Solo el 25% de los españoles confía plenamente en los beneficios de la ciencia
Como institución social, la tecnociencia cuenta con un gran prestigio entre la población. Sin embargo, algunos aspectos concretos, como la energía nuclear o la experimentación animal, provocan un importante rechazo
Arturo Tena 29/01/2018
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El impacto cada vez mayor de la ciencia y la tecnología, también llamada tecnociencia (CyT), en nuestras sociedades es uno de los asuntos clave de este nuevo milenio. Diversos estudios señalan que su creciente presencia e importancia en todos los ámbitos de la vida ha ido modificando su percepción entre los ciudadanos de todo el mundo, que han ido adoptando posiciones más críticas al respecto que las que se tenían hace 50 años.
Los españoles, por supuesto, no son una excepción. El Informe sobre la ciencia y la tecnología en España, publicado recientemente por la Fundación Alternativas, resalta esta misma tendencia. Según el estudio, realizado por 12 investigadores, tan solo el 25% de los ciudadanos de nuestro país está “totalmente de acuerdo” con que los beneficios de la tecnociencia son mayores que sus efectos perjudiciales.
Un aspecto fundamental que se resalta en el informe es el carácter ambivalente de la percepción sobre la tecnociencia. Si se trata de la CyT como institución social, está muy bien valorada entre los ciudadanos. El barómetro de Confianza Ciudadana en las Instituciones elaborado por Metroscopia en 2016 coloca a la ciencia, junto a la educación, como la institución social en la que más confían los españoles. Además, los profesionales dedicados a labores tecnocientíficas tienen una imagen general muy positiva, según las encuestas de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT). La ciencia y la tecnología no han sufrido la pérdida de prestigio que sí han sufrido las instituciones democráticas en los últimos años, por eso los españoles consideran que deben estar más apoyadas por el Estado.
Sin embargo, si lo que se observa son aspectos más concretos y controvertidos (fracking, energía nuclear, clonación, alimentos transgénicos, experimentación animal...) de la tecnociencia, la valoración cambia. Uno de las aplicaciones de la tecnociencia que genera más reacciones negativas en España es la de la energía nuclear. El 49% de los españoles cree que se debe reducir la producción de energía de origen nuclear, un porcentaje 14 puntos más alto que el de la media europea (35%). Lo contrario de lo que ocurre con respecto a la investigación de la clonación animal con fines alimentarios. El 51% de los españoles están en contra de esta investigación, casi veinte puntos menos de la media en Europa (70%).
El Informe de la Fundación Alternativas diferencia también la representación social de la tecnociencia cuando se manifiesta en las condiciones materiales de vida (positiva), y cuando se tratan valores postmateriales (más negativa). Según el Special Eurobarometer 419, el porcentaje de españoles que creen que dentro de 15 años la tecnociencia habrá mejorado la sanidad o los transportes supera el 70%. En cambio, si se tienen en cuenta asuntos como la desigualdad o la solidaridad, se hacen patentes muchas más dudas. El 52% de los españoles no cree que la tecnociencia vaya a tener un efecto positivo a la hora de reducir las desigualdades.
El informe concluye que “los españoles tienen una imagen idealizada de los investigadores y la investigación, pero muestran recelos frente a los productos y nuevas posibilidades que abren la Ciencia y la Tecnología”.
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Espacio de información realizado con la colaboración del Observatorio Social de “la Caixa”.