Los tránsfugas de Abascal
La cúpula del partido, repleta de machos y construida alrededor de su líder y de Javier Ortega Smith, está llena de antiguos candidatos del PP, Ciudadanos e, incluso, de la Falange
Sergio Sangiao 23/01/2019
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Vox está sacudiendo la política española después de haber conseguido doce escaños en las pasadas elecciones andaluzas. La formación política se presenta como un nuevo elemento en el sistema político del país e intenta exprimir esta novedad frente al electorado; o, al menos, presentarse como un partido regenerador, aunque tienen cinco años de historia y un líder, Santiago Abascal, que lleva toda la vida en política.
Abascal no es el único miembro de la cúpula de Vox con un pasado político. El Comité Ejecutivo Nacional (CEN), el órgano de dirección del partido ultraderechista, cuenta entre sus filas con varios antiguos miembros de otras formaciones. Entre ellos, PP y Ciudadanos. O como los llamarían desde el propio partido, “la derechita cobarde” y “la veleta naranja”.
El CEN está encabezado por el presidente del partido, Santiago Abascal, quien tuvo una larga trayectoria dentro del Partido Popular. Abascal fue diputado en el País Vasco entre 2004 y 2009. Después, y hasta la fundación de Vox, fue colocado por la Comunidad de Madrid, en tiempos de Esperanza Aguirre e Ignacio González, en distintos puestos de confianza con jugosas retribuciones y livianas funciones reales.
Abascal se ha rodeado de hombres para formar el comité, construido alrededor de su figura y la del secretario general, un cargo que ocupa la segunda cara más visible del partido, Javier Ortega Smith-Molina. El CEN está formado, además de por ellos dos, por tres vicepresidentes y seis vocales. Entre estos once cargos solo hay tres mujeres. La cúpula del partido de ultraderecha se completa con quince vicesecretarías, lo que suma nueve personas más al núcleo duro, ya que seis de ellos combinan ambos cargos: vicepresidentes o vocales y vicesecretarios.
Al final, la cúpula de Vox está formada por 19 personas, varias de ellas con más de un cargo. Entre esas 19, hay 14 hombres y cinco mujeres, lo que le convierte en el partido con la dirección menos igualitaria del panorama político español.
Entre esas mujeres se encuentra Salud Anguita, vicesecretaria de Organización y concejal de Vox en el Ayuntamiento de Jaén. Sin embargo, Anguita no fue una de los 22 concejales electos por el partido de ultraderecha en las elecciones municipales de mayo de 2015, sino que fue elegida en la lista de Ciudadanos. La concejala fue expulsada del partido liderado por Albert Rivera por subirse el sueldo, y finalmente se dio al transfuguismo pasándose a Vox. Antes de sumarse al partido liderado por Abascal había mostrado su simpatía por Libres, un partido creado con la intención de captar voto descontento con UPyD, Ciudadanos y PP, del que formaron parte excargos de los partidos de Rosa Díez y Albert Rivera que reivindicaban el lema de “que ningún grupo de personas se apropie de un partido político y secuestre su dirección”. Lo mismo de lo que acusan a Abascal de haber hecho con Vox algunos de los fundadores de la formación.
Anguita, además, no es la única que proviene de otro partido. Igual que Abascal tampoco es el único que proviene del PP. Es una trayectoria lógica. El partido de extrema derecha nació como una escisión del PP entre distintos miembros que creían que Rajoy había dado un salto hacia la moderación, pero en la cúpula de Vox ya solo se encuentran dos de los fundadores. El propio Abascal e Iván Espinosa de los Monteros, que nunca llegó a formar parte del PP.
Los otros expopulares del Comité Ejecutivo Nacional son Manuel Mariscal y Rafael Bardají. Mariscal es el encargado de la comunicación y anteriormente había trabajado para el PP gestionando, entre otras, las redes sociales de Esperanza Aguirre, muy citadas en el caso Púnica. Bardají, por su parte, dejó de militar en las filas de los populares el pasado mes de marzo y se pasó a Vox. Bardají sabe bien lo que es vivir del dinero público, ya que fue asesor de dos ministros de Defensa: Eduardo Serra y Federico Trillo.
Manuel Mariscal, el encargado de la comunicación de Vox, había trabajado para el PP gestionando las redes sociales de Esperanza Aguirre
La conexión sionista y DENAES
Bardají es una de las caras más visibles del Grupo de Estudios Estratégicos (GEES), uno de los think tanks neoconservadores más importantes de España. Además, su relación con el actual líder popular es estrecha. Pablo Casado y Bardají fueron dos de los cuatro fundadores de la fundación sionista Friends of Israel Initiative, una organización de apoyo al Estado de Israel que fue impulsada por José María Aznar. Su relación con Aznar viene de largo. El expresidente, cuando Bardají era asesor de Defensa, se lo llevó a visitar a Bush en la Casa Blanca y Bardají ha seguido cultivando los vínculos con los gobernantes estadounidenses. En los últimos meses se ha reunido, por ejemplo, con el consejero de seguridad nacional de Estados Unidos y con Steve Bannon, el exestratega jefe de la Casa Blanca que después de encargarse de la campaña de Donald Trump impulsa el auge de la extrema derecha en Europa.
Bardají coincidió con el expresidente Aznar en FAES, donde fue director de política internacional entre 2004 y 2016. FAES fue durante mucho tiempo la fundación referente del Partido Popular, hasta que se desvinculó del partido en 2006. Vox no quiso ser menos y nació al calor de otra fundación. DENAES, o Fundación para la Defensa de la Nación Española.
Aunque DENAES se define como una fundación sin vínculos con ningún partido político, uno de sus cuatro fundadores fue Santiago Abascal. El líder de Vox, además, mantuvo la presidencia de la fundación nacional-patriótica desde el momento de su creación hasta 2014 y nunca ha dejado de formar parte de su patronato. Ahora el presidente es Ricardo Garrudo, que, aunque no forma parte de la ejecutiva de Vox, lidera el partido en Cantabria.
Garrudo no es el único miembro de la formación de ultraderecha vinculado con DENAES. La fundación, subvencionada en su momento con casi 300.000 euros por los gobiernos regionales de Esperanza Aguirre e Ignacio González, sirvió como germen para la creación del partido y en ambas organizaciones Abascal se nutrió de su gente de confianza. Por ello, se ha podido ver tanto en DENAES como en Vox, por ejemplo, a Enrique Cabanes, que fue el representante de los afiliados de la fundación y ahora es el vicesecretario de presidencia del partido, o a Iván Espinosa de los Monteros, que fue vicepresidente de la fundación entre 2012 y 2014. Espinosa abandonó ese cargo después de fundar Vox junto a Abascal y hoy es vicesecretario de Relaciones Internacionales del partido.
Espinosa está casado con la vicesecretaria Rocío Monasterio, nacida en Cuba, que es la encargada del área de Acción Social. Todo apunta, además, a que Monasterio será la candidata de Vox para pelear por la alcaldía de Madrid. Monasterio se define a sí misma como feminista, aunque habla de “ideología y dictadura de género”. Una actitud nada sorprendente para alguien que forma parte de la directiva de Vox, sea hombre o mujer. Salud Anguita, por ejemplo, negó la brecha salarial. Otro caso parecido es el de Iván Espinosa, quien en los últimos días ha dado pábulo a un bulo sobre niños asesinados por mujeres creado por Carlos Cuadrado y Fernando Sánchez Dragó.
Espinosa es hijo de Carlos Espinosa de los Monteros, comisionado para la Marca España durante el Gobierno de Rajoy y ganador en 2012 del premio ‘Español ejemplar del año’, galardones entregados por la fundación DENAES y subvencionados por el gobierno de Aguirre.
De todos modos, no todos los miembros de la dirección Vox han tenido un pasado en DENAES o en otras fundaciones similares. Por ejemplo, Ignacio Garriga Vaz de Concicao, de madre guineana, forma parte de la directiva de Vox y no se le conocen vínculos anteriores con organizaciones de ese tipo. La inclusión de Garriga en la ejecutiva, eso sí, sirve al partido para intentar limpiar las acusaciones de racismo y xenofobia.
