1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 3.340 Conseguido 91% Faltan 16.270€

Viajar sin clase turista

Estamos en un período de emergencia y excepción. Es posible afrontar esta crisis con criterios de justicia, pero sobre la base de sociedades y economías radicalmente diferentes

Yayo Herrero 31/07/2019

LA BOCA DEL LOGO

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

CTXT se financia en un 40% con aportaciones de sus suscriptoras y suscriptores. Esas contribuciones nos permiten no depender de la publicidad, y blindar nuestra independencia. Y así, la gente que no puede pagar puede leer la revista en abierto. Si puedes permitirte aportar 50 euros anuales, pincha en agora.ctxt.es. Gracias.

Llega el verano y, con él, las vacaciones y los viajes. En los próximos dos meses, muchas personas se trasladarán por semanas y quincenas, en un viaje de ida y vuelta. Los mares se llenarán de cruceros, los montes de excursionistas, colas en los museos... Carreteras, aviones y trenes llenos de personas que quieren y pueden viajar. 

Millones de selfies. Cientos de miles de desplazamientos, de litros de gasolina quemados, territorios secos que multiplican por varios dígitos su población, trabajadoras temporales que se desloman haciendo camas y fregando habitaciones por un sueldo miserable. Son turistas. Se lleva la cuenta de cuántos llegan y cuánto gastan. Luego, se trasladará el resultado al PIB y los gobiernos, en todas las escalas, locales o estatales, proclamarán exultantes el incremento del número de personas que llegaron y la cantidad de euros que gastaron.

En el lado oscuro, los otros viajes no deseados. No son turistas. Son personas que escapan de territorios esquilmados, de sociedades violentas, de la pobreza. No sabemos sus nombres, ni cuántos son exactamente, y menos desde que la UE y sus países miembro han decidido no rescatarlas y castigar a quienes lo hacen.  Pretenden que su viaje sea de ida, pero en ocasiones vuelven a casa gratis, quizás ni siquiera a casa porque las deportaciones no buscan dejar en casa, sino sacar a quienes sobran, a donde sea. No se fotografían. No posan. Más bien pretenden ser invisibles. Todo lo más alguna imagen involuntaria de decenas de personas hacinadas en una embarcación frágil o encaramadas a una valla coronada con concertinas. A lo peor, la imagen de un cuerpo sin vida en una playa. 

Las caravanas de turistas contrastan con los miles de personas migrantes que intentan atravesar fronteras militarizadas, entre la invisibilidad y la explotación. En camiones frigoríficos, amontonados en cayucos y pateras, los desahuciados del mundo, arriesgan la vida y con frecuencia mueren por atreverse a viajar sin ser turistas. No atraviesan la línea de frontera con tanta facilidad como los minerales, las mercancías, los alimentos o las inversiones que vienen de los lugares de los fueron expulsados. 

Y sin embargo, cada vez hay más personas que emprenden esos viajes forzosos.

Sin obviar la legitimidad de cualquier persona para desplazarse a donde quiera, hay diversos factores económicos, políticos, sociales o culturales que fuerzan los flujos migratorios. Y en el corazón de esos factores, como su causa material más profunda, la crisis ecológica.  

 OXFAM dice que entre 2008 y 2016 se han producido 21,8 millones de desplazamientos internos a causa de eventos climáticos extremos y repentinos

El cambio climático, por ejemplo, destierra por pura desaparición o degradación del hábitat. Nadie puede vivir en lugares inundados, en territorios arrasados por tormentas y ciclones tropicales cada vez más frecuentes e intensos. Algunos lugares se van transformando en verdaderos hornos en los que se hace difícil la vida. Incendios, contaminación del aire... Todos estos cambios afectan a la disponibilidad de agua, la productividad de los cultivos y pastos y la pérdida de los servicios ecosistémicos que afectan de forma inevitable a las economías y a las condiciones materiales de existencia de muchos seres vivos, generando además situaciones de conflicto y violencia.

Según la Organización Mundial de las Migraciones existen 68,5 millones desplazadas de forma forzada. OXFAM dice que entre 2008 y 2016 se han producido 21,8 millones de desplazamientos internos a causa de eventos climáticos extremos y repentinos. El Centro de Monitoreo de Desplazamientos Internos del Consejo Noruego de Refugiados sostiene que en 2017 y por causa del clima, hubo 16,1 millones de personas desplazadas.

