Como suele suceder en los días previos a unas elecciones generales, algunas personas se preguntan si su voto no iría mejor a otro partido (distinto del preferido) con más posibilidades de sacar, al menos, un escaño.

Aclarar esto no resulta sencillo. Sobre todo, porque no tenemos ni idea de cuán equivocados están los sondeos. El otro día, Kiko Llaneras lanzaba desde El País una advertencia muy oportuna. Es muy probable que los sondeos se equivoquen “en un par puntos con cada partido y no es raro que se desvíen tres o cuatro al menos con uno. Lo difícil es predecir con cuál”. 

A esto debemos añadir el problema de la participación. Por mucho que nos subleve, si se viene un tsunami de abstención, poco podemos hacer. Su impacto es relativamente incierto. Los indicadores son malos. Las tendencias del último mes para las izquierdas y para el PSOE, nada halagüeñas.

Estos días también se oyen comentarios sobre si tal escaño potencial de PSOE o UP estaría en peligro de caer en manos del trifachito en tal o cual provincia (véanse de cerca Málaga, Zaragoza o Las Palmas). Estas afirmaciones tienen algún fundamento, sobre todo a la luz de algunas encuestas de ámbito regional.

A continuación, vamos a ir a lo básico. Daremos un breve repaso a cómo está la situación para el PSOE y las candidaturas de centro-izquierda e izquierda, y en particular, de las probabilidades de lograr al menos un escaño en los sitios donde se presentan.

Voto al PSOE

¿Dónde no saca escaños el PSOE? Pareciera que los saca en todas partes. Ojo con las provincias que reparten pocos; aunque improbable, podría haber algún susto (recordemos que en Lleida en 2016 se quedó en blanco). En Melilla, donde estuvo cerca de lograrlo en abril, parece que el PP le dará ya vuelta y media. En Ceuta, tiene toda la pinta de que lo pierde.

Voto a Unidas Podemos

Se puede votar a Unidas Podemos con una expectativa bastante razonable de escaño en Valladolid, Cádiz, Córdoba, Granada, Málaga, Sevilla, Zaragoza, Asturias, Baleares, Canarias, Valladolid, Toledo, Ciudad Real, Barcelona, Girona, Tarragona, A Coruña, Pontevedra, Alicante, Valencia, Madrid, Murcia, Navarra y País Vasco.

Hubo un tiempo, no tan lejano, de escaños en Jaén, Huelva, Huesca, Cantabria, Albacete, Burgos, León, Lleida, Badajoz, Lugo y La Rioja. No hay señales de que ninguno de ellos vaya a volver. Por cierto, que el CIS le da opciones en Almería, para lo cual tendría que lograr que ninguna de las tres derechas le duplique en votos, tarea complicada. Estas son las cosas mágicas que pueden suceder cuando se reparten 6 escaños.

Voto a Más País-Compromís

No parece tener opciones fuera de Madrid y Valencia. Su presencia en otras circunscripciones debe de estar basada en un error de cálculo. No tiene sentido si no se prevé superar el 10% de los votos. 

Respecto a si hará daño (en escaños) a UP o PSOE, podría decirse que, a estas alturas, cuanto mejor peor. Esto es, cuanto más cerca quede del 10% (sin llegar a él), más probable es que se le pueda reprochar a Errejón haber hecho algo mucho peor de lo que hizo Sánchez Mato.

Voto a Pacma

Este partido ha ido creciendo lenta pero consistentemente hasta alcanzar el 1,25% de los votos (unos 328.000). Su voto se presenta demasiado disperso. Para dejar de ser extraparlamentario tendría que triplicar sus apoyos (o duplicarlos en Barcelona), cosa que no parece que vaya a suceder.

Voto a ERC

Rentable en todas las circunscripciones, salvo fuera de Cataluña. Poco que comentar al respecto.

Voto a la CUP

En Barcelona es clarísimo. En Lleida parece perdido y en las demás, aunque depende de los números finales, tienen un panorama realmente complicado.

Voto a Nueva Canarias

Tiene un escaño por Las Palmas dudoso, pero con perspectivas. La candidatura es en confluencia con CC, y el uso del escaño a repartir.