Ell nuevo Reglamento Europeo de Protección de Datos (RGPD) ya es obligado cumplimiento en España. Después de dos años en vigor y gestación, la norma continental sobre privacidad llega en un momento en el que los ciudadanos muestran inquietud por la gestión que se hace en la red de sus datos personales: cerca de 4 de cada 5 españoles (81%) sostienen estar bastante o muy preocupados por este asunto, colocándose entre el 7 y el 10 en una escala del 1 al 10, según un estudio reciente del Instituto de Economía Digital de ESIC (ICEMD). Este dato es 5 puntos más alto de lo que ya indicaba el CIS en febrero de 2017.

Esta preocupación se explica sobre todo por el mayor conocimiento que tiene hoy la población sobre el uso y obtención que se hace de sus datos. Las informaciones relacionadas con la privacidad en internet hechas públicas en los últimos tiempos, como el caso de Edward Snowden o el de Cambridge Analytica, han aumentado la percepción de que es importante saber qué ocurre con los correos electrónicos, números o cuentas particulares a la hora de cederlos a una empresa. El 70% de los encuestados en el documento del ICEMD afirma ser más consciente ahora que antes sobre estos procesos, y el 84% dice que esa toma de conciencia ha aumentado a partir de los “incumplimientos en materia de seguridad de datos” hechos públicos por los medios de comunicación. Además, sólo un tercio (32%) de los mismos estaban más cómodos con la idea de intercambiarlos que antes.

Pese a este creciente clima de desconfianza, la mayoría de los españoles (59%) no se niega a ciertos niveles de transmisión; lo aceptan, caso por caso, para conseguir mejores servicios dentro de “una sociedad moderna”. La encuesta del ICEMD califica a los españoles como “pragmáticos de los datos”, los que más de esta encuesta realizada en diez países diferentes. En este sentido, los encuestados españoles aseguran de forma abrumadora (un 89%) que quieren tener más control sobre la forma en la que las empresas se sirven de los datos y los almacenan. Los ciudadanos consideran –un 87% así lo piensa– que son las compañías, y no los ciudadanos, las que más se benefician de la cesión de un derecho básico como la privacidad (un 92% lo califica como tal).

El RGPD formula una serie de obligaciones para las empresas, que deberán ser más transparentes y proporcionar mayor control sobre sus datos a los ciudadanos. Sin embargo, el desconocimiento sobre las novedades que introduce el RGPD en la regulación del tráfico de información privada es todavía mayoritario: según el ICEMD, únicamente un 23% de los ciudadanos conoce la nueva ley que en realidad lleva en vigor desde hace dos años. Especialmente llamativa es la falta de información que tienen al respecto las empresas españolas, las principales afectadas por las nuevas medidas: un 51% de las mismas no sabe en qué consiste este reglamento o no está familiarizada con él, detalla una encuesta de SAGE de marzo de 2018.

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Espacio de información realizado con la colaboración del Observatorio Social de “la Caixa”.