El que formó parte del patronato de otra fundación fue Jorge Buxadé. Este exabogado del Estado fue fundador y secretario de la Fundación Joan Boscà, una organización vinculada al unionismo en Cataluña. Entre los fundadores de la Joan Boscà se encuentran cargos reconocidos de Societat Civil Catalana, la principal plataforma cívica contra el independentismo. Buxadé, además, también fue el abogado del Estado encargado del recurso contra la primera consulta sobre la independencia de Cataluña que se celebró en Arenys de Munt en 2009, y fue asesor de Montserrat Nebrera, diputada autonómica del Partido Popular hasta que lo abandonó tras perder las primarias ante Alicia Sánchez Camacho. Buxadé nunca llegó a entrar en el Partido Popular. En cambio, sí se presentó en las candidaturas Falange Española y de las JONS y Falange Española Auténtica. Por el primero de estos partidos fascistas concurrió al Parlamento de Cataluña en 1995 y por el segundo, al Congreso de los Diputados un año después.
Buxadé se presentó en las candidaturas Falange Española y de las JONS y Falange Española Auténtica
Entre la ejecutiva de Vox hay dirigentes con pasados políticos de todo tipo. Muchos, como José Sánchez, Mazaly Aguilar o Pablo Sáez, nunca han estado en otras formaciones políticas, pero muchos otros sí y entre estos, más allá de la predominancia de un pasado en el PP, se encuentran antiguos miembros de un montón de formaciones políticas distintas. Tránsfugas de Ciudadanos, excandidatos de Falange o antiguos miembros del partido fundado y liderado por Eduard Punset.
Javier Ortega Smith, el número dos de Vox, fue candidato a las elecciones europeas en 1994 por el partido de Punset. Se presentó en las listas de Foro-CDS, una coalición del partido fundado unos años antes por el divulgador científico y del Centro Democrático y Social de Adolfo Suárez.
Ortega Smith, de nacionalidad española y argentina, no volvió a la política hasta que se afilió a Vox. Este exmilitar encabezó las candidaturas del partido de ultraderecha a la alcaldía madrileña y al Senado, por la misma ciudad, en el año 2015 y es conocido por su labor como abogado dentro del partido. Ha sido, como jurista, el encargado de ejercer la acusación popular por parte de Vox contra los políticos independentistas, aunque también es conocido por otras proezas. En 2014, por ejemplo, retiró junto a integrantes de la fundación DENAES un bloque de hormigón arrojado por las autoridades de Gibraltar en la Bahía de Algeciras y desde entonces tiene prohibida la entrada a este territorio británico. De todos modos, dos años después volvió con algunos simpatizantes de Vox para desplegar una bandera de España en el peñón. Debido a la prohibición de entrada, tuvo que entrar y salir a nado. Ortega-Smith ocupa el cargo orgánico de secretario general dentro de Vox desde el 20 de septiembre de 2014.
Javier Ortega Smith, el número dos, fue candidato a las elecciones europeas en 1994 en las listas de Foro-CDS
Ortega Smith era el número dos de la candidatura de Abascal a la presidencia del partido. El expopular se impuso a Ludovico López Cadé, su único competidor, por 1.010 votos frente a tan solo 99, pero la corriente alternativa ya había abandonado el partido y López Cadé no tenía ningún peso orgánico.
El grupo integrado por otros fundadores del partido, como Ignacio Camuñas, José Luis González Quirós o Alejo Vidal-Quadras, de una ideología europeísta y liberal, menos escorado al patriotismo y la extrema derecha que predican los vinculados a Abascal, había ido dejando Vox los meses anteriores, dada la imposibilidad de presentar una candidatura alternativa de peso.
La batalla interna librada entre los partidarios de Vidal-Quadras y los de Abascal, entre los que se encontraban la actual dirección del partido y muchos integrantes de DENAES, acabó con los del primero fuera del partido después de que este no obtuviera un escaño en el Parlamento Europeo en mayo de 2014. Meses después ninguno de ellos intentó ya luchar por arrebatar la presidencia a Abascal.
Ahora no se sabe quien encabezará la lista del partido en las elecciones europeas de mayo, pero parece que Vox obtendrá esta vez representación. Lo que no está tan claro es quién financiará los gastos electorales, después de que El País haya desvelado que el 80% de la campaña de la candidatura liderada por Vidal-Quadras en 2014 fue financiada por un grupo opositor iraní.
Vox está sacudiendo la política española después de haber conseguido doce escaños en las pasadas elecciones andaluzas. La formación política se presenta como un nuevo elemento en el sistema político del país e intenta exprimir esta novedad frente al electorado; o, al menos, presentarse como un partido...
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