En un artículo reciente leía que “África, con el 13% de la población mundial y el 6 del PIB global, es el continente que más se calentará, cuando tan sólo emite el 3% de los gases de efecto invernadero. Se derriten los glaciares del Himalaya, en donde nacen los principales ríos. Y el mar está echando a las personas que habitan en las islas de Oceanía. En Yakarta, la capital de Indonesia, millones de personas deberán abandonar la ciudad porque se hunde. Un hecho que también sucede en Holanda. 200 millones de personas se verán obligadas a dejar sus lugares de residencia a causa de la desestabilización del clima antes de mitad de siglo”.

España es un país tremendamente afectado por la crisis ecosocial. Completamente dependiente en términos de energía y minerales, se calienta, además, al doble de velocidad que otros países de Europa. La desertificación avanza. En el sureste de la Península Ibérica, Málaga, Granada, Almería y Murcia son los espacios afectados más gravemente por el cambio climático, pero en zonas interiores agrícolas del interior de España empiezan a nos ser viables algunos cultivos debido a la degradación del suelo, el estrés hídrico y el aumento de temperaturas. Se empiezan poco a poco a producir los primeros desplazamientos internos pero la crisis ecosocial pasa social y políticamente inadvertida para las mayorías sociales. 

África, con el 13% de la población mundial y el 6 del PIB global, es el continente que más se calentará, cuando tan sólo emite el 3% de los gases de efecto invernadero

El extractivismo también expulsa personas. Bajo la lógica colonial, hay territorios que han sido utilizados históricamente como minas y vertederos, con brutales consecuencias sobre comunidades y pueblos. En la práctica, el extractivismo, ha sido y es un mecanismo de saqueo, expulsión y apropiación colonial y neocolonial que ha marcado la vida económica, social y política de muchos países del Sur global. La historia de América Latina, por ejemplo, está atravesada por esta lógica. Cada año son asesinadas cientos de personas por defender la tierra y oponerse a proyectos extractivistas o energéticos. 

Desde los púlpitos del poder se vuelcan noticias falsas que generan enormes prejuicios. La mayor parte de las migraciones se dan entre los países del Sur, solamente una parte pequeña de las personas expulsadas sigue el mismo derrotero que las materias primas saqueadas de sus territorios. Pero la idea de la amenaza al mundo rico se repite de forma machacona. Los mismos que acusan de turismofobia a quienes denuncian los procesos de gentrificación y expulsión de vecinos y vecinas por las subidas de alquileres y la transformación del centro de las ciudades en una marca o un escaparate, criminalizan a quienes intentan saltar vallas y llegar a lugares que perciben como seguros.

El camerunés Achille Mbembe acuñó el término necropolítica, y dice que esta se instala en el momento en el que desaparece la diferencia entre el ser humano y la mercancía. Bauman dice que las políticas migratorias y de asilo, no sólo de Europa sino también de los Estados Unidos o Australia, se han convertido en la industria del desecho humano. Están integradas en una racionalidad económica que considera que los seres humanos son sustituibles y desechables. 

Lo cierto es que si la valla que rodea la Europa rica, además de no dejar entrar migrantes, no dejara entrar energía, materiales, alimentos y/o productos manufacturados, la UE no se sostendría. Todos los países que se consideran desarrollados y ricos viven con muchos más recursos de los que hay en sus propios territorios. Para que exista el mundo rico tal y como lo conocemos, la contrapartida es la expulsión y el abandono de un mundo empobrecido, cada vez mayor, dentro y fuera de nuestras fronteras cada vez mayor.

Lo que es un problema humanitario causado por la explotación y el saqueo, se convierte en un problema de seguridad. Una economía enormemente violenta convierte en sobrante a una buena parte de la población. La expone a peligros mortales, la recluye en territorios acotados, zonas de exclusión, en las que confinar y securitizar, además, es un negocio. Transformados en residuos humanos, muchas personas son tratados como la materia prima del negocio de las fronteras y los centros de internamiento. Otro extractivismo para el capitalismo del desastre.

Los neofascismos criminalizan, estigmatizan, deshumanizan, abandonan y matan a personas “sobrantes” con un discurso y escenografía que busca legitimar socialmente el exterminio

Los neofascismos criminalizan, estigmatizan, deshumanizan, abandonan y matan a personas “sobrantes” con un discurso y escenografía que busca legitimar socialmente el exterminio. La Unión Europea criminaliza, estigmatiza, deshumaniza, abandona y mata a personas “sobrantes” dentro del discurso políticamente correcto de los derechos, a partir de la ingeniería social “racional” limpia y tecnócrata del capitalista mundializado que considera que las vidas y los territorios importan solo en función del “valor añadido” que produzcan. Y las izquierdas no tienen una reflexión ni propuesta acorde a la gravedad de la situación. Se pretenden buscar soluciones dentro del orden establecido y es imposible. De seguir así, muchas personas a las que ahora no se nos pasa por la imaginación, podemos vernos como “turistas forzosos”.

La mejor información científica advierte de la crudeza de la situación. El declive en la disponibilidad de energía fósil y minerales, los escenarios catastróficos del cambio climático, las tensiones geopolíticas por los recursos y los procesos de expulsión de muchas personas a los márgenes de las sociedades o fuera de la propia vida, abocan a acometer de forma urgente transiciones que, apoyadas en la equidad y la justicia, que permitan encarar los cambios ya irreversibles y frenar aquellos elementos de deterioro que aún sea posible detener.

El pensamiento económico capitalista convencional no puede resolver los desafíos presentes y futuros de la economía mundial y sobre todo de las vidas cotidianas. Es imposible la pretensión de crecer de manera permanente, imprescindible para el capitalismo, obviando los límites planetarios, incluso aunque se pretenda que ese crecimiento sea “verde”.

Estamos en un período de emergencia y excepción. Es posible afrontar esta crisis con criterios de justicia, pero sobre la base de sociedades y economías radicalmente diferentes. Poner el tema encima de la mesa, sin esconderse detrás de declaraciones de derechos que no se materializan es, desde luego, un punto de partida imprescindible.

CTXT se financia en un 40% con aportaciones de sus suscriptoras y suscriptores. Esas contribuciones nos permiten no depender de la publicidad, y blindar nuestra independencia. Y así, la gente que no puede pagar...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autora >

Yayo Herrero

Es activista y ecofeminista. Antropóloga, ingeniera técnica agrícola y diplomada en Educación Social.

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

2 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. AMADEUS

    Un artículo excelente. Una visión y crítica global más allá de la superflua, aunque sea cierta, campaña de la ONU y apoyada por GP de que cambiemos los chuletones por pochas. Por supuesto que hay que hacerlo, pero eso es el chocolate del loro. Yayo no cae en la trampa (¡cómo iba a caer!). Como decía al principio, su análisis y crítica es global. Acertada y aceradamente global. Es el espíritu vivo de Ramón. Gracias Yayo.

    Hace 5 años 3 meses

  2. Prueba

    "las izquierdas no tienen una reflexión ni propuesta acorde a la gravedad de la situación. Se pretenden buscar soluciones dentro del orden establecido y es imposible" "Es posible afrontar esta crisis con criterios de justicia, pero sobre la base de sociedades y economías radicalmente diferentes." Este me parece que es nuestro gran problema. ¿Cómo se pueden crear sociedades y economías diferentes, si no es a través de movimientos político-sociales que nazcan en este orden establecido que lo ocupa todo? Para conseguir la categoría de 'sociedades' o 'economías' con las que afrontar esta crisis, estos movimientos necesitarían crecer hasta marginar al orden establecido; casi nada ¿Cómo podrían crecer estos movimientos si no es en interacción con este orden? Todas las reflexiones y propuestas que he visto son igualmente difíciles de poner en práctica porque requieren de poder marginar al régimen actual, sea 'desde dentro' y/o 'desde fuera' ¿Qué reflexiones y propuestas que conozcas son más fáciles de realizar? No veo otra opción que seguir experimentando e intentado crecer en parte dentro, en parte fuera de este orden que lo ocupa todo, respetando y colaborando con todas las propuestas que se van dando y aceptando que la gran mayoría no llegarán muy lejos porque los regímenes se protegen y éste también.

    Hace 5 años 3 meses

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí