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Hola. Parlament de Catalunya. Martes. Se está discutiendo si los Presupuestos son admitidos a trámite, o no. La cosa tiene su miga. Fueron rechazados, gracias a los votos de la CUP, en el veranete. Lo que provocó la moción de confianza y bla-bla-bla en septiembre. Ahora parece que van a colar. Sin ser muy diferentes a los anteriores pero, por lo visto, a cambio de la condición de que el Govern convoque referéndum. Una posibilidad muy lejana, por otra parte. Esta semana, de hecho, un cuadro de CDC --la alcaldesa de Sant Cugat, único municipio del cinturón gobernado por CDC, y Presi de la Diputació--, ha dejado colar que, lo más probable, es que el referéndum no se haga, como en anteriores ocasiones. Puigdemont y el Colegio Oficial de Tertulianos se han entregado a fondo para dejar claro que el referéndum se hará sí o sí. No obstante, es muy poco probable que se celebre, como te dice todo el mundo en petit comité. Aún así, remontaron en público el estado de ánimo social ante lo del referéndum. La nueva postverdad se diferencia de la mentira de toda la vida en que requiere una industria. Por lo que es más sostenible en el tiempo. Ya llevamos, en fin, cuatro añitos. Anyway. Los presupuestos. Se los presento.
No es importante que se aprueben. Su rechazo no supondría la dimisión del Govern sino, con la ley en la mano, la renovación de los presupuestos anteriores. Es importante que se aprueben porque nunca antes ha pasado lo contrario. Aprobar los presupuestos es una suerte de ceremonia, que viene a explicar al mundo que el Govern es un ente fuerte. Pero también son más cosas, que entran dentro del psiconálisis. Verbigracia: tras la sentencia del TC sobre el Estatut -2010-, quedó claro que esto es un Estado Unitario como un pino -como una caja de pino, quedaría más plástico-, y que la Gene, como la autonomía riojana, es una mera descentralizacion administrativa del Estado. Una descentralizacion con parlamento y, en el caso de la Gene, con poli --una suerte de poli que no reconoce la Interpol--. Es decir, una construcción muy extraña cuando de lo que hablamos es de una autonomía comparable a la del Valle de Aosta, en Italia. Muy poca, pero con mucha coreografía, que evita percibirlo. Por eso son importantes las ceremonias de Estado. Como aprobar unos presupuestos. Presupuestos de, lo dicho, una descentralización administrativa del Estado. ¿Por qué la clase política catalana no asume eso, lo explicifica, lo utiliza para explicar la realidad? Porque sería sumir, digo yo, la crisis de Régimen del Estado Español. Sería asumir que, durante décadas, la Gene ha participado en una ficción democrática y federalizante. El Procés y todo la mandanga es, precísamente, un intento de no participar de esa crisis de Estado. De ser inocente. Y, sobre todo, glups, de que la crisis de Estado no participe en la clase política catalana.
Se presentan los presupuestos como los más sociales de la Historia, alocución utilizada desde 2014
Otros datos importantes del presupuesto. Se han vuelto a presentar los presupuestos --con la boca más pequeña que en anteriores emisiones--, como son los últimos-presupuestos-autonómicos --parece ser que no lo serán, nuevamente--. Y --tachán-tachán--, que son los presupuestos-más-sociales-de-la-Historia, alocución que se viene utilizando desde 2014 en cada emisión de presupuestos de descentralización administrativa de un Estado en proceso de austeridad. ¿Lo son este año? ¿Esas frases siguen siendo propaganda?
Es preciso señalar que los presupuestos han aumentado 1.170 millones su gasto social, y que el área de Estado del Bienestar ocupa el 74,7% del total. Algo, por otra parte, normal en una descentralización administrativa que etc. Lluís Pellicer --El País--, gran periodista y, sin embargo, amigo, los ha desglosado. Les cuento. Sanidad, Edu, Servicios Sociales y vivienda suponen 19.120,1 millones. Pero eso supone, a su vez, un 11,7% menos que en 2010, últimos presupuestos sin austeridad. El desglose tampoco es para tirar cohetes. Respecto a 2010, Salut desciende un 10,5%, Educació un 9,9%, Serveis Socials un 11,7%. La cosa vivienda, agárrense, un 44%. El subidón en gasto social, no obstante, se consigue gracias al descenso del 56% en el pago de intereses. Ahora, me dice Pellicer, el pagano de la Gene no es la banca --en la etapa Mas, por cierto, se estuvo a punto de hacer un impago king-size al Deutschebank, con lo que el Deutschebank hubiera reclamado un pasillo hasta Reus; también se suprimieron pagos puntuales a farmacias y servicios sociales para pagarle un pico al Banc de Sabadell, que quería lo suyo y lo quería ya--, sino la cosa FLA. El Estado. No, no son los presupuestos más sociales de la historia. Es el pago de deuda a un interés menor desde que empezó la postdemocracia, cuya gestión económica fue nefasta por parte de Mas. Sentit Crític, en ese sentido y como ejemplo, informa que la Gene --esa descentralización administrativa que etc--, deberá pagar este año más de 100 millones por el alquiler de las sedes que vendió en la etapa Mas. Plas-plas-plas.
Respecto a 2010, Salut desciende un 10,5%, Educació un 9,9%, Serveis Socials un 11,7%. La cosa vivienda, agárrense, un 44%
La ley de acompañamiento --los presupuestos vienen de serie equipados con esa ley--, por otra parte, proclama que es el fin de la austeridad. Y, en efecto, la ley se pasa por el forro el límite de déficit, abusivo, fijado por ley, a su vez, por el Govern Mas, en lo que es la primera medida de austeridad y postdemocracia bárbara en el Estado, anterior a las medidas de Rajoy, y aún más rigurosa. Un ejercicio de brutalidad social insostenible, incluso con la zanahoria del Procés. Y también fija nuevos ingresos, a partir de los tramos autonómicos --es decir, de descentralización administrativa etc-- de tributos. Así, la Gene fijará un impuesto sobre bebidas azucaradas. Polémico. Por una parte, también se lo ha copiado Montoro, lo que ha sentado muy mal en esta descentralización adminisetc. Por otra parte, no es la primera vez que se anuncia. Hace unos años había la firme decisión de establecer ese impuesto, hasta que una empresa de cola embotellada con autorización del propietario mandó parar. Y paró. La OMS, a su vez, fija que las subidas a alimentos dañinos, como es el caso, debe de ser superior al 20% para modificar conductas de consumo. No lo será. Tan sólo se subirán unos céntimos de impuestos indirectos, esos impuestos nada sociales y, me temo, la única idea de impuestos disponible en el neoliberalismo. Que, snif, es donde seguimos estando. Gracias a esas triquiñuelas de sablazo al ciudadano, la Gene ganará 100 millones --menos de lo que paga por alquileres--. Para situarnos sobre el carácter social de la cosa: la Gene podría recaudar 1.000 millones más, a través del impuesto directo/IRPF, subiendo los tramos altos, y a través de alguna modificación en la Ley de Sucesiones --se la pimpló Mas tan solo llegar al power de la descentralización etc-. Pero la Gene --CDC+ERC+Lluís Llach--, autora de los presupuestos más sociales de la Historia II, no está por la labor.
Bueno. La CUP cede dos de sus votos y los presupuestos más sociales del mundo pasan a la siguiente casilla. Los presupuestos, por cierto, tienen una partida de 5 milions para el referéndum que no cesa. Es decir, no hay ninguna partida para el referéndum, sino que hay una, por ese importe, para "procesos electorales". Los consumidores de Procés entienden que eso es un intento épico y heroico de que el TC no meta la mano. Los consumidores de otras sustancias entendemos que es una partida para gastos electorales cuando, en efecto, una vez aplazado o parodiado el referéndum, se convoquen elecciones. Que serían, nuevamente, me temo, las últimas elecciones autonómicas.
Mientras se desarrolla el Pleno, el TC envió sendas cartas al Govern. Quizás, eso es lo único que está pasando en materia Procés
Al día siguiente, miércoles, por cierto, el pleno, subsector izquierdas, se cachondea de la Ley de Acompañamiento y, a su vez, la cámara elabora una resolución por la libertad de expresión y contra las acciones del TC contra Carme Forcadell la Presi del Parlament. Con los votos en contra de PSC, PP y C's. Mientras se desarrollaba el pleno, el TC amplió diligencias por desobediencia a otros miembros de la Mesa, y envió sendas cartas a todos los miembros del Govern, para que se abstuviera de actitudes referénding, de las que usualmente, por otra parte, ya se abstienen solitos. Quizás, eso es lo único que está pasando en materia Procés. El Estado está abusando de la causa penal para un problema político, dándole vidilla y razones democráticas y de derecho a algo que sólo quería negociar una pijada con el Estado y disolverse. Además de en este parlamento, la cosa ha suscitado pronunciamientos en otros parlamentos europeos. La erosión del Estado y del Gobierno empieza a ser constatada internacionalmente, si bien Europa no quiere saber nada de cambios de mapas desde lo de Crimea, y si bien Europa pasa tres pueblos de abusos autoritarios y antidemocráticos, como se percibe con lo de Polonia, Hungría y Turquía. En todo caso, y esto es una metáfora, la única obra del Procés en la dirección anunciada, es obra, a su vez, del Gobierno español.
Si no fuera por eso, el Procés ya estaría tan pocho como estos presupuestos.
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Autor >
Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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