EL DECAMERON (XVIII)
Jornada decimoctava: Covid-Hungría
Aprovechando el bicho, Viktor Orbán, un hombre del pueblo y para el pueblo, que señala a su pueblo quién no es pueblo, gobernará por decreto 'system' y por tiempo indefinido
Guillem Martínez Madrid , 31/03/2020
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1- Ayer fue mi cumple. Lo pasé en mi mini-piso. Tan pronto estaba en el invernadero, como me desplazaba a los secaderos de salmón, atravesaba las pistas de bádminton, o me estacionaba durante horas, sin sentido u objeto alguno, en el fumeur. Es el ennui. Algo razonable, si pensamos que ayer no tenía a nadie con quien hablar, pues el servicio libraba. Creo, en ese sentido, que fue una buena idea que, al inicio de esta crisis, no ertezara al servicio. Su contacto me impide la soledad. Y ello, la locura. Así, en un día normal, puedo ir a la biblioteca, gestionada a la perfección por la picarona Lulú, con la que paso horas. Disfrutando de sus volúmenes. O puedo hablar de la nada con Pierre, mi valet, un tipo ocurrente y locuaz que, como Lulú, se parece, sorprendentemente, a mi geranio. Ahora que lo pienso, tanto Mildred, la cocinera, o Jeeves, el mayordomo, como Onkawa, le chauffeur, tienen un asombroso parecido a mi geranio. Por lo que esta noche, y contrariamente a mis planes matinales, no cenaré geranio sino, otra vez, zapato. ¿Ha tomado nota, Mildred? Creo, en fin y como habrán percibido, que me estoy volviendo majara. Tan solo aplazo ese estado gracias a mis frenéticas actividades deportivas en mi mini-piso. Hoy, kayak. Y gracias también a las conversaciones luminosas, por Skype, con mi hijo, que está viviendo una Edad de Oro ensamblado a la play. Empezó esta crisis con el Call of Duty, siendo soldado raso en Normandía, y hoy –se ha dejado los dedos– ya es un general de división que desinfecta aeropuertos en el Berlín ocupado.
2- Ha llegado un avión desde China, con material chino, y otro de Chequia, con material de la OTAN. Esto parece el Berlín del bloqueo. Cualquier día viene Kennedy a darnos la vara. Por lo demás, los sanitarios siguen quejándose de que están desprotegidos. Me dice –piticlín-piticlín– un amigo de BCN –me envía fotos de su compi, enfermera, vestida de peli del fin del mundo y, aún así, sonriendo a cámara; esa gente, los sanitarios, molan– que se desinfecta y recicla, diariamente, el material EPI. El mundo está sometido a especulación y estafa por material sanitario. Es decir, a chantaje. Dos territorios más de la UE han sufrido el timo del test chino –Holanda y Escocia–, lo que indica que es algo usual y generalizado. La escasez es tan llamativa que dos colectivos de médicos han demandado, respectivamente, a la CAM y a la Gene. Es preciso señalar que el TS ha emitido la doctrina de que no se puede demandar al Gobierno por esas cosas.
3- Ha aparecido, por cierto y en El País, una brillante recreación documentada de la reuni del jueves, en la que Italia –sobre todo–, Esp –con cierta energía– y Francia –poco o nada– chulearon a Alemania y Holanda. Es decir, se puede observar cómo Alemania y Holanda han chuleado, más y mejor, al resto. La opción ofrecida por Alemania/Holanda es el uso del fondo de compensación. Traducción: “un crédito en condiciones ventajosas”, que decía Guindos en los glory days. Vamos, deuda. A comerse con patatas y en solitario. En esta ocasión, no obstante, parece que habrá combate. Sin Francia, que suele rendirse si llueve en la línea Maginot. Enric Juliana, en La Vanguardia, ofrece un itinerario novedoso. Si todo fracasa, como se huele, el sur demandará a la UE en el TJUE “en tanto la constitución material de la UE ampara al sur para exigir una respuesta concertada a un cataclismo político”. Una sentencia, positiva o negativa, sería histórica. Supondría saber qué es la UE. Espero, con toda el alma, que no sea lo que parece.
Esta semana parece que Cat pasará la fase que MAD pasó la semana pasada. Cat es el modelo de privatización mayor del Estado, seguida por MAD. Por lo que pueden pasar fenómenos parecidos
4- Por lo demás, prosigue la orgía de Covid-19 en Esp. Son seis las CC.AA. con el agua al cuello. Por lo que se va a proceder –en esta crisis, todos los tiempos verbales son en futuro, lo que invita a desconfiar– a una coordinación de territorios para lo de las UCIs. Esta semana parece que Cat pasará la fase que MAD pasó la semana pasada. Bueno, la sigue pasando, pero la semana pasada, más. Cat es el modelo de privatización mayor del Estado, seguida por MAD. Por lo que, todo apunta, pueden pasar fenómenos parecidos. Hay cierto temor, por parte de la clase política –piticín-piticlín– ante cierta falta de planificación, que se solventa con la política informativa. Es decir, con propaganda. Proceder con propaganda en una pandemia es una buena idea. En el siglo XIV. Hoy es un indicio de bancarrota ética. Es, por otra parte, una propaganda buena. Nació, hace 8 años, para diluir la percepción ante los recortes, también en Sanidad. Funcionó. Tanto que puede volver a hacerlo N veces. Las sociedades en las que la realidad no es importante son impredecibles, como verán en el punto 9. En BCN, en lo que es una metáfora de lo que es un recorte social en Sanidad, y hacia que otros barrios/colectivos se orienta la propaganda, las infecciones se ceban en Nou Barris, la parte más pobre de la ciudad y, estos días, menos expuesta a mejores alimentos, condiciones de vida y segundas residencias.
5- Parece que, no obstante, la cosa se ralentiza en el Estado y en cifras globales, si bien en Italia se ha pasado por alguna fase similar. Ya veremos. Faltan test. Es decir, estadísticas. Oficialmente se hacen más de 100.000 test semanales. Lo que no acaba de cuadrar con la ausencia de estadísticos. Tal vez sólo se hacen a enfermos y no a su entorno, que es lo que mola. Y lo que vale una pasta. El sábado, no obstante, apareció un informe del Imperial College, una institución solvente y relacionada con el European Centre of Disease Control, con cuyos estadísticos han realizado el estudio. Se estudia la pandemia en once Estados europeos, en distinta fase de infección. Se establecen diversos niveles de contagio para esos países. Noruega –0,41%– y Alemania –0,72%–, ambos en una fase inicial de infección, serían los países menos afectados. E Italia –9'8%– y Esp –15%–, a tutiplén, serían los más. En Italia, unos 9 millones. Unos 7 millones en Esp. Veremos cómo evoluciona la cosa en todos los Estados antes de la vacuna/ la globalización del anticuerpo. Lo de Esp e Italia, a falta de estadística reales y a lo bestia, no deja de ser positivo, supongo. Lo real siempre es positivo, en fin. Salvo en el love story de Eros y Psique. Y en Tinder. Lo real alude, en este caso, a cifras espectaculares pero, por lo mismo, a una letalidad y mortalidad más bajas de lo percibido a ojímetro. El informe ofrece más buenas noticias, por otra parte.
6- Analiza las intervenciones no farmacéuticas de los Estados observados. Es decir, las que se hacen a pelo, sin tests, sin cura –se están investigando varias en el planeta y en Esp–, sin vacuna. Y afirma que “con las intervenciones vigentes” –la confinación en unos Estados, sólo el distanciamiento y el cierre de escuelas en otros– “los once países habrán evitado 59.000 muertes hasta el 31 de marzo. Se evitarán muchas más muertes garantizando que las intervenciones sigan hasta que la transmisión se reduzca a niveles bajos”. Recordemos que este informe, que valora positivamente la reacción Esp, está realizado antes del aumento de la intensidad del confinamiento. Un tanto asiática. Lo que invita a desconfiar de ella. Es decir, de su criterio sanitario. Miguel Hernán, epidemiólogo y, me dicen, una de las figuras más brillantes del Comité Técnico del Ministerio de Sanidad, al menos hace un par de semanas hablaba, en una entrevista en El Confidencial, de que el virus, ya fuera de su etapa de contención y a su bola, no precisaba de restricciones en viajes entre puntos de infección. También razonaba que los límites del confinamiento eran humanos, y aludían a la libertad –lo que hizo que me fluyera una corriente de simpatía y respeto hacia ese hombre–. No se podía reproducir en Europa la terapia China ante el virus: confinamiento y Kung-fu al que saliera. Es posible por tanto, que el Comité –dispone de la autoridad intelectual en esta crisis; hay que respetarlo hasta el fin de ella, momento en el que será evaluable– disponga de otros datos. O de otros puntos de vista nuevos. O no.
7- En todo caso, la ampliación del confinamiento fue publicada en el BOE el domingo 29, a las tantas. Al filo de ser efectiva antes que publicada. Lo que orienta sobre los recortes legales que plantea en potencia. Apareció en la forma de Real Decreto, y no bajo la forma de Orden Ministerial, que es como fue filtrada a la SER. También desapareció el polémico punto 12 –en el que se hablaba de la posible transición al estado de, guau, excepción–. Eva Belmonte, periodista y bóer –esto es, una especialista en leer en BOE– explica en Civio –magnífica publicación especializada en transparencia y Open Data–, el Real Decreto. Salvo algunos tramos nítidos, hay otros más confusos, como el listado de actividades permitidas –como debe serlo en una economía paralizada de antemano–, Eso, junto a las filtraciones del decreto, que finalmente no coinciden, ha provocado cierta confusión aumentada. Y, todo ello, invita a suponer que las medidas son en segundo lugar científicas. En primer lugar son un mensaje sencillo y político: aumento del confinamiento, que se ha perdido la unidad política en esta crisis, y hay que escenificar fortaleza. Las derechas esp y cat pedían ese aumento, en tanto eso es lo que quedaba de sus demandas iniciales –no sanitarias, recuerden: confinamiento absoluto, es decir, exhibición de la fuerza del Estado; y cierre de territorios políticos, en tanto el virus es extranjero–. Y las izquierdas proponían eso en tanto que esa era una medida clara y no acometida en su totalidad. El resultado es algo muy poroso, como en Italia. Y espero que, de algún modo, con resultados científicos. Por otro lado, es algo menos poroso en cuanto a derechos. Antes de hablarles de ello, hablo sobre este Real Decreto con el abogado Carlos Sánchez Almeida. “Nada que ver con lo filtrado. ¿Cuál fue la intención de la filtración? ¿Un globo sonda?”. Si lo fue, nadie, a derecha o izquierda, glups, se quejó de ello. Lo que puede explicar una época.
El Ejército no puede mantener el orden ciudadano, alegremente y sin consecuencias. Sencillamente porque no sabe, no es su función y está desestimado en democracia
8- Antes de la noche del domingo habían quedado restringidos el derecho ambulatorio y el derecho de reunión. Algo, diría, consensuado socialmente y para un periodo, con el fin de evitar la congestión de UCIs, la muerte de los más débiles. Esta ampliación, justa al evitar el trabajo a colectivos vulnerables, y teatral y gaseosa en otros tramos, tiene como actor a las FF.SS y FF.AA. Sí, se han desplegado y hacen cosas chachis, como hospitales y desinfecciones. Pero progresivamente, a lo largo de la crisis, han ido aumentando su rol. Con fecha más concreta que la recepción de un envió de EPIs o de tests, empiezan las patrullas mixtas de GC y Ejército para controlar el confinamiento. En 87 localidades y 7 provincias. No sabemos cuáles. Yupi. El Gobierno les ha atribuido la condición de agentes de la autoridad, para blindarles –blindar a un tipo con bazoka, vamos– ante posibles agresiones. El Ejército no puede mantener el orden ciudadano, alegremente y sin consecuencias. Sencillamente porque no sabe, no es su función y está desestimado en democracia. No queda claro que lo sepan hacer las FF.SS. ante fenómenos civiles de protesta –no supo hacerlo en 2017–, ni está claro que sepa hacerlo en una construcción cívica como esta confinación. Desde el inicio de la crisis, las FF.SS. han detenido a 1.688 personas –unas 150 en las últimas 24h– y ha emitido unas 200.000 sanciones –17.236 en las últimas horas; muchas más que tests–. A escala, los Mossos, en Cat, un epicentro intelectual de la confinación asiática, tienen estadísticas mayores. Para entendernos, estas estadísticas policiales –sólo las esp– son tres veces superiores a las italianas, un Estado con mayor población, con más días de confinamiento y carácter general más extrovertido. Algo pasa. Cabe deducir que, con la intensificación del confinamiento, se intensificará. Sería un drama si todo esto fuera por criterios políticos y no científicos. Sería, incluso, la muerte del factor cívico. O su seria herida.
9- Esta crisis transcurre sobre otras. En lo local, la crisis de Régimen, crisis incluso de la monarquía. Pero también la crisis europea y americana de la democracia liberal hacia nuevas formas autoritarias, asumidas como normalidad y dinámica cotidiana por las derechas esp y cat. Según cómo se gestione esta crisis sanitaria, esos populismos autoritarios saldrán reforzados. En tanto se refuerza su cosmovisión. Hubiera sido costoso, en ese sentido, que esta crisis sanitaria hubiera sido gestionada por Salvini, en Italia, o por las tres derechas en Esp. Lo que no quita que, sin todo eso, sea un drama. Un darles la razón. Un depurar la autoridad.
Orbán gobernará por decreto system y por tiempo indefinido. Restringirá la información, con penas de hasta cinco años para quien se ponga chulo/antipueblo
10- Ayer hubo Covid-golpe de Estado en Hungría. Básicamente, Orbán, un hombre del pueblo y para el pueblo, que señala a su pueblo quién no es pueblo –siempre lo son minorías: judíos, gitanos, izquierdas vilipendiadas por venderse a otros poderes que no son pueblo/poble–, gobernará por decreto system y por tiempo indefinido. Restringirá la información, con penas de hasta cinco años para quien se ponga chulo/antipueblo. El argumento: la epidemia. En Hungría hay 447 infectados y 15 fallecidos. Sólo uno de ellos, fallecido ayer, me dicen –piticlín-piticlín–, era húngaro/pueblo. El resto eran extranjeros o extranjerizantes. No es la primera restricción democrática en esta crisis. Pero es la más explícita y sencilla. Es importante saber que vino precedida por poéticas ensayadas por autoridades territoriales y de partidos políticos locales. Propaganda antes que planificación, cierre de fronteras, establecimiento de que el virus venía del enemigo, extranjeros, no-pueblo, defensa de un carácter y de un cuerpo que hacía a los nacionales inmunes, o al virus débil. Y medidas sanitarias que ponían a uniformados al frente. Que siempre necesitan más disciplina y menos derechos.
11- Mala época para una epidemia, si su respuesta deja de ser cívica y pasa a ser autoritaria.
12- No se pierdan la campaña #SeguridadConDerecho. Sus creadores, bajo el nombre de No Somos Delito, han emitidio un manifiesto/itinerario al respecto de lo que está pasando en Esp en el tema seguridad y derechos. Hummm, qué bien huele, ¿qué has hecho, oh, vieja Mildred? “Zapato au beurre noir”. Espléndido. Mildred, recuérdeme que luego la riegue.
1- Ayer fue mi cumple. Lo pasé en mi mini-piso. Tan pronto estaba en el invernadero, como me desplazaba a los secaderos de salmón, atravesaba las pistas de bádminton, o me estacionaba durante horas, sin sentido u objeto alguno, en el fumeur. Es el ennui. Algo razonable, si...
Autor >
Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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