Terminó el mercado de fichajes. Y se agradece. No había quién aguantara un día más con los culebrones que nos han metido hasta en la sopa, mañana, tarde y noche, durante dos meses. Se ha hecho bola. Será difícil que olvidemos este verano, llamado a ser el de la llegada de Mbappé al Real Madrid, y que, en un giro de guion inesperado, tuvo a Griezmann y Saúl como grandes protagonistas en unas últimas horas frenéticas para completar las operaciones antes del fin de plazo. Lo vivido en este periodo nos da para hacer unas cuantas reflexiones y sacar unas moralejas de la situación actual, que, en algunos aspectos, convendría tenerlas en cuenta de cara al futuro.

LA INCONGRUENCIA DE LAS FECHAS: Se ha hecho referencia a ello varias veces en los últimos años, pero cada periodo de fichajes vuelve a chirriar. No es serio que se pueda seguir vendiendo y comprando jugadores cuando la Liga ya lleva tres jornadas disputadas. De alguna manera, se desvirtúa la competición. ¿Es normal que un jugador dispute tres partidos con un equipo y de una semana para otra se pueda enfrentar a él con otra camiseta y marcarle un gol? El plazo debería terminar un día o dos antes de que empezara el torneo y que cada equipo supiera desde el principio la plantilla con la que cuenta. ¿No tienen suficiente con mes y medio? Y debería ser igual en toda Europa. La UEFA, tan puntillosa en otras cosas, tendría que preocuparse por esto.

Por querer agradar a una masa de gente ávida de recibir la noticia que deseaban, el fichaje de Mbappé por el Real Madrid, se han contado cosas que no eran realidad

EL PAPEL DE LA PRENSA: Confundir deseos con la realidad es algo que no se puede permitir ningún periodista y muchos han caído en ese error. Por querer agradar a una masa de gente ávida de recibir la noticia que deseaban, el fichaje de Mbappé por el Real Madrid, se han contado cosas que no eran realidad. Ha faltado mucho rigor. Y eso afecta a la credibilidad. En el deporte, como en cualquier ámbito de la vida, no se puede vender la piel del oso antes de cazarlo. Porque cuando se infla tanto el globo en pro del espectáculo, la audiencia y los clicks, el chasco y la decepción resultan mayúsculos. Y consigues el efecto contrario al que pretendías. El hartazgo. Aún me echo las manos a la cabeza al recordar que hace unas semanas en Radio Marca, un oyente mandó un mensaje de voz en el que expresaba su cansancio por la saturación de las noticias sobre la posible contratación del jugador francés. Y el locutor le contestó: “Es lo que hay. Si no le gusta, ahí tiene las radios musicales”. ¿Así se cuida a la audiencia?

IBAI LLANOS: La otra cara de la moneda. Sin duda, el youtuber, streamer y locutor, es uno de los que salen triunfadores del verano y su presencia en la presentación de Messi en París o su entrevista a Saúl en exclusiva, apenas una hora después de cerrarse su salida, así lo acreditan. No es periodista ni pretende serlo. A veces se echa en falta algunas preguntas más incisivas cuando habla con los jugadores, pero está logrando lo que muchos desean y no consiguen: acceder a los protagonistas, que se encuentran cómodos charlando con él. Y con un tono más coloquial, desenfadado, de charla de amiguetes, termina sacándoles declaraciones interesantes.

EL ANNUS HORRIBILIS DE FLORENTINO PÉREZ: Podía haber sido el año en que saliera adelante su sueño de conseguir la Superliga europea, el proyecto de competición al margen de la UEFA que impulsó directamente. Y también el año en el que trajera por fin al jugador que le reclama su afición desde hace tiempo. Pero ni una cosa ni la otra. Los focos le han esperado durante días, semanas, pero entre el Florentino arremangado en el Bernabéu del 31 de agosto de 2002 cerrando el fichaje de Ronaldo Nazario, y el que vivió tranquilamente la última noche de este mercado viendo jugar al equipo femenino en Valdebebas hay un trecho. El que diferencia conseguir las cosas o no conseguirlas. Ya no puede lograr el gran objetivo cuando quiere, como antes, sino cuando puede. Ahora hay otros que también tienen mucho poder y más dinero. Y le plantan cara. 

DEJARLO TODO PARA EL ÚLTIMO MINUTO: A pesar de tener dos meses para cerrar las operaciones, resulta llamativo que, especialmente los equipos grandes, dejen para el último momento del último día operaciones tan importantes como la que culminaron a tres bandas Barcelona, Atlético y Sevilla con Griezmann, Saúl y De Jong como protagonistas. Convendría que lo tengan en cuenta porque igual que esta vez llegaron al límite, en otra ocasión se pueden pillar los dedos. ¿Se imaginan en qué situación quedarían hoy los jugadores si finalmente no se hubiera hecho todo en tiempo y forma y tuvieran que seguir en los que han sido sus equipos? ¿Lo que hubiera sido para la economía del club azulgrana la no salida de Griezmann? Resulta sorprendente que muchos no hayan aprendido después de lo que pasó con De Gea y aquel fax…

Griezmann se lo va a tener que trabajar mucho, porque hay aficionados rojiblancos que no le perdonan las formas con las que se marchó

LA IMPORTANCIA DE LA FELICIDAD: Pueden ser millonarios, admirados y triunfadores en su profesión. Pero lo ocurrido con Saúl y Griezmann pone de manifiesto que una de las cosas más importantes es poder ser feliz desarrollando tu trabajo. Lo había dejado de ser el canterano atlético jugando en posiciones que no le gustaban porque, según reconoció con Ibai, “no aprendía, no mejoraba y no crecía. Y eso me tenía bloqueado. No poderle demostrar a la gente lo que soy me generaba frustración. Espero que la decisión de irme al Chelsea me ayude a desbloquearme”. Y recuperar la felicidad que sintió en su etapa rojiblanca, y que no terminó de vivir en los dos años que ha estado de azulgrana, es el objetivo por el que Griezmann solo valoraba la oferta colchonera si tenía que salir del Camp Nou por motivos económicos. Se lo va a tener que trabajar mucho, eso sí, porque hay aficionados rojiblancos que no le perdonan las formas con las que se marchó. Ahí va a tener que hacer una labor importante de concienciación Simeone, otro que está feliz con la vuelta del delantero galo, tan deseada por él.

UNA LIGA DE VACAS FLACAS: Alguno podrá agarrarse a la oferta de 200 millones del Real Madrid por Mbappé para contradecir el argumento, pero no nos dejemos deslumbrar por un simple rayo. La realidad es que, hace unos años, LaLiga era el segundo campeonato o el tercero que más dinero invertía en fichajes, por detrás siempre de la Premier y en disputa con el calcio italiano. Y este verano ha sido el quinto de Europa en gasto, con 293 millones. ¿Les parece mucho? Les parecerá menos cuando sepan que la Premier inglesa ha gastado 1.300 millones. En Italia han invertido 552 millones y en Alemania 416. Hasta la liga francesa, ese campeonato que algunos despectivamente llaman de granjeros, ha invertido más, 393 millones, para ser exactos. Muchos clubes en España han invertido un millón y medio, dos millones, tres millones… ¿Efectos de la pandemia? Puede ser. ¿Pero al resto de Europa no le ha afectado? Es necesario control económico. Pero a la maquinaria hay que darle de comer para que funcione. Hace unos años, LaLiga presumía de tener a Messi, Cristiano y Neymar. Hoy, no está ninguno de ellos.

Estaría bien que algunas de estas cuestiones se pudieran corregir con la vista puesta en el próximo plazo de fichajes. Pero mucho me temo que será difícil y que se seguirán cometiendo los mismos errores. El mercado de verano 2021 ha muerto. Pero no canten victoria. Apenas quedan cuatro meses para que empiece el de invierno.