La vicepresidenta del PdeCAT, Míriam Nogueras i Camero, sabe que rompe esquemas y disfruta haciéndolo. Se define a sí misma como muy crítica con la política tradicional, y no le importa mostrarse como una empresaria que a la vez participó de movidas anticapitalistas como el No Vull Pagar. 

Nacida en Dosrius hace 38 años, al norte de la provincia de Barcelona, recuerda que era votante de Esquerra hasta 2012 y que ese partido le ofreció ser candidata, pero lo rechazó porque los veía “demasiado anti-CiU”. Se decantó por los convergentes y su meteórico ascenso en el PdeCAT, que la nombró número dos en julio de 2018, llevó a que algunos la apodasen la Puigdemona.

Su perfil ecléctico se confirma al conocer su trayectoria. Copropietaria de una empresa textil, ha montado varias empresas. Tuvo su experiencia proletaria cuando, estando en paro, optó por un trabajo de carnicera, a pesar de no saber distinguir “el cerdo de la ternera”. Defiende las posiciones más rupturistas con el Estado ante los más dialogantes, a quienes mira con desdén. En mayo será candidata a alcaldesa de Mataró.

Se habla mucho de su vínculo político estrecho con el expresident de la Generalitat. Cuando conversamos, ¿se la escucha a usted pero se oye lo que piensa Puigdemont?

(Risas) No, no… yo cuando hablo, hablo yo. Lo de ser la mano derecha de Carles Puigdemont lo han publicado medios españoles. Se le ha demonizado mucho, parece que algunos se creen que si se termina con él se termina con el Procés y que el independentismo desaparecerá. Él es un tío que es el líder indiscutible del independentismo y que hizo lo que nadie fue capaz de hacer.

Contó con su apoyo como vicepresidenta del PDeCAT a pesar de llevar poco tiempo en el partido.

No hay duda de que yo represento la línea de Puigdemont, del president de Catalunya. Es un tío que está en el exilio porque hizo lo que los ciudadanos le pidieron

Cuando salgo vicepresidenta, no es un secreto que represento a todos los que eran muy críticos en general con la política. No hay duda de que yo represento la línea de Puigdemont, del president de Catalunya. Es un tío que está en el exilio porque hizo lo que los ciudadanos le pidieron. Las dudas sobre si en el partido estamos todos alineados se resuelven en el momento en que entramos las personas que representamos un abanico más amplio de la base. Yo no creo ser la Puigdemona, como me dicen aquí (alude al Congreso), ni la mano derecha, sino que soy una más entre muchísimos. Lo dicen para demonizarme a mí también, pero no me importa nada.

Después de estos meses, ¿cómo es la situación en el PDeCAT?

Estamos coordinados. Todos los días coordinamos todo lo que hacemos, no solamente con Carles Puigdemont, también con el exilio, con el Govern, con el president Torra, con el partido, con el grupo parlamentario y con Lledoners.

¿También se coordinan con los dirigentes presos?

Sí. Todos los lunes por la tarde estamos en Lledoners y despachamos con ellos y conversamos todos. Todo lo coordinamos. Una vez que recogemos todo de todos, los que estamos ahora al frente decidimos.

Se aproxima el juicio a los independentistas. ¿Qué cree que va a suceder?

Que no será un juicio justo. Ya están en prisión preventiva de manera injusta y hasta la ONU ha exigido a España que saque a Jordi Sánchez de prisión porque se vulneran sus derechos. Creo que será otra ocasión en la que se ponga un espejo enfrente del Estado español, que se vea lo que es. El mundo ya lo está viendo.

Suponiendo que sea una sentencia muy dura, ¿cuál será la estrategia?

Bueno, nos pasamos a Europa, al tribunal de Derechos Humanos. Estoy convencida de que ahí va a pasar como pasó en Suiza, Bélgica, Alemania y Escocia. Ha quedado claro que ni rebelión ni sedición ni demonios… Nada. 

¿Cómo imagina la reacción del presidente Sánchez? ¿Esperan un indulto?

Los partidos españoles tienen el proyecto de destruir a Puigdemont y a los independentistas

No tengo ni idea, pero será mucho menos de lo que esperamos todos. También descartamos el indulto, que es una vergüenza. Si todo esto es una farsa… que se plantee el indulto es falta de seriedad. Lo que más pena me da es que muchos españoles compren este falso relato. Que nos criminalicen y luego se acepten negociaciones con un partido fascista y machista como Vox… Me da pena por los ciudadanos. Que se haya normalizado que esté Vox y estén demonizando a gente que lo único que queremos es la independencia… Te puede gustar más o menos pero yo respeto a las otras opciones políticas. Los partidos españoles tienen el proyecto de destruir a Puigdemont y a los independentistas. 

A veces la actitud de Torra lleva a pensar que se busca un pacto PP-Cs-Vox a nivel nacional y que Puigdemont tiene la teoría de que cuanto peor, mejor. ¿Es así?

No. Es un error pensar que nosotros hacemos las cosas para destruir otras. Que lo que hagamos nosotros tenga como consecuencia que en España el bloque de derechas se cohesiona más es una consecuencia, pero no es lo que buscamos. Siempre digo que con los ciudadanos españoles, mis hijos van a convivir. Un día mi hijo se enamora de una sevillana o algo... Soy la primera que quiere la mejor versión de España, la más democrática, la menos voxista.

O sea, que no es un objetivo que haya un gobierno español de PP, Cs y Vox… porque eso le daría más fuerza al independentismo, ¿o sí?

A ver, que estuviesen en el Gobierno haría que haya más indepes, igual sí. Pero no es lo que buscamos, no queremos que gobierne PP-Cs-Vox. Ni por nosotros ni por los españoles.

Muchos críticos de los independentistas cuestionan que ustedes se olvidan de la mitad no nacionalista de los catalanes. ¿Qué les responde?

Es falso. Cuando escuchamos a Sánchez decirnos “pandilla” o al Rey haciendo un discurso que aplaude la represión del 1 de octubre, no nos tienen en cuenta a nosotros. Y al final, a los que me dicen que sólo defiendo a los indepes siempre les digo: tú no pones unas urnas sólo a los independentistas. Cuando pido que la gente decida, quiero que decidan los indepes y los no indepes. No quieren que yo vote y decida. Tienen miedo de que seamos más. Albert Rivera dijo que se tenía que votar en Cataluña para cambiar la mayoría... y es que esta gente nos va a hacer votar hasta que ganen ellos. Señores, hemos votado mucho y el resultado es el que es. Como no lo aceptan, iremos votando hasta que salga lo que a esta gente le convenga. 

¿Haría algún gesto a ese votante fuera de Catalunya para hacerle entender su posición?

El Procés le está viniendo bien, ha sacudido la política española y también la europea y esto es bueno

Yo tengo toda la familia de mi madre en Dos Hermanas (Sevilla) y les digo siempre que Catalunya lleva muchos años colaborando económicamente con España. Somos el 16% de la población pero aportamos más del 20% del PIB, y siempre fuimos de las Comunidades Autónomas que más da y menos recibe. Pero a partir de ahí, creo que la independencia, a medio y largo plazo, a quien más va a beneficiar es a España, porque España necesita espabilar. No tiene proyecto, no hay ningún partido que tenga un proyecto para España. No hay un proyecto para Andalucía, para Galicia, o Extremadura… Cada territorio no tiene un papel definido en el Estado, de ver lo que puede aportar en su diversidad. No sirve de nada ir llenando las cajas de las autonomías sin objetivo. El único proyecto político que hay en España ahora es el de Catalunya. El Procés le está viniendo bien, ha sacudido la política española y también la europea y esto es bueno.

Yendo al terreno personal, ¿cuál es su perfil ideológico?

Complicado esto… (sonríe). Yo nunca me había dedicado a la política. Miro para atrás… Tuve empresas de tecnologías, he trabajado en publicidad, y hasta he trabajado de carnicera un año y me lo he pasado muy bien.

¿Cortando la carne en la tienda?

Sí, claro, cortando la carne, el entrecot y las butifarras (risas). Yo había cerrado una empresa porque uno de mis socios murió. Siempre montaba empresas y luego cerraban, muy americano y muy poco español, porque acá eso es visto como un fracaso lo de acabar proyectos y montar otros. Entonces, me había apuntado al paro y el tío de mi marido tenía una carnicería y necesitaba ayuda, y me contrataron. ¡Entré sin saber distinguir el cerdo de la ternera! Pero aprendí mogollón. Después fui empresaria textil.

Volvamos a su definición ideológica…

Bueno, creo que el mundo del emprendedurismo es precioso, y esto es muy liberal. Soy muy defensora de las empresas, de las pymes sobre todo, y defiendo mucho a los empresarios y sus esfuerzos. Pero al mismo tiempo fui parte del No Vull Pagar, que es una reivindicación muy social. Supongo que seré más liberal. Me da rabia cuando creen que soy de derechas, porque no me considero. Es más, hasta 2012 voté a ERC y mi padre formó parte de ERC. Ellos me vinieron a buscar, también los de Convergencia. Pero en CDC veía gente con proyectos concretos y ganas de hacer, y en ERC vía todo… como demasiado anti-CDC, por eso no fui.

La corrupción interna en CDC alcanzó niveles altísimos. ¿Le echó para atrás?

No me ha gustado nunca la corrupción. No me gusta, siempre la he criticado. El PDeCAT es un partido absolutamente limpio, transparente. Sino no estaría aquí yo.

¿Confirma que va a ser candidata a alcaldesa en Mataró?

Sí, sí, soy candidata.

Si es electa, ¿va a renunciar a su escaño?

Si soy alcaldesa… ya veremos.