1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 3.347 Conseguido 91% Faltan 15.800€

Reportaje

La soledad del candidato Lula da Silva

En Curitiba solo se concentran ya sus seguidores más fieles, mientras que en el resto del país mandan el silencio y el olvido

Agnese Marra Sao Paulo , 23/05/2018

<p>Luiz Inácio Lula da Silva en las calles de St.-Romain-au-Mont-d'Or en Francia. </p>

Luiz Inácio Lula da Silva en las calles de St.-Romain-au-Mont-d'Or en Francia. 

Thierry Ehrmann (Flickr)

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Queremos sacar a Guillem Martínez a ver mundo y a contarlo. Todos los meses hará dos viajes y dos grandes reportajes sobre el terreno. Ayúdanos a sufragar los gastos y sugiérenos temas (info@ctxt.es).

Una bicicleta estática, una televisión, un puñado de libros son su compañía diaria. Lo primero y lo segundo lo tuvieron que negociar sus abogados con las autoridades judiciales. Hipertenso y por prescripción médica, el expresidente brasileño convirtió en rutina mañanera una hora al día de bici: “Cuando superó el cáncer se enganchó al gimnasio, está mucho más en forma que yo”, nos decía hace cinco meses uno de sus asesores más íntimos que no supera los cuarenta años.

La televisión también fue una dura negociación en aquel día y medio de encierro en el Sindicato de los Metalúrgicos de Sao Paulo. La defensa de Lula da Silva negociaba las condiciones de su entrega, y entre ellas estaba la posibilidad de instalar un aparato, para que el líder del Partido de los Trabajadores (PT) pudiera ver la final del campeonato estatal de su querido Corinthians. En su primer día de prisión al menos se llevó la alegría de ver ganar a su equipo del alma. La televisión se quedó dentro de los quince metros cuadrados con baño y ventana tapiada que tiene por celda.

Pocas cosas más le han dejado. Lo que le quita la Justicia lo intenta compensar su partido con esfuerzos titánicos para mantener en pie el pilar que sostiene la sigla.

Lula da Silva entró en la cárcel acusado de corrupción pasiva y de lavado de dinero –en el marco de la Operación Lava Jato– por ser el supuesto dueño de un apartamento en la playa que le habría regalado la constructora OAS a cambio de interceder para que se firmasen tres contratos con la estatal Petrobrás. Una sentencia marcada por “fragilidades y falta de pruebas”, según un centenar de juristas nacionales e internacionales, porque hasta ahora no se ha conseguido probar materialmente que Lula fuera dueño de dicho inmueble.

Su ingreso en prisión fue igual de polémico. El juez Sergio Moro se saltó los tiempos legales y lo adelantó una semana. La actitud del magistrado añadió más leña al fuego a la teoría de la persecución política que denuncia la izquierda. Las fiestas y los encuentros privados de Moro con políticos del PSDB (el partido de oposición al PT por excelencia) no hacen más que alimentar la idea de que el encarcelamiento del petista tuviera como objetivo quitarle de en medio de la carrera presidencial cuando las encuestas le daban como favorito.

Pero la cárcel no ha sido suficiente. Las condiciones elegidas para su presa más codiciada, de quien dijo que era “la pieza clave de toda la Operación Lava Jato”, vuelven a saltarse los protocolos habituales. Moro aseguró que las medidas elegidas para Lula eran un “trato de favor” por tratarse de un expresidente. Los más cercanos al exsindicalistas hacen la lectura contraria: “Aislarle de esa manera es la mayor tortura que podrían hacer con él”.

Contra todas las expectativas el lugar elegido para pasar los doce años y un mes de condena es una habitación que se encuentra en la cuarta planta de la Delegación de la Policía Federal de Curitiba. Un espacio que nunca se había usado para encarcelar a alguien. Lula da Silva vuelve a ser una excepción para el magistrado Moro que ha decidido convertirlo en el primer preso de la Operación Lava Jato al que se mantiene completamente aislado.

