1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 3.340 Conseguido 91% Faltan 16.270€

TEIVO TEIVAINEN / PROFESOR EN LA UNIVERSIDAD DE HELSINKI

“El uso de la esvástica refleja las ambivalencias de Finlandia”

Pablo Stefanoni 5/11/2021

<p>Teivo Teivainen, activo intelectual en la vida pública local y profesor de Política Mundial en la Universidad de Helsinki.</p>

Teivo Teivainen, activo intelectual en la vida pública local y profesor de Política Mundial en la Universidad de Helsinki.

Foto cedida por el entrevistado

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Teivo Teivainen (Helsinki, 1965) vive frente a un mar Báltico que, visto desde su ventana, parece un río. En su edificio se filmaron escenas de Karppi, la serie en la que la detective se enfrenta con mafias locales y rusas.

BACK FREEDAY. Olvídate de mercachifles. Dona lo que puedas y formarás parte de la comunidad de CTXT un año. Desde 10 euros.

Además de ser uno de los latinoamericanistas más importantes de Finlandia, Teivainen es un activo intelectual en la vida pública local y profesor de Política Mundial en la Universidad de Helsinki. Actualmente, se encuentra escribiendo un libro sobre la historia del uso de la esvástica en el país, un hecho curioso que llega hasta el presente y cuyos pliegues informan de las diversas facetas de una historia nacional marcada por la cercanía con Rusia, un lugar geopolítico extremadamente complicado, una guerra civil entre blancos y rojos, el alineamiento con la Alemania nazi y, tras la Segunda Guerra Mundial, un Estado de Bienestar transformado en marca país.

Hoy el país nórdico está liderado por una de las gobernantes más jóvenes del mundo, Sanna Marin, de 35 años, que ha dejado atrás la imagen de la socialdemocracia como un “partido de viejos”. La coalición en el poder la integran cinco partidos presididos por mujeres. Pero la extrema derecha de los Verdaderos Finlandeses, crecientemente radicalizada, ha logrado captar las frustraciones y ansiedades de parte de la población y ha ascendido al podio de los tres partidos más votados.

Sobre todos estos temas hablamos con Teivainen, vía Zoom, de espaldas a un gran mural pintado por el artista peruano Jorge Miyagui, que decora la pared de la sala de su piso y desentona con la aséptica estética nórdica.

La socialdemocracia volvió después de décadas a gobernar todos los países nórdicos de manera simultánea y, de ese modo, parecen confluir hacia la imagen casi “natural” que tenemos de ellos. Pero mientras que en casi todos esos casos predominan las alas derechas de esos partidos, Sanna Marin parece tener un discurso socialdemócrata que conecta con sectores juveniles y algunas posiciones ubicadas más a la izquierda, ¿es así?

En Finlandia, esa idea internacional de país progresista, en el sentido socialdemócrata, parecía fuera de la realidad durante los años anteriores a este gobierno que comenzó hace dos años, cuando tuvimos un gobierno muy de derecha, del centroderecha aliado a la derecha populista y xenófoba. Desde fines de 2019, gobierna nuevamente el Partido Socialdemócrata y con la coalición más a la izquierda en mucho tiempo: están los verdes y la Alianza de la Izquierda junto con el Partido de Centro –el tradicional partido agrario– y el partido de los suecoparlantes, el Partido Popular Sueco de Finlandia (centro liberal).

El gobierno de Marin, con los cinco partidos de la coalición liderados por mujeres, amplificó la imagen de renovación de la socialdemocracia

Es una coalición algo excepcional. En estos años hubo sin duda un cambio generacional en el Partido Socialdemócrata, que llegó a tener más visibilidad con Sanna Marin. En los verdes y la izquierda era clara la presencia juvenil en sus liderazgos, mientras que la socialdemocracia parecía un partido de viejos. Este cambio llegó más tarde a la socialdemocracia pero con mucha fuerza. Y se combinó con un discurso un poco más de izquierda que el de los líderes socialdemócratas anteriores. El gobierno de Marin, con los cinco partidos de la coalición liderados por mujeres, amplificó sin duda esa imagen de renovación. Ella tiene carisma, es muy hábil en los medios y habla de cosas como la reducción de la jornada y de la semana laboral. Pone en la mesa cosas que parecían hasta hace poco demandas utópicas. Y así, de vez en cuando, proyecta la imagen de que no se limita a administrar lo que existe. De vez en cuando nombra a Karl Marx y habla de una manera que parece más confortativa con el poder económico. A la vez, en política exterior fue más crítica con China de lo que es la línea de Estado manejada por el presidente de la República; por ejemplo con las violaciones de derechos humanos de los uigures.

Sanna Marin proyecta frescura frente a posiciones demasiado cautelosas. Pero también hay matices. Por ejemplo, en la política europea. En las últimas negociaciones, Finlandia se ha asociado a una línea más conservadora que desde la óptica de Europa del sur parece poco solidaria. Y así se pudo ver su choque con Pedro Sánchez a mediados de 2020. También en temas ambientales se ha acercado más hacia el Partido de Centro frente a los verdes y la izquierda.

En Noruega, los socialdemócratas buscaron evitar una coalición con los verdes por la cuestión petrolera, ¿dónde están los puntos más sensibles en Finlandia, en la madera?

Obviamente la madera es la industria histórica. En un momento parecía que la industria forestal perdía importancia por la digitalización, pero luego se dieron cuenta de que los chinos no pueden limpiarse el culo con un iPad, y de que cuando China se urbaniza necesita papel. Con la digitalización, la gente va menos a las tiendas pero hay que enviar los productos en cajas de cartón. Y ese cartón también proviene de la celulosa. El discurso de Sanna Marin que las empresas interpretaron como demasiado radical se vincula quizás más con las demandas salariales que con la cuestión ambiental.

Parecía que la industria forestal perdía importancia por la digitalización, pero los chinos no pueden limpiarse el culo con un iPad, cuando China se urbaniza necesita papel

En Finlandia predomina la visión, sobre todo en el Partido de Centro, de que desde la Unión Europea se intenta restringir la capacidad del país de usar sus recursos forestales, y se argumenta que la UE no entendería cosas como que un país tan conectado con sus bosques sabe cuidarlos. Está también la cuestión de las minas. Alguien usó la expresión de que somos el “Congo de Europa”. Me parece exagerado plantearlo así pero es cierto que se dan concesiones muy beneficiosas a empresas extranjeras para explotar la minería en el norte del país. Y hay un intento de cambiar la ley de minería. Un tema bastante simbólico también, porque en Finlandia es algo tradicional, es el de la turba para combustible. Es bastante antiecológico. Sobre todo esto se hicieron muchas concesiones a las posiciones del Partido de Centro que enojaron a los verdes e hicieron daño a la imagen de Sanna Marin entre muchos ecologistas.

¿Qué papel juega hoy la extrema derecha?

Nuestra autoimagen es que somos un pueblo muy educado, muy racional. Y luego vemos que países como España van por delante en términos de vacunación, porque acá hay gente que no quiere vacunarse. Sobre todo, más cercana al Partido de los Finlandeses o Verdaderos Finlandeses, que es uno de los más grandes de Finlandia; en las últimas elecciones quedó segundo con el 17,7% de los votos a centésimas de los socialdemócratas. El partido formó parte del anterior gobierno. Este partido proviene del populismo agrario, del Partido Rural, a diferencia de la extrema derecha sueca que es un partido posfascista. Pero no obstante, atrajo a gente de extrema derecha, incluidos fascismos históricos. En los últimos años se impuso la fracción más xenófoba y radical, con el nuevo líder Jussi Halla-aho, que fue condenado en la justicia por racismo. Por eso quedaron fuera del gobierno y se formó una facción denominada Futuro Azul, conformada por quienes siguieron en el gobierno de centroderecha. Pero esta versión más moderada no prosperó; en las elecciones de 2019 mientras que los Verdaderos Finlandeses quedaron cerca del primer lugar, Futuro Azul no logró siquiera entrar en el Parlamento.

Lo que es interesante hoy es que para poder establecer puentes con la derecha tradicional de Coalición Nacional, los Verdaderos Finlandeses han liberalizado su propuestas económicas, que antes mantenían las huellas de su origen en el populismo agrario. Esto podría traerles problemas con sus votantes de origen social más humilde. Antes se veía a Demócratas de Suecia, que tiene su origen en el fascismo, como más extremistas que los Verdaderos Finlandeses, pero ahora esa imagen se ha invertido hasta cierto punto. Ha cambiado nuevamente el liderazgo, ahora a la cabeza de una mujer –Riikka Purra– pero sus posiciones no han variado.

Cuando el año pasado murió el ecologista profundo Pentti Linkola –que proponía una reducción de la población radical, con métodos no siempre muy aceptables– usted escribió sobre las dificultades para pensar el multiculturalismo y la tolerancia hacia el racismo en el país…

Podría sintetizarlo de esta forma: en Finlandia la tolerancia hacia ciertos tipos de racismo, incluido el antisemitismo, puede ser más alta que en algunos otros países europeos. En el caso de Pentti Linkola, por ejemplo, se solía decir: “Es un ecologista radical, vive como predica, como pescador, en condiciones muy precarias, con una labor que en muchos aspectos es admirable en términos de conservacionismo… claro que su discurso tiene un lado que viene de un ecologismo con toques fascistoides, con elementos racistas, y antiinmigración –decía por ejemplo que si los migrantes mueren también lo hacen los pájaros cuando migran o que las hambrunas pueden ser positivas para la naturaleza–, pero bueno…”. Se ha notado esta tolerancia en su caso pero también en otros, como el del empresario Juha Kärkkäinen, que no solo fue condenado por racismo sino que habla de un “nuevo orden judío” y cita revistas abiertamente nazis. Y eso no impidió que hubiera equipos de hockey sobre hielo con patrocinio de su empresa ni que su ciudad lo condecorara. En Finlandia hay poca capacidad colectiva para establecer líneas rojas sobre estos temas.

Hablando de esto, usted está escribiendo un libro sobre los usos de la esvástica en Finlandia… ¿quiere sintetizar sus hallazgos?

La historia de la esvástica en Finlandia abre mil cuestiones. Para conectarlo con lo anterior, diría que Finlandia fue en la Segunda Guerra Mundial un país aliado de la Alemania de Hitler. Una historia más o menos aceptada en el país es que no hubo otra opción: Rusia que nos quería comer, nadie nos prestaba ayuda, etcétera. Se dice que no participamos de esa alianza porque fuéramos nazis, sino que era una necesidad histórica de supervivencia y cosas así. Primero se decía que Finlandia había tenido una guerra separada contra la URSS, respecto de Alemania. Pero casualmente, Finlandia ataca a la URSS en 1941 al mismo tiempo que Alemania. Hoy nadie cree en el cuento de la guerra separada. Entonces se dice que sí, que atacamos junto con Alemania pero por necesidad y sin que hubiera afinidad ideológica. Hasta cierto punto pudo ser así pero esta idea dominante significa que si alguien dice por ejemplo “el rector de la Universidad de Helsinki era simpatizante de Hitler y participaba en comités pronazis”, la reacción va a ser que son casos aislados, casi detalles. “Dijo esto pero es un gran pintor; dijo esto otro pero es el compositor nacional; dijo aquello pero fue un chiste”. No es que haya silencio, hay debate, pero al no haberse procesado esa historia sigue siendo algo muy complicado.

Usted reveló que en 2020 la Fuerza Aérea dejó de usar la esvástica. Y muchos se sorprendieron fuera de Finlandia de que la siguieran usando…

La Fuerza Aérea de Finlandia siempre ha utilizado la esvástica. Nació en 1918, durante la guerra civil, cuando el conde sueco Eric von Rosen donó el primer avión a los blancos, que luego ganan la guerra civil contra los rojos, y el avión tiene una esvástica. Desde entonces, es uno de los símbolos, y durante mucho tiempo el símbolo principal, de la fuerza aérea. Después de la Segunda Guerra Mundial, la quitaron prácticamente de todos lados hasta mediados de los años 50. Pero luego la metieron otra vez, ya no en aviones pero sí en banderas e insignias. Yo indagué sobre todo en los intentos de explicar esa situación a los extranjeros, en los argumentos utilizados. Hay dos temas que se me llamaron la atención. Uno es que se suele decir: eso viene de 1918 mientras que la historia de Hitler y la esvástica comienza en 1920. Entonces no hay nada de nazi; end of story. Pero la esvástica se usaba en la derecha racista y antisemita de Europa del norte mucho antes de Hitler, ya en el siglo XIX. Y por otro lado, el conde von Rosen, que donó el avión y colocó en él la esvástica, va a llegar a ser una de las figuras del nazismo sueco y amigo de Hitler.

Mucha gente te va a decir que nuestra esvástica es diferente, pero es una especie de falsa memoria colectiva

Por otro lado, en Finlandia casi todos piensan que se usaba la esvástica al revés. Mucha gente te va a decir que nuestra esvástica es diferente. Pero es una especie de falsa memoria colectiva. Hay matices, como el color, pero no la forma. Hay obviamente formas de esvásticas muy antiguas. Pero en la exposición mundial de París de 1879 ya había conexiones entre la esvástica y formas de arianisno antisemita que se mezcla con sus significados más tradicionales. En Finlandia, el discurso dominante es que la esvástica local no tiene nada que ver con nada. Pero en la década de 1920, en Finlandia, quienes usan esvástica son parte de la derecha nacionalista antibolchevique. Yo vivo donde se divide la vieja Helsinki roja de la Helsinki blanca –estoy del lado de la Helsinki tradicionalmente obrera– separadas por el mar Báltico. Las esvásticas están todas en edificios del lado de la Helsinki blanca. Las hay en edificios, en algunas aceras; no es que haya miles, hay que ir a buscarlas. Están ahí desde fines de los 20. Por ejemplo, hay una asociación de mujeres de apoyo a los militares llamada Lotta Svärd. Su líder fue la única mujer no alemana en recibir la medalla de la Orden del Águila Alemana de manos de Hitler, y esa organización tiene la esvástica como símbolo oficial. Obviamente, esta esvástica “no tiene nada que ver” con nada.

El uso histórico de la esvástica se vinculaba también con el trauma mongol. Aunque ahora suene absurdo, desde el racismo “científico” muchos nos consideraban mongoles porque hablamos una lengua no europea. Nos pintaban como amarillos. Y ahí la esvástica conecta precisamente con el símbolo del supremacismo blanco. “Acá estamos, también somos blancos”. Obviamente, eso no significa que todos quienes la usaban fueran nazis. Hay en efecto matices que yo tomo en cuenta en mi libro.

¿Y la fuerza aérea dejó de usarla en 2020?

Hace un año, después de que yo pusiera un tuit, me entrevistaron sobre este tema en varios medios grandes del extranjero. Y luego eso repercutió en Finlandia. No quiero sobredimensionar mi propio papel, pero he tenido un rol en el debate público sobre este asunto. El año pasado me doy cuenta de que en las páginas de la Fuerza Aérea hay menos esvásticas que antes y llamo para preguntar. Me responden que sí, que no… entonces dije que iba a hacer una petición de información pública. Al final, me responden que la quitaron de las insignias de la Comandancia de la fuerza. Pero queda hasta hoy en otro tipo de usos oficiales. De alguna manera, lo que dicen es que se aburrieron de tener que explicar el tema cada vez.

Para la Fuerza Aérea finlandesa, si cuestionas la esvástica eres un pacifista, comunista, hippie o prorruso

El dilema es que si dejan de usarla al final va a aparecer que algo malo tenía, por eso lo hicieron de manera subrepticia y parcial. Frente a Rusia, tener esas insignias podría servir para darle argumentos al Kremlin. Si un día hay un enfrentamiento podrán decir que están atacando a unos militares fachas: nuestros abuelos han luchado contra los fascistas finlandeses y hoy vamos a hacer lo mismo o algo así. Pero acá la idea es que no nos importa lo que dice Rusia porque más bien eso significa que somos parte de Occidente… pero hoy Occidente tampoco es que vea muy bien la esvástica. No hay que sobreestimar los efectos militares, pero los alemanes suspendieron una ceremonia conjunta en el norte de Finlandia en junio pasado… Nosotros, cuando la miramos, ya vemos un símbolo completamente diferente, pero no es fácil convencer a los alemanes de eso. Aún así, para la Fuerza Aérea finlandesa, si cuestionas la esvástica eres un pacifista, comunista, hippie o prorruso. “Aunque nos critiquen un poco, eso demuestra al mundo que somos guerreros”, me respondieron una vez.

En verdad, yo no estoy diciendo que la quiten o no, no me interesa ser normativo; mi objetivo es entender más la historia del nacionalismo y las ambivalencias finlandesas, y hacer preguntas que animen la conversación pública.

 

Teivo Teivainen (Helsinki, 1965) vive frente a un mar Báltico que, visto desde su ventana, parece un río. En su edificio se filmaron escenas de Karppi, la serie en la que la detective se enfrenta con mafias locales y rusas.

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autor >

Pablo Stefanoni

Periodista e historiador. Investigador asociado de la Fundación Carolina. Autor de '¿La rebeldía se volvió de derechas?' (Clave Intelectual/Siglo Veintiuno, Madrid, 2021).

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí