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Tribuna

Pablo Bonaparte: la confirmación

La fractura interna en Podemos --Iglesias, Errejón, Anticapitalistas y la multitud de taifas territoriales-- va a obligar al líder a jugar a la “purga” y a la “integración”, sin conseguir “construir partido”

Emmanuel Rodríguez 13/02/2017

<p>Pablo Iglesias, tras ser elegido como secretario general de Podemos en Vistalegre II.</p>

Pablo Iglesias, tras ser elegido como secretario general de Podemos en Vistalegre II.

Manolo Finish

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Pablo Iglesias ha salido reforzado de Vistalegre II. Ha derrotado a su principal opositor. Sus documentos (los más centralistas de todos los presentados) han obtenido mayorías holgadas. “Su lista” ha logrado el 50% de los votos y 6 de cada 10 consejeros. Es el momento del cesarismo áureo. Todo cierto. Y sin embargo apenas describe un estado (en Podemos), que no puede pasar por explicación.

El bonapartismo ha sido uno de los fenómenos más estudiados por los críticos del Estado. Desde que Marx escribiera El 18 Brumario, los términos bonapartismo o cesarismo se han empleado para describir una situación especial, una suerte de anomalía en el curso normal de las democracias liberales. El argumento vendría a ser como sigue: cuando en el choque entre distintas fuerzas o sujetos sociales ninguno de ellos logra imponerse claramente, a veces se abre un impás, el espacio-tiempo de la dictadura (en el sentido romano). El “Bonaparte” actúa por medio de la suspensión temporal de las normas constitucionales y del conflicto político. El “Bonaparte” es una suerte de mediador o árbitro entre las distintas fuerzas. El “Bonaparte” asume el gobierno y al mismo tiempo afirma la condición, siempre ficticia, de la neutralidad del Estado. La literatura sobre esta forma de gobierno (desde Gramsci hasta Laclau, pasando por Poulantzas) es ingente, y ha servido para describir fenómenos tan distintos como el II Imperio de Luis Napoléon Bonaparte y el peronismo.

El “pacto de lealtad” con el que normalmente Iglesias sella la adhesión de sus equipos no ha producido hasta ahora más que esa interminable fila de notables que golpean en la puerta de Errejón

Puede que el bonapartismo de Podemos se explique con rudimentos parecidos. Pero en este caso la situación de empate no se da tanto en el conflicto por el Estado, como más bien entre aquellos que quieren disputarlo, esto es, en el terreno de lo que antiguamente llamaríamos “la izquierda”, y hoy las fuerzas del cambio. Traducido a términos menos conceptuales: el 15M no produjo organizaciones estables. Bajo la consigna “Que se vayan todos” o “No nos representan” no había un programa político preciso, mucho menos la aspiración a la formación de un partido. Cuando a partir de 2013, y sobre todo de 2014, se aceleraron los acontecimientos que llevaron a la constitución de distintas formaciones políticas (Partido X, Podemos, las candidaturas municipalistas, las confluencias autonómicas), apenas se puede decir que estas tuvieran coherencia. La nota dominante fue la improvisación, las alianzas complejas y la radical heterogeneidad de los sujetos que participaron en estos procesos. Caos creativo. Nada parecido a lo que sucedió en Operación Ciudadanos, o en lo que a día de hoy ocurre en un PSOE desbarajustado. (De hecho es este “caos” lo que explica la fortaleza de los procesos que electoralmente expresa Podemos y que medios de comunicación y politólogos no alcanzan a comprender).

Ni en el 15M, por tanto, ni en la variopinta constelación de fuerzas que compone y rodea Podemos, esta coalición amplia de sujetos se ha expresado con un lenguaje claro, ha madurado sus propios debates con el objetivo de dotarse de una hipótesis estratégica o ha conseguido vertebrarse en una organización que, por compleja que fuera, resultase clara en sus fundamentos y sus límites. Los tiempos y espacios del “partido del cambio” son fluidos. Y este es justamente el terreno idóneo del cesarismo.

Seguramente el acierto del grupo Complutense (y también de Anticapitalistas) consistió en lanzar una idea sencilla a este magma de elementos fundidos en la ola 15M: presentar una candidatura electoral.  Su fracaso en el medio plazo ha consistido en no avanzar (y en muchos casos retroceder) en la organización y estructuración de ese partido de los “partidarios del cambio”. Sea como sea, el cesarismo suple la desorganización. Y a la vez nos hace una promesa asombrosa: victoria y solución, ganar elecciones y “cambiar la vida de la gente”. Como ocurría con los viejos “Bonaparte”, el cesarismo es consustancial a la autonomía de lo político que ha sido característica de Podemos.

