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Pablo Ríos: Buenos días.
Gerardo Vilches: Buenas tardes.
P.R.: Gerardo, tenemos una misión. Nos ha contactado el Ministerio…
G.V.: ¿De Agricultura?
P.R.: No empecemos. Te decía, El Ministerio de CTXT, en un derroche de originalidad, quiere que hagamos una lista con los mejores cómics de 2021, en tanto DJs residentes de la cosa.
G.V.: La cosa de los tebeos.
P.R. (da un golpe en la mesa): Así es. Tenemos que estar a la altura, Gerardo, los lectores confían en nuestra prescripción.
G.V.: No se hable más. Nos debemos a los lectores.
P.R.: Y al crédito que estoy pagando.
G.V.: ¿Qué te parece si empezamos repasando los cómics nacionales?
P.R.: Estupendo, que para eso soy autor nacional. ¿He sacado algo este año?
G.V. (repasa sus notas): Azul y pálido (Astiberri), pero es una reedición.
P.R.: Has caído en mi trampa. Ya está mencionado, ejem, así que ya podemos continuar.
G.V.: De acuerdo. Creo que lo primero que tendríamos que destacar es la producción de no ficción. Una categoría, o género, o conjunto de géneros, si me apuras, que ha sido muy importante para el desarrollo de la novela gráfica.
P.R.: Véase, bueno, mejor, escúchese, el último programa de Pictopía, tu podcast junto a Roberto Bartual, dedicado al asunto.
G.V.: Gracias por el apunte.
P.R.: Soy un servicio público, ya sabes.
G.V.: Bien, no nos desviemos. Dentro de la no ficción, hay varios cómics publicados este año que merecen que nos detengamos en ellos. Y el primero del quiero hablar es Todo bajo el sol (Salamandra Graphic), de Ana Penyas. Ya me gustó mucho su primer trabajo, Estamos todas bien (Salamandra Graphic, 2017), pero creo que aquí hay un salto en calidad y ambición.
P.R.: Sí, pienso que ambición es la palabra. Una panorámica sobre el desarrollismo en Levante con el que ha confeccionado una especie de reverso amable, con su propia gramática, de Chirbes, por decirlo así.
G.V.: Tiene un punto, pero creo que es otra cosa. Me gusta cómo asume las herramientas de un ensayo gráfico. Hay una tremenda labor de documentación detrás, sí, pero la usa para lo estrictamente necesario.
P.R.: Penyas es valenciana, le toca de cerca.
G.V.: Sí, por eso, aunque es un ensayo, al mismo tiempo, encontramos memoria, autobiografía. Diría que la inserta dentro de una corriente de la narrativa actual española, con un compromiso político claro. Y en esa línea, tenemos también Garafía (Círculo Rojo), de Elías Taño.
P.R.: Sé que este te ha gustado especialmente.
G.V.: Un hijo ideal entre Javier Olivares y David B., en lo gráfico.
P.R.: Con un uso del color muy inteligente.
G.V.: Eso es, a nivel simbólico. Aborda un tema bastante olvidado, la inmigración canaria en Venezuela. De nuevo, implicación personal: Taño habla de su pueblo, de sus abuelos.
P.R.: Está bien que miremos a Canarias, precisamente este año.
G.V.: Desde luego. En otra línea, pero sin dejar el ensayo, tenemos Warburg & Beach (Salamandra Graphic), de Jorge Carrión y Javier Olivares.
P.R.: Un cómic sobre lo literario, pero con una forma que sólo tiene sentido como cómic.
G.V.: Me interesa mucho ese período, la cultura de entreguerras. Quizás juega en su contra la falta de ironía, de humor; pero apabulla el espectacular trabajo de Olivares, y la tesis del cómic es muy interesante.
P.R.: Olivares es un dibujante muy meticuloso, aunque en un primer vistazo no lo parezca.
G.V.: Me gustaría finalizar este repaso a la no ficción con un par de títulos. El primero, Para los míos (Temas de Hoy), de Juanjo Sáez. Un libro sobre la familia y la pérdida de esta, muy sincero; emotivo, pero no cursi.
P.R.: No termino de conectar con este, pero entiendo que lo destaques.
G.V.: Creo que dentro del mundo del cómic se tiende a menospreciar su trabajo, o, al menos, no prestarle tanta atención como se merece. Y otro autor al que se suele ignorar es Sebas Martín, que este año ha publicado Mi novio, un virus y la madre que lo parió (La Cúpula).
P.R.: Martín es un dibujante que está cada vez más fino y que, sí, como su trabajo se enmarca dentro del erotismo gay, no suele estar en el radar.
G.V.: Cada libro nuevo que leo de él me resulta más interesante. Es una autoficción casi en tiempo real, y su trabajo crece con los años, está muy seguro de lo que hace.
P.R.: Pasemos a los cómics de ficción entonces. Hay un debut que me ha parecido mayúsculo, el de Genie Espinosa con Hoops (Sapristi). Una revisión vacilona de Carroll en el que despliega todos sus recursos como ilustradora, poniéndolos al servicio del cómic.
G.V.: Tiene algo que a mí me gusta mucho, más allá de su registro gráfico, muy fresco, y es que trata el tema de la diversidad desde el gamberrismo. Me interesa mucho esto, porque pareciera que solo se pueden abordar estos temas desde una mirada amable o condescendiente, aunque sea de manera involuntaria. Y ya que estamos con esto, puede dialogar bien con Dolores y Lolo 3. ¡La vida patas arriba! (Astiberri), de Mamen Moreu.
P.R.: Sí, tienes razón.
G.V.: Habla de transactivismo, de derechos de la comunidad LGTBIQ+, de precariedad, de la vejez, pero lo hace con mucho humor y macarrismo.
P.R.: Me gusta que menciones a Moreu, porque volvemos a algo que hemos señalado antes, hay autoras y autores que no suelen aparecer en estos repasos o como los quieras llamar, y quienes se dedican al humor tienen todas las papeletas. Súmale que es una recopilación de páginas publicadas en El Jueves y ya tienes el pack completo. Pero es que es muy graciosa, le ha venido bien trabajar sin guionista.
G.V.: Sí, tiene los códigos del humor perfectamente asimilados. Ya que estamos con el humor, no hay que olvidar la recopilación de los Cartones Perros (Fandogamia).
P.R.: Reseñable por muchos motivos: por haber partido de una iniciativa de crowdfunding, por el compromiso de su editorial con el cómic humorístico, porque la mayoría de sus autores se han fogueado en internet y bueno, porque es tronchante siendo absolutamente marciano.
G.V.: Sí, no quiero utilizar el término de poshumor, que puede que esté muy manido, pero sí practican un humor roto, construyendo los chistes a la vista del lector, mostrándote el andamiaje.
P.R.: Totalmente.
G.V.: Creo que ahora podríamos hablar de una línea más experimental, donde entrarían cómics como La isla (Reservoir Books), de Mayte Alvarado. Muy lírico y muy potente, un cuento con sabor de narración oral.
P.R.: Sí, lo hace todo muy sencillo y funciona perfectamente.
G.V.: También me ha gustado mucho el debut en el largo de Marta Cartu, Hola SIri (Autoedición). Conecta con la actualidad desde la crítica social, y gráficamente es muy potente.
P.R.: Y rima con Internet Sublime (Sapristi), de Miriampersand, otra reflexión sobre los usos y costumbres digitales.
G.V.: Psicodelia y meditación trascendental contemporánea en la matrix de todos los días. Más: El pacto (Nuevo Nueve) de Paco Sordo, una revisitación de la escuela Bruguera y la figura de Vázquez crítica y divertida a partes iguales, y el regreso de Lola Lorente, Maganta (Astiberri), tras diez años sin publicar. Los cuidados, la vuelta a casa, de manera nada obvia, con un ojo en el indie de los noventa y un personaje protagonista redondísimo.
P.R.: Así es. Cerraría con El fin del gran arte (Belleza Infinita), de Julio César Pérez, colaborador de esta casa. Pura experimentación gráfica al servicio de una historia que funciona a muchos niveles. ¡Y también es muy divertido!
G.V.: Me interesa mucho que sea un cómic hecho por alguien que es un outsider en la profesión, un artista que no se debe a ninguna tradición. Fíjate que es un tebeo que pivota alrededor de una obra de teatro, y teatral (tanto lo es que este años ha tenido su propia adaptación al escenario) es Medea a la deriva (Reservoir Books) la versión libre de Eurípides de Fermín Solís, que también puede entrar aquí.
P.R.: Acabaría este capítulo con La mentira por delante (Astiberri), la biografía de Umbral de Lorenzo Montatore, que estamos de acuerdo en que es la certificación de Montatore como uno de los grandes.
G.V.: Sí, la culminación de un camino. Con sus cómics siempre pasa que no es que se pueda decir que no se “entiendan”, pero al mismo tiempo, practica una narración que no es transparente, tienes que entrar en su juego. Y es plenamente consciente de qué está haciendo, comprende perfectamente todos los mecanismos del cómic; además, trabajando con una figura tan controvertida como lo fue Umbral.
P.R.: Para terminar con los cómics españoles, quiero incluir a Daniel Torres con El futuro que no fue (Norma Editorial), por no olvidar a los autores más veteranos que siguen en plena forma. Si me disculpas el cliché, claro.
G.V.: Disculpado. Aquí estaría Romeo muerto (Reservoir Books), de Santiago Sequeiros, el triunfo de un empeño personal en volcar todas sus pasiones y demonios en un cómic que le ha costado décadas de trabajo. Fíjate que los dos han hecho un noir, cada uno con sus filias y sus fobias particulares.
P.R.: Pasemos entonces a los cómics internacionales.
G.V.: Mira, creo que ha sido un año donde podemos hablar de la ausencia de títulos firmados por las figuras más establecidas. Eso ha puesto el foco en otras autoras y autores, algo muy refrescante.
P.R.: Bueno, El secreto de la fuerza sobrehumana (Reservoir Books), de Alison Bechdel, quizás.
G.V.: Cierto. A mí me ha gustado mucho. Un cómic de madurez sobre la madurez, sobre hacerte vieja y notar que el cuerpo no te responde tras una vida en plena forma física. Es un cómic adulto y para adultos. También se ha publicado Tonta (La Cúpula) de Jaime Hernandez, que está bien, es Jaime, pero…
P.R.: De Jaime siempre esperamos más, sí. Y otro autor consagrado es David B., que ha publicado Nick Carter y André Breton. Una pesquisa surrealista (Impedimenta).
G.V.: Es cierto, y le he visto muy fresco, reinventando el folletín. También me gustaría mencionar la recuperación de Tales from the Crypt, a cargo de Diábolo, con cómics de Kurtzman, Ingels, Craig…
P.R.: Sí, por fin en color y con un formato decente. Es un material de valor histórico, pero también muy disfrutable. El germen de muchas ficciones de terror por capítulos de la edad de oro de la televisión norteamericana.
G.V.: Un inédito hasta ahora, y que ha sido una recuperación fundamental, es Ethel y Ernest (Blackie Books), de Raymond Briggs, otro tebeo verdaderamente adulto sobre el amor, el matrimonio y la fidelidad, y un retrato de la segunda mitad del S.XX.
P.R.: E inglés, no lo olvides. No es habitual que se publiquen cómics ingleses en España, desconocemos mucho de su tradición, más allá de la ciencia ficción.
G.V.: Más tebeos recuperados de autores poco conocidos, en este caso, japoneses: Los locos del gekiga (Satori Ediciones), de Masahiko Matsumoto, sobre los inicios del cómic adulto en Japón y las dificultades editoriales que se encontraron sus impulsores; y Polen dorado, de Seichii Hayashi (Gallo Nero Ediciones).
P.R.: Éste es verdaderamente increíble. Historias cortas, surrealistas, con una poesía onírica muy particular, y una huella gráfica que se puede rastrear en mucho del manga alternativo posterior. Y no te olvides de Queen Emeraldas (Satori Ediciones) de Leji Matsumoto, un maestro con un dibujo alucinante.
G.V.: Sí, es una pasada. Para que no nos digan que somos unos carcas, vamos con autores contemporáneos: Ted, un bicho raro (Astiberri), de Émilie Gleason. Un tebeo con un dibujo muy, muy osado, muy suelto; y una mirada muy interesante sobre la salud mental. Aprovecha muy bien la repetición de las viñetas para transmitir la idea de la importancia de la rutina en este tipo de trastornos.
P.R.: Mira, un ensayo: No siento nada, de Liv Strömquist (Reservoir Books).
G.V.: Otra autora a la que no se le presta la debida atención. Documentadísimo, con mucho sentido del humor y hablando de temas relevantes hoy en día, que están en el centro del discurso, además, aportando cosas propias.
P.R.: Como tiene que ser, claro.
G.V.: Más depurada que Devastación (Alpha Cómic, 2020), su anterior obra publicada en España, es Visión (Alpha Cómic), de Julia Gfrörer.
P.R.: Cierto, es estupendo. Un cómic de terror íntimo en torno al deseo. Por cierto, Alpha Cómic también ha editado Bradley de él, de Connor Willumsen, un cómic sobre la fama y la disolución de fronteras entre personaje y actor, con una puesta en escena muy barroca.
G.V.: Acabaría con, para mí, el gran título internacional de este año, Los grandes espacios (Impedimenta) de Catherine Meurisse. Con mucho sentido del humor, y muy virtuoso, muy preciosista. Destila fe en la belleza, en el arte, en la naturaleza, algo que considero que es muy necesario en estos tiempos que corren.
P.R.: Una dibujante increíble. Más allá de su color, destacaría su composición de página, una cosa brutal. Pues entonces, ya estamos listos, Vilches. Esto es lo que hay.
G.V.: Creo que es un repaso bastante completo. ¿Admitiremos enmiendas y/o reclamaciones?
P.R.: Bajo ningún concepto, que para eso nos han llamado a nosotros. Buenos días.
G.V.: Buenas tardes.
Pablo Ríos: Buenos días.
Gerardo Vilches: Buenas tardes.
P.R.: Gerardo, tenemos una misión. Nos ha contactado el Ministerio…
G.V.: ¿De Agricultura?
P.R.: No empecemos. Te decía, El Ministerio de...
Autor >
Pablo Ríos
Autor >
Gerardo Vilches
Es crítico de cómic e historiador. Autor de 'La satírica Transición'.
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