Gobernándose encima (VII)
¿Qué pasó en Perpinyà?
Los ejes de la nueva propaganda de JxC
Guillem Martínez 4/03/2020
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1- Una ecuación básica para entender esta legislatura es esta, alehop: Gobierno = presupuestos = Mesa Gobierno-Gene = guerra a muerte entre JxC y ERC.
2- Esa ecuación es un mal rollo. Lo es más si pensamos que los politólogos de Princeton la denominamos “Ecuación de Puigde”. Ahí, glups, lo dejo.
3- Sí, hay otra ecuación importante para la descripción de esta legislatura, más interesante e inquietante, que viene a hablar de la época, y de la capacidad de lo posible en la política, cuando casi nada es posible en la política, más allá de lo que un día lejano fue posible en la política. La llamamos Ecuación de Léon Blum. A mí me pone mucho. Pero ya, si eso, otro día. Hay, en fin, más días que longaniza.
La Ecuación de Puigde, siendo nítida, es imposible de describir certeramente pues, como su nombre indica, alude al factor Puigde. Es decir, a un material inestable
4- La Ecuación de Puigde, siendo nítida, es imposible de describir certeramente pues, como su nombre indica, alude al factor Puigde. Es decir, a un material inestable. Por lo mismo, nítido y nebuloso, como la llama de una vela, esa precariedad oscilante, siempre a punto de apagarse o de quemar la Biblioteca de Alejandría. Además, se trata de un corpus de políticas fraudulentas, o no verificadas al menos en la realidad. Hace unas décadas hubieran sido percibidas como tales, si bien hoy lo son como algo sólido y demostrado. Lo que habla de la percepción de la política en el siglo XXI. La política, en el siglo XXI, transcurre fuera de la política. En el todo. Es una suerte de sturm und drang que todo lo copa y toca. Transcurre, por tanto, en esa región de la mente que se llama corazón. Con la muerte de las Humanidades es imposible describir el corazón. Por lo que, quizás, esa escuela de la política se extiende por tantos países y culturas. Son un fantasma que recorre Europa. Y, más aún, América. Bú.
5- Es vamos, propaganda. Es sustitución de la política por la propaganda. ¿Cómo se describe la propaganda? Es fácil. Y divertido. Pero inútil. Siempre lo es. Lo fue ya en el siglo XX, cuando se inventó la propaganda, esa boca que besa y devora más que besa. Es como describir un coche a toda velocidad contra un muro. Da igual la descripción del coche o del muro. O, incluso, del choque mortal. Es, pues, describir una energía hipnótica, que se basta a sí misma, y que no la erosiona ninguna descripción. Ni, por lo visto, ningún choque mortal. La propaganda es, llegada a un nivel, cuando la realidad no importa ni es observada, invencible.
6- La propaganda procesista –un corpus dinámico pero estable; ha atravesado ya tres fases contradictorias entre ellas, incluso– se reformuló, en todo caso, este domingo, en un acto organizado por el Consell de la República en Perpinyà. El presente articulete les explicará la nueva edición de propaganda del procés, modulada por el factor Puigde, y que afectará a las escenografías de la Mesa. Es decir, al futuro del Gobierno de coalición. Es decir, a la capacidad de recoser una sociedad tras diez años de, glups, contrarreforma social. ¿Qué es esta propaganda? ¿De dónde sale? ¿En qué consiste? ¿Cuáles son sus ejes? ¿Qué supone? No se lo pierdan. Será rápido, fácil, y divertido.
7- E inútil.
8- En primer lugar, y sea lo que sea esa propaganda, es muy libre. Es decir, tiene un margen muy amplio, contradictorio y plurisignificante. Como siempre, sí. Pero después de varios –todos, vamos– fracasos políticos es algo importante. Lo que es muy original. Les paso dos ejemplos de poderío simbólico que se dieron en el acto. El concepto Perpinyà, el concepto CDR. La conjugación de ambos explica las posibilidades, descomunales, de esta escuela de propaganda.
9- Al optar por Perpinyà como topos se apostaba por –sorpresa– la cobardía política. Puigde, parlamentario europeo, podría haber venido a Esp. De hecho, hubiera sometido con ello a contradicción a las policías locales y a la Justicia. Al Estado, vamos. No lo hizo. Se cubrió ese –otro más– raje con el factor Perpinyà. Es decir, con una cita del pancatalanismo –una cita, a su vez, del independentismo de izquierdas y antiestatalista de los 70, revolucionario–. Además, el acto tenía como nombre artístico “La República al Centre del Món”, siendo ese aludido Centro del Mundo un homenaje, una cita de Dalí, que un día se levantó de la cama y definió a Perpinyà como el centro del mundo. Por otra parte, Dalí era un hombre que se adhirió absolutamente al franquismo, para el que fabricó piropos durante 40 años. El procesismo en este acto ha utilizado, por tanto, referentes de la extrema izquierda y franquistas. Vamos, que puede usar los referentes que quiera. Los limpia y pasan a ser suyos. Un chollo único en el Oeste de Europa, que no en el Este. Es imposible criticar eso desde el procesismo, o incluso desde Cat, pues te ubicarías fuera del concepto Cat. O, lo que es lo mismo pero más divertido, el procesismo, esa turmix de elementos incluso fascistas, te puede catalogar como fascista en un plis. Yupi.
El procesismo en este acto ha utilizado, por tanto, referentes de la extrema izquierda y franquistas. Vamos, que puede usar los referentes que quiera. Los limpia y pasan a ser suyos. Un chollo único en el Oeste de Europa
10- Dos horas antes del acto, los CDR quedaron con la consigna de un encuentro llevando en la manita la ‘Bandera del Tricentenari’. Es decir, el acto, derechista, convocó con cierto éxito a una autodefinida extrema izquierda –es posible que lo sea, de hecho; pero siempre y cuando el único eje que diferencia la extrema derecha de cualquier otro objeto sea el eje nacional correcto; ese es un gran éxito propagandístico del procés, una derecha nacionalista, autoritaria y populista europea, no entendida como tal tan solo en un punto; Cat–. La bandera aludida es, a su vez, una bandera creada por Torra durante su paso por una institución cultural de esas que te dan, por aquí abajo, cuando te quedas sin cacho. La bandera es mayormente negra. No es un homenaje a la tradición política más dilatada y determinante en la historia de Cat –la libertaria, el antiestatalismo–, sino a varias recreaciones y citas realizadas en laboratorio. Una de ellas, la bandera del comandito fascista de un tal Badia, en los 20 del XX. Vamos, que el procesismo puede usar los referentes que quiera. Los limpia y pasan a ser suyos. Un chollo único en el Oeste de Europa, etc.
11- El acto estaba convocado por el Consell de la República, una entidad en cuyo staff está JxC, ERC y CUP. Está cargada de futuro. En el futuro, por ejemplo, se puede quedar con la cosa procesismo, con su propaganda y literatura, mientras el Govern –siempre que sea JxC, me temo– se dedica al autonomismo/los negocios, sin arriesgarse a ir a la trena vía Justicia en huelga japonesa. No obstante, y este es el crédito de esa nueva institución privada, la CUP no acudió al acto –bravo–, no así su sector Poble Lliure –en Europa sería una percepción nítida de roji-pardismo, la cosa social, aplazada, unida a la cosa nacional a tutiplén y en modo mixed emotions–. ERC estuvo de perfil. Fue al acto y no fue. Vamos, que fueron líderes de medio pelo, mientras los all-stars –Junqueras, Rovira– fueron en efigie, a través de la emisión de vídeos con declaraciones al uso. Ese hecho demuestra, glups, la debilidad comunicativa de ERC. Se prestó a dar voz e imagen a un acto contra su voz y su imagen. Es decir, contra la Mesa. ERC y CUP, vamos, carecen de posibilidades propagandísticas contra –o diferentes a– JxC. Hay que evaluar si tienen personalidad, criterio y voluntad para enfrentarse a ese discurso propagandístico. Desde 2012 no la han tenido. Lo que es un indicio del futuro.
12- El otro símbolo del acto fue el lacito amarillo. Es decir, que ERC dio pasos para que ese símbolo gubernamental se lo quede JxC. De hecho, en breve –bueno, en demasiado tiempo, pero en breve en términos absolutos–, ERC, los presos condenados pueden estar fuera de la cárcel, por lo que no necesitarán ese símbolo, sino XXXXXXXX en sus muelas. ERC, vamos, ha ayudado con todas sus energías a crear un eje propagandístico de la derecha cat, más fuerte que ellos mismos, y pagado más caro por ellos mismos. Plas-plas-plas.
13- JxC, en esta nueva partida, va a quedarse con todo. Esa es su ambición, al menos. Y ya tiene mucho. Veamos cómo lo gestiona. Veamos cómo vertebró la nueva propaganda, el nuevo segmento por el que apuesta, a través de los discursos de Comín, Ponsatí y Puigdemont. Agárrense.
14- JxC apostó por el procesismo como inteligencia superior. Lo que implica afirmar que no es un pitote, sino algo reflexionado, calculado y planificado. En el acto se blandió la superioridad e inteligencia de las defensas de los exiliados como metáfora de otras inteligencias y supremacías locales. Cabe señalar que la defensas de los exiliados, como quien dice, aún no se han estrenado. Al menos, con éxito. En la solución –no definitiva, ni mucho menos– de las euroórdenes en Bélgica, UK y Alemania, no participaron las defensas. De hecho, no colaron ni un colín. Fue más determinante la tradición judicial de esos países –en Suiza, el Estado aún no se ha atrevido a nada, y hace bien, a tenor del posible ridículo al que se expone–, así como la gloriosa participación en el show de Llarena & the Fiscalettes, mediante mitos, autosuficiencia nacionalista y, se diría, desconocimiento del trámite. En la llegada del caso procés al TJUE las defensas, del interior y del exterior, no pintaron nada, sino que la cosa fue un tiro en el pie de los piernas del TS, que para evitarse un problema se crearon otro, mayor y cargado de futuro. Es imposible no crearse problemas, en fin, cuando judicializas la política. Es decir, cuando politizas la justicia. Las defensas del exilio, que como las de todos los afectados no fueron planificadas ni previstas a tiempo real, en tanto que el procés no planificó nada –salvo su propaganda–, aún pueden dar, por otra parte, grandes momentos Benny Hill, si pensamos que recaen en un abogado vinculado a Villarejo, ese campeón de la democracia y los derechos.
En el caso de no formar parte de una minoría, gorda y apañada, que se erige en poble, dejas de formar parte del todo e, incluso, de la forma humana
15- El procesismo como poble. El procesismo está haciendo lo que hace la CE78 –el objeto más próximo a su cultura política, al punto de emularlo a escala 1:1–, en su tramo más borrascoso. Darle la soberanía a un pueblo. Es decir, quitársela a quien no lo es. Dudando de la existencia del pueblo esp, cat o hitita, y observando que hay alocuciones más operativas, neutrales y prístinas para hablar de sociedades, en el acto la cosa quedó así. Poble=Cat=procés=democracia≠Esp. Vamos, que en el caso de no formar parte de una minoría, gorda y apañada, que se erige en poble, dejas de formar parte del todo e, incluso, de la forma humana. No es una gran novedad respecto a las aplicaciones de poble en el último decenio. La novedad es que se está utilizando en la Mesa. En la rueda de prensa, rapidita, posterior a la primera reuni de la Mesa, Torra explicó, zas, que la cosa consistía en una mesa de negociación entre el poble cat y el pueblo esp. Algo peligroso. Los gobiernos no son sus sociedades. Menos aún, su pueblo. Dejaron de serlo, es un decir, en 1945. Los que no somos de pueblo/poble, por otra parte, según Torra no estamos en ninguna arista de una mesa en las que las únicas reivindicaciones son de poble, esa cosa del XIX que necesita identidad, pero no vivienda, sanidad o pensiones. No existe, vamos, un mundo indepe, o una lógica de la autodeterminación, amparada en criterios democráticos internacionales. Sino en la cosa poble, ese monolito sin derechas ni izquierdas, y en el que todo el mundo opina lo mismo, o es expulsado de la Academia. Lo que quiere Vox es posible, por ahora, en un territorio. Y con facilidad. Es, me temo, la época. Socorro.
16- En el acto se clamó contra la Mesa. Es decir, contra un gobierno progresista, concepto por el que oradores, público y crítica no sentían mucha afición. Es decir, y esto es muy importante, se envió al guano a la Mesa y se dio por finalizada la etapa propagandística Spain, sit and talk. Punto y pelota. No hay nada que negociar. Salvo el absoluto. Salvo lo indemostrable. Se elogió la “victòria de la Batalla d'Urquinaona”. A saber, las leches que se dieron polis y manifestantes en Plaça Urquinaona, BCN, en los riots tras la publicación de la sentencia al Juicio Procés. Con ello se renunciaba, por todo lo alto, a una consigna propagandística anterior, programática: la ‘resistencia pacífica’. Sí, se puede. La verticalidad propagandística puede hacer esos giros. Se estableció, por el mismo precio, que en Urquinaona estaban los hijos de los que ese día estaban en Perpinyà. Y se exhibió la capacidad de movilizar ambos colectivos sanguíneos. Lo que equivale a comunicar qué es el Tsunami, a quién obedece, a quién obedecen los que le obedecen. Y que es una herramienta llena de futuro, sensible de volver a ser utilizada. Máxime si el hecho de que te pegue la poli de un govern no hace mella en tu adhesión a ese govern. La propaganda es fantástica. Si le gustó en el XX, le gustará en el XXI.
17- Se cambiaron las fechas míticas del pasado reciente. Eso es un cambio propagandístico importante. Esto es, desapareció, creo que definitivamente, el 27-O, ese engaño del Govern a su sociedad a gran escala. Fue substituido por el 1-O, un engaño del Govern a menor escala. El engaño consistió en no haber tenido la valentía, constancia, inteligencia y honestidad para haber planificado un referéndum. Pecado menor que quedó mitigado por la violencia policial del Gobierno. Es decir, que el gran elemento propagandístico que viene es una aportación del Gobierno Rajoy, que ante el procés, pudiendo no hacer nada, hizo nacionalismo, violencia y absurdo. En su defensa se ha de decir que el de Rajoy fue el único Gobierno, de los dos disponibles en la plaza, y esto tiene guasa, que planificó algo. Aunque fuera con el XXXX. Sin la actitud del Gobierno Rajoy no existirían mitos sobre el 1-O. Que hubiera sido lo único que podía ser: otra mani. Rajoy ha facilitado los principales elementos de la propaganda procesista, en fin. Aquellos con los que la clase política cat ha ocultado su fracaso y currojimenismo absolutos. Se dice rápido. Y PP, Vox y C’s siguen dale que te pego. Para satisfacer sus propios mitos y desviar sus deshonestidades estructurales. Plas-plas-plas.
El derecho de autodeterminación, fijado por la ONU no sólo no es aplicable a Gibraltar, sino a cualquier otro territorio peninsular, o europeo. Escocia, así, se cuida muy mucho de invocarlo
18- JxC, a su vez, mantiene y aumenta dos mentiras como ejes propagandísticos. Primera: el 155 fue desmesurado. Que lo fue. Pero en la explicación del caso de la cosa se omite la participación en él, vía aceptación de las elecciones, de todos los partidos cat. Y vía colaboración de JxC. Segunda –muy importante–: el Estado, al aceptar la Carta de las Naciones Unidas aceptó el derecho de autodeterminación, que niega a Cat por mentalidad antidemocrática. Lo que es cierto. Pero, como en todos los fakes, sólo parcialmente: Esp aceptó ese derecho para los sujetos que la ONU fijaba como sus destinatarios. Colonias africanas, asiáticas y oceánicas. Lo aceptó y, snif, miren lo que hizo en el Sáhara. Pero ese derecho, fijado por la ONU no sólo no es aplicable a Gibraltar, sino a cualquier otro territorio peninsular, o europeo. Escocia, así, se cuida muy mucho de invocarlo. Decirlo –se afirma desde 2017– es mentir a la sociedad. Con un fin. Expulsar al Estado del trade-mark democracia, y ubicar a JxC como poseedor, en solitario, de ese carácter. Algo cuestionable. Desde nacionalismos rampantes diferentes, Estado y procesismo tienen una idea similar y blanda, de democracia. La novedad de este giro propagandístico, trascendente, es que la democracia ya no pertenece a un Govern. Sino a un solo partido. Wala.
19- Otra falsedad es defender el referéndum como un clamor del 80% de la sociedad cat. Sí, lo fue. La pérdida de esa mayoría social es un gran fracaso del procesismo. Y un indicio de su falta de empatía. Ese 80% existió antes de que en 2017 el Govern rescindiera de la condición cat a más de la mitad de la sociedad. Antes de la devaluación democrática posterior del procés. Vete a saber cuál es la opinión ahora. No creo que exista un 80% a favor de nada, en Cat. Por mi parte, y en tanto que partidario de un referéndum, desconfío de que lo organice un Govern con contrastado autoritarismo y restricción democrática. Y que ha enviado a paseo la neutralidad de los medios públicos.
20- Los medios públicos, por cierto, retransmitieron el acto y, posteriormente, lo requetransmitieron. Hicieron, vamos, un apagón informativo. Eso que hacía TVE en ocasiones históricas, como un atentado. En un apagón informativo se suspende la información y se retransmite propaganda. Tanta y con tanta intensidad y normalidad que es en esos apagones cuando la percepción de marcos varían en la sociedad. Tv3, por ejemplo, dio buena cuenta de los cambios propagandísticos vertidos en el acto, así como del hecho de que ERC no encajaba en ellos.
21- Puigdemont aportó tres cosas. Voy.
22- Primera: el concepto/slogan. “Preparar-se per la lluita definitiva”. Importante. Ofrece dinamismo. Esto no tiene fechas, ni límites. Es un no parar. Una suerte de trotskismo de derechas Esa lucha definitiva no es a) un referéndum –Puigde, de hecho, dijo que se celebró y se ganó; esa es la segunda cosa importante; sí, se dijo en 2017, pero era una aberración democrática tal que se dejó de decir–, b) no es una indepe unilateral. Para a) y b) es necesaria una mayoría social y simpatías en Europa. Sólo las hay en el Este y en partidos populistas derechistas y nacionalistas en el Oeste. Vamos, que no. La lluita definitiva son, por tanto, las elecciones. Consiste, me temo, en ganarlas. En seguir existiendo. Pero, por primera vez, en solitario. Sin ERC. O con ERC sometida. Es decir, fuera de la Mesa. Es un combate a muerte. Por el pan. Por el pan en la política. Es decir, por la segunda residencia.
En un apagón informativo se suspende la información y se retransmite propaganda. Tanta y con tanta intensidad y normalidad que es en esos apagones cuando la percepción de marcos varían en la sociedad
23- La tercera aportación de Puigde fue él mismo. Él como producto. La identificación absoluta del público con su líder. Tan íntima que evita el engorro de profundizar la democracia. La democracia es el líder. Otro yo, con el que te puedes tirar selfies.
24- Y, en efecto, Puigde es como ellos. Ni él, que era peque, ni su familia se significó contra el franquismo. Eso es importante: nunca les golpeó la poli hasta 2017. Es más, la poli era su amiguita hasta 2017. Es indepe de toda la vida, si bien toda la vida ha militado en un partido corrupto y no indepe. O, lo que es lo mismo, pertenece a una tradición indepe en la que eres indepe si afirmas en público que lo eres. Es importante, por tanto, que nadie afirme lo contrario sobre ti. Ha vivido de pequeños negocios poco edificantes a la sombra del Estado, que en Cat es la Gene. Entró en política de la mano de una cadena de supermercados. Es decir, no vio, ni vieron, nada extraño en ello. Sus medidas como alcalde fueron antisociales en plena crisis. Lo que no le supuso ninguna penalización. Mintió a su sociedad desde 2015 hasta esta mañana, y no solo fue perdonado, sino que, en este acto, está siendo elevado a los altares. Tal vez esto ilustra una sociedad que miente, que está familiarizada con la mentira. Que la lleva a cuestas y a todas partes. Que no busca en la política algo diferente a la mentira. Tal vez busca, incluso, inocencia. No ser lo que se ha sido y se es. Y se será.
25- Bueno. Este tomate estará en la Mesa. Es más estable y predecible un chupito de glicerina y nitrógeno. Determinará la duración del Gobierno. O lo intentará. Y planteará la guerra cultural contra ERC –es decir, ya contra todo el mundo– en Cat, a partir de estas novedades propagandísticas. Es subir un grado la propaganda. Es aumentar el estrés social.
26- Una juerga. En tanto que fenómeno de clase media, toda esta sobreactuación revolucionaria, toda esa cultura reaccionaria escondida tras la propaganda épica, sólo puede irse al garete por un factor. No, no es el fracaso, o la percepción de la mentira. Que eso ya pasó. Es el terror más absoluto de la clase media. El terror al ridículo. Esa percepción del ridículo no vendrá por la política o el periodismo, dos objetos ante los que un sistema propagandístico es impermeable. Vete a saber, por tanto, por donde vendrá. Y si viene. Si la Mesa es operativa y aporta algo de calor a un Estado congelado, igual es la Mesa. O no.
1- Una ecuación básica para entender esta legislatura es esta, alehop: Gobierno = presupuestos = Mesa Gobierno-Gene = guerra a muerte entre JxC y ERC.
2- Esa ecuación es un mal rollo. Lo es más si pensamos que los politólogos de Princeton la denominamos “Ecuación de...
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Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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