No obstante, sería un error considerar que el bonapartismo en Podemos, o si se prefiere el cesarismo convertido en “pablismo”, se puede representar en la forma de una adhesión de masas al carisma del líder, tal y como se ha querido construir a través de un modelo básicamente plebiscitario de organización. Antes el contrario, casi podríamos decir que el “no nos representan” es el horizonte insuperable de nuestro tiempo. Basta hacer algunos números.

El “partido del cambio”, que desborda en todo a los morados, tendría que madurar, pensar y desarrollar los debates y las formas de organización que acabarán en la superación de Podemos

En estas consultas han participado 150.000 personas sobre un total de medio millón de convocados, a los que apenas se les exigía más esfuerzo que sentarse 10 minutos delante de un ordenador. Pablo Iglesias ha obtenido alrededor de 120.000 votos, poco más de los que obtuvo en el primer Vistalegre, cuando Podemos acababa de nacer. Se trata de cifras magras, muy magras, uno o dos ceros por debajo de los millones que participan en las primarias del Partido Socialista Francés o el Labour británico, o de las decenas de millones que moviliza el Partido Demócrata. También son cifras ridículas si se las compara con el grado de participación que logró el 15M, cuando distintos estudios demoscópicos realizados en el verano de 2011 señalaban que entre uno y 2,5 millones de personas participaban activamente en el movimiento. Pero la paradoja más significativa resulta de la comparación de estos números con los cinco millones clavados de votantes que, barómetro tras barómetro (del CIS), siguen prefiriendo Podemos como opción de voto.

Los errores de Podemos están a la vista de todos. De darlos a conocer se encargan a diario los grandes medios. El bochorno de las peleas adolescentes, los desplantes en redes y las notables ausencias (de proyecto, de ideas, de debate real). Por eso, parece que en el partido del cambio, que desborda con mucho los límites de los morados, circula una consigna no explícita: “No me creo a Podemos, pero le dejo hacer”. Se vota a Podemos, sencillamente porque no hay otra alternativa. O si se quiere, porque no se ha conseguido madurar ni la organización, ni la propuestas, ni las formas de movilización que debieran servir como vehículo de recambio y de superación de Podemos.

Los resultados de Vistalegre II se pueden leer en esa clave. De una parte, poca participación, poca expectación y poco interés, a pesar de la increíble atención que le prestan los medios. De otra, y entre aquellos que han decidido votar, una preferencia mayoritaria: “Mejor Pablo que Errejón”. O mejor dicho, antes el cesarismo y el verticalismo de lo ya conocido que el de su antiguo compañero.

Parece que el estilo amable de los chicos y chicas de Errejón, que tan perfectamente encaja en política institucional, convence poco a los empapados de hartazgo por la situación presente

Esta contradictoria sociología de Podemos también se dejó ver en Vistalegre. Tal y como explicaba recientemente Nuria Alabao en este medio, en las gradas del estadio, el “pueblo de Podemos”, formado por lo que queda en los círculos y que en su mayoría provenía de fuera de Madrid, la atmósfera, a veces convertida en rugido, era inequívocamente favorable a Pablo, o en su defecto a los anticapitalistas. En el gallinero, la nueva nobleza del partido, hecha de cargos y asesores de mayoría errejonista, apenas expresó alegría y energía. Cuando hablaron los suyos, todo quedó en una recepción fría. Conviene considerar que la derrota de Errejón, favorecido inequívocamente por la mayor parte de los medios de comunicación y especialmente por PRISA, como la opción domesticable y correcta, es mucho mayor de lo que parece. Es seguramente una demostración sociológica de que el estilo amable de estos chicos y chicas, que tan perfectamente encaja en política institucional, convence poco a los empapados de hartazgo por la situación presente.

Sea como sea, terminaría mal este artículo si no explorara la fase que ahora se abre. Para ello hay que partir de una simple asunción: nuestro “Bonaparte” es terriblemente débil. Lo es por su posición en la organización. A diferencia de Íñigo, Pablo no dispone ni de aparato, ni de gente. El “pacto de lealtad” con el que normalmente sella la adhesión de sus equipos no ha producido hasta ahora más que esa interminable fila de notables que golpean en la puerta de Errejón (Tania Sánchez, Luis Alegre y tantos más). Nada de esto va a cambiar después de Vistalegre. Hechas algunas excepciones, el equipo de Pablo destaca por su singular mediocridad y estrechez de números. Gobernar el partido por arriba implica abandonarlo por abajo y, al tiempo, emplear esa mezcla inconsistente de látigo y prebenda. La fractura interna entre los que están organizados en el partido, y que va más allá de las tres grandes familias (Errejón, Iglesias, Anticapitalistas) cuando se considera la multitud de taifas territoriales, va a obligar a Iglesias a jugar a la “purga” y a la “integración”, sin conseguir nunca “construir partido”.

Hace unos días, Pablo Carmona (el de Ahora Madrid, no el del PSOE) recordaba un viejo lema del ejército zapatista: “Nuestro objetivo es desaparecer”. Este debiera ser también el destino del cesarismo en Podemos, y seguramente también de la anómala figura del “secretario general” (heredada de los partidos estalinistas). El impás en Podemos debe terminar. Pero para ello, ese gigantesco “partido del cambio”, que desborda en todo a los morados, tendría que madurar, pensar y desarrollar los debates y las formas de organización que acabarán en la superación de Podemos. Caso contrario, nuestro Bonaparte acabará como todos los demás, en una pequeña isla Santa Helena llamada Nueva Izquierda.

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Autor >

Emmanuel Rodríguez

Emmanuel Rodríguez es historiador, sociólogo y ensayista. Es editor de Traficantes de Sueños y miembro de la Fundación de los Comunes. Su último libro es '¿Por qué fracasó la democracia en España? La Transición y el régimen de 1978'. Es firmante del primer manifiesto de La Bancada.

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23 comentario(s)

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  1. Alberto

    Ya he leído varias veces comentarios ridiculizando el voto de los inscritos porque "pasan diez minutos delante del ordenador y hacen un clic". ¿Acaso los que votan en Francia en las primarias del partido socialista se pasan 20 y haciendo el pino? Me parece una falta de respeto.

    Hace 7 años 1 mes

  2. Ocarallo29

    Este articulo tiene un fuerte sabor a vinagre, o a sauer grapes como dicen por estos lares.

    Hace 7 años 1 mes

  3. Ocarallo29

    Este articulo tiene un fuerte sabor a vinagre, o a sauer grapes como dicen por estos lares.

    Hace 7 años 1 mes

  4. Simón Peña

    El artículo está siendo catalogado como partidista, ideológico, tendencioso... Pero si leemos los comentarios, ya no se qué adjetivo aplicarles. ¡Cuánta mala forma se desprende de ellos! A mi el artículo, sea o no "un ejercicio intelectual" me parece enormemente lúcido, es más, si fuera un ejercicio del intelecto, me gustaría que otros muchos realizaran los suyos, pues más que con el "intelecto" comentan con otras partes de la anatomía, dejando fuera las neuronas. Nunca he leído un resumen tan lúcido, tan sencillo, tan comprensible y su aplicación a Podemos más que clara y limpia. ¡Ay si fueran así todos los ejercicios intelectuales!

    Hace 7 años 1 mes

  5. Luis Felipe Sellera

    Emmanuel, haces honor al significado de tu nombre: sólo respondes ante Dios y la Historia. Ah, y tu reino no es de este mundo!

    Hace 7 años 1 mes

  6. Miguel

    Aprende a saber perder por favor. Y sobre todo aprende a escribir sin dar tu opinión y con aires grandilocuentes. Era de prever que saldrían este tipo de comentarios oportunistas y partidistas en contra de quien ha ganado de manera justa y holgada.

    Hace 7 años 1 mes

  7. Lorenzo D

    Un buen análisis. Por lo leído en los comentarios, lo difícil va a ser ilustrar a los seguidores de Podemos, que se comportan como si fueran seguidores de Lady Gaga o Justin Biber. Más que pueblo parecen público televisivo, fans, enamorados de su estrella mediática. Un poco de seriedad, señoras y señores. Nos jugamos mucho

    Hace 7 años 1 mes

  8. Ina

    Percibo mucha desilusion y una buena dosis de rabia hacia la opcion ganadora, ademas tu exposicion es irrespetuosa con Pablo, te sugiero relajarte y disfrutar de como vivimos este momento de cambio.

    Hace 7 años 1 mes

  9. Angel

    A veces hay expresiones -resultado de analisis o reflexiones erroneas- que delatan facilmente la autor. Y entre tantas de esas expresiones en el articulo de Emmanuel una muy peculiar al final del articulo, que lo del "secretario general" en una "anomala figura heredada de los partidos estalinistas". Wow. Ahora entiendo cuando Pablo Iglesias señalaba en una conferencia -creo que antes de Navidad y no recuerdo el motivo de la cita- que Emmanuel "lleva razon aunque es un poco bruto". Efectivamente leyendo este articulo hoy confirmo esa percepcion de Iglesias, porque aunque Emmanuel tiene buenas intenciones, realmente sus palabras son un poco brutas. Hay que ser excesivo y exprimir la historia de esa manera tan bestia para venir a decir que la Victoria de Pablo es "cesarismo bonapartista. Tratar de aplicar la brillante explicacion de Marx sobre el banapartismo al caso de Podemos no deja de ser un simplista ejercicio intelectual, que como insinuan muchos comentarios, responde quizas mas a rabieta-mosqueo-cabreo personal con el resultado de Vistalegre que a argumentos de peso. Es algo que vengo apreciando desde el final de la Asamblea, cantidad de lumbreras de la izquierda, articulistas y escritores de opinion (cual Tribunal que parece estar por encima del bien y del mal) que no paran de ahondar en las heridas , los errores, las contradicciones y los malos augurios para Podemos. Todos parecen saber mogollon sobre la politica, el Estado, el 15M, la democracia real,.... todos parecen tener la formula correcta de como crear una organizacion realmente de cambio, un partido autenticamente democratico... etc. etc etc. Pues yo me pregunto, que carajo hacen todos detras de un teclado teorizando sobre tantas verdades reveladas? por que no tienen el valor unos de implicarse, otros de presentarse como candidatos y disputarle a Pablo la secretaria?. Porque vamos a ver Emmanuel, me parece una simpleza desconcertante venir a concluir que la incapacidad de Podemos para convertirse en una organizacion bien estructurada "es justamente el terreno idoneo del cesarismo". Y como piensa usted estructurar la organizacion? con 5-20 secretarios generales? Y como se eligen? Hablando de eleccion, tampoco le gusta a usted el modelo plebiscitario , otra curiosa paradoja de todos estos criticos, hasta el punto de que parece ser cosa de dictadores. Si para el líder de Podemos en la Comunidad Valenciana, Antonio Montiel, habia que"corregir" la "fórmula plebiscitaria" de la Secretaría General (que permite convocar a una asamblea a los inscritos) porque esto es lo que hacía Saddam Hussein, Franco y otros personajes a lo largo de la historia, curiosamente para usted la formula plesbicitaria se corresponde con el cesarismo bonapartista. Muy desafortunado, injusto y grosero comparar a Pablo Iglesias con semejantes personajes. En el caso de Antonio Montiel creo adivinar mucha ignorancia y pobreza intelectual evidente. En su caso, excesiva arrogancia intelectual, que viene confirmada en otras tres frases de su articulo; primero parece usted mofarse y ridiculizar la participacion popular en la Asamblea (150.000) "se trata de cifras magras, muy magras"..."cifras ridiculas" si se les compara con el 15M (otro graso error y casi una obsesion: seguir comparando a Podemos con el 15M aun tres años mas tarde). Segundo, en un ejercicio de inmersion antropologica, se adentra en la mente de los votantes de Podemos, para concluir no solo que votan porque "sencillamente no hay otra alternativa", sino que encima lo hacen eligiendo "antes el cesarismo y el verticalismo de lo ya conocido...". Pobres votantes, inconscientes de que estan eligiendo a un Cesar, sin saber que se trata de "Bonaparte terriblemente debil". Y tercero, considera usted que "el equipo de Pablo destaca por su singular mediocridad y estrechez de numeros". Wow! Creo que un poco mas de humildad le vendria bien, y sobre todo, evitar que la arrogancia intelectual de quien se sabe poseer verdades absolutas no se traduzca en insultar a la gente cuando esta piensa o escoge cosas que no compartes. En fin, cuando leo este tipo de articulos tan negativos y deprimentes me confirmo lo que hace tiempo vengo apreciando como problema de las izquierdas y fuerzas del cambio; que hay demasiadas lumbreras dedicando mas tiempo y energias a ensanchar las fisuras que deviden en lugar de ayudar a superarlas. Y asi nos va, con los medias aprovechando nuestras miserias intelectuales para desacreditarnos y las fuerzas del tripartito cerrando filas para bloquear el cambio.

    Hace 7 años 1 mes

  10. explorador

    Si lo de Pablo es Cesarismo, lo de muchos otros dirigentes españoles y mundiales debe ser lo del emperador de Star Wars. O quizás Sauron.

    Hace 7 años 1 mes

  11. Joseph Affonso Xaxo @Siquizas

    Artículo mal AR-TI-CU-LA-DO . Una vulgar y simple DESPEDIDA pública del señor (sic) articulista como comentarista invitado " a todo" en La Tuerka y en Fort Apache. Un desagradecido, inoportuno e injusto señor que tiene muy poco de "LOS-COMUNES" Firmado por .-- Por "un miembro y familia" de la emergente Sociedad Tecno Civil Democrática (muy bien informada y formada éticamente) que apoya a PODEMOS como Herramienta Temporal hacia una sociedad que luchará contra las GRANDES CORPORACIONES a través de las OTC's (Organizaciones Tecnos Civiles Democráticas, Sociales y Horizontales) que se están actualmente CON-FORMANDOS. Lamentable y poco ético (en lo político y en lo personal hacia Pablo Iglesias) el articulista.

    Hace 7 años 1 mes

  12. julian

    parece que cada ves va quedando más claro que para explicar ciertas cosas sobre Podemos, y en este caso concreto, es mas útil y necesario Freud que Marx. Gracias a Freud sabemos que el subconsciente sigue siendo funcional y que nos gasta malas pasadas... en no pocas ocasiones sin darnos cuenta muchas veces. Sr. Emmanuel ¡lo que Vd diga!.

    Hace 7 años 1 mes

  13. Víctor Mayo

    Hay dos formas de escribir un artículo: intentando ser neutral, exponiendo unos hechos, razonándolos y llegando a una conclusión o, como hace el autor de este "articulo"? partiendo de un axioma que ya ha decidido como verdad inmutable, trufándolo de un montón de citas cultas para parecer el mismo muy culto y razonable, y sin dar ninguna prueba real, decir "eureka!" y descubriéndonos a todos la pólvora que ni arde ni quema. Si quería buscar Vd. algún ejemplo de bonapartismo y más allá, de un congreso "a la vulgar" realmente, podría haber hablado del congreso del PP, que lo escenifica bastante mejor. Por otro lado, hacer comparaciones entre procesos electorales totalmente diferentes (primarias en Francia y un congreso de un partido en España) demuestra o poca calidad intelectual o muy mala baba...compare Vd. con las inexistentes primarias del PP (aquí sólo opera el dedo divino) o con las pírricas primarias de Ciudadanos y su miserable e inexistente democracia interna. En fin, artículo el suyo perfectamente prescindible.

    Hace 7 años 1 mes

  14. J.ARCHI

    El carisma nació junto con la ILUSIÓN y la necesidad de un cambio social,,así q dejensé de zarandajas y enseñemos el camino de salida a tanto indeseable.-

    Hace 7 años 1 mes

  15. Anton

    Donde colocamos al niño es el gran asunto de estado salido de Vistalegre, todo enemigo de podemos ha de escribir un opusculo en defensa de Errejón y sus amigüitos o no se ajunta... en este caso es bastante mediocre, tendrá que ponerse a la cola de solicitantes de puesto...

    Hace 7 años 1 mes

  16. Z

    Constata (como saben lo que han intentado organizarlo) que a pesar de todas sus virtudes y por distintas razones y dificultades, el 15M no creó una estructura organizativa estable y definida programática y estratégicamente. Que Podemos es una organización que sería conveniente superar (que sus militantes y simpatizantes se empoderen de Podemos) en el deseo y la voluntad de crear el movimiento político y social imaginado por todos aquellos que han depositado su apoyo al partido, movidos por su propio cálculo de la situación. Que habrían de tomar el partido (TomaPodemos) para crear esta organización que es (potencialmente) mucho más grande, más ambiciosa e incomparablemente más útil y valiosa que un Podemos en la que estaría incluido, o en la que felizmente desaparecería. O que perderán esta buena oportunidad porque, finalmente, el partido (los dirigentes) no se van a sacrificar en ese altar. Gracias, señor Rodríguez, por el ilustrador empeño y, por añadidura, por tratarse de un consciente esfuerzo baldío. Se entiende el fino sarcasmo que destilan sus recientes escritos.

    Hace 7 años 1 mes

  17. JM

    Suena muy a "pitufo gruñón", ¿no os parece? En todo caso, la peor ausencia del artículo es no haber planteado que el "cesarismo" de ahora es un "cesarismo de retaguardia"; con todas sus contradicciones, donde sí podría haber aportado el autor del texto, sobradamente. Lo bueno de todo esto es que la confluencia con IU seguirá viva y podrán explorarse nuevas fórmulas. Lo malo, digo, es que las "bases" cuentan más bien poco; para justificar, si acaso, el "retaguardismo".

    Hace 7 años 1 mes

  18. PITXITO10

    ..jodeeee !! Vale WELLINGTON..., ¿en serio que te has esmerado mucho para escribir esta batallita ?

    Hace 7 años 1 mes

  19. Mentalmente

    ¿Sabes que pasa? Que todos vosotros, la casta oficialista, seguís los medios de comunicación como este, y no os enteráis ni de la mitad de lo que pasa realmente. El 15-m tenía propuestas muy claras, democracia real, transparencia, representatividad, era algo más que evidente. La democracia ciudadana tenía que abrirse paso. Y romper con las pandillas partidistas, que homogeinizan solo sectores de la sociedad, pero no nos representan. El ciudadano sigue sin sentir respetada su libertad política. A mí nadie me vino a preguntar cuáles eran mis ideas políticas, ni a mí ni a un subconjunto estadístico de mi colectivo, la ciudadanía del Estado. Nadie se preocupa de representar a la gente como un entero. Todos quieren comprar votos, son casta, defender intereses no. Dejar de vender proyectos que no salen de la gente, no salen porque lo hacéis mal a posta, no hay más que ver los estatutos de Podemos. Más estadística, más preguntas sobre ideas políticas a la ciudadanía. Más preguntas sobre sus razones de abstención, voto o no voto a Podemos. Todo eso es lo importante. La verdad democrática, lo que la gente piensa como conjunto políticamente es el punto de apoyo que se necesita para mover una nación, un país, un Estado, el conjunto donde reside el poder en este caso. Y todo eso tiene que ir de forma respetuosamente humilde e inteligente en un programa electoral, y los candidatos y listas tienen que extraerse de la ciudadanía a posteriori, de forma aislada a los conductores del proceso. Siguiendo un método que sea extraído de las propias ideas de la gente. Todo tiene que salir de la gente. La democracia ciudadana es preguntar. Y luego armar el puzzle. No es complicado. Es extremadamente sencillo. Se empieza haciendo preguntas, una tras otra. Sobre los temas principales que les importan a la gente. ¿De verdad que es tan difícil hacer preguntas por todo el territorio y encasillarlas? Es facilísimo. Luego publicarlas. Abrir el debate colectivo. Es sencillo.

    Hace 7 años 1 mes

  20. Sara

    Suele decir Iglesias que Podemos debe dejar de ser el partido de unos profesores universitarios y de gente de Madrid porque ha crecido y mucho. Tiene razón, pero no quita que uno se imagine lo doloroso que tiene que ser ver como todo el nucleo fundacional del partido (excepto Monedero) ha dado la espalda al lider del mismo. Pero lo peor es que Iglesias no cuenta con muchos más apoyos. A veces he llegado a creer que en el acercamiento a IU (aparte de la obvia estrategia política) hay bastante de acercarse a personas, a estilos, a esteticas más acordes con el secretario general de Podemos. En cuanto a los que le han dado la espalda los hay que no aguantarían 5' de ataques como los que ha recibido Iglesias.

    Hace 7 años 1 mes

  21. Antonio

    Menudo mosqueo por la victoria de Iglesias. Pues ya sabes Emmanuel, ajo y agua. Yo lo que veo que el articulista es el típico vendedor de humo, que más cabreado que una mona, se pone en plan superior cuando todo el texto destila mediocridad y vulgaridad.

    Hace 7 años 1 mes

  22. kiko

    Veo que se habla desde el interés o desde el resentimiento. Está claro que votar varios documentos y mas de sesenta personas en listas abiertas no es un asunto que se resuelva en diez minutos. Pero claro, hablar por hablar que no quede. Gracias por ningunear. Sería conveniente que se emplease tanta prosa en alguna dirección más útil para el país, que es evidente que no está pasando una buena racha.

    Hace 7 años 1 mes

  23. YesItIs

    Respecto al bonapartismo quien se ha dotado (y ha sido dotado) del término de neutralidad ha sido realmente Íñigo. Respecto a las turbulencias internas (panorama de fluidez) es evidente que las distancias existían desde el primer momento del partido, donde se ha dado la opción de hablar y elegir (10 minutos son infinitamente más que 0 minutos) como pasó con Echenique y Pablo perdió (el cual, por cierto, ha estado apoyando a Pablo).

    Hace 7 años 1 mes

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