Salvo por los dos guardias que hacen turnos, el exsindicalista no tiene con quien hablar. Desayuna a las 7h, almuerza a las 11h, merienda a las 15h, y cena a las 19h, solo. Siempre solo. A sus 73 años dispone de dos horas al día de luz solar y los jueves visita de los familiares. Sus abogados tienen libre acceso para visitarle siempre que quieran.

El Partido de los Trabajadores hace lo indecible para combatir la soledad de su líder. Como primera medida organizó un campamento a menos de un kilómetro de la delegación policial con la ayuda del Movimiento Sin Tierra (MST). Todos los días el de San Bernardo escucha un “buenos días, presidente” a las nueve de la mañana y un “buenas noches, presidente” a las siete de la tarde, que le gritan un centenar de acampados para recordarle que le queda gente ahí fuera. La plana mayor del PT pasa más tiempo en Curitiba que en Sao Paulo, donde han trasladado parte de las oficinas generales de la sigla.

Pero durante el primer mes de prisión ninguno de los pesos pesados del partido consiguió visitarle. Tampoco lo lograron el teólogo de la liberación, Leonardo Boff, ni el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, que permanecieron horas delante de la comisaría. Según los familiares del exmandatario, su consuelo han sido las centenas de cartas que recibió de todos los puntos del país. Otra medida organizada por el partido, que un día después de que su líder ingresara en prisión, publicaba diversos anuncios para pedir a los lulistas que le demostraran su apoyo de puño y letra: “El propio Lula nos lo pidió. Necesita del cariño de la gente, es una persona muy sociable, no tener con quien comunicarse es el peor castigo que le pueden imponer”, nos dice uno de sus amigos más cercanos que prefiere no dar su nombre.

Salvo sus seguidores más fieles, que se concentran en Curitiba, el silencio y el olvido mandan en el resto del país. Ni manifestaciones por su liberación, ni concentraciones de protesta por su encarcelamiento. Las banderas rojas de los petistas han dejado de salir a la calle entre la perplejidad y el cansancio. Callados también están quienes llevaban la agenda del expresidente: “Necesitamos más tiempo para decir algo”, repiten desde hace semanas a la espera de crear una estrategia, ahora sin la brújula que les guiaba: “Estamos destrozados”, reconocían esas mismas voces el día que Lula entró en prisión.

Sin dinero y con pocas apelaciones

La familia de Lula no tiene ni para la luz

El aislamiento no sólo alcanza el lado personal del exmandatario, económicamente también le han dejado acorralado. Tres días después de ingresar en la cárcel, la Justicia Federal determinó el bloqueo de sus bienes y los del presidente del Instituto Lula, Paulo Okamotto, por una deuda de casi siete millones de euros que tendrían con Hacienda. El instituto que lleva el nombre del sindicalista cotizaba como una ONG sin fines lucrativos, hasta que el año pasado Hacienda le quitó el beneficio fiscal al considerar que algunas de sus actividades no podrían entrar en su primera definición. Les tocaba pagar los impuestos acumulados hasta entonces.

“La familia de Lula no tiene ni para la luz”, denunció Okamotto, quien aseguró que esta medida tendría “como único objetivo limitar las posibilidades de defensa del expresidente y acabar con las actividades del Instituto Lula”, según le dijo al diario Globo.  

Las cuentas presentadas por el propio Okamotto le dan al Instituto Lula apenas un mes de vida. La campaña de crowdfunding para recaudar 150.000 euros –llegaron a alcanzar el 30% de la meta– no sirvió de nada porque las donaciones se hicieron por internet y las Justicia Federal también las bloqueó. El PT estudia hacer una campaña en la que se done en especie para poder sostener el brazo académico y social del expresidente, que ya ha tenido que despedir a la mitad de sus trabajadores, y al menos cinco –los más cercanos al petista– han sido contratados por el partido, quien se encarga ahora de todos los gastos relacionados con Lula.

La semana pasada sus asesores más cercanos también fueron objetivo de la justicia cuando el juez federal Haroldo Nader solicitó la retirada inmediata de estos ocho ayudantes pagados por la presidencia de la República, un beneficio vitalicio que tiene todo expresidente en Brasil. El magistrado argumentó que al estar en prisión no necesitaría ni de seguridad –cuatro de esos trabajadores pertenecían a esa área– ni de asesores por no ejercer ningún tipo de actividad.

