A las 19.00 horas, el segundo avance de participación de las elecciones a la Asamblea de Madrid indica que ha votado el 69,23% del censo. Esta cifra es once puntos superior a la de 2019 a la misma hora (58,13%) y supera el total de votos de dichas elecciones, que se quedó en el 64,7%.

Hasta las 13.00 horas, primer avance de participación, había votado el 28,42% de los electores censados, 2,24 puntos más que en los comicios autonómicos celebrados hace dos años. En 2019, el dato de participación a la una de la tarde fue del 26,18%. 

El récord de participación en las elecciones a la Asamblea de Madrid se alcanzó en 1995, con un 70,3%. Ese año, el PP de Alberto Ruiz Gallardón obtuvo por primera vez la mayoría en la Comunidad, que había gobernado el PSOE de Joaquín Leguina desde 1983. A partir de ese momento, los populares han gobernado ininterrumpidamente, si bien en 2003 la abstención de dos tránsfugas del PSOE, Tamayo y Sáez, frustró un gobierno socialista con el apoyo de Izquierda Unida y forzó una repetición electoral en la que bajó seis puntos la participación, con el PSOE como principal damnificado. 

Los barrios y municipios con menor renta de la Comunidad, situados sobre todo en el sur, presentan una abstención mucho más elevada que las zonas ricas, pero también mayores porcentajes de voto a la izquierda, que supera a la derecha en la mayoría de ellos (en 2019, el PSOE fue primera fuerza en casi todo el sureste, el PP en gran parte del norte). La proporción de voto a la derecha aumenta en relación a la renta media. Las zonas ricas también lideran la participación. Debido a ello, en esta campaña electoral, los progresistas han dedicado muchos esfuerzos a intentar activar el voto en el sur, con una presencia destacada de los partidos en estos municipios y barrios y a través de iniciativas como “Defiéndete4M”.

Sin embargo, Daniel Vicente Guisado y Víctor Pérez-Guzmán Arbáizar  apuntan en CTXT que la llegada de la derecha a algunos ayuntamientos del sur de la Comunidad ha hecho disminuir la abstención y aumentar el apoyo a estas candidaturas, por lo que “el cinturón rojo” es algo menos rojo y menos abstencionista de lo que fue en el pasado. 

Las elecciones se celebran en un día laborable, aunque es festivo escolar, y en una situación de pandemia (la Comunidad ha recomendado el horario de 10 a 12 para personas mayores, y de 19 horas al cierre para personas en riesgo de covid). Durante la mañana se han visto largas colas en los colegios electorales. Más de 235.000 personas solicitaron el voto por correo en esta convocatoria, lo que supone un aumento del 41% respecto a 2019.