el hacha
Vitolo, ante su gran desafío
Si no tiene rebeldía, si no asume que el Atleti no espera a nadie, acabará corriendo la misma suerte que otros que no fueron capaces de superar el filtro de Simeone, como Gaitán, Jackson Martínez, Vietto o Kranevitter
Rubén Uría 18/04/2018
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Víctor Machín, Vitolo, jugó ante el Levante su mejor partido desde que llegó al Atleti. No es nada nuevo, porque la opinión pública sabe es un extraordinario futbolista. Uno que, en plenitud de forma, física y mental, potencia al grupo. Condiciones tiene de sobra. Potencia, calidad, manejo de balón, uno contra uno, verticalidad, visión de juego y además, llegada a portería. Fue apuesta del club colchonero, petición de Simeone y un fichaje bendecido por la abrumadora mayoría de los atléticos. Vitolo no pudo inscribirse con el Atleti hasta el 1 de enero por la famosa sanción FIFA – esa de la que nadie se ha responsabilizado todavía–, pero antes de recalar en el equipo rojiblanco, tuvo que pasar una odisea. Vitolo tuvo una salida controvertida de Sevilla, firmó un jugoso contrato con el Atleti, costó 35.6 millones de euros, acabó cedido en Las Palmas en una operación rocambolesca, concatenó varias lesiones musculares, perdió su sitio en la selección y cuando estuvo a disposición del Cholo, se encontró con que aún le faltaba tono físico para competir con sus compañeros y con una realidad incuestionable: te llames como te llames, tengas la calidad que tengas, hayas costado lo que hayas costado, entrar en la dinámica de los equipos de Simeone no es fácil. Así de sencillo.
A Vitolo le está costando entrar en el equipo, hacerse un hueco y demostrar que su fichaje, lejos de ser un error, es un acierto. Poco a poco, está encontrando su sitio, recuperando forma y sensaciones, entendiendo que en el Atleti no importan los minutos que se juegan, sino la calidad de esos minutos. Su realidad: necesita jugar, recuperar confianza y continuidad para demostrar su calidad. La del Atleti: está en un equipo que no espera absolutamente a nadie, donde la competencia interna es feroz. Nada que no le pueda contar, de primera mano, Griezmann, que tardó meses en encontrar su sitio y que, ahora, es indiscutible. No es fácil jugar en este Atleti. Tienes que tener sangre en el ojo, cumplir con la intendencia defensiva, saber que el colectivo está por encima del individuo, rendir en cada entrenamiento, asumir que debes afrontar una pelea diaria por el puesto y que, cuando no estés echando las vísceras por los intensos entrenamientos del Profe Ortega, vas a estar echando las muelas porque, en este equipo se corre mucho – pregúntenle a Arda– y no se negocia el esfuerzo. No es fácil triunfar en el Atleti. Y menos con Simeone. Con él no importa el nombre, el coste, ni el estatus del jugador. Él lidera y le sigues o no le sigues. O juegas a lo suyo o no creces.
Simeone, que no se casa con nadie y que, con sus errores y sus aciertos, busca estimular la competencia interna para avivar el fuego interior de sus jugadores, no le va a regalar nada a Vitolo. Cada minuto se lo tendrá que ganar. Cada partido se lo tendrá que currar. Si rinde como puede hacerlo, jugará. Si muestra rebeldía, jugará. Si no rinde, no jugará. Y si no se rebela desde la ética del trabajo, será carne de banquillo. Simeone no engaña. Quiere el máximo. Le da igual si él bendijo el fichaje de un jugador, si fue cosa de la secretaría técnica o si la apuesta fue cosa del club. Quiere, necesita y exige resultados. Así que Vitolo ya sabe lo que le espera: si no tiene rebeldía, si no asume que el Atleti no espera a nadie, acabará corriendo la misma suerte que otros que no fueron capaces de superar el filtro de Simeone, como Gaitán, Jackson Martínez, Vietto o Kranevitter. Jugadores válidos, pero no para la exigencia bestial del Cholo. En cambio, si Vitolo asume el desafío emocional y físico, si realmente está dispuesto a dar lo mejor de sí mismo, acabará triunfando en el Atleti, como lo han hecho Griezmann, Saúl, Costa, Lucas, Thomas o Correa, jugadores que se adaptaron para crecer al ritmo del equipo. Vitolo es un buen jugador de fútbol. Uno que, en forma, es magnífico. Y uno que, si logra insistir, a base de trabajo y rendimiento, puede ser una pieza clave para Simeone. El resto es literatura. Si él no quiere, será uno más. Pero si quiere, será un jugador valorado, amado y respetado en el Metropolitano. Así los quiere Simeone. Comprometidos a dar lo mejor. Todo lo que tengan. Y Vitolo, la verdad sea dicha, tiene mucho dentro. Que lo saque. Si lo hace, la gente del Atleti le corresponderá. Lleva meses deseando aplaudirle y reconocerle como lo que es: un gran jugador.
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Rubén Uría
Periodista. Articulista de CTXT y Eurosport, colaborador en BeIN Sports y contertulio en TVE, Teledeporte y Canal 24 Horas. Autor de los libros 'Hombres que pudieron reinar' y 'Atlético: de muerto a campeón'. Su perfil en Twitter alcanza los 100.000 seguidores.
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