Las malas noticias se le acumulan en el plano judicial después de que en el último mes el Supremo Tribunal Federal (STF) le denegara tres Habeas Corpus. Esta semana la ONU rechazó la medida cautelar que presentaron los abogados de Lula en la que pedían que el expresidente permaneciera en libertad hasta que se le agotaran todos los recursos legales. La buena noticia –al menos en el plano simbólico– es que el Comité de Derechos Humanos la ONU sí ha confirmado que investigará las denuncias interpuestas por la defensa que alegan “vulneración de las garantías fundamentales del reo”.

Candidato hasta las últimas consecuencias

El aislamiento y el silencio mediático no han evitado que Lula se mantenga como favorito con un 20% de los votos

Ni la soledad, ni la cárcel, ni la condena a doce años y un mes de prisión, ni la falta de recursos han hecho cambiar de idea a Luiz Inácio Lula da Silva. Pese a todo, quien fuera dos veces presidente de Brasil (2002-2010), volverá a ser el candidato del Partido de los Trabajadores (PT) en las elecciones de octubre de 2018. El exmetalúrgico de San Bernardo y sus más allegados lo tienen claro; su candidatura, más allá de lo plausible, se vive como un acto simbólico con el que defender su inocencia: “La principal tarea del PT es luchar por su libertad y por el derecho del pueblo brasileño de votar a su mayor líder”.

El aislamiento y el silencio mediático no han evitado que Lula se mantenga todavía como favorito con un 20% de los votos, siete puntos menos que antes de entrar en prisión. El domingo 27 de mayo el PT presentará oficialmente su precandidatura a la presidencia de Brasil en cada ciudad brasileña en la que el partido está organizado, así lo solicitó el propio Lula: “No importa si en cada acto hay cinco, diez personas o quinientas, lo que importa es la suma de todos los brasileños que vayan a dejar claro que Lula es su candidato. Él no busca  un indulto sino que reconozcan su inocencia”, ha dicho Wadjh Damous, uno de los letrados que lo defiende.

Los principales medios brasileños solicitaron verlo en prisión ahora que comienzan las primeras rondas de entrevistas con los precandidatos, pero la Policía Federal –quien se encarga de determinar quién puede tener acceso al exmandatario– les denegó el permiso. También le ha sido denegada la petición que hicieron sus abogados de permitir que un representante escogido por Lula pudiera participar de los debates televisivos de la campaña.

Lula da Silva tiene hasta el 15 de agosto para inscribirse como candidato presidencial. A partir de esa fecha entra en juego el papel del Tribunal Superior Electoral (TSE) que muy probablemente le prohibirá su participación en los comicios por tratarse de un condenado en segunda instancia. En ese caso, a menos de un mes de las elecciones, el PT tendrá que pensar en el plan B que hoy se niega a poner sobre la mesa.

Queremos sacar a Guillem Martínez a ver mundo y a contarlo. Todos los meses hará dos viajes y dos grandes reportajes sobre el terreno. Ayúdanos a sufragar los gastos y sugiérenos temas

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autora >

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

1 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. Cleberson

    El traidor Moro lo conseguió. Poner en la carcel uno de los Presidentes mas importantes de Brasil. Uno de los mas buenos con el pueblo brasileno. Sí, Lula cometió errores, su principal, no dejar cerrar por deudas (en dolares) la cadena Globo de television. Seguro que en la carcel -hoy- lo piensa mucho en eso. Ahora, que tragico, tenemos uno de los presidentes mas malos (de maldad) de la historia de Brasil. Nuestra principal empresa estatal Petrobras, impone una alta en los precios del gasoil, solo comparable a los anos Fernando Henrique Cardoso. Brasil hoy no es un pais, es un desastre. Y Moro? Bien, este esta todo el tiempo en... EUA. Necessito decir algo mas?

    Hace 6 años 5 meses

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí