Uno de cada tres jóvenes ha sufrido maltrato en Internet
Un estudio señala los riesgos del uso excesivo de la red y los dispositivos de conexión en España. Más de la mitad de los menores de 24 reconoce un uso excesivo de las redes sociales
ctxt 21/09/2018
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Buscar información, escuchar música, mantener contactos a distancia o investigar sobre ocio y eventos. El acceso a Internet ofrece a los jóvenes una gran cantidad de ventajas para su desarrollo personal y social. Pero también supone riesgos y conductas nocivas por el uso inadecuado o el abuso de la red, hasta el punto de que cerca del 34% de los jóvenes reconoce haber sufrido maltrato a través de internet o las redes sociales. Incluso algo que es aún más grave: uno de cada diez reconoce haberlo practicado. Estas son algunas de las conclusiones del reciente estudio Jóvenes en el mundo virtual: usos, prácticas y riesgos, firmado por Elena Rodríguez San Julián e Ignacio Megías Quirós y publicado conjuntamente por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la FAD y la Fundación MAPFRE.
Para realizar el estudio los investigadores se han servido de una encuesta realizada a 1.400 personas de entre 14 y 24 años y de cuatro paneles o grupos de discusión temáticos de donde han extraído información cualitativa. El objetivo de la investigación pasa, según asegura en sus páginas iniciales, por analizar cómo se enfrentan los jóvenes a un espacio dual –internet y los propios dispositivos que lo rodean– y los procesos de aprendizaje sobre su gestión y asimilación. Entre otras razones, porque su uso está masivamente generalizado: según los datos publicados, más del 84% de los encuestados posee de un smartphone, casi el 73% tiene un ordenador portátil y más del 40% dispone de tablets, además de otros aparatos no tan frecuentes.
Y si la tenencia de determinados dispositivos para acceder a internet está generalizada, todavía más común es el hecho de que estos jóvenes posean un perfil en redes sociales –más del 91%– o la frecuencia con la que se realizan determinadas actividades a través de la red: más del 90% de los menores de 24 años usan internet para buscar información, un porcentaje similar se conecta para escuchar o descargar música. Mientras, el 86% visita páginas solo para divertirse. Además, casi el 75% está en contacto con personas que no puede ver e incluso más del 60% sube fotos y vídeos a la red de forma habitual.
Pero, ¿cuáles son los riesgos que surgen de este uso y los potenciales problemas que puede ocasionar? Según la investigación, los jóvenes se muestran muy confiados sobre sus habilidades en el manejo de las tecnologías… Al mismo tiempo que cerca del 43% asegura que han tenido que pedir ayuda para resolver situaciones surgidas en internet o las redes sociales y para las que no encontraban una solución.
Algo parecido ocurre con las consideraciones que los jóvenes hacen de las ventajas de la conexión a internet y a las redes sociales: en su inmensa mayoría, tienen que ver con las posibilidades de relacionarse con otras personas, así como de acceder a diversión y entretenimiento. Sin embargo, también hay un importante grado de acuerdo respecto a la idea de que estos medios también implican un riesgo de pérdida de privacidad y de caer en engaños, hasta el punto de que dos de cada tres jóvenes considera que el envío de imágenes privadas sin consentimiento y el ciberbullyng es muy frecuente, una percepción que ha aumentado más de diez puntos en los últimos tres años. Todavía más habitual –70%– es el pensamiento de que el riesgo de acoso en Internet y las redes sociales es mucho más común de lo que se suele decir.
En lo relativo a las propias experiencias personales, los datos también son bastante preocupantes: dos de cada diez jóvenes se arrepienten de haber enviado información o contenido audiovisual a través de dispositivos, redes sociales o internet. Un porcentaje similar admite haber tenido problemas con contenidos que terceras personas han enviado o publicado sobre ellos, y al menos el 20% reconoce haber visitado en el último año webs de contenido duro y peligroso.
Por otro lado, una de las consecuencias del uso generalizado a internet y los dispositivos de acceso es la dependencia excesiva que pueden generar: más del 55% de los encuestados admiten que miran el móvil de forma constante, incluso cuando están en clase o trabajando –30%–. El abuso de estas tecnologías, además, provoca también que se dejen de lado otras actividades cotidianas o del día a día: “Cerca de la mitad de los y las jóvenes señalan que disminuye el tiempo que dedican a estudiar, a leer y a dormir”, asegura el estudio.
Algo que no pasa desapercibido para los propios implicados. De nuevo, al menos de la mitad de los encuestados admite haberse sentido saturado de la tecnología o incluso haber tenido la sensación de dependencia.
Los investigadores aseguran que el estudio no pretende ofrecer una visión catastrófica del impacto de la tecnología en los jóvenes, si no más bien reconocer cómo puede aprovecharse el enriquecimiento que ofrecen internet y las redes sociales y minimizar los riesgos y las malas experiencias que puedan provocar.