ELECCIONES
El PNV ve “imposible hoy por hoy” un pacto y pide al PP un giro de 180 grados
El partido podría entrar en el juego dependiendo del apoyo del PSOE al acuerdo de Gobierno y de las contrapartidas
Isabel Camacho 2/07/2016
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El PNV perdió 15.000 votos el 26/J, bajó de seis a cinco escaños y con ello cedió la supremacía en Euskadi a favor de Unidos Podemos. Pero ha logrado formar grupo propio y eso le convierte en protagonista a la hora de barajar posibilidades en la formación del Gobierno de España.
En Sabin Etxea esperan la llamada de Rajoy o de Soraya Sáenz de Santamaría, con quien hasta hace algunos meses Andoni Ortuzar, presidente del PNV, mantenía una relación directa y cordial, rota en los últimos tiempos. De momento, el presidente de los populares vascos, Alfonso Alonso, ya ha adelantado la intención de su partido de explorar “a tope” la posibilidad de llegar a un acuerdo con los nacionalistas vascos. Primero, el foco iluminará al PSOE y, después, tratará de integrar en el escenario a los nacionalistas vascos. Eso ha anunciado.
Ambos gobiernos mantienen un contencioso abierto por la convocatoria del Ejecutivo vasco de oferta de pública de empleo en la Ertzaintza
A priori, el PNV no está muy dispuesto a hacer concesiones porque una cosa es hablar, que para eso presume de ser un partido dialogante, y otra, muy diferente, plegarse. Las relaciones entre ambas formaciones han sido inexistentes cuando no tormentosas en los últimos cuatro años y los nacionalistas se han sentido “aplastados” por las políticas del Gobierno de Rajoy y por lo que consideran un ataque “absolutamente intolerable” al autogobierno vasco. Las relaciones están ahora mismo rotas.
Tanto, que ambos gobiernos mantienen un contencioso abierto por la convocatoria del Ejecutivo vasco de oferta de pública de empleo en la Ertzaintza y su negativa al requerimiento del Gobierno español para que la anule. El conflicto sobre la renovación de la plantilla de la policía autónoma se entiende en el PNV como una estrategia más amplia por parte del Gobierno del PP que pasa por apelar a la legislación básica española para acotar las competencias a las que la comunidad vasca tiene derecho en virtud del Estatuto de Gernika y del Concierto económico.
Por todo ello, algunos dirigentes nacionalistas ya han expresado que es "del todo tendencioso" decir que el PNV estará dispuesto a pactar con el PP. Es el caso del responsable Institucional del PNV, Koldo Mediavilla, que llega a decir que el Partido Popular "puede esperar sentado" que su partido le apoye para gobernar porque es un acuerdo "imposible hoy por hoy”.
En medios del PNV se critica que tras cuatro años de incomunicación con el PP, ahora se quiera responsabilizar de la gobernabilidad de España a este partido cuando ellos cuentan solo con 5 diputados, y el PP tiene 137 y el PSOE, 85. Hemos pasado inadvertidos y solo parecían existir los cuatro partidos españoles y ahora, nos quieren mostrar como imprescindibles, vienen a decir.
Apuntan al PSOE como responsable por ser el segundo partido con mayor número de votos y señalan que no tiene sentido pedir al PNV que se abstenga para permitir un Gobierno del PP en minoría para que luego sea el PSOE el que trabaje sus políticas desde la oposición porque es el que dispone de los instrumentos para "impedir políticas, pactar o cerrar otras".
Mucho tendrían que cambiar las cosas para que el PNV apoyara la investidura de Rajoy. Las palabras ahora son rotundas: “El PP tiene que girar 180 grados para hablar con nosotros y con cualquiera. Tiene que haber un nuevo PP y un nuevo Rajoy. Se tiene que reinventar, rodearse de otro tipo de gente, abrirse al diálogo con otros partidos y oxigenar su casa”, declaró Ortuzar al día siguiente de las elecciones antes de volar a Washington para acudir al festival Smithsonian, con el folclore vasco como protagonista.
Sin embargo, aunque “muy difícil”, y dice no estar dispuesto a cambiar su agenda política, su “defensa histórica de lo vasco”, prefiere no adelantar un “no” como respuesta antes de sentarse a la mesa con Rajoy y escuchar sus propuestas.
Si los socialistas estuvieran ahí para abrir un camino de reformas, entonces, el PNV podría entrar en el juego
Porque si en estos momentos parece imposible una vía en exclusiva con Rajoy, si el PP formara mayorías con otros partidos y si los socialistas estuvieran ahí para abrir un camino de reformas, entonces, el PNV podría entrar en el juego. Reformas a los decretazos de la última legislatura del PP. Como la ley mordaza, la Lomce, la reforma laboral y acuerdos sobre medidas para reactivar la economía y definir el modelo de Estado para Euskadi y Catalunya. Todo ello como una vía derivada del acuerdo entre PP y PSOE. Porque si el PNV se decidiera por la abstención en el último momento para posibilitar la formación de un Gobierno presidido por el PP, que, en principio, no le gusta nada, no sería gratis.
Durante el fracasado intento de formar Gobierno tras el 20D, el PNV ya lanzó su propuesta al PSOE pero no obtuvo respuesta. Los nacionalistas entienden que se les rechazó cuando aquellos optaron por Ciudadanos, cerrando así la puerta a acuerdos con otros partidos.
Ahora, si Rajoy llegara a pactar con Ciudadanos, los vascos podrían alejarse aún más del acuerdo porque si el PP está en las antípodas, Ciudadanos ha “vetado” al PNV, se recuerda en medios nacionalistas.
El PNV anunció durante la campaña que tras los comicios se reuniría con quien hiciera falta. Ellos colocarán sus condiciones encima de la mesa, que serán la base de su negociación y que incluyen un apartado de economía, otro de autogobierno y otro de paz y convivencia. A partir de ahí, todo es negociable.
Como ha dicho Ortuzar en alguna ocasión, “una investidura no es un matrimonio político para toda la vida”. El PNV votó a favor de la investidura de José María Aznar en 1996, que dio muy buenos frutos a Euskadi. Luego, las relaciones con el PP se endurecieron pero “hay momentos en los que hay que hablar” porque los nacionalistas vascos dicen que ellos no quieren poner líneas rojas, como otros. El PNV intentará que haya Gobierno para lograr estabilidad pero, ahora mismo, no apoyaría al PP.
Y parece que la sociedad vasca no lo vería mal a tenor de los resultados de un sondeo del Gobierno de Vitoria que concluye que un 74% de los encuestados ve negativa la victoria del PP en las urnas mientras que en diciembre era un 45%.
Un 34% prefiere un Gobierno del PSOE y Unidos Podemos antes que uno presidido por el PP. La sociedad vasca navega en dirección contraria a la del resto de España.
El PNV perdió 15.000 votos el 26/J, bajó de seis a cinco escaños y con ello cedió la supremacía en Euskadi a favor de Unidos Podemos. Pero ha logrado formar grupo propio y eso le convierte en protagonista a la hora de barajar posibilidades en la formación del Gobierno de España.
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Isabel Camacho
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