BENEFICIOS Y RIESGOS
Deportistas embarazadas
Muchas atleta se han visto obligadas a retrasar su deseo de ser madres para no interrumpir su actividad profesional. Sin embargo, cada vez son más las que deciden seguir entrenando hasta poco antes de dar a luz
Ricardo Uribarri 3/03/2020
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Las imágenes llamaron la atención y se hicieron virales enseguida. Alex Morgan, la carismática futbolista estadounidense, publicó hace unas semanas un video en sus redes sociales donde se la veía entrenando estando embarazada de siete meses. Su objetivo, después de dar a luz en abril, es competir el próximo verano con su Selección en los Juegos Olímpicos de Tokio y no quiere estar mucho tiempo inactiva. No es la primera deportista profesional que decide seguir ejercitándose estando en esa situación. Su compañera de profesión Sydney Leroux hizo lo mismo, al igual que la tenista Serena Williams, la baloncestista Skylar Diggins-Smith o las atletas Paula Radcliffe o Alysia Montaño, entre otras. En España también hemos tenido los casos de la futbolista Maider Irisarri, las piragüistas Teresa Portela, Beatriz Manchón y Mariane Chorraut o las atletas María Luisa Baena o Elena Congost. Cada vez que una de ellas ha optado por hacer compatible el embarazo con la práctica deportiva ha surgido en la opinión pública el debate y las dudas. ¿Es beneficioso o hay riesgos para la salud de la madre y el feto? ¿Qué tipo de ejercicios o de deportes son más o menos recomendables?
Los mejores años en la carrera de una deportista coinciden en su mayor parte con la edad fértil de una mujer para quedarse embarazada. Muchas de ellas se han visto obligadas a retrasar su deseo de ser madres para no interrumpir su actividad profesional y también por las reticencias que históricamente ha habido sobre la compatibilidad entre deporte y embarazo. Sin embargo, cada vez son más las deportistas que afrontan sin temor esa opción. Hay estudios, como el realizado por el Comité Olímpico Internacional (COI) en 2015 elaborado por 16 expertos internacionales, que apoyan esa posibilidad. Una de las participantes, la profesora Kari Bo, de la Escuela Noruega para las Ciencias del Deporte, afirmó que “la conclusión es que hacer deporte estando embarazada no parece dañar ni a la madre ni al feto. Estas atletas no corren más riesgos de tener embarazos problemáticos o de tener niños con deformaciones, pero cuando esto ocurre, la gente lo relaciona de forma errónea”.
Los mejores años en la carrera de una deportista coinciden en su mayor parte con la edad fértil de una mujer para quedarse embarazada. Muchas de ellas se han visto obligadas a retrasar su deseo de ser madres
En lo que todos los expertos coinciden es que la deportista que decida seguir realizando actividad física mientras espera un hijo debe estar asesorada por profesionales de la medicina, que le indiquen los pasos a seguir en cada momento. Así lo defiende la doctora Irene Hurtado Caballero, especialista en Obstetricia y Ginecología del grupo Sanitas y una de las participantes en el libro ‘Mujer y Deporte’, elaborado por la aseguradora médica junto a la Cátedra Olímpica de la Universidad Camilo José Cela. Consultada por CTXT, ella es de la opinión que “hacer deporte es beneficioso siempre y cuando sepas hacerlo y no haya contraindicaciones para ello, tanto fuera como dentro del embarazo. Lo primero que hay que hacer es valorar a la paciente para comprobar que no tenga ningún factor por el que hacer ejercicio le resulte perjudicial. Si es así, entonces hay que indicarla que tipo de ejercicio puede hacer, tanto en cantidad como en tipo de ejercicio. Tener un buen asesoramiento es fundamental y no solo al principio del embarazo sino durante todo su desarrollo”.
En opinión de la doctora Hurtado, “las mujeres embarazadas que practican deporte obtienen muchos beneficios, tanto para ella como para el feto. En la madre aumenta su capacidad cardiovascular, disminuye el peligro de tener una hipertensión en el embarazo y controla la glucosa, por lo que baja el riesgo de sufrir una diabetes. Y, además, son pacientes que tienen menos riesgo de tener una cesárea o un parto instrumental, es decir, que hay más posibilidades de tener un parto vaginal. Asimismo, a nivel muscular es bueno para empujar a la hora del parto. También en cuanto al suelo pélvico es positivo por disminuir el riesgo en un futuro de sufrir prolapsos”.
Es importante apuntar que una cosa es practicar deporte durante el embarazo a nivel de entrenamiento y otra muy distinta pretender realizar competiciones que exijan llevar al cuerpo al límite. “Es verdad que hay pacientes que durante el embarazo continúan realizando algún tipo de competición, como carreras, pero en general no se recomienda –explica la doctora–, porque lo que se busca en ese momento es un beneficio tanto para la madre como para el feto y cuando se lleva al cuerpo a una situación extrema, puedes llevar al feto a esa misma situación y que corra algún riesgo. Lo que se trata es de hacer un ejercicio moderado con algún pico de intensidad, pero no una intensidad prolongada como ocurre en una competición”. En el caso concreto de las jugadoras de fútbol, la doctora recomienda extremar las precauciones. “Se debe acondicionar el entrenamiento y tener cuidado de no sufrir una caída o recibir un balonazo. Es un deporte en el que hay muchos cambios bruscos de movimiento y hay peligro además de tener una lesión de rodilla o de tobillo”.
Una de las preguntas que siempre surge en estas situaciones es hasta qué momento del embarazo se puede hacer deporte y si hay algún trimestre más o menos peligroso para realizarlo. Irene Hurtado aclara a este respecto que “en realidad se puede hacer deporte hasta el día que se dé a luz, pero hay que saber que ejercicio y acondicionarlo a cada momento. Las condiciones que tienes en el primer trimestre a lo mejor no son las mismas que en el segundo y mucho menos que las del tercero, pueden cambiar mucho. En el primer trimestre no se tiene tripa, pero, aunque parezca mentira, es uno de los trimestres donde más cuidado hay que llevar, porque se está formando el embrión. En ese momento hay que tener cuidado con hacer ejercicios intensos. En el segundo es cuando mejor se suele encontrar la madre, que todavía no tiene mucho peso, hay hormonas en mayor cantidad, el centro de gravedad aún no cambia y es generalmente cuando se suele aprovechar para hacer ejercicios más intensos. Y el tercer trimestre depende un poco de cada paciente, de cómo vaya el crecimiento fetal y de cómo se encuentre la madre. Hay algunas que están más cansadas o más pesadas, pero hay otras que se encuentran fenomenal hasta el día del parto. Hay ejercicios que con el abdomen que tienen no se pueden hacer, pero hay otros que se pueden realizar hasta el final”.
La especialista explica que en el tercer trimestre están prohibidos los ejercicios abdominales, al igual que los de impacto
Al hilo de esta última afirmación, es importante conocer qué actividad física es la más indicada para practicar en esa situación y cuales están desaconsejadas. La especialista explica que “en el tercer trimestre están prohibidos los ejercicios abdominales, al igual que los de impacto. Una corredora podría seguir corriendo en el primer y segundo trimestre, pero a partir de una determinada edad gestacional llega un momento en que el impacto sobre el suelo pélvico es mayor y puede suponer problemas y molestias. Algunas aguantan hasta la semana 26, que es cuando el útero empieza a hacerse más grande, pero a partir de ahí hay pocas que lo consiguen. Si es recomendable hacer elíptica, que es un ejercicio que las pacientes toleran muy bien y permite tener una condición física muy buena hasta el final del parto. Otro deporte muy bueno es la natación porque es muy completo, ya que trabajas tanto la actividad aeróbica como la muscular. Tonificamos piernas y músculos sin hacer un daño a las articulaciones”.
Las deportistas que deciden seguir entrenando mientras están embarazadas buscan no perder demasiada condición física en esos meses para poder volver a la competición en forma lo antes posible después de dar a luz. Respecto a esto, la doctora señala que “depende de cada paciente, de lo activa que haya sido durante el embarazo y antes de él. Hay que valorar muchas cosas, la más fundamental es ver como tiene el abdomen, si tiene diástasis abdominal (la separación de los músculos abdominales del tejido conjuntivo por el debilitamiento de estos músculos), cómo tiene el suelo pélvico y qué tipo de ejercicio quiere volver a hacer. No es lo mismo uno que sea de impacto a uno que no lo sea. Con uno que sea de impacto hay que tener mucho más cuidado y ver que la paciente tenga un suelo pélvico en condiciones. Hay algunas que el suelo pélvico lo recuperan rápido, en un mes o mes y medio, pero hay otras que a lo mejor necesitan cuatro meses. Sí, es cierto que una mujer que sea deportista y haya trabajado el suelo pélvico va a tener una recuperación después del parto más rápida que una paciente que no haya hecho nada, pero eso no quiere decir que no tenga dañado el suelo pélvico y haya que hacer un trabajo extra de esa parte”.
Habrá quien piense que es beneficioso que las deportistas de élite hagan público que realizan actividad física durante sus embarazos, incluso hasta cerca del parto, para romper tabúes y animar a otras mujeres a hacerlo. Irene Hurtado cree que eso es cierto, pero hasta cierto punto. “Es muy beneficioso transmitir que no pasa nada por hacer ejercicio, pero también hay que llevar cuidado, porque hay pacientes que hacen algunos tipos de ejercicios que tal vez creen que pueden mantener durante el embarazo y no es así. Si además ven a una deportista de élite entrenando piensan que ellas también lo pueden realizar. Está muy bien que se dé luz a que hay que hacer ejercicio durante el embarazo, pero es fundamental tener un asesoramiento. Primero porque cada paciente tiene un embarazo diferente y hay que valorar que haya o no riesgos, y segundo porque cada mujer hace un deporte y hay actividades físicas que se pueden hacer y otras que no son recomendables y hay que adaptar”.
Por su experiencia personal, la doctora reconoce que hoy en día sigue existiendo desconocimiento sobre este tema entre las embarazadas. “Hay muchísima gente desinformada. La mayoría de las personas que vienen a consulta te preguntan qué pueden hacer y qué no. A lo mejor en otras consultas les han dicho que solo puede andar o, al contrario, las hay más atrevidas que te cuentan que están haciendo una actividad que no es adecuada. En general, diría que hay un desconocimiento total. Cuando paso la consulta de Mujer y Deporte las pacientes se quedan alucinadas con todo lo que pueden hacer, hasta qué punto se puede llegar y los beneficios que pueden tener tanto para ellas como para el feto”.
Normalizar la práctica deportiva durante el embarazo puede ser una buena manera para acabar con ese tópico de considerar a la mujer como una enferma en esa circunstancia. Saberlo es tan importante como transmitir que, en ese momento, un profesional de la medicina es el mejor entrenador que se puede tener.
Las imágenes llamaron la atención y se hicieron virales enseguida. Alex Morgan, la carismática futbolista estadounidense, publicó hace unas semanas un video en sus redes sociales donde se la veía entrenando estando embarazada de siete meses. Su objetivo, después de dar a luz en abril, es competir el próximo...
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Ricardo Uribarri
Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital, Marca y Bez. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.
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