El mercado del arte
A Spanish Artist?
A conversation from the outside
Juan José Santos Mateo 1/03/2020
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—Can I mention a Spanish artist? I can only think of Santiago Sierra…
—I think he’s from Mexico; but Oscar Murillo is Spanish, and he just won the Turner!
—Wow!
— Wait, this piece will be read by Spanish fellows…
—Oh shit. Ok Google: translate this into Spanish.*
—Okay. Me dijiste que había cierta controversia debido a la falta de presencia de artistas españoles en la última exposición principal de la Bienal de Venecia. Y que hay una fuerte evidencia sobre la pequeña presencia del arte español en el circuito internacional. Y tú y yo sabemos que es verdad.
—Sin embargo, hay muchos curadores españoles que trabajan en importantes museos e instituciones en el extranjero.
—Entonces, ¿qué está pasando realmente?
—Tengo algunas teorías, y todas ellas han sido contrastadas con grandes artistas y curadores que viven fuera de España.
—Ilumíname entonces.
—Durante la dictadura de Franco, eso, no se olvide, duró casi cuarenta años, hubo un aislamiento cultural masivo. Piensa en lo avanzado que se volvió el mundo creativo en el Reino Unido, o en Alemania, durante los años 60 y 70... Bueno, en España: nada. En consecuencia, no existe ninguna tradición artística contemporánea.
—Si ese es el caso, ¿por qué esta falta de experiencia no ha impedido que el cine o la música española estén en primera línea hoy?
—Esta es solo una razón. Las otras podrían resumirse bajo el título: “Una cultura politizada, una política inculta”. Déjame profundizar en ello. ¡La gestión cultural internacional no la lleva a cabo el Ministerio de Cultura, como en otros países, sino el Ministerio de Asuntos Exteriores! Eso delega decisiones a la arbitrariedad del amiguismo y a grandes acciones pensadas desde un punto de vista diplomático. Se pagan enormes cantidades de dinero en efectivo para exportar arte español, y siempre es del mismo tipo: barroco, Goya, Picasso o Miró. Mientras tanto, las infraestructuras nacionales están literalmente goteando. Y con respecto a las decisiones dentro del sistema cultural español, existe una gran interferencia política. Cada vez que hay un cambio de legislatura, las cabezas ruedan y, ¿qué sabes? Los alcaldes van de la mano a los museos. La cultura y el arte han sido delegados a las comunidades autónomas. No hay un sistema centralizado. Entonces, lo que sucede arriba y afuera se reproduce abajo y adentro: se instala la lógica del amiguismo. Solo exhibes si eres amigo de ...
—¿Asumes que todo el malestar es causado por políticos? ¿Y los poderes privados no tienen nada que decir?
—Mucho. Comenzando por que, en el campo cultural, lo privado y lo público son dos amigos distantes. Esto se evidencia por la falta de una ley de mecenazgo, o por lo alto que es el IVA. Esto aleja la recolección y el trabajo de fundaciones privadas. Todo esto da como resultado que los coleccionistas compren el trabajo de alemanes en lugar de españoles. No sería sorprendente si se descubre que el mejor coleccionista español de arte de 2019 fue ... Sergio Ramos. Sí, el de “el corazón”. Los artistas ya saben qué tipo de arte producir. Horterismo ilustrado hasta que te da un derrame cerebral. Cuanto más “tatuable”, mejor.
—Ok, me estás aburriendo. Estoy buscando en Google a Murillo. Él es de Colombia. Siempre hablas de política: ¿no es simplemente que los artistas españoles son simplemente malos?
—Ok, preguntémosles. Voy a ponernos en altavoz: llama a Dora García.
Llamando... (Puerta a una diarrea.)
—Excelente. Un segundo. ¿Dora? ¿Mi amigo? ¿Estás ahí?
—¡Oye! ¿Cómo te va?
—Haciendo bien. ¿Ya sabes? Estoy con un colega debatiendo sobre cuán débil es la presencia del arte español en el ámbito internacional. Estoy seguro de que tienes algo interesante para contribuir. ¿Crees que el arte español ocupa el lugar que merece?
—Sí, creo que ocupa el lugar que debe. Un lugar minoritario, porque su importancia en lo que se llama “el circuito del arte internacional” es minoritaria, aunque tengo mis dudas de que sea un fin deseable ocupar un lugar mayor en el circuito del arte internacional. Lo que ha fallado en su internacionalización: educación básica, educación artística y becas de viaje para estudiar fuera. Eso es lo que falla. Y también que no hay una estructura fuerte de coleccionismo ni privado ni público.
—¿Ves a qué me refiero? Gracias, Dora Y por si esto no fuera suficiente, voy a llamar a mi amiga Lara Almarcegui.
—Con curators de aquí activos en las mejores instituciones fuera (la Tate, el Jeu de Paume, Eva González Sancho, Luz Estévez, Agustín Pérez Rubio, Chus Martínez, y un largo etc..), con artistas como Dora Gracia o Santiago Sierra casi idolatrados en el extranjero, o Luz Broto que va en camino, no creo que podamos quejarnos de falta de presencia fuera. Pero sí que los artistas que aspiran a trabajar en España tienen dos grandes desventajas respecto a sus colegas europeos: se sufre de la tremenda especulación inmobiliaria que hace casi imposible el acceso a un lugar de trabajo o a una vivienda. Por otra parte, la falta de ayudas a la producción hace muy difícil sacar adelante proyectos nuevos. Para mí, lo que cuenta no es cuánto reverbera una exposición, sino cómo me las consigo arreglar para producir un trabajo nuevo.
—Artistas que hablan bien de curadores, mmm... No sé si sucede al revés. Se sabe que los curadores españoles hablan mal del arte español.
—Muy bien. Hablemos con uno de ellos. Marti Manen. ¿Como estas Marti?
—Bien bien.
—¿Crees que el arte español no está en su lugar en el marco internacional?
—Me da la sensación de que cuando ocurre una situación de internacionalización la información sobre ello no parece importante. Un ejemplo concreto: este verano en Noruega coexistían cuatro bienales, todas ellas de carácter internacional y con buenos presupuestos. En tres de ellas teníamos presencia importante española. La bienal de Oslo está co-comisariada por Eva González-Sancho con Juan Canela en programación y la participación de Dora García como artista. En el equipo programático de Bergen Assembly estaba Paul B. Preciado y contaba con artistas como Pedro G Romero. En Momentum10 (bienal muy establecida en los países nórdicos) estaba yo comisariando y teníamos a artistas como Regina de Miguel, Francesc Ruiz y Pepo Salazar. No he visto en ningún periódico español que se viera reflejada esta enorme presencia española tanto en el campo del comisariado como artístico. No es que no se supiera, es que no parece necesario hacerlo público. Hay muy buenos artistas e instituciones, pero no hay un marco económico o cultural que permita mucho más, con lo que creo que en el fondo el arte español sí que ocupa el lugar que debe en el marco internacional, un lugar no privilegiado. Siempre digo que el hecho de que el pabellón español en la bienal de Venecia esté en una ubicación destacadísima y sea de un tamaño considerable no es más que una anomalía histórica. Después hay otro tema, y es cómo se trabaja para hacer de la situación en el país algo internacional: no sé si hay muchos proyectos con ambiciones más allá de lo contextual. Por poner un ejemplo equivocado, en la locura bienalística no veo ninguna ciudad pujando fuerte para tener un hueco y lograr que la prensa internacional y el mundo del arte tenga que pasar por aquí sí o sí. Y digo que es un ejemplo seguramente equivocado, pero también es una realidad. Para seguir con el tema, pienso que sería interesante ver si en las universidades se piensa internacionalmente o no, cuál es el idioma de trabajo en cada lugar, y si hay opciones para personas de otras latitudes para trabajar en puestos de dirección y facilitando redes.
—Es muy divertido que él diga eso sobre el idioma. Ja, ja, ja.
—¿Sigues afirmando que el problema está en la calidad del arte español?
—No. Pero mis dudas van más allá de este debate nacional. Mi preocupación es hasta qué punto es absolutamente vital que un artista exhiba en el extranjero, exhiba más, venda en el extranjero, sea más costoso, llegue a la curaduría central de la Bienal de Venecia o gane el Premio Turner. Creo que tu amigo de la diarrea dijo algo similar. Recibí una respuesta a todo esto en la página 65 del libro de Harald Szeemann Metodología individual, tan inflexible, búscalo.
—¿Quieres dificultarme las cosas?
—Creo que la traducción de Google de esta conversación también será difícil, ¿no crees?
—Ja, ja, ja...
*If you prefer to read the text in the original english version:
—Ok. You told me that there was some controversy due to the lack of presence of Spanish artists in the last main exhibition of the Venice Biennale. And that there is strong evidence about the petty presence of Spanish art in the international circuit. And you and I know that’s true.
—Nevertheless, there are many-many Spanish curators working in important museums and institutions overseas.
—So, what’s really happening?
—I have a few theories, and all of them have been contrasted with heavy artists and curators that live outside Spain.
—Enlighten me then.
—During Franco’s dictatorship, that – don’t forget - lasted nearly 40 years, there was massive cultural isolation. Think about how advanced the creative world became in the United Kingdom, or in Germany, during the 60s and 70s… Well, in Spain: nothing. Consequently, there is no contemporary art tradition whatsoever.
—If that´s the case, then why hasn’t this lack of experience prevented the Spanish cinema or music from being in the frontline today?
—This is just one reason. The other ones could be resumed under the title: “A politicized culture, an uncultivated policy”. Let me delve into it. International cultural management is not carried out by the Ministry of Culture, as it is in other countries, but by the Ministry of Foreign Affairs! That delegates decisions to the arbitrariness of cronyism, and to great actions thought from a diplomatic point of view. Huge amounts of cash are paid to export Spanish art, and it is always the same kind: Baroque, Goya, Picasso or Miró. Meanwhile, their national infrastructures, are literally leaking. And with regards to decisions within the Spanish cultural system, there is great political interference. Every time there is a change of legislature, heads roll and, what do you know? Mayors go sword-in-hand to museums. Culture and art have been delegated to the autonomous communities; there is no centralized system. So, what happens above and outside is reproduced below and inside: the logic of cronyism is installed. You only exhibit if you are a friend of…
—Are you assuming that all the malaise is caused by politicians? And private powers have nothing to say?
—A lot. Starting by saying that, in the cultural field, the private and the public are two distant friends. This is evidenced by the lack of a law of mezenazgo, or how high the VAT is. This drives away collecting and the work of private foundations. All this results in collectors buying the work of Germans rather than Spaniards. It would not be surprising if it is discovered that the greatest Spanish art collector of 2019 was ... Sergio Ramos. Yes, the one in that “el corazón” documentary. Artists already know what kind of art to produce. Illustrated Horterismuntil you get a stroke. The more “tatooable”, the better.
—Ok, you’re boring me. I'm Googling Murillo. He’s from Colombia. You always talk about politics: isn't it simply that Spanish artists are just plain bad?
—Ok, let´s ask them. I'm going to put us on speaker: Call Dora García.
Calling… (Door a Diarrhea.)
—Great. One sec.
—Dora? My friend? Are you there?
—Hey! How’s it going?
—Doing good. You know? I’m with a colleague debating about how weak the presence of Spanish art is in the international arena. I am sure you have something interesting to contribute. Do you think Spanish art occupies the spot it deserves?
— Sí, creo que ocupa el lugar que debe. Un lugar minoritario, porque su importancia en lo que se llama “el circuito del arte internacional” es minoritaria, aunque tengo mis dudas que sea un fin deseable ocupar un lugar mayor en el circuito del arte internacional. Lo que ha fallado en su internacionalización: educación básica, educación artística y becas de viaje para estudiar fuera. Eso es lo que falla. Y también que no hay una estructura fuerte de coleccionismo ni privado ni público.
—See what I mean? Thanks, Dora. And if that wasn’t enough, I'm going to call my friend Lara Almarcegui.
—Con curatorsde aquí activos en las mejores instituciones fuera (la Tate, el Jeu de Paume, Eva González Sancho, Luz Estévez, Agustín Pérez Rubio, Chus Martínez, y un largo etc..), con artistas como Dora Gracia o Santiago Sierra casi idolatrados en el extranjero, o Luz Broto que va en camino, no creo que podamos quejarnos de falta de presencia fuera. Pero sí que los artistas que aspiran a trabajar en España tienen dos grandes desventajas respecto a sus colegas europeos: se sufre de la tremenda especulación inmobiliaria que hace casi imposible el acceso a un lugar de trabajo o a una vivienda. Por otra parte, la falta de ayudas a la producción hace muy difícil sacar adelante proyectos nuevos. Para mí, lo que cuenta no es cuánto reverbera una exposición, sino cómo me las consigo arreglar para producir un trabajo nuevo.
—Mmm... Artists speaking well of curators. I don't know if it happens the other way around. Spanish curators are known to speak ill of Spanish art.
—Very well. Let's talk to one of them. Marti Manen. How are you Marti?
—Good, good.
—Do you think Spanish art is not in its right place in the international framework?
—Me da la sensación de que cuando ocurre una situación de internacionalización la información sobre ello no parece importante. Un ejemplo concreto: este verano en Noruega coexistían cuatro bienales, todas ellas de carácter internacional y con buenos presupuestos. En tres de ellas teníamos presencia importante española. La bienal de Oslo está co-comisariada por Eva González-Sancho con Juan Canela en programación y la participación de Dora García como artista. En el equipo programático de Bergen Assembly estaba Paul B. Preciado y contaba con artistas como Pedro G Romero. En Momentum10 (bienal muy establecida en los países nórdicos) estaba yo comisariando y teníamos a artistas como Regina de Miguel, Francesc Ruiz y Pepo Salazar. No he visto en ningún periódico español que se viera reflejada esta enorme presencia española tanto en el campo del comisariado como artístico. No es que no se supiera, es que no parece necesario hacerlo público. Hay muy buenos artistas e instituciones, pero no hay un marco económico o cultural que permita mucho más, con lo que creo que en el fondo el arte español sí que ocupa el lugar que debe en el marco internacional, un lugar no privilegiado. Siempre digo que el hecho de que el pabellón español en la bienal de Venecia esté en una ubicación destacadísima y sea de un tamaño considerable no es más que una anomalía histórica. Después hay otro tema, y es cómo se trabaja para hacer de la situación en el país algo internacional: no sé si hay muchos proyectos con ambiciones más allá de lo contextual. Por poner un ejemplo equivocado, en la locura bienalística no veo ninguna ciudad pujando fuerte para tener un hueco y lograr que la prensa internacional y el mundo del arte tenga que pasar por aquí sí o sí. Y digo que es un ejemplo seguramente equivocado, pero también es una realidad. Para seguir con el tema, pienso que sería interesante ver si en las universidades se piensa internacionalmente o no, cuál es el idioma de trabajo en cada lugar, y si hay opciones para personas de otras latitudes para trabajar en puestos de dirección y facilitando redes.
—It’s very funny that he says that about the language. Ja,ja,ja.
—Are you still affirming that the problem is in the quality of Spanish art?
—No. But my doubts go beyond this national debate. My concern is to what extent it is absolutely vital that an artist exhibits overseas, exhibits more, sells overseas, is more expensive, reaches the central curatorship of the Venice Biennale, or wins the Turner Prize. I think your diarrhea friend said something similar. I got an answer to all this on page 65 of the book “Harald Szeemann. Individual methodology”, so adamant, look for it.
—Do you want to make it difficult for me?
—I think that Google's translation of this conversation will also be difficult, don't you think?
—Ja, ja, ja…
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Agradecimientos: Dora García, Marti Manen, Lara Almarcegui.
Traducción: Google Translator.
—Can I mention a Spanish artist? I can only think of Santiago Sierra…
—I think he’s from Mexico; but Oscar Murillo is Spanish, and he just won the Turner!
—Wow!
— Wait, this piece will be read by Spanish...
Autor >
Juan José Santos Mateo
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