1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

MIGUEL URBÁN / Eurodiputado y miembro de Podemos en Movimiento

“Podemos no corre ningún riesgo de ruptura”

Gorka Castillo 25/01/2017

<p>Miguel Urbán, durante la entrevista. </p>

Miguel Urbán, durante la entrevista. 

Manolo Finish

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Estamos desarrollando un proyecto para una publicación mensual en papel. ¿Nos ayudas a financiarlo?

Donación libre:

Suscripción:

En un despacho decorado con cinco máscaras que transmiten un inquietante silencio, Miguel Urbán (Madrid, 1980) prepara el documento final que  Izquierda Anticapitalista, el sector minoritario que él encabeza, presentará en el segundo congreso que la fuerza morada celebrará en Vistalegre el próximo mes de febrero. Urbán, que como historiador tiene más dudas sobre el futuro de la civilización que sobre el origen del universo, insiste en que ha llegado el momento de dejarse de medias tintas para percutir contra los restos que quedan en pie de un PSOE naufragado. “Tenemos que salir ahora con una propuesta concreta hacia el exterior”, afirma. Reconoce que no le gusta el circo mediático en el que a veces se han visto atrapados algunos de sus compañeros pero Urbán, “el rebelde”, se niega a marcar distancias con los dos rostros destacados de su formación. “Ni Pablo ni Íñigo son socialdemócratas. Eso es un cuento”, añade mientras deja caer algunas perlas que resuenan en la sala con la fuerza de un martillo pilón. Ecos contundentes que él, un joven forjado en los movimientos alterglobalizadores y coautor de libros como No pasarán… aunque lleven trajes, entona con cierta comprensión. Duro como una roca cuando se le cita la gran coalición, se transforma en arena fina al hablar de sus recuerdos en la zapatista Selva Lacandona, de la decepción que le provocó Vistalegre 1 o de la cordial relación que mantiene con los representantes de los otros sectores que conforman su partido. Hábil como una comadreja, entra a todas las preguntas directo, sin matices, “al choque” como haría un jugador de rugby. Quizá, por ello, el instinto político que ha desarrollado en el Parlamento Europeo le dice que la formación morada “no corre ningún riesgo de ruptura”. 

¿Qué queda de aquel Vistalegre de 2014 unitario e ilusionante?

Uff, no sé si aquello fue muy unitario e ilusionante. Depende en qué parte se viviera. Para mí no lo fue porque terminamos convirtiendo un movimiento popular en un partido político. Pienso que hubiera sido más útil mantener la estructura abierta y participativa de los movimientos populares. Creo que el congreso de 2014 demostró que teníamos miedo a la gente. Lo que más me sorprendió de la propuesta que salió elegida fue el temor que mostraba al desborde de la gente. Hubo gente con una larga trayectoria en los movimientos sociales, muy crítica con la organización vertical, que compró aquella fórmula sólo por la idea de ganar unas elecciones. 

Y para el sector que usted representa aquella ilusión no era suficiente.

Es que la idea que se instaló en Podemos es que sólo podíamos ganar a través de una especie de “comando de élite” y nosotros entendíamos que sólo podíamos ganar si ganaba la gente. Recuerdo una frase de Teresa Rodríguez, que fue una obra colectiva, sobre que unas elecciones no las gana ni uno, ni dos ni tres secretarios generales sino la gente. Es muy certera porque la magia de Podemos nace de la mezcla entre un equipo que sabe manejarse en el terreno mediático para ganar espacio, algo tremendamente novedoso en la izquierda europea, y el impulso popular, es decir, ese matiz participativo y de confrontación que aportaba su imagen de apertura. Y aquel Vistalegre cerró esta puerta porque apostó por la maquinaria de guerra electoral en contraposición a la participación popular y a la aportación de los círculos. 

El congreso de 2014 demostró que teníamos miedo a la gente. Lo que más me sorprendió de la propuesta que salió elegida fue el temor que mostraba al desborde de la gente

¿No comparten el peso determinante que tiene la estrategia electoral en Podemos?

Nosotros no estábamos en contra de la maquinaria electoral porque éramos, y somos, conscientes de que todos los partidos la tienen pero defendemos que debe ser complementada con la participación de la gente. Y creo que se ha demostrado que estamos en lo cierto. Hemos obtenido muy buenos resultados en las elecciones, históricos no sólo en España sino en Europa, pero no ha sido suficiente para tomar el cielo por asalto. Y algunos seguimos pensando que el cielo por asalto no se toma sólo ganando unos comicios sino transformando un país y eso va más allá de una maquinaria de guerra electoral. Es necesario construir comunidad, tejido social y un sentido común que ya pusieron sobre la mesa el 15M, las mareas y los movimientos sociales. A nosotros nos parece insuficiente no perder más derechos, queremos conquistar nuevos. 

¿Y los cambios no se hacen desde las instituciones?

Normalmente, los cambios suelen llegar en último lugar a las instituciones. No debemos olvidar que no surgimos con el objetivo de meter gente en los centros de decisión sino que también nacimos para cambiarlas. Ese fue el gran lema del 15M. No nos representan ni los partidos ni las instituciones. Entendemos que la corrupción no se debe a que existan manzanas podridas sino a que todo el cesto, es decir, el entramado institucional, está podrido. Por eso criticamos al régimen del 78, el que hablaba de que teníamos derecho a una casa y a una vida digna que nunca han cumplido, y miramos hacia el horizonte constituyente  

¿Rechaza la reforma?

La idea de una reforma de la Constitución se está instalando en todos los partidos, incluido en Podemos. A nosotros no nos convence. Cuando hablamos de un proceso constituyente no es para decidir si Catalunya sigue o no en España sino para hablar de todo y decidir sobre todo. Y por eso creo que Vistalegre, que sublimó los intereses y las ilusiones de tanta gente, hizo un cierre en falso sobre esta cuestión. 

Cuando hablamos de un proceso constituyente no es para decidir si Catalunya sigue o no en España sino para hablar de todo y decidir sobre todo

¿Y cree que es factible esta propuesta?

Desde Vistalegre sólo hemos bajado en intención de voto. Del 28 y 31% al 22 y 24% actual con Izquierda Unida. Mi impresión es que ha primado un Podemos realista en aspectos como la ineficacia de esta democracia, la impopularidad de no pagar la deuda o la reacción negativa que provocaría intervenir las eléctricas. Las causas que originaron Podemos no han desaparecido: sigue habiendo desahucios, la luz es cada día más cara, continúan privatizando servicios, la desigualdad ha crecido. Todo esto no se ha moderado, entonces ¿por qué vamos a moderar nuestras propuestas?

Hay quien les critica que su nacimiento ha servido para desmovilizar la calle.

Hay mucho que criticar a Podemos porque es un proceso vivo no exento de contradicciones. Creo que cuando haces, no sólo aciertas sino que también yerras pero no creo que Podemos haya desmovilizado a la ciudadanía. Más bien observo un reflujo que ha coincidido con unas elecciones. Una vez que ya ha pasado, lo que toca es conseguir que esa maquinaria electoral se transforme en una organización que genere comunidad y que pueda ayudar a la dinamización de un nuevo ciclo de lucha social. El gran debate es cómo ocuparemos el espacio político-electoral que está dejando huérfano el PSOE.

¿Cómo?

No es un debate únicamente español sino también europeo. Y es muy profundo. Es evidente que la socialdemocracia ha decidido suicidarse por la estabilidad del régimen y de la gran coalición pero está dejando huérfanas a las clases populares. En varios países europeos ese espacio vacío lo está ocupando la extrema derecha. Aquí no, pero no sólo ha sido gracias a Podemos porque lo que convirtió el PSOE en un partido zombi fue el 15M, que fue quien le señaló por tener idénticos objetivos que el PP tras tantos años de alternancia en el gobierno. Aquello sacudió toda la maquinaria socialista y dejó al emperador desnudo. Ahí entró Podemos y ocupamos el espacio. Pero ahora necesitamos volver a percutir contra el PSOE por lo que la forma de hacerlo será uno de los debates centrales que tendremos el próximo mes de febrero en Vistalegre.

Es evidente que la socialdemocracia ha decidido suicidarse por la estabilidad del régimen y de la gran coalición pero está dejando huérfanas a las clases populares

¿Hay muchas diferencias entre ustedes?

Hay compañeros que creen que cierta moderación del lenguaje puede ser positiva.

¿Se refiere al sector que lidera Íñigo Errejón?

No debe personalizarse sólo en Íñigo.

Pero todo el mundo le identifica como el líder del sector “moderado”.

Quien moderó el programa económico de Podemos fue Nacho Álvarez, no Íñigo Errejón. Y quien aceptó la moderación fue Pablo Iglesias. No hagamos caricaturas de todo esto, por favor. Yo no creo que Íñigo quiera hacer de Podemos el PSOE de 1982 pero sí que quiere girar hacia el centro para ocupar el espacio que los socialistas han dejado huérfano, proyectando una solvencia exclusivamente desde lo institucional. 

Entonces, las diferencias internas son sólo estratégicas. ¿No hay discrepancias ideológicas?

Hay un espacio de disputa que es el de la regeneración del partido. Y hay sectores de Podemos que entienden que ese espacio es el centro político. Para nosotros es una estrategia fallida porque ese lugar ya está ocupado por la gran coalición, el establishment. Lo estamos viendo con las revueltas electorales que se están produciendo en el mundo occidental. La gente que se está quedando fuera del sistema culpa a ese establishment, a ese centro, a la élite que ostenta el poder, de haberles expulsado a los márgenes de un sistema social cada vez más menguante. Por eso es importante que en el próximo congreso tejamos un plan para ganar a la gran coalición a partir de este mismo año, no en las elecciones de 2020. Tenemos que terminar ya con esas disputas de patio de colegio que hemos vivido en los últimos meses y salir de Vistalegre con una propuesta concreta hacia el exterior. 

¿Cree que planteando el impago de la deuda, el control social de sectores estratégicos como el energético o la garantía de una renta básica universal es posible ganar unas elecciones?

Tenemos que construir una mayoría social que luego se convierta en una mayoría electoral. No nos podemos conformar con ese millón de votantes que se quedó en casa en las últimas elecciones. Necesitamos llegar a los 11 millones de votos. Por eso nuestro plan es para aplicarlo de forma inmediata, no dentro de cuatro años. No podemos decir a la gente que fijaremos el precio de la luz cuando gobernemos en 2020. Hay que dar soluciones ya. Y eso no se consigue únicamente con el trabajo institucional sino también abriendo un nuevo ciclo de movilizaciones que nos permita poner sobre la mesa un nuevo “sentido común” que atraiga a 11 millones de ciudadanos.

No hay más miedo que el que produce Rajoy gobernando, o que Susana Díaz o Patxi López puedan ser secretarios generales del PSOE. O que Albert Rivera dirija un ministerio

¿Y no pueden provocar un cierto miedo?

No hay más miedo que el que produce Rajoy gobernando, o que Susana Díaz o Patxi López puedan ser secretarios generales del PSOE. O que Albert Rivera dirija un ministerio. Esa gran coalición que conforman el PP, su marca blanca Ciudadanos y la gestora del PSOE es lo que produce miedo a miles de personas que trabajan y no llegan a fin de mes, o que están amenazadas con sufrir un desahucio en cualquier momento. 

Pero las movilizaciones sociales pueden interpretarse como algo muy épico. Como un llamamiento a las barricadas, a la huelga general.

Movilización social es construir tejido social. Es crear cooperativas de consumidores y productores que son quienes están plantando cara al oligopolio energético en este país. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Cádiz, donde el alcalde es Kichi, que está con nosotros en Podemos en movimiento, ha demostrado que se puede tener una generadora de energía limpia que no deja a ningún vecino de la ciudad en la pobreza energética. Pero no sólo es Cádiz. También está la cooperativa de consumo de energía verde Som Energia y todo ese trabajo de economía social y solidaria que empieza a articularse en los barrios. En Madrid está el mercado de San Fernando que iba a ser propiedad de una multinacional y que los vecinos de Lavapiés han recuperado como un sector productivo. Nosotros estamos planteando que debemos desarrollar un plan para que esos proyectos no se queden en iniciativas dispersas sino que sirvan de preparación transformadora del país antes de ganar las elecciones.

El auge de los partidos de extrema derecha deja a Podemos como la única opción de izquierda transformadora y organizada del continente. ¿Debería exportar su fórmula al exterior? 

Y también está Donald Trump, que da más miedo que nosotros porque logró ilusionar a muchos trabajadores. Eso es un motivo de preocupación. Llevamos tiempo observando la lepenización del espíritu europeo y aunque eso da mucho miedo, también está aportando ilusión a mucha gente. Nosotros tenemos que prepararnos para combatir eso. Es cierto que Podemos tiene una responsabilidad que trasciende nuestras fronteras y debe asumir un papel más relevante en la política europea. El problema es que la gran coalición le está comprando parte de su programa a Le Pen. Están haciendo de aprendices de brujo. El cierre de fronteras, la Europa fortaleza que están construyendo es el caldo de cultivo para la xenofobia institucional. Hablamos de la estigmatización del diferente. Las instituciones europeas han pasado de combatir la pobreza a combatir al pobre. Todo esto, unido al suicidio de la socialdemocracia, ha creado un espacio que está ocupando la extrema derecha. Un 15M europeo sería un magnífico comienzo porque abriría un nuevo ciclo de movilizaciones como paso previo a una nueva forma de hacer política con un nuevo repertorio de acción colectiva dentro de lo social que sirva para romper con lo que está sucediendo. Eso que pasó en España, en Europa aún está pendiente. 

El problema es que la gran coalición le está comprando parte de su programa a Le Pen. Están haciendo de aprendices de brujo

¿Por qué no?

Porque los partidos de izquierda aún tienen que realizar una enmienda a la totalidad a sí mismos y al régimen de partidos vigente en Europa. Creo que sólo a través de un proceso de impugnación radical del sistema, la izquierda europea podrá recomponer un proyecto creíble para el continente. El ejemplo es Italia, el país con mayor tradición de izquierdas de todos pero donde un partido como Movimiento Cinco Estrellas tiene una intención de voto entre el 28 y el 30%. Ahí no hay posibilidades de que brote nada de izquierda hasta que no caiga ese partido o alguien percuta contra el Movimiento Cinco Estrellas. 

¿Y a qué se debe el fracaso de la izquierda italiana?

A que decidió subordinarse a la socialdemocracia decadente de Romano Prodi. En España no podemos cometer el mismo error. No podemos entrar como subalternos de una socialdemocracia que aquí no es que esté en caída libre sino que directamente vive un suicidio colectivo.

¿Qué proponen entonces?

Primero, no subordinarnos a esa socialdemocracia decadente. Segundo, impugnar de forma radical el sistema de austeridad, autoritario y xenófobo que representa la gran coalición. Y tercero, reinventar nuevas formas de participación. Hemos propuesto salir de Vistalegre con una propuesta para organizar un gran encuentro europeo antes de las elecciones presidenciales francesas de abril. Un encuentro al que pueda venir gente como Jeremy Corbyn y Bernie Sanders, y también movimientos sociales alternativos del ámbito continental.

No parece muy socialdemócrata. 

Es que no soy socialdemócrata.

¿Cómo se las arregla para convivir entre los dos proyectos socialdemócratas que lideran Podemos?

Ni Pablo ni Iñigo son socialdemócratas. Es un cuento. A veces han pecado de teatralizar demasiado la vida y el discurso político. Otra cosa es que defiendan propuestas que la socialdemocracia tuvo como bandera años atrás. Creo que Errejón se referencia más en movimientos de carácter populista latinoamericanos e Iglesias rescata más una mezcla de la cultura del eurocomunismo europeo, esa responsabilidad de Estado de Palmiro Togliatti de duros en la oposición pero cuando haya que gobernar…. Y que yo es lo que más le echo en cara porque creo que hay que ser coherentes. Pero no, Podemos no es socialdemócrata.

Ni Pablo ni Iñigo son socialdemócratas. Es un cuento. A veces han pecado de teatralizar demasiado la vida y el discurso político

Y ustedes, ¿qué son?

Nosotros procedemos de una tradición más diversa y múltiple. Algunos dicen que somos trotskistas pero no lo creo, de verdad. Estamos más vinculados a los nuevos movimientos internacionalistas como el zapatismo que sirvió como catapulta para la removilización social que se levantó contra el fin de la Historia.

En la dinámica bicéfala que se disputa el liderazgo en Podemos, el sector en el que usted está encuadrado, los anticapis, casi ni cuenta en los medios.

Es que los medios han intentado crear un bipartidismo dentro de Podemos. No me preocupa mucho pero es paradójico que nos rebelemos contra el bipartidismo nacional y nos construyan uno interno (ríe a carcajadas). Es cierto que esta situación genera una especie de círculo vicioso del que es difícil salir y al final no sólo se provoca una sensación de choque de trenes sino un ensimismamiento de telenovela  del que hay que huir. De si Pablo e Íñigo no se hablan, de si se quieren. Yo me proclamo un outsider de toda esa vaina, de verdad, porque Podemos no es la disputa entre pablistas y errejonistas, como ocurre en los partidos que queremos combatir. Somos otra cosa. Somos un método, una herramienta para cambiar las cosas. 

Pero esas diferencias internas son un riesgo para Podemos.

Uno de nuestros mayores peligros es que nos uniformemos, que nos normalicemos. Y creo que hay dos cosas que empujan hacia ello: las instituciones, que terminan produciendo un proceso de normalización brutal, y las disputas internas por el poder pero sin contenido político. 

En estos momentos, ¿hay riesgo de que se produzca una ruptura en Podemos?

No. Todos compartimos una idea general más allá de nuestras diferencias. Diferencias, dicho sea de paso, que las tuvimos en el primer Vistalegre y que las tuvimos cuando nacimos. Sin embargo, nos une un proyecto común que es mucho más fuerte incluso que la cizaña que intentan meternos dentro y que va mucho más allá de la amistad.

Por último, ¿quién es Miguel Urbán?

(Risas) Es muy complicado responder (durante unos segundos mira al techo, luego al suelo). Soy un partisano de la vida porque entiendo que sólo se vive la vida tomando partido por las cosas en las que creo aunque muchas veces me haya equivocado pero nunca de barricada ni de enemigo. También soy apasionado, con poca paciencia y me gustaría tener más. Me encanta emprender retos, soy muy inconformista, pero me cuesta tener la constancia suficiente para terminar las cosas. Empiezo las cosas con mucha energía pero de repente, no sé, como que me aburro (ríe a carcajadas). 

Estamos desarrollando un proyecto para una publicación mensual en papel. ¿Nos ayudas a financiarlo?

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí