1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 3.340 Conseguido 91% Faltan 16.270€

urbanismo

Una arquitectura para mejorar la sociedad

Apuntes para la construcción de ciudades sostenibles

David García-Asenjo 5/10/2022

<p>Eje verde del Consell de Cent. Barcelona.</p>

Eje verde del Consell de Cent. Barcelona.

Ajuntament de Barcelona

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Vivimos rodeados de arquitectura, nuestras relaciones sociales quedan condicionadas por la forma de las ciudades y de los edificios. Pero cuando la arquitectura es protagonista en el debate público o en los medios de comunicación en pocas ocasiones atiende a cómo influye en la vida de las personas. Será noticia el premio que ha recibido un arquitecto o un edificio, generalmente descontextualizados del contexto social o económico en el que se han producido. O se viralizará el último escándalo por sobrecostes, de los que habitualmente desaparecen las empresas constructoras que los han ejecutado y cobrado. La historia de la arquitectura se ha contado a través de las grandes figuras y sus obras más icónicas, en muchos casos sin un relato que nos señale cómo fueron encargadas y construidas. Es necesario entender que los principales cambios se han materializado en una serie de edificios que han transformado el modo de entender la arquitectura, tanto en su espacio interior como en su relación con la ciudad. Pero esas transformaciones han sido de verdad relevantes porque han establecido un caldo de cultivo que ha alimentado cambios en el modo de vivir de la sociedad.

Se puede tomar como ejemplo la arquitectura española que se incorporó a la modernidad con un par de décadas de retraso, tras la enorme brecha que supuso la Guerra Civil y el posterior aislamiento del país. La generación de arquitectos titulada tras la guerra fue capaz de proyectar unos estupendos edificios que estaban a la altura de los mejores del momento. Pero sería necesario destacar que esos pioneros de la modernidad fueron realmente relevantes porque lograron mejorar las condiciones de vida de gran parte de la sociedad a través de sus intervenciones en vivienda social. Consiguieron generar un espacio urbano que acogió el trasvase de población del campo a la ciudad. Es cierto que se pueden poner muchas pegas a estos bloques de viviendas y a su entorno urbanístico, por la falta de medios materiales y por las condiciones en las que se desarrollaba la vida de sus habitantes, en una dictadura que limitaba sus libertades y que proponía un sistema de propiedad inmobiliaria que beneficiaba a los estamentos de la sociedad que se hicieron con el poder tras la guerra. Pero en general han aguantado bien el paso del tiempo y si se han tomado las decisiones sociales y económicas adecuadas el espacio público que diseñaron en su momento ha creado un entorno amable y humano.

La generación de arquitectos titulada tras la guerra fue realmente relevante porque logró mejorar las condiciones de vida de gran parte de la sociedad

Porque la arquitectura tiene una necesaria función social que deriva de su capacidad de crear entornos construidos y de intervenir en los ya existentes para mejorar sus condiciones y adecuarlos a las necesidades de los ciudadanos. José Luis Fernández del Amo, uno de los arquitectos más destacados de esa generación y una figura a reivindicar, lo expresaba así: “Sólo hay una arquitectura: la que sirve al hombre. Pero tenemos el deber, la responsabilidad de hacer que ese hombre quiera vivir mejor. Que la arquitectura le asista en una auténtica superación: la casa, el taller, la escuela, la iglesia, la ciudad. Desde dentro y por fuera; desde el urbanismo a la interioridad”.

En una sociedad cambiante, la mirada de los arquitectos ante los problemas urbanos y espaciales se tiene que adaptar a las circunstancias en las que se proyecta. Dado que es una actividad que requiere de tiempo y de una notable inversión económica, tiene que ser capaz de anticipar las condiciones futuras para poder responder de modo eficaz y no volver a ser reformada pocos años después, con otro desembolso de dinero. Los factores que debe tener en cuenta una intervención en el siglo XXI son muy diferentes de los que se han contemplado a lo largo de la historia. Un espacio que a principios del siglo XX tenía que responder a un modo de vida y a una escala próxima, en el que la forma urbana podría ser el primer tema que resolver, no puede ser modificado en la actualidad sin considerar las cuestiones que derivan del consumo de energía y del cambio climático. Se ha podido comprobar recientemente en la reforma de la Puerta del Sol de Madrid, cuya renovación ha generado un debate que volvía a poner en primer plano cuestiones formales que pueden haber quedado superadas por el contexto de crisis energética actual. Un punto de la ciudad que ha sido reformado continuamente para responder a las necesidades del tráfico de vehículos, del transporte público o del uso social de su espacio, ha pasado a ser venerado como un lugar patrimonial que no soportaría nuevos elementos que solucionaran cuestiones relacionadas con el excesivo soleamiento que puede recibir en determinadas épocas del año. Parece que el debate se ha centrado en la ausencia de arbolado o vegetación, pero podrían plantearse otras alternativas para que no se convierta en una isla de calor que lo haga inhabitable durante épocas cada vez más largas del año. Existen propuestas experimentales, más cercanas a la intervención artística por su despliegue formal, que han tratado de resolver la atemperación de estos grandes espacios sin vegetación. Se entiende que si se quiere liberar la plaza de elementos extraños que la han ido colonizando la respuesta inmediata sea no volver a introducir nuevos objetos en ella, aunque en pocos meses vayan a instalarse árboles de navidad o elementos que anuncien alguna campaña publicitaria. Pero obviar los aspectos medioambientales de una intervención de esta importancia es equivalente a ignorar los aspectos económicos de los grandes proyectos que se realizaron antes de la crisis de 2008.

