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Rayo Vallecano femenino: una lucha por derechos laborales

El equipo franjirrojo no tiene médico, fisioterapeuta ni delegado. Las jugadoras no disponen de gimnasio, no pueden usar el aparcamiento propio, reciben sus nóminas con retraso y varias de ellas están en riesgo de desahucio

Ricardo Uribarri 23/11/2021

<p>Las jugadoras del Rayo femenino en el descanso del Rayo-Athletic.</p>

Las jugadoras del Rayo femenino en el descanso del Rayo-Athletic.

@RayoFemenino

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Minuto 65 del partido que enfrenta al Rayo Vallecano y al Athletic Club de la liga femenina de fútbol. Se produce un choque de cabezas entre la rayista Camila Sáez y la rojiblanca Nerea. En ese momento ocurre un hecho tan insólito como que a la jugadora del club madrileño tengan que atenderla los médicos del conjunto rival porque el suyo no tiene. Es solo un ejemplo de los varios que demuestran la difícil realidad que está viviendo este equipo, que en su día fue el mejor de España, como demuestran las tres Ligas y la Copa que tiene en su palmarés, y que hoy está abandonado a su suerte por el presidente de la entidad, Raúl Martín Presa.

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Ya en el pasado mes de agosto las futbolistas franjirrojas se plantaron y estuvieron unos días sin entrenar porque habían empezado la pretemporada sin estar dadas de alta en la Seguridad Social, lo mismo que el cuerpo técnico. Eso obligó a la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) a presentar una denuncia ante la Inspección de Trabajo, que forzó a la entidad a regularizar la situación. En aquel momento, hasta la ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, les mostró su apoyo con un mensaje en redes sociales. Tres meses después, los hechos demuestran que aquello no fue un caso aislado. La acumulación de problemas ha provocado que las jugadoras hayan dado a conocer públicamente en qué condiciones tan difíciles y discriminatorias respecto a sus compañeros masculinos de la misma entidad están desarrollando su trabajo. 

A través de un comunicado, las futbolistas han denunciado que desde que empezó la actual temporada no tienen un médico ni un fisioterapeuta que las atienda; tampoco una figura tan importante como un delegado; no disponen de equipaciones completas de juego de la presente campaña; no tienen un gimnasio donde ejercitarse ni material básico deportivo; el club no está pagando los pisos de alquiler donde residen las jugadoras de fuera de Madrid, por lo que los caseros han amenazado con recuperar las viviendas y dejar a sus inquilinas en la calle; no pueden utilizar el parking de la ciudad deportiva, algo que sí hacen los jugadores del primer equipo masculino; el día antes de los partidos a domicilio aún no conocen el plan de viaje ni las comidas a realizar; y no reciben el documento de las nóminas y están cobrando con retraso respecto a la fecha prevista, contraviniendo el convenio colectivo. Todas estas circunstancias las llevan a una afirmación tajante: “Nuestra situación laboral sigue sin ser digna de un equipo de Primera división”.

Martín Presa no tiene un concepto claro del papel de los sindicatos, que en un sistema democrático como el español realizan un papel importante de interlocución

Las integrantes del equipo han comunicado a AFE estos problemas para que intente mediar con el club y buscar soluciones, algo que no está siendo nada fácil, como reconoce a CTXT la codirectora de la asesoría jurídica del sindicato, María José López. “La situación actual se podría solucionar entablando una negociación y hablando, pero está siendo imposible. Las jugadoras lo han intentado directamente con el presidente y nosotros también como sindicato, pero esa comunicación no se está dando porque la otra parte no quiere. Martín Presa no tiene un concepto claro del papel de los sindicatos, que en un sistema democrático como el español realizan un papel importante de interlocución. Cuando hemos pedido hablar con él nos ha contestado, ‘no, los sindicatos no, yo hablo con las jugadoras’. Parece que entiende que sobramos. Pero a pesar suyo estamos aquí y tenemos nuestro papel. La mayoría de las jugadoras están afiliadas y es normal que quieran que sea su sindicato el que haga la interlocución, porque es una manera de descargarlas de responsabilidad, que bastante tienen con el día a día. En esa casa no se entiende bien el papel del sindicato, lo ven como algo extraño, y es un operador tan importante como pueda ser la patronal, la Federación o el Consejo Superior de Deportes”.

Al fallar la vía del diálogo, a AFE no le ha quedado más remedio que recurrir a la vía de la denuncia ante Inspección de Trabajo: “Dentro de la denuncia que hicimos en agosto por no estar dadas de alta las jugadoras en la Seguridad Social, sobre la que tuvimos un fallo favorable, nosotros apelábamos también al principio de la no discriminación, porque las condiciones laborales de las chicas eran diferentes respecto a los chicos del mismo club. Esa denuncia, que no está aún resuelta, la hemos ampliado en base al retraso en el pago de las nóminas y a que no tenían el documento físico de ellas. Lo que ha pasado con Camila es lamentable, porque es un tema de salud y raya un comportamiento de tipificación y por eso ahora también hemos puesto una denuncia en la Inspección de Trabajo por entender que no se está cumpliendo el plan de riesgos laborales”, señala María José.

López incide en el hecho del tratamiento desigual que otorga el club a sus profesionales masculinos respecto a homólogas femeninas. “El comportamiento del club es lamentable. No puede ser que una empresa de un tratamiento, no solo diferenciado, sino discriminatorio, a unas trabajadoras con relación a los trabajadores masculinos. La sensación es de falta de respeto hacia estas jugadoras por parte de la presidencia del club. Por eso no nos queda más remedio que denunciar. Vivimos en un sistema democrático que tiene unos instrumentos que se pueden utilizar y en el que estamos centrados ahora mismo es la Inspección de Trabajo. Y menos mal que está el convenio colectivo, que protege una serie de hechos fundamentales, sino estarían aún peor de lo que están. La pregunta que hay que hacerse es, ¿el club quiere tener un equipo femenino en la máxima categoría? A veces nos da la sensación de que no quiere, porque el tratamiento que están recibiendo las jugadoras sería impensable en los chicos del primer equipo”.

En la liga femenina se dan actualmente paradojas tales como que se sancione a equipos con algo tan importante como la pérdida de puntos por no llevar en la camiseta el logo de la Federación Española y en cambio no pase nada porque haya equipos que no tengan un servicio médico a disposición de sus profesionales. La abogada de AFE señala que “todo el mundo habla de la igualdad, pero cuando empiezan los conflictos, cuando hay que poner nombre y apellidos y tomar acciones que a nadie le gustan, entonces miran para otro lado y dicen que es un problema particular de las trabajadoras con su empresa. El paraguas protector que debía tener la Federación para estos casos se cierra de forma inmediata o se va hacia otro lugar y deja que la lluvia siga cayendo sobre las jugadoras, porque según ellos es un ámbito privado, un ámbito de relaciones laborales y no tienen nada que decir. Es lo de siempre y ya estamos acostumbrados”.

Con los problemas que están sufriendo las jugadoras, se entiende que el Rayo esté en la zona baja de la clasificación, luchando por conseguir la permanencia en la máxima categoría del fútbol femenino. López advierte que “los problemas que están sufriendo van en detrimento de su propia preparación. Luego les pedirán que compitan al máximo nivel en comparación con otras compañeras de otros equipos que no están pasando por esto. Las futbolistas del Rayo son auténticas campeonas porque están siendo ejemplares como profesionales. Como no tienen delegada, ellas mismas se tienen que repartir las camisetas y hacer otras labores que no les corresponden. Las estamos apoyando día a día y de forma muy constante, pero están bastante molestas, sobre todo, por un tratamiento tan diferenciado que resulta discriminatorio en relación con sus colegas, algo que no se entiende. Ellas son profesionales a todos los efectos”.

Menos mal que está el convenio colectivo, que protege una serie de hechos fundamentales, sino estarían aún peor de lo que están

Este medio ha pedido al club rayista su opinión sobre estos hechos, pero la única respuesta recibida es que de momento no hacen ningún comentario y que en caso de haberlos lo harán a través de sus propios canales. Una información aparecida en El Español asegura que la entidad está investigando un posible fraude en relación con el tema del alquiler de los pisos, poniendo el foco sobre su antiguo director financiero, al que acusan de firmar esos contratos sin conocimiento de la directiva. Sobre este tema, María José señala que “estamos asesorando a las jugadoras. Al parecer, el Rayo alquila estos pisos a través de personas relacionadas con la entidad y como algunos no se están pagando y hay retrasos, los propietarios están pensando en emprender acciones para cobrar el alquiler o recuperar las viviendas. Es un caso más en el que las jugadoras son víctimas”.

La ralentización en la aprobación de los estatutos de la liga profesional femenina, que está ocasionando perjuicios a los clubes y a las jugadoras de todos los equipos de la competición, tiene también, a juicio de López, una incidencia en la situación que está viviendo el Rayo Vallecano. “Una liga profesional no es solo un nuevo paso o una evolución normal en el fútbol femenino, sino que también entraña una serie de estructuras organizativas que ayudan a evitar estos hechos. Se ha visto con los chicos. Esa liga profesional, que ha ido creciendo desde el punto de vista de las propias estructuras y de la propia normativa, ha ayudado a solventar algunos problemas, sobre todo en los casos de impagos”. 

En las actuales circunstancias, y mientras el club no tome medidas para solucionar los problemas, parece evidente que la única salida que le queda a los representantes sindicales de las jugadoras es seguir denunciando la situación para que sean los organismos correspondientes los que obliguen a un cambio de rumbo, como reconoce la representante de AFE. “Hasta ahora, la inspección de trabajo ha actuado cuando lo hemos solicitado y ha dado la razón a las jugadoras. Ante esta problemática en la que nos vemos, esperemos que lo siga haciendo para subsanar las graves deficiencias que estamos denunciando. De momento estamos en el ámbito de la autoridad laboral, pero no descartamos otras medidas”.  

En las gradas del campo del Rayo Vallecano aparecían antes del partido ante el Athletic unas pancartas en las que se leía las palabras ‘respeto y dignidad’, justo las mismas que utilizó horas después del encuentro una de las capitanas del equipo, Paula Andújar, para denunciar a través de las redes sociales lo que había pasado con su compañera Camila. Su mensaje suena a una petición desesperada de auxilio: “¿Hasta cuándo van a permitir esta situación? Tendrá que pasar algo verdaderamente grave para que se actúe… Este equipo merece más. ¡No podemos seguir así! Respeto y dignidad”.

Minuto 65 del partido que enfrenta al Rayo Vallecano y al Athletic Club de la liga femenina de fútbol. Se produce un choque de cabezas entre la rayista Camila Sáez y la rojiblanca Nerea. En ese momento ocurre un hecho tan insólito como que a la jugadora del club madrileño tengan que atenderla los...

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Autor >

Ricardo Uribarri

Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital, Marca y Bez. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.

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