura crítica y escéptica hacia las instituciones comunitarias y el modelo europeo a ser el más firme defensor de la permanencia de su país en la UE.
Desde que en 2013 anunciará --amenazará con-- la convocatoria de un referéndum sobre la UE si lograba ganar las elecciones hasta estos últimos días previos a la votación, en los que las encuestas muestran el Brexit como una posibilidad real, dan una ventaja de entre dos a cuatro puntos a los euroescépticos, el primer ministro británico ha ido modelando, adaptando, variando su discurso.
Recopilamos lo que decía, ha dicho y dice David Cameron sobre la UE, el euro y la permanencia de Reino Unido en la Unión. Nos basamos para ello en cuatro documentos: su discurso del 23 de enero de 2013 en el que presentó la propuesta del referéndum; la carta enviada al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, el 10 de noviembre de 2015, en la que exigía una serie de reformas de las instituciones y leyes comunitarias para evitar la salida británica de la UE; un artículo publicado en The Telegraph el 27 de febrero de 2016, en el que defendía que el Brexit sería el “riesgo del siglo”; y sus declaraciones en la conferencia de prensa el 7 de junio para instar a registrarse para poder votar en las últimas horas ante de la fecha límite
Discurso del 23 de enero de 2013 para presentar la propuesta de un referéndum sobre la adhesión de Gran Bretaña a la UE
La futura forma de Europa está siendo forjada. Hay algunas cuestiones muy serias que definirán el futuro de la Unión Europea – y el futuro de todos los países que la componen.
La Unión está cambiando para ayudar a reparar/dirigir el euro – y eso conlleva grandes implicaciones para todos nosotros, estemos en la moneda única o no.
Gran Bretaña no está dentro del euro y nunca lo estará. Pero todos necesitamos que la eurozona tenga el gobierno y las estructuras correctas para asegurar una divisa exitosa a largo plazo.
Y aquellos que estamos fuera de la eurozona también necesitamos ciertas garantías para asegurar, por ejemplo, que nuestro acceso al mercado único no se vea de ninguna forma comprometido. Hay que empezar a abordar estas cuestiones enseguida.
Mientras hay algunos países en la UE a los que les va bastante bien. Si miramos en conjunto, la participación de Europa en la producción mundial está abocada a caer por lo menos un tercio en las próximas dos décadas. Este es el reto de la competitividad – y la mayor parte de nuestra debilidad en esta competición es autoinfligida.
Las complejas reglas que restringen nuestros mercados laborales no son un fenómeno acaecido de manera natural. Igual que la excesiva regulación no es una plaga externa que ha venido a visitar nuestros negocios. Estos problemas llevan ahí demasiado tiempo. Y el progreso en tratar con ellos es demasiado lento.
Hay una frustración creciente en la que la UE es vista como algo que se le hace a la gente en vez de actuar en su nombre. Y esto ha sido intensificado por todas las soluciones requeridas para resolver los problemas económicos.
Estamos empezando a ver manifestaciones de esto en las calles de Atenas, Madrid o Roma. Estamos viéndolo en el Parlamento de Berlín, Helsinki y La Haya. Y sí, por supuesto, estamos viendo esta frustración con la UE de manera muy dramática en Gran Bretaña.
Y mi argumento es éste. Más de lo mismo no va a asegurar un futuro a largo plazo para la eurozona. Más de lo mismo no va a ver a la Unión Europea seguirle el ritmo a las nuevas y poderosas economías. Más de lo mismo no va a hacer a la UE más cercana a sus ciudadanos. Más de lo mismo sólo va a producir más de lo mismo: menos competitividad, menos crecimiento, menos trabajos.
Es un sinsentido que las personas que compran en internet en algunas partes de Europa sean incapaces de acceder a las mejores ofertas por culpa de donde viven. Quiero que completar el mercado único sea nuestra principal misión.
En una carrera global, ¿podemos realmente justificar el enorme número de costosas instituciones europeas periféricas?
¿Podemos justificar una comisión que siga creciendo?
¿Podemos seguir con una organización que tiene un presupuesto multimillonario pero no pone suficientemente el foco en controlar los gastos y cerrar los programas que no han funcionado?
Y preguntaría: cuando la competitividad del mercado único es tan importante, ¿por qué existe una consejo de medioambiente, un consejo de transporte y un consejo de educación, pero ni un solo consejo para el mercado único?
La competitividad demanda flexibilidad, elección y amplitud – sin embargo Europa terminará en territorio de nadie entre las economías emergentes de Asia y el mercado impulsado por Estados Unidos.
El Tratado Europeo compromete a los Estados miembros a “establecer los fundamentos para una unión aún más estrecha entre los pueblos de Europa”.
Entendemos y respetamos el derecho de los demás a mantener su compromiso con este objetivo. Pero para Gran Bretaña –y quizás para los demás– no es el objetivo.
Y estaríamos mucho más cómodos si el Tratado específicamente lo dijese, dando libertad a los que quieren ir más allá, más rápido, para hacerlo, sin ser retenido por los demás.
No nos dejemos engañar por la falacia de que un profundo y factible mercado único requiere todo para estar armonizado, para anhelar después algún inalcanzable e infinito campo de juego.
Necesitamos que los parlamentos nacionales tengan un rol mucho más grande y significativo.
No existe, en mi opinión, un único demos europeo. Se trata de los parlamentos nacionales, que son, y seguirán siendo, la verdadera fuente de legitimidad democrática y de rendición de cuentas en la UE.
Sean cuales sean los nuevos acuerdos promulgados para la eurozona, deben de funcionar de manera justa para los que están dentro y para los que están fuera.
No nos vamos a unir a la moneda única. Pero no hay una razón económica aplastante por la que el euro y el Mercado único tengan que compartir los mismos límites, no más que el Mercado único y Schengen.
La gente siente que la UE está tomando un rumbo al que ellos nunca se apuntaron. Están resentidos con la interferencia en nuestra vida nacional por lo que ven como reglas y regulaciones innecesarias. Y se preguntan cuál es el propósito de todo ello.
En pocas palabras, muchos se preguntan ¿por qué no podemos tener aquello a lo que votamos unirnos– un mercado común?
Existe, ciertamente, mucho que hacer en este frente. Pero la gente también siente que la UE está dirigiéndose hacia un nivel de integración política, muy alejado de la zona de confort de Gran Bretaña.
Ven tratado tras tratado cómo cambia el equilibrio entre los Estados miembros y la UE. Y se dan cuenta de que nunca se les ha pedido su opinión. Han tenido promesas de referéndums – pero no llevadas a cabo. Han visto lo que ha pasado con el euro. Y se dan cuenta de que muchos de nuestros líderes políticos y empresariales instaron a Gran Bretaña a que se uniera en su momento. Y no han escuchado muchas palabras de arrepentimiento por ello.
Por todo esto estoy a favor de un referéndum. Creo que hay que confrontar el problema – dándole forma y liderando el debate. No se trata simplemente de esperar que esta difícil situación desaparezca. Algunos argumentan que la solución consiste en ir directamente a un referéndum de dentro o fuera ya. Entiendo la impaciencia de querer tomar esta decisión inmediatamente. Pero no creo que tomar la decisión en este momento sea la opción correcta ni para Gran Bretaña ni para Europa en su conjunto.
En otras palabras, un acuerdo que estaría totalmente en consonancia con la misión de actualización de la Europea que he descrito hoy. Más flexible, más adaptable, más abierta – preparada para los desafíos de la edad moderna.
Carta al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, del 10 de noviembre de 2015: “Un nuevo acuerdo para el Reino Unido en una reformada Unión Europea”
La Unión Europea tiene una larga historia de respeto a las diferencias de sus muchos Estados miembros y de trabajo para superar los retos de manera que funcione para toda la Unión Europea. Por ejemplo, con los protocolos y otros instrumentos acordados para Dinamarca e Irlanda, la UE fue capaz de llegar a un acuerdo que trabajaba a favor de cada uno de estos países y no perjudicaba a otros Estados miembros.
Nuestras preocupaciones realmente se reducen a una sola palabra: flexibilidad. Y es con este espíritu con el que propongo las cuatro áreas principales en las que el Reino Unido quiere reformas.
1. Gobernanza económica:
No queremos interponernos en el camino de las medidas que los países de la eurozona han tomado para asegurar el futuro a largo plazo de su moneda. Pero queremos asegurarnos de que estos cambios respetarán la integridad del Mercado único y los intereses legítimos de los miembros fuera del euro.
Estoy seguro de que podemos lograr un acuerdo que funcione para todos.
Gran Bretaña no está buscando una nueva opción para el Reino Unido en esta área --tenemos opción sobre la moneda única que necesitamos. Tampoco estamos buscando un veto sobre lo que se hace en la zona euro. Lo que buscamos son principios legalmente vinculantes que preserven el funcionamiento de la Unión para todos los 28 Estados miembros --y mecanismo de salvaguardia para garantizar que se cumplan y se respeten estos principios.
Estos principios deben incluir el reconocimiento de que:
- La UE tiene más de una moneda.
- No debe haber ninguna discriminación y ninguna desventaja para cualquier negocio basada en la moneda del país.
- La integridad del mercado único debe ser protegido.
- Cualquier cambio que la zona euro decida hacer, tales como la creación de una unión bancaria, debe ser voluntaria para los países que están fuera del euro, nunca será obligatoria.
- Los contribuyentes de los países fuera del euro nunca deberán ser financieramente responsable por operaciones de apoyo a la zona euro como una moneda.
- Del mismo modo que la estabilidad financiera y la supervisión se ha convertido en un área clave de competencia de las entidades de la zona euro como el BCE, son también un área para las institutos nacionales, como el Banco de Inglaterra, para los no miembros del euro.
- Y cualquier conflicto que afecte a todos los Estados miembros debe de ser discutido y decidido por todos los Estados miembros.
2. Competitividad:
La gente en toda Europa quiere a la Unión Europea para ayudar a generar crecimiento y empleos. Gran Bretaña siempre ha sido una campeona en hacer que Europa sea más competitiva.
Por eso, Reino Unido invita a la actual Comisión Europea a centrarse en apoyar el crecimiento económico y retirar la legislación innecesaria. Esto incluye importantes medidas que los empresarios británicos han pedido, como por ejemplo, dar pasos hacia un mercado digital único, que podría añadir un 3% al PIB de la UE, y una unión de los mercados de capitales, que ayudará a financiar a empresarios y negocios en crecimiento.
La UE debería también hacer más para cumplir con sus compromisos con el libre flujo de capitales, bienes y servicios. Gran Bretaña cree que tendríamos que unir todas las distintas propuestas, promesas y acuerdos sobre el mercado único, comercio y recorte de la regulación en un claro compromiso a largo plazo para fomentar la competitividad y productividad de la Unión Europea y conseguir crecimiento y trabajo para todos.
3. Soberanía:
Primero, quiero acabar con la obligación de Gran Bretaña de trabajar para una “unión más fuerte” como dice el Tratado. Es muy importante aclarar que este compromiso no se aplicará más a Reino Unido. Quiero que esto se haga de manera formal, jurídicamente vinculante e irreversible.
Segundo, mientras el Parlamento Europeo juega un papel importante, quiero mejorar el papel de los parlamentos nacionales, proponiendo un nuevo acuerdo donde grupos de parlamentos nacionales, actuando juntos, puedan parar una proposición legislativa que no quieran. El umbral preciso de parlamentos nacionales que se necesiten será un tema de la negociación.
Tercero, quiero ver los compromisos de la UE en materia de subsidiariedad totalmente implementados, con proposiciones claras para lograrlo. Como dijo el gobierno holandés [en 2013], la ambición debería ser “Europa donde sea necesario, nacional donde sea posible”.
4. Inmigración:
Gran Bretaña siempre ha sido una nación abierta, comerciante, y no queremos cambiar eso. Pero lo que queremos es encontrar acuerdos para permitir a un Estado miembro como Gran Bretaña restaure el sentido de justicia del sistema de inmigración y reducir el nivel altísimo actual de población que fluye de la UE a Reino Unido. Esto no ha sido planeado y es mucho mayor de lo esperado – mucho mayor que lo que los padres fundadores de la UE concibieron. Estos importantísimos flujos de población tienen, por supuesto, un impacto significativo en muchos Estados miembros, la mayoría de los cuales han visto partir en masa ciudadanos cualificados. Por lo tanto esto es un desafío compartido.
Hemos propuesto que la gente que venga a Gran Bretaña desde la UE tiene que vivir aquí y contribuir durante cuatro años antes de poder acceder a prestaciones en empleo o vivienda social. Y que deberíamos poner fin a la práctica de enviar los subsidios familiares al extranjero.
Artículo de Cameron aparecido en The Telegraph el 27 de febrero de 2016: “El Brexit sería el riesgo del siglo”
Si vota para permanecer en Europa, puedo describirle claramente a favor de que está votando. Nuestros vínculos comerciales con una reformada Europa y el resto del mundo crecerán; seguiremos trabajando con nuestros vecinos para hacer que nuestro país sea más seguro; y Gran Bretaña continuará ayudando a establecer las reglas del mercado de 500 millones de personas en nuestra puerta de al lado, y tendrá algo que decir sobre el futuro del continente al que estamos geográficamente atados.
Es por eso por lo que hoy quiero exponer algunas de las preguntas específicas que los que dejarían la Unión Europea deben responder.
La primera pregunta es: ¿qué relación comercial podría tener Gran Bretaña con Europa después de salir? Cada país al que se ha concedido acceso completo al mercado único ha tenido que pagar en la UE, y aceptar la libre circulación de las personas --pero no tiene nada que decir sobre las reglas que gobiernan esas cosas.
Sólo hay que preguntarle a los noruegos; pagan más o menos lo misma por cabeza a la UE que Gran Bretaña, y aceptan el doble de inmigrantes de la UE, sin embargo, no tienen voz en el Consejo de la UE.
La segunda pregunta es: ¿cuánto tiempo se tarda en poner una nueva relación en marcha --¿y cómo de grande será la incertidumbre para las familias y las empresas en el ínterin? A Suiza le llevó una década negociar su relación actual con Europa, y a Canadá siete años --y todavía no se ha implementado. Por supuesto, los que abogan por salir de Europa dicen que deberíamos simplemente firmar acuerdos comerciales con otras partes del mundo. Pero, ¿cómo de probable es que la India, China o Brasil firmen un acuerdo comercial con nosotros antes de saber qué tipo de nueva relación tenemos con Europa?
La tercera pregunta se refiere a la seguridad. Hoy Gran Bretaña tiene toda una serie de acuerdos con nuestros vecinos europeos: la orden de detención europea, el acceso a los antecedentes penales europeos, el intercambio de información para detener a los terroristas que vengan a nuestro país. ¿Apoyan aquellos que quieren marcharse es red de cooperación en seguridad? Si no es así, tienen que explicar cómo van a proteger a la gente. ¿Qué proponen acuerdos individuales con 27 países? ¿Cuánto tiempo nos llevará?
En cuarto lugar, hay una gran pregunta más acerca de nuestro papel en el mundo: fuera de la UE, ¿es más o menos capaz Gran Bretaña de conseguir las cosas? Por supuesto, somos un país fuerte. Somos la quinta economía más grande del mundo. Tenemos unas fuerzas armadas excelentes. Pero pensad en las cosas que nos han amenazado en los últimos años: la perspectiva de un Irán nuclear; la agresión rusa en Ucrania; el impacto abrumador de la crisis de la migración; el veneno del extremismo islamista y el terrorismo.
Los países europeos tienen que trabajar juntos para hacer frente a ellos, y es a través de la UE que Gran Bretaña ha ayudado a conducir la respuesta de Europa. Y seguirán existiendo estos conflictos si Gran Bretaña deja la UE. Eso no significa que no podemos hacer cosas con la OTAN o con EE.UU.--pero hay una razón por la que nuestros aliados de la OTAN quieren que permanezcamos en la UE.
No hay ninguna duda en mi mente de que la única certeza en la salida es la incertidumbre; dejar Europa está lleno de riesgos. Riesgo para nuestra economía, debido a que el distanciamiento podría ejercer presión sobre la libra, las tasas de interés y el crecimiento. Riesgo para nuestra cooperación en materia de delincuencia y seguridad. Y riesgo para nuestra reputación como un país fuerte en el seno de las instituciones más importantes del mundo.
Conferencia de prensa el 7 de junio para instar a registrarse para poder votar en las últimas horas ante de la fecha límite: “Las seis mentiras completas de los que quieren dejar la UE”
1. Dijeron que somos responsables de rescatar a países de la eurozona
2. Dijeron que nuestro reembolso, el dinero que nos devolverá la UE, está en peligro
3. Dijeron que hemos renunciado a nuestra capacidad de vetar tratados de la UE
4. Dijeron que no teníamos ninguna capacidad para detener la subida de los gastos totales de la UE
5. Dijeron que éramos impotentes para impedir que Gran Bretaña fuese forzada a entrar en un ejército de la UE
6. Dijeron que nos ahorraríamos 8 mil millones de libras si dejamos la UE
Una campaña a favor de salir de la UE que recurre a falsedades totales estafando a la gente para que de un salto al vacío: es irresponsable y está mal y es hora de que sea confrontada al disparate que están vendiendo.
No tire por la borda su trabajo, no tire por la borda el futuro de sus hijos, no tire por la borda la fuerza y el futuro de nuestro país basado en estadísticas engañosas vendida por una campaña determinada a decir lo que sea , cualquier cosa, para conseguir el resultado que quieren.
Documentación recopilada y traducida por Gabriel Méndez y Amanda Andrades.
El próximo 23 de junio los británicos están llamados a votar su futuro dentro de la Unión Europea en un referéndum convocado por David Cameron, que ha pasado de mostrar una postura crítica y escéptica hacia las instituciones comunitarias y el modelo europeo a ser
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