Tribuna
La APM en su palacio
Los problemas que sufren los periodistas en calles y redacciones no coinciden casi nunca con los de quienes dirigen la asociación desde lo alto de su palacete
José Miguel Fernández-Layos 20/03/2017
Ley Mordaza.
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El periodismo puede ser un oficio de alto riesgo. En el informe que acaba de publicar el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ) podemos encontrar algunas cifras que lo avalan: desde 1992, han asesinado a 1.232 periodistas en el mundo; desde 2010, se han tenido que exiliar 452, y un censo de 2016 revela que 459 se encuentran encarcelados. Tom Lowenthal, del CPJ, ha llegado a decir que “nunca antes ha sido una época tan peligrosa para ser periodista” y considera que una de las razones es la mayor precariedad a la que están sometidos. Menor formación en seguridad, mayor número de periodistas freelance con peores equipos y menos apoyos se traduce en un mayor número de muertos y heridos.
Podríamos imaginar que esta sería la mayor preocupación de las asociaciones de prensa y que ocuparía las principales portadas de los periódicos, pero es el último comunicado de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) dedicado al supuesto acoso de Podemos lo que ha protagonizado los mayores espacios en radio, prensa y televisión. La pregunta es obligada: ¿este es el principal problema de los periodistas?
He vivido en mis propias carnes, y escuchado a muchos compañeros, mil historias de precariedad, explotación, abuso de poder y presiones de toda clase, y la APM nunca estaba ahí
El reportero Manu Brabo ha dejado esta reflexión en su Facebook: "He sido encarcelado en 2011 (Libia) y detenido en 2013 (Turquía y Egipto). Han matado a mis colegas y desaparecido a tantos compañeros. NUNCA se me han quitado las ganas de publicar lo que creo que tengo que publicar. (...) La verdad es que si después de 15 tuits con insultos 'te piensas si merece la pena hacer el tema' igual deberías dedicarte a ser monaguillo. Si te 'exige ser un héroe cada día', ¿qué exige entonces trabajar en Siria, Mosul, o ser corresponsal de Gara en Madrid?". Y luego opina que el papel de la APM es “representar a un minúsculo grupo de profesionales y ser el altavoz de medios tradicionales que atacan el periodismo a base de explotación, salarios irrisorios y grandes y pomposas celebraciones en las que se habla de libertad mientras se aprietan los grilletes".
El reportero gráfico Olmo Calvo también ha escrito: "Ley mordaza, represión policial contra informadores gráficos, ruedas de prensa sin preguntas, precariedad laboral, publicidad encubierta como reportajes periodísticos... pero el gran problema que amenaza la libertad de información son un puñado de tuits... es indignante".
Cuando el 29 de marzo de 2014, unos policías agredieron a los periodistas Gabriel Pecot, Mario Munera, Juan Ramón Robles, William A. Criollo y Raúl Capín por grabar una detención, la APM no quiso realizar ninguna declaración al respecto. Un año antes, el 22 de mayo de 2013, la policía fue a casa de Capín a detenerlo con la acusación, sin pruebas, de una supuesta agresión a policías en manifestaciones, después de que distintos medios conservadores como ABC, El Mundo y La Razón publicaran su fotografía señalándole como un manifestante radical, en vez de contar lo que en realidad era: un reportero gráfico. La APM nunca le defendió.
Tras leer ahora el famoso comunicado, Capín prefiere recurrir al sarcasmo para describirlo: "Noticias sin cotejar. Denuncias anónimas. Periodismo en estado puro".
En junio de 2013 eligieron al entonces presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, como anfitrión para que presidiera sus premios. En enero Telemadrid acababa de ejecutar un ERE
Sin ir más lejos, y solo por poner un ejemplo cercano, a mí me detuvieron en 2013 por hacer una fotografía con un móvil y en ningún momento se me ocurrió que la APM fuera a defenderme. He vivido en mis propias carnes, y escuchado a muchos compañeros, mil historias de precariedad, explotación, abuso de poder y presiones de toda clase, y en ninguna de esas historias la APM estaba ahí. Estaban —ahora lo sé— en otro tipo de historias.
Historias de la APM
Un recorrido rápido por la Historia de la APM, desde su fundación en 1895 hasta nuestros días, nos permite descubrir que gran parte de sus presidentes estuvieron muy ligados al poder. Por ejemplo, Francos Rodríguez, que fue también ministro y alcalde de Madrid, dirigió la APM a partir de 1920. En su mandato se construyó el Palacio de la Prensa, de dieciséis plantas, como sede de la asociación en la madrileña plaza del Callao. Los mismos Reyes de España la inauguraron en 1930. También fue presidente Alejandro Lerroux, que en aquel momento (1931) era ministro de Estado. En 1939 lo fue Víctor Ruiz Albéniz, que había cubierto informativamente la Guerra Civil como agregado al Cuartel General de las tropas de Franco. Le sustituyó José María Alfaro, miembro de la Falange Española y coautor de la letra de su himno, que además había ayudado a formular la Ley de Prensa de 1938, que instauraba una férrea censura de prensa. Así fueron sucediéndose presidentes ligados al franquismo hasta el fin del régimen.
En 1979, llegó a la presidencia Luis María Anson, quien muchos años después (1998) fundaría La Razón. Por aquel entonces llegó a convencer al Gobierno de que le cediera un palacete, con el argumento de que, dado que la APM había sido parte integrante de la Organización Sindical durante los años de la dictadura, le correspondía parte de su patrimonio. La misma reina Sofía inauguró esta nueva sede de la APM en pleno barrio de Salamanca (Juan Bravo, 6) en 1983.
La actual presidenta, Victoria Prego, además de ser la cronista oficial de la Transición, es conocida por declaraciones como "el franquismo fue una dictadura suave al final" y artículos en los que niega que en el Valle de los Caídos hubiera trabajos forzados.
Esto en cuanto a los nombres propios y el poder político; pero si, además, nos asomásemos a su Informe Anual de la Profesión Periodística veríamos que está patrocinado por El Corte Inglés y, entre sus páginas, no falta la publicidad de prácticamente ninguno de los poderes económicos de nuestro país: BBVA, Repsol, Banco Santander, Telefónica, La Caixa, Iberia, etc.
Incluso cuentan con una sociedad de inversión de capital variable (sicav) con un patrimonio de más de 3,8 millones de euros*, gestionada por la empresa Santander Private Banking Gestión, que pertenece al grupo Santander.
La relación con el poder es tan intensa que en junio de 2013 eligieron al entonces presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, como anfitrión para que presidiera sus premios. La fecha no es baladí: en enero de ese año, Telemadrid, que dependía de González, acababa de ejecutar un ERE que puso en la calle a 861 trabajadores.
No es casualidad, por tanto, que estén tan alejados de los verdaderos problemas de los periodistas de a pie. Entre el palacio y la calle, ellos siempre han elegido el palacio.
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En la primera versión de este artículo se decía 3.000 millones.
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José Miguel Fernández-Layos
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