Existen propuestas experimentales, más cercanas a la intervención artística por su despliegue formal, que han tratado de resolver la atemperación de grandes espacios sin vegetación, como la Puerta del Sol

Al hablar de este caso se centra el debate en un lugar único de la ciudad, como si su correcta resolución beneficiara al conjunto de los ciudadanos. Es necesario pensar en la totalidad de la ciudad, entender que es prioritario trabajar para que mejoren las condiciones en las calles y plazas que son usadas diariamente por la población. Hay que diseñar y modificar o rehabilitar el espacio urbano para que sea inclusivo y pueda ser usado por capas de la población que actualmente tienen dificultades para disfrutarlo. Estamos en una sociedad en la que el porcentaje de personas mayores va en aumento, y sus problemas de movilidad tienen que considerarse a la hora de proyectar y transformar las calles y parques. La mirada desde la perspectiva de género puede aportar claves para que las soluciones no repitan modelos del pasado, sino que generen nuevas herramientas válidas para las personas que usan el espacio público. Se suele trivializar este asunto, como si las cuestiones de género fueran un tema menor. El crecimiento de las ciudades en las últimas décadas se ha diseñado sin tener en cuenta las tareas vinculadas a los cuidados, soportados principalmente por mujeres. La ubicación de guarderías, colegios, centros de día y residencias para mayores en un modelo urbano disperso implica un gran tiempo de desplazamiento desde los lugares de trabajo. Y no se generan espacios de relación que permitan actividades al aire libre desvinculadas del consumo. Todas estas cuestiones van mucho más allá del cliché con el que se suele tratar el tema y como se puede apreciar tiene una gran influencia en el modo de vida de muchas personas, tradicionalmente silenciadas.

Parte de esta transformación tendrá que venir acompañada de una reducción del espacio destinado para el tráfico rodado. Durante la desescalada tras el confinamiento se intervino de forma temporal en la vía pública para aumentar el tamaño de las aceras y así permitir la distancia entre las personas que hiciera los paseos seguros. Parecía que se iba a iniciar un proceso para rediseñar la ciudad y la hiciera más amable con el peatón. Mediante estrategias de ocupación temporal de las calles se permitía crear espacio libre en tramas urbanas en las que es escaso. Y se comenzaba un proceso de renaturalización de las calles. Se pudo apreciar la radical transformación que el automóvil impuso a las ciudades en la forma actual de las mismas. Se eliminaron bulevares y se redujo el tamaño de las aceras. Muchos de los espacios libres se convirtieron en plazas duras para alojar bajo ellas los aparcamientos necesarios para una sociedad motorizada. Todo esto se asumió como una evolución inaplazable y muchas de las que hoy consideramos plazas inhóspitas eran estudiadas en las escuelas de arquitectura como los mejores ejemplos del trabajo que podían proyectar los arquitectos.

Plaça dels Països Catalans, Helio Piñon y Albert Villaplana (1984). Autor: CANAAN (Wikimedia Commons).

Ahora nos corresponde volver a transformar estos espacios para intentar aumentar la vegetación en las calles, el método más eficaz para crear sombra. Si se evita que la radiación solar llegue tanto al asfalto de la calzada o al hormigón y al granito de las aceras se consigue también que el interior de las viviendas esté protegido de este calor. Y si en lugar de un mini alcorque se pone una banda de tierra que además permita que se filtre el agua también hará que el suelo alcance menos temperatura. No solo se calentará menos, sino que además reflejará el calor más rápido y no lo irá soltando en las primeras horas de la noche. Una calle arbolada funcionará como un regulador térmico, y aportará muchos más beneficios. El más inmediato remite a los sentidos, ya que es mucho más agradable pasear por ella. La vegetación contribuye a mitigar los efectos de la contaminación de los vehículos. Existen estudios que aseguran que la gente que vive en zonas arboladas tiene menos riesgos de sufrir depresión y otras enfermedades mentales. Para conseguir que la vegetación arraigue es necesario tiempo, y personal que la cuide, lo que nos recuerda que la arquitectura y el urbanismo no se acaban cuando se corta la cinta el día de la inauguración, sino que ahí empieza su vida.

Existen estudios que aseguran que la gente que vive en zonas arboladas tiene menos riesgos de sufrir depresión y otras enfermedades mentales

Es preciso proyectar no solo para la fotografía del edificio recién terminado, sino también teniendo en cuenta el mantenimiento que va a tener y cómo van a evolucionar los materiales e instalaciones con los que se construye. El tiempo hace que los ciudadanos se apropien del lugar y articulen su vida en torno a él. Será poco habitual que un arquitecto renuncie a un encargo para no modificar un espacio que funciona, pero la actuación de Lacaton y Vassal en la Plaza Léon Aucoc de Burdeos puede marcar una forma de comportarse. Ante la posibilidad de reformar un pequeño parque, optaron por dejarlo tal cual lo encontraron, con ligeras reparaciones. No construir como una forma de ejercer la arquitectura. Al cabo del tiempo se alteró la armonía de este espacio con la instalación sin ningún cuidado de una valla metálica que encierra una zona de juegos infantil.

Proyectar arquitectura con perspectiva de género también es mejorar los lugares en los que muchos de nuestros mayores pasan sus últimos años de vida. La primera etapa de la pandemia nos puso frente al espejo de las condiciones en las que estamos permitiendo que se les trate. Una de las prioridades de la sociedad, y de los arquitectos como profesionales que podemos repensar el espacio, es el rediseño de los modelos tradicionales de residencia, que se han mostrado inhumanos en muchos casos. Se deben plantear espacios que potencien la autonomía del usuario, adaptándose a su evolución a lo largo de los años. Y tienen que evitar una imagen que se asemeja más a la de la arquitectura hospitalaria o sanitaria que a la doméstica que realmente le debería corresponder. Ya existen muchas propuestas que buscan que desde cada lugar de estos edificios se vea el azul del cielo.

Proyecto piloto para una comunidad de mayores en San Andrés de Rabanedo (León). Autor: Óscar Miguel Ares Álvarez, Contextos de Arquitectura y Urbanismo.

Además, se comienzan a plantear intervenciones con un carácter más urbano. Existen estudios que señalan que las personas mayores quieren seguir viviendo en su vivienda. Debido a las características del modelo inmobiliario español, que primaba la propiedad sobre el alquiler, en una gran mayoría de los casos esa vivienda ya está pagada. Así que además de adaptar el interior de las viviendas a las nuevas necesidades, estas intervenciones se pueden proyectar a la escala de un barrio completo. Se pueden rehabilitar los bloques de viviendas de los años 50 y 60 que proyectaron los pioneros de la arquitectura moderna en España. Gran parte de su población ya se ha jubilado, pero si sigue habitando esos edificios se consigue mantener la vida del entorno y se generan oportunidades de trabajo vinculadas a sus cuidados. Al mismo tiempo se puede incorporar gente más joven a las viviendas que se han ido quedando vacías. Se instalan ascensores, se adaptan las viviendas y también los portales para hacerlos accesibles y seguros. Se plantean servicios comunes para todo el barrio, desde centros asistenciales a comedores y espacios libres para permitir puntos de reunión entre los habitantes. Esto permite el envejecimiento activo, se mejoran las condiciones de una comunidad que ya tiene sus relaciones sociales y que siente el barrio como propio. Y permite que haya una mezcla de edades que hacen que el espacio público está ocupado a distintas horas por distintos usuarios y favorece así su uso, al no aparecer como algo ajeno a los vecinos.

Toda la arquitectura es política, y habitualmente se ha situado al lado del poder, tanto económico como político. Se ha plegado a sus dinámicas y ha olvidado el que debiera ser su principal fin. Se puede poner el calificativo de política a una práctica arquitectónica, pero si sus objetivos son asentar la posición del profesional dentro el sistema establecido, sin cuestionar sus dinámicas, no tendrá el propósito transformador que se le podría exigir y el adjetivo político estará vacío de contenido. “Aquel que fuera a ser arquitecto y no se considere capaz de poner su actividad al servicio de los demás con un sentido comunitario de la sociedad que se dedique al libre comercio de sus aficiones”. Esta afirmación de José Luis Fernández del Amo podría encabezar el código deontológico que desde 2015 suscribieron los colegios de arquitectos. Si la arquitectura es capaz de mejorar la ciudad sobre la que actúa habrá cumplido con su cometido.

253 Viviendas en Carnot Vérollot Ivry-Sur-Seine, Región de París. Autor: Archikubik.

Se ha aprobado en el Congreso por amplia mayoría la Ley de Calidad de la Arquitectura, que tiene como objetivo que muchas de las reflexiones que se han planteado pasen a ser centrales en la actuación de las administraciones públicas a la hora de promover nuevas intervenciones. Se busca crear edificios que sean respetuosos con el medio ambiente a lo largo de toda su vida, flexibles para adaptarse a los nuevos usos que puedan albergar. Se pretende fomentar la rehabilitación del patrimonio existente y así favorecer la regeneración urbana, acorde a las nuevas necesidades ambientales y energéticas. Y pretende que se pueda entender que la arquitectura puede contribuir de forma decisiva al bienestar y a la mejora de la calidad de vida si interviene en el entorno físico con estos criterios como objetivo prioritario. Esta es nuestra pequeña contribución a la divulgación de las ventajas que puede aportar una arquitectura de calidad.

Vivimos rodeados de arquitectura, nuestras relaciones sociales quedan condicionadas por la forma de las ciudades y de los edificios. Pero cuando la arquitectura es protagonista en el debate público o en los medios de comunicación en pocas ocasiones atiende a cómo influye en la vida de las personas. Será noticia...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autor >

David García-Asenjo

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí