1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 3.340 Conseguido 91% Faltan 16.270€

CARTAS MORISCAS

Unas notas sobre el caso Resines

Si queremos unos medios valientes e independientes, los tribunales jamás deberían aceptar demandas como esta, en la que los hechos son tan contundentes y reales que desprestigian a quien los ha cometido y no a quien los da a conocer

Miguel Mora 3/10/2022

<p>Antonio Resines, durante su discurso en la entrega de los premios Goya de 2016.</p>

Antonio Resines, durante su discurso en la entrega de los premios Goya de 2016.

ACADEMIA DE CINE

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

La semana pasada, el día de San Miguel, la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo regaló a CTXT la mejor noticia que podíamos publicar: el fallo confirmaba la última sentencia de la Audiencia Provincial y cerraba así la causa civil emprendida por Antonio Resines por presuntas injurias y lesiones a su honor contra la revista, el director –yo– y el periodista Fran Pastor, y además condenaba al recurrente al pago de las costas.  

Fran Pastor es el joven y estupendo redactor que en junio de 2016 descubrió y publicó que Resines había creado una empresa mercantil a espaldas de la Junta Directiva de la Academia del Cine, en la que él mismo figuraba como administrador único, para gestionar los patrocinios y la producción de la Gala de los Goya de aquel año. 

Seis largos años después de que el entonces presidente de la Academia iniciara su ataque judicial por la vía penal exigiendo una compensación de 600.000 euros a la revista –que había sido fundada en enero de 2015 por 14 periodistas en paro, cuyo presupuesto anual no llegaba a los 100.000 euros y que tenía entonces un total de 3.000 euros de capital social, cero empleados en nómina y unos 10.000 seguidores en Twitter–, el Supremo confirmaba que el desempeño profesional de la publicación y del redactor fueron irreprochables. 

La sentencia subraya, como sostenía el anterior fallo de la Audiencia, que la noticia era veraz y de indudable interés público, y no contenía expresiones injuriosas, ofensivas o lesivas para el honor del actor. Y aunque nos regañaba un poco por no haber titulado de forma “exacta” (“Resines ‘privatizó’ la gala de los Goya y hay quien pide su cabeza por ello”), matizaba que en todo caso el titular sí guardaba relación con el contenido. 

El razonamiento del fallo es todavía mejor: se trata de una alambicada frase que si no hubiera que leer dos o tres veces y no incluyera nada menos que tres negaciones, se podría esculpir en mármol. La frase dice así:

Traducido al cristiano: es posible que la información dejara en mal lugar al actor, pero eso se debe a los hechos que relataba y no, como sostiene el recurrente, al modo en que la información fue redactada –según el abogado de Resines, y la jueza que nos condenó en primera instancia, la información había sido redactada de forma “insidiosa”–.

En los fundamentos de derecho, la Sala de lo Civil del TS agregaba aún una razón más, esta un poco humillante, para exculparnos: que la noticia no tuvo apenas eco en la prensa “generalista”, cosa muy cierta porque solo un par de periódicos “grandes” replicaron en su momento la información de CTXT. ¿Quizá el Supremo piensa que somos una revista científica, como dijo José Luis Cuerda cuando se enteró del nombre imposible de pronunciar? ¿O un tabloide del corazón que se dedica a perseguir a millonarios famosos? En fin… 

Por suerte el Supremo no hace sangre, y luego alaba la rapidez con la que se modificaron el titular, el subtítulo y los tuits (al recibir las quejas de Resines), así como la publicación de la réplica que nos envió el actor tras amenazarnos por teléfono –nunca olvidaré ese tono de no sabes con quién estás hablando– con cerrarnos “el chiringuito”.  

Hasta aquí llega por tanto (salvo que el actor decida pedir amparo al Constitucional) esta aventura judicial, que empezó en septiembre de 2016 con el trámite de la demanda de conciliación, a la que CTXT se opuso tras asistir con asombro, en el pasillo de los Juzgados de Plaza de Castilla, al alegre posado de Resines con el equipo que se disponía a instruir la causa penal.

Y ahora me gustaría hacer algunas consideraciones personales sobre lo que hemos vivido estos años. Aunque no lo conocía personalmente, a mí me caía bien Resines. Era amigo común de José Luis Cuerda (cofundador de CTXT) y Manolo Gutiérrez Aragón, y cuando vi Ópera prima, su primera película, me pareció un cómico excelente. Un poco después de eso, yo también debuté en el cine (como figurante) en una de sus siguientes películas, Pares o nones, que dirigió el gran Cuerda: pasé tanto frío en el rodaje que ya no volví.

Aunque me caía simpático el personaje, la persona se comportó con Fran Pastor, conmigo y con la revista de una manera cruel, intimidatoria y chulesca. Resines trató de usar su fama, su dinero y su poder contra un medio minúsculo que se había limitado a narrar y a documentar el episodio de la creación de la Sociedad Mercantil que unas fuentes absolutamente fiables nos habían contado, aportando incluso las escrituras notariales. En nuestra segunda conversación telefónica tras la publicación de la noticia, después de las amenazas y los gritos, Resines cambió de registro, se puso pastueño y confesó que se había equivocado, pidiendo que tuviéramos un poco de generosidad con su error. Yo no podía despublicar ya la pieza, que es lo que me pedía, y le expliqué que todo lo que se decía en ella estaba contrastado con al menos dos fuentes y había sido cuidadosamente editado por un equipo en el que estaban, entre otros y otras, periodistas como Jesús Ceberio, Soledad Gallego Díaz, nuestra editora Inés Amado y las directoras adjuntas Mónica Andrade y Vanesa Jiménez. Pero le animé a mandar una réplica matizando lo que quisiera. Envió una carta de 27 puntos, tan larga como la noticia original, y exigió que la publicáramos por encima de la info. Cosa imposible, pues los digitales se leen de arriba abajo. Entonces, montó en cólera de nuevo. Publicamos un resumen de la carta. Y llamé a un par de amigos comunes para que le explicaran que, si cumplía la amenaza de demandarnos, iba a poner en riesgo la supervivencia de la revista. La respuesta en ambos casos fue idéntica: “Está como loco, no quiere razonar, solo quiere demandaros”.

En aquella época, CTXT era un semanario; cada socio-trabajador curraba desde casa y cerrábamos la edición presencialmente los miércoles. Hicimos una reunión de urgencia del Consejo Editorial, y en signo de buena fe, decidimos hacer todos los cambios que exigía en el título. Dio igual. Resines ya había anunciado en otros medios la querella y se puso manos a la obra a toda prisa. 

El silencio de muchos medios “progresistas” sobre el Caso Resines es solo una muestra más de que Contexto es una revista incómoda para el ecosistema mediático

Estábamos a finales de junio; un mes después dimitió de la presidencia de la Academia. “Por desavenencias con la Junta Directiva”. Aunque no dijo cuáles, la cosa era obvia. Rescatamos la información en nuestras Redes Sociales, y la noticia tuvo una segunda vida un poco más visible que la primera. A primeros de septiembre, llegaron seis notificaciones penales a la casa donde tenía la sede y el saloncito CTXT. Con las prisas, su abogado demandó a Inés Amado, que era editora de textos y no de la cabecera, y a Pedro de Alzaga, cofundador de CTXT y nuestro primer CEO, que ya había dejado la revista. El cartero nos entregó un montonazo de papeles como para encender chimeneas durante dos meses. Era la primera demanda de ese tipo que cualquiera de nosotros recibía. Nos acusaba de injurias. La petición de 600.000 euros en concepto de indemnización supuso una invitación a plantearse la necesidad de endeudarse –cosa que teníamos prohibida por nuestro ideario fundacional–, y el riesgo cierto de que, si perdíamos el pleito, la única opción que quedaría sería la que él había anunciado echando espumarajos por la boca: cerrar el chiringuito.

Por supuesto, aunque él nos tratara como si fuéramos periodistas imberbes, no somos unos pipiolos. Y todos hemos sufrido presiones alguna vez. Un día, el director de El País me invitó a ver a un ejecutivo de El Corte Inglés en su despacho. Me dejó solo con él. El tipo no se anduvo con rodeos. Me dijo que si quería ser alguien en el mundo del periodismo guardara en el cajón aquella pieza que había escrito semanas antes sobre la ausencia de la letra eñe en los nuevos ordenadores de la Seguridad Social, cuya contrata había ganado Investrónica. Entonces su asistente enseñó un prototipo del ordenador que usaban los médicos, con una eñe adhesiva pegada sobre el teclado, y entendí que la pieza nunca saldría. 

Pero lo de Resines era otra cosa. CTXT nació el 15 de enero de 2015. En 2016, su ataque nos preparó para hipotecar la casa y las sortijas de la abuela. CTXT era un medio prometedor pero sin ingresos ni magnates: una microempresa gobernada por cuatro plumillas que no sabían ni lo que era un modelo de negocio. Por eso debo recordar aquí a los abogados del despacho de Santiago Mediano, que desde el minuto uno nos cuidaron, nos asesoraron y nos defendieron como si fuéramos sus hijos, o sus hermanos. Aparte de grandes abogados y sabios del derecho, son majos, buenas personas y se toman las adversidades con calma, buen humor y alegría. Y son tan elegantes que en ningún momento nos hablaron del elefante en la habitación: el dinero. Espero que ahora que el demandante ha sido condenado en costas, le facturen el máximo que permita la ley. 

Si algo bueno ha tenido esta larga pesadilla ha sido conocer a Santi, Pachi y Manuel, tres personas extraordinarias. Y poder contar como testigos en los juicios con Jesús Ceberio y Antonio Rubio, quienes jamás dudaron de la pulcritud y el rigor del trabajo de Fran Pastor. Gracias a los dos.

Una última reflexión y otro agradecimiento final. El silencio casi absoluto de muchos medios “progresistas” sobre el Caso Resines es solo una muestra más de que Contexto es una revista incómoda para el ecosistema mediático. Vetan noticias nuestras que replicarían sin pestañear si las publicara cualquier otro medio; a veces prefieren darlas y en ese caso las piratean sin referenciar el origen, o directamente niegan que sean noticia; silencian nuestros libros en los suplementos culturales y las secciones de política, incluso si el autor es un exvicepresidente del Gobierno; las televisiones y las radios (salvo ETB) no nos invitan ni aunque se les mueran tres tertulianos de golpe, y muchos no enlazan nuestros artículos aunque otros autores los citen en sus páginas. Se llama cultura de la cancelación. 

Respecto al caso Resines, hemos visto la noticia en un medio llamado e-cartelera, en el Ok Diario y en un nuevo panfleto voxista que titulaba así: “Resines, condenado a pagar 600.000 euros por injuriar a CTXT”. Al menos corrigieron el tiro tras nuestro aviso en TW. ¡Ya nos habría gustado, compañeros del metal! 

Nuestra reputación de periodistas profesionales se ha visto en entredicho durante seis largos años. Y una jueza llegó a prohibirnos escribir nada más sobre el asunto

Más allá del chiste, queda la tristeza: si queremos unos medios valientes e independientes de verdad, los tribunales jamás deberían aceptar demandas tan intimidatorias e instrumentales como esta, en la que los hechos narrados, como dice el Supremo, son tan contundentes y reales que desprestigian a quien los ha cometido y no a quien los da a conocer. Y además, sería bueno que existiera un mecanismo de justicia y reparación: nuestra reputación de periodistas serios y profesionales se ha visto en entredicho durante seis largos años. Y una jueza llegó a prohibirnos escribir nada más sobre el asunto. ¿Quién repara ahora la inquietud, el estrés, la angustia de verte cerca del cierre antes siquiera de haber podido hacerte un hueco y un nombre entre tus lectores? 

Quizá deberíamos haber sido más valientes y haber pedido daños y perjuicios al demandante por habernos amedrentado y habernos hecho la vida imposible durante años, con el evidente objetivo de que ni nosotros ni nadie osara indagar con calma en aquel opaco asunto que reveló Fran Pastor. 

Sabemos bien, demasiado bien, que en este país perro no come perro. Pero cada día más, la tragedia de la información es que perro premia a perro y no tose a los poderosos. La parte buena es que en CTXT tenemos una comunidad de lectores y suscriptores leales y generosos, que pagan unas docenas de euros al año para que seis millones de personas puedan acceder a nuestras piezas en abierto, sin pagar un euro. Eso sí que son mecenas. 

————- 

Si quieres suscribirte a CTXT, puedes hacerlo aquí desde 6 euros al mes (30 al año para parados, estudiantes y jubilados).

La semana pasada, el día de San Miguel, la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo regaló a CTXT la mejor noticia que podíamos publicar: el fallo confirmaba la última sentencia de la...

Autor >

Miguel Mora

es director de CTXT. Fue corresponsal de El País en Lisboa, Roma y París. En 2011 fue galardonado con el premio Francisco Cerecedo y con el Livio Zanetti al mejor corresponsal extranjero en Italia. En 2010, obtuvo el premio del Parlamento Europeo al mejor reportaje sobre la integración de las minorías. Es autor de los libros 'La voz de los flamencos' (Siruela 2008) y 'El mejor año de nuestras vidas' (Ediciones B).

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

5 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. cmvjulio

    Bien está lo que bien acaba. Como dice Aramis, pufff., vaya suerte (con los jueces, por supuesto). A ver si por lo menos el Resines ese se hace socio protector y paga algo como penitencia. Sería su dinero mejor gastado. Salud, que no es poco.

    Hace 2 años 1 mes

  2. ecac

    Es menester que por fin este sátrapa pedante con sus presuntos "derechos de pernadas", se ha encontrado con la horma de su zapato, cómo piraña, sanguijuela, mofeta, conde Drácula.-Ajo y agua, te salió el tiro por la culata, teatrera, Peliculera Parásita.

    Hace 2 años 1 mes

  3. luis-galiacho

    No puede uno sino alegrarse del desenlace de este asunto, pero aún así, se te queda mal cuerpo al pensar como podría haber terminado. Gracias por seguir con el proyecto a pesar de todo, ahora que son días oscuros para el periodismo.

    Hace 2 años 1 mes

  4. juan-ab

    ¡Enhorabuena! Ahora se puede decir aquello de "no ha sido nada, solo un susto". Pero, qué bonito final sería si el actor Antonio Resines se marcara el papel de su vida y pidiera disculpas toda la familia Contextataria. Sí, que bonito sería...

    Hace 2 años 1 mes

  5. aramis

    Jajaja!!!... Disfruta la sentencia, ponle un marco y pasa página, no sin antes rezar tres ave marías porque tal y como está la justicia en este país habéis tenido suerte. Está claro que lo habéis pasado canutas, tan canutas que has pasado por alto la bomba de la sentencia de primera instancia. Eso debió ser terrible; inquietud, estrés, angustia… y años de incertidumbre y amargura. Pero todo eso ya es historia y el futuro se ha desecho de ese lastre. ¡¡¡Felicidades!!! Y seguimos, que no es poco!!!

    Hace 2 años 1 mes

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí