CARTA A LA COMUNIDAD DE CTXT
La lucha no se negocia
Necesitamos llegar a los 10.000 suscriptores para plantarle cara al coronavirus, asegurar las nóminas del año que viene, y poder centrarnos en contarles un trocito del mundo. Sé que les pido un esfuerzo en uno de los momentos más oscuros
Vanesa Jiménez 30/10/2020
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La primera reunión en un salón que después sería el Saloncito-Redacción hace ahora seis años. Nuestro nombre, que no pudo ser Contexto por asunto de derechos y terminó siendo CTXT porque Mike, que iba a registrar el dominio, no escuchó la ‘n’ (CoNTeXTo) cuando hablaba por teléfono con el director (orgullosas de llegar tarde a las últimas noticias y siempre atropelladas en la parte empresarial). El lanzamiento de la revista la noche del 15 de enero de 2015 mientras jugaba el Atleti. ¿Cómo vamos (con el cierre)? 0-1, respondió Miguel Mora. Torres le había marcado al Madrid de Cristiano. La primera vez que CTXT apareció en televisión, esa misma semana, gracias a Daniel Fuentes, que contó París tras el atentado contra Charlie Hebdo. El primer editorial que ya no olvidamos (El PP, un partido indigno para la democracia). Nuestro primer gran consejo editorial, rodeados de amigos, conocidos e infiltrados. Y, sobre todo, con José Luis Cuerda. Gracias a Daniel, a otro querido Daniel, aquel día tuvimos hasta mantelitos y copas. Fue la única vez. Los nervios de la presentación de la revista en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Las 800 personas que nos acompañaron. Y Jordi Évole, que vino, nos quiso y nos ayudó con un vídeo promocional. Las decenas de veces que Miguel, Mónica y yo hemos ido a ver a directores de comunicación, de márketing, de estrategia y de alguna cosa más con escaso éxito. El día que nació Norma Brutal ahora Ángeles Caballero. La voz de Cristina Barbarroja. Y la noche de las elecciones generales que, gracias a su experiencia y a nuestra poca vergüenza, nos dio por hacer un programa de radio. Los cierres de los miércoles, nunca antes de las 12 de la noche. El año y medio que trabajamos sin cobrar. Las primeras facturas. Los primeros contratos. La búsqueda de la primera sede. Guillem y el procés. Gerardo y su mirada. Los bolos de la revista. Cádiz, Sevilla, Coruña, Valencia. El premio Enfocados, al que fuimos en masa y festejamos como si nos hubiesen dado un Pulitzer. Los Fuera de Contexto en el Teatro del Barrio. Willy Veleta. El primer crowdfunding, el segundo. Los primeros suscriptores allá por 2016. El gran Congreso de Feminismo en Zaragoza. Adriana y Anna. El auditorio lleno. Mónica Santos. Carmen de la Ossa. Justa Montero. Las miradas cómplices. Pocas veces tan felices. Las revisiones de cuentas cada tres meses. Las hojas de Excel llenas de celdas que casi nunca nos encajan. Jaime. Cada año que empieza casi en blanco. Aquel artículo de Douglas Rushkoff tan premonitorio; y el de Walden Bello. Yayo Herrero les cuenta el pico del petróleo a los alumnos del taller de periodismo. El flamenco de Esteban Ordoñez. La cultura del Ministerio. Y de Pilar Ruiz. Y de Ortega Lucas. Colaboradores que son lujo. Ricardo Uribarri. Nuria Alabao. El maestro Pereiro, siempre ahí. Magda, una de nuestras mentes y nuestras anclas. Las cientos de historias por las que ha merecido la pena. Los patinazos, que también ha habido. Las entrevistas y los reportajes de Gorka Castillo. Los consejos editoriales de los lunes, llenos de gentes listas y buenas. El primer libro que editamos, de Ignacio Sánchez-Cuenca y prólogo de Íñigo Errejón. La segunda sede, el Taller de CTXT. Adriana y la redacción. Los primeros debates. Las presentaciones de libros. Los viernes del humor. El teatro. La fiesta de nuestro quinto aniversario. Amanda, Álex, Elena, Marina y el pequeño Nico. Marzo. El bicho.
Una tarde de noviembre de hace seis años me encontré con un grupo de colegas que compartían la intención de sortear el fango sobre el que caminaba nuestra profesión. Sin nada que perder. Sin mucho que ganar tampoco. Con un poco de suerte, quizá ratos de diversión y algo de dignidad. Con mucha más suerte, quizá un lugar en el que poder vivir de nuestro oficio. Hace seis años nada de lo que les he contado arriba existía. Ni siquiera en nuestras fantasías. Pero poco a poco os fuisteis sumando. Los primeros 500. Mil socios y socias. Dos mil. Cinco mil. Y CTXT pasó del modo precariedad al modo resistencia. Ahora somos casi 7.300 suscriptores. Tantas y tantos que nos seguimos sorprendiendo cada día. Y en cada momento sentimos que tenemos una deuda eterna con vosotras y vosotros. Porque no solo defendéis el periodismo independiente de CTXT, también nos defendéis a nosotras, nuestros trabajos, que son el pan y los zapatos.
Nací en Cádiz y tengo el corazón cadista. Lxs muy futboleros ya sabrán que la frase con la que titulo esta carta es el lema de Álvaro Cervera, entrenador del equipo de la capital gaditana (si hablan con el director de CTXT les dirá que no, que eso ya lo dijo el Cholo tal día de tal año. No le hagan ni caso). Hace apenas dos semanas, el Cádiz, supongo que con uno de los presupuestos más bajos de Primera, le bailó al Madrid en Valdebebas (posibles suscriptores madridistas, no tengan esto en cuenta). Tanto es así que yo creo (y esto solo lo creo) que Sergio Ramos se borró tras el descanso porque le dábamos un poco de miedo. A Toni Kroos también. Les cuento esto porque CTXT siempre será como el Cádiz. A veces en Segunda. A veces en Primera. Pero siempre peleando. Y alguna vez que otra ganando.
En esta nueva lucha necesitamos llegar a los 10.000 suscriptores para plantarle cara al coronavirus, asegurar las nóminas del año que viene, y poder centrarnos en contarles un trocito del mundo. Sé que les pido un esfuerzo en uno de los momentos más oscuros. Y sé que cada una de nosotras ya tiene más de una lucha. Pero sabemos que es posible.
CTXT, seguramente, vivirá siempre en modo resistencia. No nos importa. Nos impusimos un modelo de periodismo alejado de los clicks y gracias a eso publicamos solo lo que no importa/gusta/interesa. La comunidad de CTXT hace posible lo que somos. Con 3.000 suscriptores más podremos seguir siéndolo. Es difícil, pero lo pelearemos. No vamos a negociar ninguna lucha.
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La primera reunión en un salón que después sería el Saloncito-Redacción hace ahora seis años. Nuestro nombre, que no pudo ser Contexto por asunto de derechos y terminó siendo CTXT porque Mike, que iba a registrar el dominio, no escuchó la ‘n’ (CoNTeXTo) cuando hablaba por teléfono con el director...
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Vanesa Jiménez
Periodista desde hace casi 25 años, cinturón negro de Tan-Gue (arte marcial gaditano) y experta en bricolajes varios. Es directora adjunta de CTXT. Antes, en El Mundo, El País y lainformacion.com.
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