---------------------------------
En enero CTXT deja el saloncito. Necesitamos ayuda para convertir un local en una redacción. Si nos echas una mano grabamos tu nombre en la primera piedra. Del vídeo se encarga Esperanza. 

Donación libre:

--------------------------------- 

Va de Semántica histórica y de caradura electoral. Se ha elegido, por una Fundación, la palabra “populismo” como la palabra clave del año que acaba de terminar, la palabra más repetida en el ámbito de la política y más significativa, usada en sentido despectivo y, por supuesto, peyorativo por la derecha española para calificar a sus enemigos, que le discuten su acción política. Es una extraña palabra, que, hasta hace poco, no figuraba en el Diccionario de la RAE y que ha entrado en él coincidiendo con su mayor empleo público. En su vigésima primera edición, de 1992, no aparecía y sólo posteriormente se sintió la necesidad de incorporarla. Sin embargo, la palabra “populista”, radicalmente conectada con “populismo”, como su derivación lógica, igual que “franquismo” y “franquista” están unidas, se define en dicha edición como “perteneciente al pueblo” o “relativo al pueblo”.  La edición de 2014 la ha incorporado como “populismo”: “tendencia política que pretende atraerse a la clase popular”, como si su frecuente uso hubiera despertado su interés lingüístico y sirviera para denunciar turbias prácticas, como esa “pretensión” de engaño, que hasta ahora no hubiera merecido la pena señalar. Es una sucia palabra, caída del cielo, milagrosamente, que ayuda a la derecha española a denigrar a la creciente izquierda renovada y a segarle la hierba bajo los pies, suponíéndole esa pretensión espúrea  de engaño. Pero, ¿qué más populismo que el partido de los grandes empresarios y de los banqueros, que ha conseguido que aumenten sus beneficios y que se agrande la brecha económica respecto a la población, se autodenomine Partido Popular?