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Día VII: Jueves Santo de campaña centrado en la batalla del debate. Resumimos. Pedro Sánchez descubrió ayer que RTVE es la cadena pública de todos los españoles. Tras la epifanía, el presidente llamó al grupo Atresmedia, con quien había pactado un debate a cinco –prohibido más tarde por la Junta Electoral– para decir que, si Abascal no iba a caballo, a él no lo esperasen despiertos. Finalmente el debate sería, o eso parecía, entre los cuatro candidatos que se desplazan a pie y en la tele pública. El grupo propietario de Antena3 y La Sexta acusaba al presidente de falta de palabra y a TVE de mal compañerismo. A su vez, el comité de RTVE, acusaba a la dirección de plegarse a los caprichos de Sánchez. Eso no es tele independiente. Tras el plantón, la tele privada y los otros 3 candidatos que se desplazan a pie (Casado, Iglesias y Rivera) le han echado un órdago a Pedro Sánchez: el debate se hará el día 23 en Atresmedia, con o sin él. Es decir, la campaña electoral ha encallado en un problema espacio-temporal. Al cierre de esta pieza, los tres candidatos que no se apellidan Sánchez debatirán la noche del 23 en Atresmedia. Sánchez, por otro lado, debatirá contra nadie al mismo tiempo en TVE. El conflicto territorial ha llegado al punto de que va a costar juntarlos a todos en las mismas coordenadas.

Más de medios. Tras la luz verde de la Junta Electoral, Oriol Junqueras dará un par de entrevistas desde prisión. La Vanguardia y Ara, los medios elegidos. Jordi Sánchez, desde Soto del Real, ha participado hoy por Skype en una rueda de prensa organizada por la Agencia EFE. Presos políticos participando en campaña desde las rejas, un nuevo formato que nos convierte en uno de los países con mayor actividad electoral dentro de las prisiones. A veces estamos a la cabeza en algunos asuntos.

Buena parte de la campaña y su batalla comunicativa pasa hoy también por el gran medio de comunicación: las redes sociales. Hoy hemos sabido que una investigación vincula al equipo de campaña del PP con una red de cuentas falsas que apoyan a Casado en Twitter. Lo cuentan los compañeros de El Diario, pero hay que poner la información en cuarentena: no nos podemos imaginar a alguien como Casado haciendo trampas. Si para que el discurso del líder pepero triunfe en redes tienen que contratar cuentas falsas, las perspectivas electorales son aún peor de lo que podemos imaginarnos.