Ser feminazi hoy
¡A por ellas oé, a por ellas oé!
La violencia siempre se ceba más con las mujeres. Especialmente con aquellas que han conquistado espacios que pertenecían a los hombres
Anita Botwin 12/10/2017
En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
Estamos produciendo una serie de entrevistas en vídeo sobre la era Trump en EE.UU. Si quieres ayudarnos a financiarla, puedes ver el tráiler en este enlace y donar aquí.
La violencia siempre se ceba más con las mujeres. Especialmente con aquellas que han conquistado espacios que pertenecían a los hombres por el simple hecho de serlo.
Sin ir más lejos, el 10 de octubre la portavoz de las CUP, Anna Gabriel, fue objeto de mofa. Las redes se incendiaron tras declararse “independentista sin fronteras” y la mayor parte de los comentarios al respecto fueron misóginos y machistas, aludiendo también a su forma de vestir o a su peinado. Cuando una mujer de la esfera pública se expone con algún comentario que a alguien pueda parecerle desafortunado, las respuestas que reciben son agresivas, lo que incluye apelaciones explícitas a violencias sexuales y machistas, que pasan por los cuerpos. Algo parecido le ocurrió a Inés Arrimadas cuando una mujer que se autodenominó machista le deseó que la violaran en grupo. El pasado 17 de abril, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, también anunció que denunciaría a un usuario que la insultó y la amenazó con violarla, vía Twitter. El tuit iba acompañado de la fotografía de una pistola semiautomática. Curiosamente, ese usuario también me amenazó a mí y a otras compañeras. Debe tener mucho odio dentro y mucho tiempo libre, también.
No sé cómo nos las apañamos, pero nosotras siempre mentimos, siempre ponemos denuncias falsas y siempre, también, somos unas perras, putas y traidoras malfolladas
Volviendo a Anna Gabriel, ya en su momento, el presentador de El Gato al Agua ,Eduardo García Serrano habló así de la diputada de la CUP: “De Anna Gabriel lo sabemos todo, porque ella misma nos lo ha contado, que es una puta, traidora, amargada y mal follada, tal cual se ve a sí misma. Y lo cierto es que por su forma de taparse, Anna Gabriel no se viste, se limita a tapar con harapos propagandísticos el cuerpo con el que la madre naturaleza la ha castigado. Es evidente que alguno de los adjetivos con los que Anna Gabriel se autodefine le quedan como anillo al dedo”.
La manera de mostrar el desacuerdo político por parte de medios de comunicación y de la ciudadanía se muestra en múltiples ocasiones con descalificativos relacionados con el cuerpo o la vestimenta, las relaciones sentimentales de cada una de nosotras, y nuestra tendencia sexual.
Como ya señalé en esta columna, el 1 de octubre también existió violencia sexual por parte de la policía y guardia civil hacia mujeres que fueron a votar, según ha denunciado la misma Ada Colau. Tras ilustrar el texto con la imagen de una de las agresiones a una mujer en un colegio electoral, también recibí comentarios agresivos en los que se ponía en duda mi profesionalidad porque la chica de la foto había mentido, según ellos juzgaban. No sé cómo nos las apañamos, pero nosotras siempre mentimos, siempre ponemos denuncias falsas y siempre, también, somos unas perras, putas y traidoras malfolladas. Y por supuesto, unas víctimas. En el momento en el que no hacemos lo que se pide y espera de nosotras, lo que se nos sugiere socialmente por nacer mujer, se nos descalifica y margina, silencia o agrede.
El 8 de octubre en las manifestaciones españolistas también se sucedieron violencias. En concreto, en uno de los vídeos del día puede verse a varios individuos con banderas de España gritando “chupapollas” a una mujer que está en su balcón. Ella responde y uno de ellos amenaza: “puta, baja aquí”.
Todas estas violencias son las que sufrimos a diario, de una manera u otra cada una de nosotras. En las redes sociales, como ya he denunciado varias veces, recibimos amenazas de muerte adornadas con fotos de cuerpos mutilados. Algunas somos las periodistas feministas que hemos sido amenazadas para que dejemos de hablar de feminismo. O dejemos de hablar a secas. La violencia machista sigue estando normalizada en nuestro país y no se toman las medidas oportunas para erradicarla.
Manuela Carmena tampoco se ha librado de la opinión sobre su aspecto. El juez Yusty Bastarreche, encargado de suspender el acto a favor del derecho a decidir en Madrid, hablaba así de la alcaldesa: “¡Pensar que semejante tropa está al mando de nuestras ciudades y villas, y puede estar en el Gobierno de España. Si por lo menos tuviesen un aspecto presentable”.. Sí, amigos, en pleno siglo XXI.
Como explica Nuria Varela en Feminismo para principiantes, “desde hace siglos hay feministas guapas y feas, ricas y pobres, gordas y delgadas, altas y bajas… Lo que no ha habido nunca, a lo largo de la historia, ha sido un movimiento político cuestionado por la belleza física de sus miembros”. Ahora que por fin hemos conquistado ciertos espacios de la esfera pública, aquellos que no solo no lo lo respetan, sino que lo detestan, no tienen otra arma que descalificarnos por la forma y no por el fondo y la complejidad de nuestros actos.
Autor >
Anita Botwin
Gracias a miles de años de machismo, sé hacer pucheros de Estrella Michelin. No me dan la Estrella porque los premios son cosa de hombres. Y yo soy mujer, de izquierdas y del Atleti. Abierta a nuevas minorías. Teclear como forma de vida.
Suscríbete a CTXT
Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias
Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí
Artículos relacionados >
La policía que no amaba a las mujeres
Hostias virtuales a feministas felices
Eres una zorra
7 comentario(s)
¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario
-
juan
el feminismo es algo transversal, una mujer o un hombre pueden sentirse feministas y por tanto igualitarios independientemente de lo que piensen respecto a la mejor forma de gestionar la economía, o de si hay que hacer un referéndum pactado o no. El tratar de apropiarse de causas transversales por parte de una parte del eje izquierda-derecha solo consigue que pierda fuerza esa reivindicación transversal.
Hace 7 años 1 mes
-
svalk
una pregunta a Juan : ¿hay feminismo conservador???? ...cosas veredes.....
Hace 7 años 1 mes
-
juan
nunca voté al PP ni a Cs ni creo que les vote, pero veo este artículo incompleto al no referirse a ataques machistas sufridos por políticas de dichos partidos. A.Levy y I.Arrimadas han recibido ataques muy machistas últimamente, como antes Ana Botella. El feminismo será transversal o no será. A la frase que cita la autora “desde hace siglos hay feministas guapas y feas, ricas y pobres, gordas y delgadas, altas y bajas…" le faltaría "de izquierdas, de centro, y de derechas, centralistas y nacionalistas.
Hace 7 años 1 mes
-
Jorge García Labajos
Y yo soy mujer, de izquierdas y del Atleti. Abierta a nuevas minorías...algún defecto tenías que tener: ser del Atleti. Ahora en serio: estupendo artículo, felicidades.
Hace 7 años 1 mes
-
Gerardo
Mario, es legítimo criticarla por su posición política pero no por su aspecto, vestimenta o mediante insultos machistas. Es como criticar a Aznar en la foto de las Azores por como llevaba ese día si bigote
Hace 7 años 1 mes
-
Mario
No mencionas que ella es criticada por querer declarar una república Catalana aunque no tenga el apoyo de la mitad de la población de Cataluña.
Hace 7 años 1 mes
-
SALVADOR
Cuanta razón tienes Anita.
Hace 7 años 1 mes
Deja un comentario