---------------------------------
En enero CTXT deja el saloncito. Necesitamos tu ayuda para convertir el local en una redacción. Si nos echas una mano grabamos tu nombre en la primera piedra. Del vídeo se encarga Esperanza.

Donación libre:

---------------------------------

El ego de Aznar ha dicho basta. El presidente de FAES, mejor estadista desde Don Pelayo y estatua honorífica del PP, ha decidido dejar de ser esto último. El prohombre está triste, ¿qué tendrá el prohombre? Como buen busto, Aznar no habla, pero el brillo reflejado sobre el bronce o la ausencia de éste nos sirve de pista a los mortales: no está contento con su partido desde hace tiempo. Un partido, el Popular, empeñado en que la vida siga a pesar de su marcha. Un partido que, según círculos cercanos del expresidente, es decir, según el propio Aznar, no le ha defendido correctamente. Nadie sabe explicar bien quién le atacó ni cuándo sucedió algo que requiriera tal defensa, pero en casos de ego agudo esos detalles son lo de menos. Hay antecedentes. En 2012 Cristiano Ronaldo no dimitió, pero se quejó ante la prensa. Estoy triste, anunció solemne el portugués ante los micrófonos sin querer explicar tras el titular el porqué de su tristeza. Quienes se perciben a sí mismos como busto suelen dar pistas pero nunca mancharse las manos con los detalles. En el caso del futbolista todo se debió a una falta de cariño público y económico. El número de veces que desde el club se repetía que era él y no otro el mejor futbolista del mundo no era suficiente y para colmo la nómina de Messi le llevaba la contraria a la mentira dicha con boca pequeña. Algo parecido ha sucedido en el caso de Aznar. Su partido no ha peregrinado lo suficiente por su legado ni le ha “cuidado” como es debido.  

Si algo hemos aprendido de Aznar durante estos años es que cada movimiento de ficha que hace por España, la libertad o sus ideales, además de ir aliñado por el componente de ego, suele generarle un beneficio personal e intransferible. La participación de España en la invasión de Irak, su obra maestra en nombre de la libertad, le abrió las puertas de despachos que siguen dándole rentas por aquellos servicios prestados. Hoy en día, el asalariado español de Rupert Murdoch lleva acumulados dos millones de euros como consejero del grupo empresarial del multimillonario. Tuvo mucho que ver la amistad de Aznar con el expresidente de la privatizada Endesa Manuel Pizarro cuando fue nombrado faro económico del PP para dirigir España ante la crisis que venía. Los favores funcionan en sentido de ida y vuelta y cuando el intento de colocar a Endesa en el Gobierno fracasó en las urnas, el Gobierno entró en Endesa. O eso pensaban ambas partes. La relación contractual con la eléctrica acabó cuando la influencia de Aznar sobre los gobiernos de Rajoy también lo hizo. Estoy triste, debió decir Aznar en aquel momento sin dar pistas de por qué. Sin influencia en el gobierno actual, a Aznar le toca buscarse la vida como todo hijo de liberal.

Su salida de la presidencia honorífica libera a la subvencionada FAES de la pesada carga de la burocracia. Desde ahora, desvinculados Aznar y su criatura del Partido Popular, se acabaron las limitaciones legales para captar dinero privado. Se acabó la vigilancia del Tribunal de Cuentas y se acabó el tope de 25.000 euros para donaciones anónimas. Entre los bustos también hay clases y no hay mejores que los de oro.