CRISIS SOCIAL
El confinamiento, una medida que multiplica el riesgo sobre las familias vulnerables
Organizaciones como Save The Children y EAPN solicitan reforzar las ayudas para los más desfavorecidos, muy afectados por el encierro obligatorio. Un 36% de los hogares de nuestro país no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos
ctxt 20/03/2020
En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
Espacio realizado con la colaboración del |
La pandemia de coronavirus que recorre España ha provocado que, desde el pasado 14 de marzo, toda la población esté viviendo confinada en sus hogares. La medida, extraordinaria, durará al menos hasta el próximo 29 de marzo. Junto a ello, el Gobierno encabezado por Pedro Sánchez se ha comprometido a movilizar 120.000 millones de euros para paliar los efectos que está teniendo la crisis sanitaria sobre el empleo y la economía. Sin embargo, todavía es necesario hacer un esfuerzo mayor por los hogares más desfavorecidos. Así lo han alertado recientemente varias organizaciones, como Save The Children, que señalan que el encierro obligatorio multiplicará el riesgo sobre estas familias vulnerables.
La advertencia de la ONG se sustenta en la difícil situación que todavía atraviesan una parte importante de las familias del país: según el Instituto Nacional de Estadística, un 36% de los hogares no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos. Además, uno de cada diez llega a fin de mes con mucha dificultad. El descenso de los ingresos, y los efectos de la crisis sobre el empleo, puede agravar estas situaciones si no se prioriza el acceso de estas familias a los recursos necesarios y si no se trabaja en evitar a través su aislamiento social y estigmatización.
En este sentido, Save The Children señala que las medidas adoptadas por la crisis del coronavirus en las últimas semanas, aún siendo necesarias, esconden el riesgo de generar un desequilibrio en el medio y largo plazo, especialmente cuando haya que configurar los próximos Presupuestos Generales del Estado. El aumento del gasto anunciado por el Gobierno, sostiene la ONG, afectará a partidas sociales que corren el riesgo de agotarse si no se adoptan enfoques concretos en familia o infancia.
Un grupo, el de los menores de edad, que se presenta como uno de los colectivos con mayor riesgo durante las semanas que dure el aislamiento. España tiene la tercera tasa de pobreza infantil más alta de la UE (28,3%), un problema que guarda relación directa con la situación socioeconómica de los hogares y los progenitores: el 23% de los hogares con menores está en riesgo de pobreza, mientras que casi la mitad de los hogares monoparentales sufre exclusión social.
España tiene la tercera tasa de pobreza infantil más alta de la UE (28,3%), un problema que guarda relación directa con la situación socioeconómica de los hogares
Por su parte, la Red Europea de Lucha contra la Pobreza (EAPN) también ha solicitado en los últimos días un aumento de la protección de las capas más desfavorecidas durante el tiempo que dure la crisis sanitaria. Si bien la plataforma considera positiva la medida recogida en Real Decreto del Gobierno que destina una partida de 600 millones a familias vulnerables, también entiende que los esfuerzos todavía son insuficientes. Entre otras cuestiones, la plataforma europea considera imprescindible garantizar, en el contexto del confinamiento, la distribución de alimentos a todos los hogares que tengan dependencia de los servicios sociales, priorizar la atención a los hogares monoparentales y facilitar el acceso a dispositivos electrónicos y conexión a Internet para los hogares con menores escolarizados que no tengan acceso a estos servicios.
Por todo ello, las organizaciones subrayan en sus documentos la importancia de que se tomen, lo antes posible, medidas específicas en materia de vivienda, más aún cuando el impacto sobre el empleo y los ingresos de la crisis sanitaria también va a suponer un aumento en el número de impagos y retrasos en asuntos relacionados con el hogar. Según cifras del INE, a cierre de 2018 este era un problema que ya sufrían el 7,3% de los hogares del país. En el caso de las dificultades asociadas con los suministros energéticos, la problemática es aún mayor: el 9,1% de los hogares no puede permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada.
Hacinamiento
Durante las últimas semanas, la OMS y otros organismos han puesto el foco de atención sobre los efectos psicológicos que puede causar el confinamiento obligatorio de la población, como el aumento de la sensación de soledad entre la personas mayores o el estrés en las relaciones familiares que pueden afectar al bienestar emocional de los menores. Unas situaciones que se pueden ver agravadas por las propias condiciones materiales de la vivienda, tal y como señala EAPN: la falta de espacio impacta en la salud mental de las personas que viven en condiciones de hacinamiento.
Si bien España se sitúa entre los países europeos con menores tasas de sobrepoblación residencial, los bajos ratios generales no significan que el hacinamiento sea un fenómeno que no existe en el país. Según datos del portal estadístico Eurostat, este problema florece y afecta con especial intensidad a colectivos vulnerables, como las personas con rentas bajas o, sobre todo, a la población migrante con origen fuera de la Unión Europea.
De esta forma, si en España apenas el 5% de las personas vive en hogares que están situación hacinamiento, en el caso de las personas nacidas fuera del área comunitaria el porcentaje asciende a casi el 20%. Los indicadores de sobrepoblación de la vivienda también son muy dispares si se analiza el nivel de ingresos de la población. Una de cada diez personas con un renta baja –por debajo del 60% de la media nacional– vive en casa donde existe hacinamiento. En el caso de las personas con un renta elevada, apenas un 3% sufre este problema.
La problemática, al igual que la crisis del coronavirus, se extiende por toda la UE, incluso con mayor crudeza: un 35% de los migrantes no comunitarios vive en casas con hacinamiento a lo largo de la región, mientras que entre las personas autóctonas el porcentaje se reduce a la mitad.