España es el país europeo que más infla su presupuesto de ayuda al desarrollo
El falseamiento de cifras supone en nuestro país más de la mitad de los recursos destinados a este tipo de ayudas
Carlos H. de Frutos 4/11/2017
En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
Espacio realizado con la colaboración del |
España continúa sin cumplir sus compromisos económicos de ayuda al desarrollo. A pesar del notable avance que muestran los datos de AOD (Ayuda Oficial al Desarrollo) durante último año, nuestro país se sitúa a la cabeza de la UE en cuanto a porcentaje de “ayuda inflada” con respecto al volumen presupuestario total destinado a esta materia. Un falseamiento de las cifras, a través de la inclusión de partidas que en modo alguno ofrecen apoyo económico directo a los países receptores, que en España supone más de la mitad de los recursos dedicados a este tipo de ayudas.
El informe Aid Watch 2017, publicado por la organización CONCORD denuncia la expansión de este porcentaje de “ayuda inflada” entre gran parte de los países de la UE. Una práctica que aleja a los Estados miembro del cumplimiento real del objetivo –aun así lejano- de destinar el 0,7% de su INB a AOD, establecido en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
El documento de CONCORD destaca como más de la mitad del incremento en estas ayudas durante los dos últimos años por parte de la UE –hasta alcanzar los 75,46 millones en 2016- corresponde a “ayuda inflada”, es decir, no relacionada con inversiones “genuinamente” destinadas AOD. Una desviación de los objetivos primigenios de este tipo de ayudas, materializado principalmente a través del pago de deuda exterior, el control de la migración y la expansión comercial, que representó el 20% de la AOD total declarada por la UE el pasado año.
Esta “ayuda inflada” es señalada como la causa principal de los significativos aumentos registrados a lo largo de los últimos años. Un incremento de la AOD que se hizo palpable en 23 de los 28 Estados miembros durante 2016 -alcanzando el 25% en diez de ellos-, y que sin embargo tan solo ha permitido la incorporación de Alemania al denominado “Club del 0,7%”, formado por aquellos países donantes cumplidores de las promesas de ayuda, que completan Dinamarca, Luxemburgo, Suecia y el ya ex comunitario Reino Unido. De entre ellos, el informe tan solo destaca la actuación de Luxemburgo y Suecia como los dos únicos países cuya inversión fue destinada a lograr un impacto “genuino” en los países destinatarios de la ayuda. El resto de países de la UE, no solo se sitúan lejos aún del objetivo del 0,7% comprometido internacionalmente –con una media comunitaria que asciende actualmente a tan solo el 0,5% del INB-, sino que en su gran mayoría presentan alarmantes niveles de “ayuda inflada” para el desarrollo.
España representa el ejemplo más evidente del fracaso en los mecanismos de control y fiscalización de los programas de AOD. Nuestro país es líder de la UE en “ayuda inflada”, con un 53% de ayuda española contabilizada durante 2016 perteneciente a esta categoría. Datos que contrastan con el ya elevado 20% comunitario, y que explican el notable avance que experimentó la ayuda española en tan solo un año, tras terminar el anterior ejercicio a la cola europea en cuanto a AOD, con un escaso 0,12%. La principal causa de este falseamiento de los datos de ayuda al desarrollo se encuentra en la operación de cancelación de la deuda histórica de España con Cuba: el denominado “soufflé cubano”. Una inversión de 1.950 millones de euros destinados durante este período a sufragar la deuda con el país caribeño, en detrimento de ayudas de apoyo real al desarrollo de países pobres, que representan en torno a la mitad del gasto español en AOD durante 2016. Sin dicha operación, la parte genuina de la ayuda se limitó a 1.686 millones, nivel todavía lejano a los 4.750 millones -0,45% del INB- de antes de la crisis y, por supuesto, del 0,7% comprometido.
Otra de las prácticas más características de este inflamiento de la AOD, y la más extendida entre los Estados miembro, es la incorporación de los costes derivados del asilo de refugiados como parte de esta ayuda al desarrollo. Los datos de CONCORD muestran que estas partidas presupuestarias están detrás del 30% del aumento total de la ayuda de la UE en 2016 –y más del 45% desde 2014-, representando 1 de cada 7 euros invertidos en AOD por parte de la UE. La distribución por países nos da muestra de en qué medida los diferentes gobiernos comunitarios se han aprovechado de esta circunstancia para inflar sus cifras de ayudas. De entre los 28 Estados miembro de la UE, tan solo Chipre, Croacia y Luxemburgo no inflaron su AOD a través de esta práctica, y hasta cuatro de ellos -Grecia (83,1%), Italia (71,4%), Bulgaria (69,2%) y Austria (61,5%)- superaron el 60% de gasto de su ayuda bilateral en el coste de la manutención refugiados en su propio territorio.
Del mismo modo, el informe denuncia de forma particular el caso de Alemania, cuya inclusión como parte de los países cumplidores del 0,7% viene sustentada fundamentalmente por un 25% de este gasto procedente de la inversión en el coste del asilo de refugiados. De esta forma, el país germano, al igual que otros, se convirtió en el principal recetor de su propia ayuda internacional. Un modelo que CONCORD denuncia como engañoso, ya que “poco que ver con la ayuda al desarrollo y no se relaciona directamente con el propósito principal de la AOD, que debe ser luchar contra la pobreza en países en desarrollo”.
-----------------
Espacio de información realizado con la colaboración del Observatorio Social de “la Caixa”.